Un artículo de revisión postula que los eventos que ocurren antes y durante la faena de rumiantes tienen el potencial de intensificar la respuesta al dolor. Este proceso, conocido como "sensibilización", es un fenómeno bien documentado en la medicina humana que puede surgir de lesiones previas, inflamación o sobreestimulación de los ejes de estrés. El trabajo, desarrollado por Daniel Mota-Rojas, Fabio Napolitano, Ana Strappini, Agustín Orihuela, Marcelo Daniel Ghezzi, Ismael Hernández-Ávalos, Patricia Mora-Medina y Alexandra L. Whittaker , fue publicado en la revista
Animals (2021, 11, 1085.
https://doi.org/10.3390/ani11041085).
La hipótesis central es que factores comunes en el proceso de faena, como patologías previas en la granja , lesiones por transporte y manejo , o el miedo por falta de habituación a los humanos , pueden desencadenar esta sensibilización. Esto significa que el animal desarrolla una respuesta exagerada a los estímulos dolorosos (hiperalgesia) o incluso percibe como dolorosos estímulos que normalmente no lo serían (alodinia)
El artículo detalla cómo el daño tisular (lesiones, golpes) provoca la liberación de mediadores inflamatorios , creando una "sopa sensibilizante" que reduce el umbral de disparo de los nociceptores (receptores de dolor). Esto se conoce como sensibilización periférica. Más importante aún, la estimulación repetitiva puede llevar a una sensibilización central en la médula espinal , donde los umbrales de excitación se reducen.
En la práctica, esto sugiere que los hematomas y lesiones por transporte no son solo un problema de calidad de canal. Un trauma más severo (Grado 2 o 3), que afecta músculo o hueso, puede inducir sensibilización periférica y central, volviendo al animal hipersensible al dolor. El estrés crónico o el miedo agudo también contribuyen, alterando el eje HPA y "preparando" las vías del dolor
Un aturdimiento inadecuado o un rápido retorno de la sensibilidad puede desencadenar esta hiperalgesia , haciendo que el animal perciba el dolor de forma exagerada. Los autores también discuten el sacrificio sin aturdimiento previo, donde el corte del cuello activa masivamente los nociceptores , y los niveles de hormonas de estrés (cortisol y catecolaminas) han mostrado ser significativamente más altos en comparación con métodos con aturdimiento
Si bien los autores señalan que la conexión entre estos eventos y la hipersensibilización en el matadero parece plausible por analogía con la neurobiología humana , reconocen que la evidencia directa es limitada y se requiere más estudio dedicado para confirmar esta hipótesis.
Considerando esta hipótesis, ¿debería el manejo pre-faena (transporte, arreo, uso de picanas) ser reevaluado no solo como un factor de estrés, sino como un punto crítico que amplifica activamente el dolor del animal durante la insensibilización y el sacrificio?