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Para ser ganadero hay que ser agricultor

Publicado: 9 de mayo de 2012
Por: Michael Rúa Franco, Director General de Cultura Empresarial Ganadera (CEG) y Presidente del Instituto André Voisin Internacional (IAVIC)
Para ser ganadero hay que ser agricultor - Image 1
Manejo Agroecológico de Pasturas en Proyecto Uso Integrado de la Unidad de Producción Familiar
Familia Frezza, Jupiá, Santa Catarina, Brasil – Instituto André Voisin Brasil – Septiembre de 2011
Este es un artículo que invita a la reflexión por parte de los productores ganaderos de América Latina sobre de la orientación de la producción ganadera continental del presente y hacia el futuro, especialmente en lo referente al uso del suelo y de la oferta ambiental (recursos naturales del ecosistema ganadero a disposición de la empresa ganadera), especialmente para pequeños y medianos productores…
Cada vez más a menudo se escucha en los escenarios ganaderos o se lee en los medios de comunicación escritos la frase que se ha vuelto popular entre nosotros y que da título a este artículo: "Para ser ganadero hay que ser agricultor".
Pero, es casi imposible evitar que cada vez que se escucha o se lee esta frase venga un cuestionamiento, y/o que se cuestione también a quien la cita, cuestiones estas que tienen su origen realmente en la pregunta siguiente: ¿realmente sabemos los ganaderos que significa esa frase de ser agricultores antes que ganaderos?
Como autor del artículo, a mi manera de ver, y siendo un hombre inquieto por la agricultura y la ganadería desde siempre y con dedicación profunda a ellas hace casi 2 décadas, que he ejercido la docencia de tiempo completo a pesar de no tener ningún contrato de permanencia exclusiva con universidades, uno que intenta no tragar entero, y que no cuestiona por cuestionar y hacer conflicto, sino para obtener una verdadera enseñanza y provecho de cada cosa, de modo que aprendan mucho más los que de mí aprenden, que lo que pueda aprender yo mismo (aunque paradójicamente mientras más enseño más aprendo), analizo la frase "para ser ganadero hay que ser agricultor", y trato de ir a lo más profundo de su esencia, y lamento muchísimo no conocer a quien la haya dicho por primera vez para poder tener así un acercamiento máximo a la verdadera intención con que fue dicha la frase.
Sin embargo, mientras más la estudio más reconfirmo que creo tener razón cuando no me centro en la frase en sí misma, sino que la analizo en su contexto (o los contextos), aquel o aquellos contextos en que la frase es citada por alguien, y me doy cuenta que casi siempre que la citan es para promover las prácticas de agricultura en la que el agricultor o ganadero se hacen dependientes de los insumos, la maquinaria y la mano de obra.
Resulta entonces imposible no apelar a las enseñanzas de los muy reconocidos y bien ponderados doctores de la agronomía mundial A.M. Voisin (Francia, 1903 – Cuba, 1964) y L.C. Pinheiro (Brasil, aún vivo y vigente en la docencia de posgrados en agorecosistemas en su país Brasil y también en Argentina, además de ser un prestigioso conferencista internacional en manejo agroecológico de pasturas y ganados).
Aunque quisiera salirme de su contexto, no lo logro, porque ellos nos han enseñado a los ganaderos a pensar, más que a actuar como autómatas, casi como "caballos cocheros" que con ojos cegados no caminan por donde se debe sino por donde les dicen que vayan. Voisin y Pinheiro fueron verdaderos agricultores y ganaderos antes que profesionales, practicaron el manejo agroecológico en sus propias tierras por más de 40 años, y también se desempeñaron como docentes, verdaderos profesores (enseñando todo sin reservas ni egoísmos y de manera imparcial), al igual que intento serlo yo también, pero lamento mucho que existan algunos docentes que enseñan lo que no saben pero creen saber, que inducen a sus alumnos (verdaderos alumnos "a" = sin; y lumnos = luz; a-lumnos = sin luz propia), a que no piensen ni elaboren un criterio propio a partir de lo que aprenden, sino que les inducen a que sin masticar y digerir lo que están aprendiendo crean que eso que están aprendiendo es verdad absoluta.
