Un estudio que caracterizó 15 sistemas de producción bovina en la alta montaña del Valle del Cauca, Colombia (entre 2700 y 3600 m.s.n.m.), subraya la profunda brecha entre las prácticas actuales y la sostenibilidad. La investigación, realizada por Raúl Andrés Molina-Benavides, Gaby Serrano y Michel Angelo Molina , fue publicada en la Revista Peruana de Investigación Agropecuaria (DOI: 10.56926/repia.v4i1.117).
El análisis revela un panorama social y productivo complejo. Socialmente, se identificó un bajo nivel educativo entre los productores (46.66% solo alcanzó la primaria) y una edad avanzada (40% tiene entre 61 y 70 años).
A nivel de infraestructura, las limitaciones son severas: el 100% de los predios carece de servicios públicos básicos como electricidad, agua potable o alcantarillado , y el transporte de productos depende exclusivamente de mulas por caminos de herradura.
Productivamente, los sistemas se definen por un bajo nivel tecnológico y la ausencia total de registros zootécnicos, lo que impide una gestión eficiente. Los parámetros son subóptimos:
Los sistemas de doble propósito (66.66% del total) promedian 6.3 litros/vaca/día con intervalos entre partos de 14.9 meses.
Los sistemas de levante y ceba (33.33%) alcanzan una edad promedio de sacrificio de 33.56 meses.
A pesar de este escenario, el estudio destaca dos fortalezas clave: el 100% de los productores utiliza rotación de praderas con cercas eléctricas alimentadas por paneles solares , y el 100% está afiliado a la asociación local ASOAGRIGAN.
La investigación clasificó las fincas en tres tipos: un grupo dedicado exclusivamente al levante y ceba ; un subgrupo de leche con áreas menores a 100 ha y cargas animales más altas (1.38 UGG/ha) ; y un segundo subgrupo de leche con áreas extensas (hasta 550 ha), bajas cargas animales (0.51 UGG/ha) y un alto porcentaje de bosques (48.61%).
La conclusión principal es contundente: la ecorregión, vital para la provisión de agua , presenta una aptitud limitada para la ganadería intensiva debido a los altos costos, las deficiencias logísticas y las amenazas a los ecosistemas frágiles. Los autores proponen una "reconversión" de la vocación del suelo a corto y mediano plazo, transitando hacia una producción sostenible de bajo impacto. Subrayan que esta transformación requiere indispensablemente el apoyo estatal para mejorar la tecnología, la capacitación y la infraestructura, abriendo oportunidades a usos alternativos como el ecoturismo y los productos con denominación de origen.
Ante la propuesta de una "reconversión productiva", ¿es más estratégico invertir en mejorar la eficiencia de la ganadería de alta montaña o en desarrollar activamente usos alternativos del suelo, como el ecoturismo?