La toma de imágenes ecográficas permite conocer en detalle los rasgos productivos de un animal y estimar los de su descendencia.
Durante la semana que está terminando, en el Centro Genético Bovino EOLIA, de Marcos Paz, la Asociación Argentina de Angus (AAA) llevó a cabo un curso para que un grupo de 20 argentinos y una uruguaya pueda aprender a tomar imágenes ecográficas que sirvan para medir los rasgos que indican la calidad de carne que dará un animal.
Con las imágenes ecográficas se miden cuatro parámetros fundamentales del animal que hacen al rendimiento de la res: El área de ojo de bife., el espesor de grasa de cadera, el espesor de grasa dorsal y el porcentaje de grasa intramuscular.
Los equipos que se utilizan para realizar las ecografías sobre los animales son los mismos que se usan en humanos, con algunas modificaciones.
Con esos estudios, los datos que se obtienen permiten estimar qué características productivas tendrá la descendencia de los reproductores y servirá para que se pueda direccionar genéticamente la producción acorde a lo que requiera cada mercado.
Por ejemplo, el mercado interno requiere 5 milímetros de grasa dorsal. Ese el promedio del gusto de los argentinos, mientras que la grasa intramuscular tiene que estar entre el 3 y 4 por ciento.
Los engordes a corral que recurren al sistema apuntan a medir cuál es el nivel de terminación que tienen los animales, para evitar los errores que el sistema "a ojo" puede provocar cuando uno evalúa si la hacienda está lista para cargar o no. Algunos feedlots, además, lo utilizan para hacer mediciones un tiempo antes (quizás un mes) de la fecha en que se tiene previsto cargar el animal, para ver si hace falta ajustar la ración para lograr los objetivos que se hayan planteado.
El sistema, indicaron representantes de la industria frigorífica que participaron del curso, podría tener también una importante utilidad para ellos, ya que les permitiría determinar fehacientemente las características de la hacienda, al comprarla, y evitar así que suceda lo que muchas veces sucede: que compran un lote para un determinado destino, por ejemplo la exportación (que tiene otro precio), y terminan enviando una parte de él hacia otro porque algún animal, una vez en el gancho, no tenía las características que ellos pensaban.