Pero, ya quisiéramos los docentes enseñar verdades absolutas, más la cruda realidad, y más para los que estamos en biología, es que todo lo que enseñamos hoy es verdad porque viene de la evolución de nuestro pensamiento y de nuestras experiencias, pero no sabemos si seguirá siendo igualmente cierto unos años más tarde, cuando la ciencia, que está en continuo crecimiento y desarrollo, descubra que esa verdad de hoy ha debido complementarse con otras verdades, para producir AVANCES. Luego, resumo que lo que hoy es tan cierto, mañana tal vez no lo sea, y deba ser replanteado porque se sumaron a nuestras verdades otras que las complementan. Pero, también es cierto el proverbio salomónico que dice que aquel que no conoce la historia está condenado a repetirla.
Así pues, en la academia de las ciencias agrarias contemporánea nos enseñaron a que todo suelo en el cuál tuviésemos el propósito de cultivar (hortalizas, frutas, legumbres, pastos, lo que sea), lo primero que teníamos que hacer era obtener un ANÁLISIS DE SUELO, en el cual podamos leer a manera de radiografía el estatus (estado) del suelo en materia de "fertilidad", lo que en palabras de un Ingeniero Agrónomo significaría EXCESOS O DEFICIENCIAS de los minerales presentes en el suelo, y a su vez, el DESEQUILIBRIO en las interacciones entre minerales.
Entonces extraemos muestras de suelo de un terreno, las unificamos si es posible, y las enviamos a un laboratorio especializado en suelos, el cual mediante métodos rigurosos de laboratorio somete esa muestra a procesos químicos para obtener unos resultados legibles en unidades de medidas (porcentajes (%), partes por millón (ppm), miliequivalentes (meq), etc.), las cuales sabe interpretar de la forma más correcta y precisa solamente un profesional, y en especial, los agrónomos, pues para eso han estudiado con especialidad. Claro que esto suena como a cuando en la retrograda época inquisitoria La Biblia solo podía ser leída por sacerdotes católicos porque el osado que la leyera se podía volver loco o ir a juicio. Advirtamos también que aún hoy día los agrónomos no llegan a un consenso de cómo se toma correctamente una muestra, ni cómo trasladarla a un laboratorio sin que se altere.
Pero quiero advertir también, que sea cual sea el resultado de CUALQUIER análisis de suelos SIEMPRE habrá excesos y/o deficiencias minerales en los resultados de laboratorio de las muestras obtenidas y analizadas, como también, desequilibrios en las interacciones, ya que los suelos no son un material ESTÁTICO, todo lo contrario, son profundamente y permanentemente DINÁMICOS, y eso hace que NUNCA los suelos estén en el mismo estado de fertilidad.
El problema que yo veo allí, es que los profesionales de la actual generación fuimos instruidos por esos docentes que "castraron nuestra mente" conduciéndonos a pensar que los suelos son ESTÁTICOS y además INERTES, es decir, carentes de vida propia, y que eso es una verdad absoluta e irrefutable, y que en consecuencia, el suelo no puede hacer nada por sí mismo, sino que supuestamente "depende de la intervención de los seres humanos" para poder mantener en todo momento un óptimo nivel de fertilidad que permita cultivarlos productivamente. Desde luego esta intervención está representada en la inversión que haríamos en arados, enmiendas, fertilizantes, abonos, herbicidas, plaguicidas, etc.
El peor problema es que salimos de la universidad con la consciencia cauterizada, a repetir y repartir a diestra y siniestra unos protocolos de los cuales no podemos apartarnos porque entonces fracasaremos en el intento. Y lo peor es que los argumentos de que se valen para estas enseñanzas se sustentan en que esos protocolos agronómicos diseñados en la etapa posterior a la revolución verde de mediados del siglo pasado que tienen inicio en el análisis de suelos, por supuesto, están supremamente bien estructurados y fundamentados en LA CIENCIA, que procede de la INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA. Y esa ciencia, y esa investigación, nos enseñan que debe ser entendida y aceptada como irrefutable, ya que los resultados de la aplicación de los conocimientos obtenidos por medio de ellas son contundentes.
