Los miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC) no han logrado acordar un programa de trabajo para la aplicación de la “regionalización”, la prescripción de que los gobiernos reconozcan regiones situadas en otros países o transfronterizas como fuentes seguras de importaciones de alimentos y productos de origen animal y vegetal.
Los expertos han debatido, durante una reunión celebrada el pasado mes de marzo, el Acuerdo de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (MSF), que analiza la inocuidad de los alimentos, la salud de los animales y la preservación de los vegetales. El Comité propone finalizar los informes sobres estas cuestiones en su próxima reunión, que se celebrará en junio. La encefalopatía espongiforme bovina (EEB) y la fiebre aftosa son dos de las principales cuestiones analizadas. En concreto, los participantes en la reunión han mostrado la preocupación de Estados Unidos por el mantenimiento de la prohibición impuesta por Japón a la carne de bovino estadounidense.
Según informa la OMC, el artículo 6 del Acuerdo MSF exige a los gobiernos que reconozcan regiones situadas en otros países como fuentes seguras de importaciones de alimentos y productos de origen animal y vegetal, en lugar de basar sus medidas totalmente en las fronteras nacionales. Durante la reunión, Estados Unidos ha mostrado su preocupación ante el mantenimiento de Japón de las restricciones impuestas a la carne de bovino estadounidense.
Otras cuestiones planteadas durante la reunión han sido la elaboración de nuevas normas de higiene relativas a los productos alimenticios y los piensos en la UE; la propuesta de Japón de nuevos niveles mínimos de residuos de plaguicidas, medicamentos veterinarios y aditivos alimentarios; las restricciones de Guatemala a las importaciones de carne de pollo y aguacates; los procedimientos de inspección y de prueba aplicados por Grecia al trigo; las restricciones de Australia a las uvas y las nuevas normas de Tailandia sobre inocuidad por lo que respecta a la enfermedad de la fiebre aftosa.