Es decir, romper el suelo para desintegrarlo y "oxigenarlo", luego aplicar enmiendas, sembrar semillas foráneas "mejoradas", y finalmente aplicar abonos y/o fertilizantes y riego o esperar a que llueva, sin duda producen sendos volúmenes de pasto de color verde intenso. Luego vienen los herbicidas para evitar que crezcan plantas como gramas nativas y las mal llamadas "malezas" que son otras forrajeras nativas también, y así convertimos los terrenos deforestados en "mesas de billar" a las que sería prefiero llamar "desiertos de pasto mejorado".
Me refiero a que muchos años, casi un siglo, de ciencia e investigación en la agronomía basados en los principios fundados por el reconocidísimo Dr. Justus Von Liebig (famoso por su teoría del barril de Liebig o teoría del "factor limitante" o la "ley del mínimo"), y además, por ser quien inventó el FERTILIZANTE A BASE DE NITRÓGENO, fundamentan las prácticas de la fertilización química, y sus resultados tal como lo enseñan los doctores de las universidades, y según ellos, las evidencias de la práctica, son irrefutables, pues basta con aplicar un bulto de fertilizante a un suelo para ver el incremento inmediato en la biomasa o al menos su estímulo en crecimiento, desarrollo y hasta en el aspecto de la pastura de un color verde intenso que nosotros, los productores, parecemos asimilar con calidad nutricional y productividad.
Además, porque la leche que produce el ganado que come donde un suelo fue fertilizado es más abundante o de mejor calidad (¿mito o realidad?), y eso es lo que empíricamente valora el ganadero. Increíblemente, el ganadero a quien siempre lo evalúa todo por lo que cuesta, en este caso pareciera que hacer cuentas de lo que invierte en arados, fertilización y/o herbicidas, y demás insumos, no le importa. Luego, si es por resultados, y por apoyo de la ciencia e investigación, nada que hacer, ¡hagamos análisis de suelos, aremos suelos, enmendemos, fertilicemos, abonemos y envenenemos TODOS nuestros cultivos! ¡La ciencia lo dice y es irrefutable!.
El problema coyuntural del presente y hacia el futuro, es que los fertilizantes químicos, especialmente los nitrogenados, cada año tienen un incremento en su costo muy superior al 50%, misma cosa sucede con los herbicidas, y en general con todos los insumos de naturaleza química que usamos en la agricultura y la ganadería, sin embargo, no sucede igual con el dinero que recibimos por pago de la leche o de la carne que producimos y esa situación nos está conduciendo a la quiebra, muchísimo más a los pequeños y medianos productores que paradójicamente representamos más del 80% de los ganaderos en Colombia.
Peor aún, que lo que el gobierno hace es absurdo, pues la forma de resolver el problema es otorgando créditos en vez de apoyos a los productores pero a la vez la política económica nacional encarece las tasas de interés al crédito para evitar que las personas usen menos el crédito ya que en la actualidad el uso del crédito parece estar disparado.
Esto sería semejante a que cada año haya un incremento de la inflación (hablando de economía del hogar), pero el salario incremente por debajo del incremento de la inflación. En otras palabras, si sube más la inflación que el salario, todos los días habrá más familias en quiebra, y por ende, más pobres e indigentes.
Si sube más el costo de los fertilizantes y herbicidas de lo que sube el precio de la leche y/o del ganado en pie o en canal al productor, y el productor se ha vuelto dependiente de los fertilizantes y de los herbicidas, entonces va camino seguro a la quiebra.
Cabe acotar aquí que exactamente lo mismo ocurre con cualquiera de los insumos de naturaleza química producidos en laboratorio artificialmente, y también, con los cereales y demás materias primas que se usan para elaborar suplementos balanceados para nutrición animal (se exceptúan las sales minerales ya que estas no se producen en laboratorio ni a base de químicos) usados con frecuencia en las ganaderías, especialmente, las de producción de leche. Es igual, los precios de esos insumos para la agricultura convencional suben imparablemente, y en cambio, los de la carne y la leche tienden a quedarse estancados o incluso a disminuir.
El problema grave de todo esto radica en que, nos convertimos en autodependientes de los fertilizantes (agroquímicos) o de los herbicidas y/o plaguicidas (agrotóxicos), porque nuestras prácticas agronómicas convencionales conllevan a que cualquier suelo donde se les utilice, se quedan SIN VIDA NATURAL (fauna y flora nativa y/o microbiana, totalmente natural, conocida en términos generales como microbiocenosis del suelo), y como no hay vida natural, entonces no hay organismos que produzcan fertilidad natural al suelo (porque esa flora y fauna microbiana nativa de cada suelo es la encargada de darle fertilidad natural al suelo mediante procesos de mineralización de la materia orgánica y mueren al exponerlos a esos agentes químicos), y eso en consecuencia nos hace depender de los fertilizantes artificiales, que por su origen químico de laboratorio son totalmente ajenos a la naturaleza del terreno donde se aplican, y con cada nueva aplicación matamos la vida del suelo.
En otras palabras, mientras más fertilizantes y productos químicos artificiales usamos para el suelo y los cultivos, más pobre de vida es el suelo, y mientras menos vida, menos fertilidad natural, y mientras menos fertilidad natural mayor necesidad de crear una fertilidad inducida por químicos artificiales. Extrañamente el Dr. Liebig en el mismo momento de patentar la invención del fertilizante nitrogenado advirtió que ese efecto negativo sobre la vida natural del suelo podría suceder, pero es como lo sucedido con las armas de fuego que hoy día se les usa para matar gente cuando quien las inventó estaba pensando en usarlas para otra cosa muy diferente y supuestamente inofensiva para la humanidad. En otras palabras, los agricultores/ganaderos convertimos un suelo dinámico en un suelo estático. Así fue como lo determinaron los Drs. Voisin y Pinheiro en sus estudios (en especial Voisin que no era un profesional en ciencias agrarias, sino un fisicoquímico puro de profesión, y quien contaba con todo el peso y argumento profesional para estudiar la química y física de los suelos y de las pasturas), y por eso le llamaron a estas prácticas la "ruta de la dependencia".
¿Dónde comienza toda esta decadencia de los suelos en uso de cultivos forrajeros para alimentar ganado? ¿Dónde está el origen de la denominada "ruta de la dependencia"?
Por supuesto, el comienzo está en el ANÁLISIS DE SUELOS... No que el análisis de suelos sea malo en sí mismo, sino que es usado preferencialmente para recomendar programas agrícolas convencionales. El problema grave es que ya los ganaderos están tan convencidos de que este es el único camino para ser productivos, que cada vez que un colega les pregunta algo sobre suelos y pastos la respuesta inmediatamente es "comienza por hacerle a tu suelo un análisis de suelo". Y advierto una vez más, que no está mal hacer un análisis al suelo, lo que está mal es el uso que le damos a los resultados de dicho análisis, ya que después del análisis casi inevitablemente somos conducidos al arado, a la aplicación de enmiendas, a la fertilización química de suelos, al uso de herbicidas, y todo lo que viene tras ello. De hecho, existe un protocolo que siguen la mayoría de los profesionales de las ciencias agrarias, y del cual, tienen ellos y los ganaderos un tremendo miedo (o algunos un interés particular) de salirse, el cual es así:
  1. Obtenga una muestra de suelos y haga un análisis de suelo en laboratorios calificados para ello;
  2. Determine excesos, deficiencias, y desequilibrios, a partir de los resultados obtenidos y conforme lo que está establecido en las tablas de calificación agronómica de suelos (ver tabla a continuación):  
  3. Para ser ganadero hay que ser agricultor - Image 2
  4. Compare lo que el cultivo a establecer demanda del suelo en nutrientes, con lo que el suelo aporta en esos nutrientes, y con base en la diferencia, elabore una fórmula nutricional (fertilizante) que corrija los excesos, las deficiencias, y los desequilibrios encontrados;
  5. Hay que preparar el suelo, porque un suelo compactado no asimila bien la fertilización artificial, entonces hay que roturar el suelo, agrediéndolo con arados, que a Dios gracias ya no son más de vertedera, sino de cincel o de disco recto (rastra o rastrillo con o sin traba), o en su defecto, un rotavitor, pero que son igualmente nocivos para la vida del suelo (no es menester de este artículo y además se haría muy extensa la explicación, pero el lector puede consultar para complementar y corroborar esta advertencia sobre el Ciclo del Gas Etileno en los suelos para cultivos agrícolas, incluyendo a pastos y forrajes como cultivo agrícola), en todo caso, rompemos el suelo y lo desmenuzamos, porque solo así el agua puede correr con facilidad y transportar los nutrientes que vamos a colocar a través de las enmiendas (rocas minerales pulverizadas, como cal, yeso, o roca fosfórica, entre otros) y de los fertilizantes químicos (sea cual sea la fórmula agronómica y la granulometría del fertilizante);
  6. Aplique las enmiendas correctivas recomendadas sobre el terreno preparado;
  7. Siembre semillas de los nuevos pastos que por supuesto no son nativos, porque tenemos el pensamiento que nada de lo nativo es nutritivo ni bueno para el pastizal, entonces introducimos pastos foráneos "mejorados" y desplazamos lo nativo;
  8. Colocamos riego (si se puede), o esperamos a que llueva porque sin agua de riego o lluvia es imposible sembrar pastos;
  9. Cuando emerjan las plantitas de la semilla sembrada, apliquemos los fertilizantes formulados para estimular su crecimiento y desarrollo más acelerado y abundante;
  10. Cuando la pastura se esté desarrollando visiblemente, controlemos las plantas indeseadas, o "malezas", que compiten con la pastura sembrada, y para ello, apliquemos herbicidas
Este es un protocolo que "bien ejecutado NO FALLA".
Pero, y ¿cómo es posible que falle? si lo que estamos haciendo es crear condiciones controladas para que el cultivo se establezca, se desarrolle y se haga productivo. Cualquiera puede hacer pastos de esta manera. Es muy fácil cuando todo es artificial, pero producir así es como querer mantener una mentira de por vida. El grave problema es que el que hace pastos de esta manera MATÓ, FULMINÓ, ERRADICÓ toda la "vida natural" del suelo. Y sin vida natural en el suelo no puede haber fertilidad natural, porque el suelo deja de ser dinámico y se vuelve estático, y en consecuencia, depende de lo que hagamos por él.
Si no aplicamos fertilización después de cada cosecha, ese cultivo va a degradarse rápidamente y antes de cinco años tendremos que repetir todo el procedimiento de nuevo porque para entonces lo que sembré ya no existe o está tan degradado que no me da buenos resultados.
Estos estudios o investigaciones ¿quién los hace? si a la industria no le convienen. Nadie se atreve. Y en cuanto a la academia, ella se siente conforme con la "evolución de la ciencia", así que las investigaciones en las universidades casi todas van en el mismo sentido, dando por hecho que en lo artificial está el futuro. Además es lo que produce más dinero. La ganadería convencional enriquece más a quien le provee los insumos que a los productores que los consumen. Pocas investigaciones, y promotores, tiene entonces la agricultura 100% natural y orgánica o ecológica.
Y volviendo a lo que se comentó al principio, ¿quién podrá librarse de estas prácticas si piensa que para comenzar necesita un análisis de suelo?
Siendo honestos, cabe enfatizar en que todo análisis de suelo va a reportar siempre niveles de fertilidad con deficiencias o excesos y por supuesto desequilibrados (por aquello de que los suelos son dinámicos y no estáticos), y en consecuencia, siempre habría que corregir deficiencias, excesos y desequilibrios, por lo que resumo todo lo dicho en estas palabras "el que hace un análisis de suelos a sus terrenos para pastos, automáticamente sentirá la necesidad de aplicar correctivos (arados, enmiendas y fertilización), y el que necesite aplicar correctivos, debe arar, y después de romper el suelo y aplicar correctivos, dependerá de ellos por el resto de su vida", a menos, claro, que abandone esa ruta radicalmente y tome la RUTA DE LA INDEPENDENCIA, o mejor conocida como el CIRCULO VIRTUOSO DEL MANEJO AGROECOLÓGICO DE SUELOS, PLANTAS Y ANIMALES.
Para ser ganadero hay que ser agricultor - Image 3
Como podemos ver en esta ilustrativa gráfica, los suelos para hacerse fértiles no dependen de lo que nosotros los humanos podamos hacer por ellos, sino que ellos pueden ser satisfactoriamente fértiles de forma 100% natural mediante un equilibrio perfecto con la naturaleza del que hacen parte. Lo único que ellos necesitan que hagamos es, fomentar ese equilibrio con la naturaleza, en vez de intervenirlo y desequilibrarlo a nuestro acomodo.
Como lo ilustra la gráfica anterior, los suelos se hacen más fértiles en la medida que tienen más vida microorgánica, y la vida microorgánica solo depende de condiciones ambientales, tales como: humedad, temperatura y un sustrato o alimento. Todo eso lo encuentran en las heces de los animales principalmente, y también en los seres vivos en proceso de descomposición, por ejemplo, hojas de los árboles que caen al suelo, ramas de los mismos árboles, pastizales en degradación (plantas no consumidas por el ganado que mueren naturalmente), frutos que caen de los árboles, animales que mueren y se descomponen sobre el suelo, microflora y microfauna del suelo que muere, etc.
Y ¿cómo se promueve ese equilibrio natural en el suelo con la naturaleza del que hacen parte?
Mientras más ganado haya sobre un terreno de pasturas, más heces o excremento habrá sobre él, y mientras más excremento haya, mayor materia orgánica (producida por la microfauna o animalitos macro y micro que habitan en el suelo), y a mayor materia orgánica (humus) mayor nivel de fertilidad NATURAL, y a mayor nivel de fertilidad natural habrá mayor cantidad de pastos, y a medida que haya más pastos habrá mayor alimento para el ganado lo que permitirá tener más animales que van a producir más excremento y esto se RETROALIMENTA, y toda esa ruta o cadena es 100% INDEPENDIENTE del ser humano, de los arados, de los fertilizantes, de las enmiendas, de los herbicidas, etc.
Entonces, si no necesito aplicar nada al suelo para que sea fértil, y en consecuencia productivo, y siendo productivo disponga de suficiente alimento para mi ganado, y entendiendo que el ganado nutre al suelo mediante sus heces y orina, y de la vida del suelo que hace de estos la materia orgánica y/o humus que va a depositarse en el suelo para nutrir mejor las plantas, ¿para qué necesito hacer un análisis de suelo? Y mejor que eso es ¿si no necesito insumos artificiales para que gastar dinero inoficiosamente?
He ahí entonces una oportunidad perfectamente viable de abaratar nuestros costos de producción, pues si el precio que nos pagan por la leche o la carne se quedan estancados o bajan, la única oportunidad que tenemos de poder tener ganancias y no ir a la quiebra en nuestras empresas ganaderas está en hacer que cueste menos producir esa carne o esa leche.
Esta es pues la agricultura y la ganadería que estamos convocados a practicar en el presente y con proyección a futuro, una ganadería 100% natural, en donde el manejo y la inteligencia humana son la materia prima.
Luego aquí es donde verdaderamente acuña la frase de que "para ser ganaderos hay que ser primero agricultores" porque creemos entonces entender que agricultura debería definirse como todas aquellas prácticas de manejo que nos permiten obtener provecho de los recursos naturales sin degradarlos, desgastarlos y agotarlos hasta su exterminio, sino al contrario, que nos permitan garantizar que perduren para las generaciones futuras infinitamente. Si esto no es a lo que debemos llamar sostenibilidad y sustentabilidad, no sabría entonces como definir estos términos.
El análisis de suelo nos debe servir entonces para monitorear los cambios en los niveles de fertilidad, y constatar que el círculo virtuoso está ocurriendo, y también para determinar a qué tasa y velocidad se están dando los cambios de fertilidad natural mediante las prácticas de manejo que estamos teniendo con los animales y el cultivo, que de manera perfectamente normal y natural, nunca serán los mismos de un día para el siguiente, y mucho menos de un mes al siguiente ni de un año al siguiente. En otras palabras, la reflexión que deben hacer los ganaderos sobre este asunto es: ¿qué utilidad tiene realmente un análisis de suelos cuando no voy a aplicar ninguna enmienda, ni ningún fertilizante, ni ningún insumo al suelo?
Creo haber diagnosticado entonces, que el productor ganadero a quien le han convencido que debe comenzar por hacer un análisis de suelo a los terrenos de su finca para determinar cuál ha de ser el plan de "establecimiento de pasturas" que debe seguir, sencillamente CREE A CIEGAS en el profesional que lo asesora porque no tiene el conocimiento suficiente para refutarlo. Luego, entonces solo cree, y cree que le están diciendo la verdad "absoluta", y si además el profesional se basa en "artículos científicos" y en "resultados" logrados en otras explotaciones, tiene material suficiente para convencerlo que si está en lo cierto y que puede confiar. Y hay que decir, que si se sabe que todo eso es cierto, verídico, real, y que es absolutamente viable técnicamente, pero la pregunta que se debe hacer el productor no es esa sino ¿es realmente conveniente, no solo en el corto, sino también en el mediano y largo plazo para la sostenibilidad y la sustentabilidad de su empresa ganadera, ecológica y económicamente?
No estamos diciendo entonces que los agrónomos sean mentiroso y engañadores, porque nosotros mismos estuvimos de ese lado tiempo atrás, y también fuimos, antes de abrir nuestros ojos, promotores de las prácticas convencionales de la agricultura porque así nos lo enseñaron en la universidad y a nosotros también nos convencieron que así debía hacerse, solo que un día cualquiera el fruto de nuestro ejercicio profesional y de nuestro estudio diario de las observaciones de campo, vimos cosas que nunca nos habían enseñado en la universidad, porque la práctica y la observación, así como un riguroso estudio analítico de las vivencias diarias nos hicieron ver la naturaleza de la vida en NEGATIVO, no negativamente, sino CON RAYOS X, es decir, a ver más allá de lo que nuestros ojos ven, a estudiarla en su ESENCIA, en su origen, y qué sorpresas nos llevamos cuando uno cree que toda la vida ha hecho las cosas lo mejor posible, y resulta que hay todavía cosas mucho mejores que no nos hemos atrevido a hacer, y ni siquiera a conocer. Si esto no es a lo que llaman romper paradigmas, entonces no sabría cómo definirlo tampoco.
Citemos aquí las palabras del profesor André Marcel Voisin, quien solía decir a sus estudiantes: "La ciencia de la vida está aún en su infancia, y cuando hablamos o practicamos lo que sabemos, o mejor y más exactamente, de lo que creemos saber, tengamos los ojos bien abiertos ante los innumerables fenómenos que todavía ignoramos".
Esto nos toca la fibra del saber cuando se lee por primera vez, nos induce a ser más inquietos y estudiosos, porque como se explicó antes, lo que hoy sabemos y creemos inmodificable, mañana podría haber sufrido cambios que nos obligan a modificar nuestras acciones profesionales, pues mientras más creemos saber, más cuenta nos damos de lo lejos que estamos de tener la última palabra. Pero, se requiere mucho valor y mente abierta para aceptarlo, pues no es fácil aceptar que es mucho más lo que todavía no sabemos y tenemos que aprender de la naturaleza en que habitamos y que está bajo nuestra administración, que lo que creemos ya saber. El problema severo aquí es que los productores ganaderos parecieran pensar al contrario, es decir, que ya todo está dicho en ganadería y que no hay nada más que aprender.
Pero, aquí no para todo. Aún debemos referir un ejemplo práctico, sencillo y muy fácil de comprender, para que el lector se pueda hacer una mejor idea sobre lo que significa ser un verdadero AGRICULTOR GANADERO.
Cuando uno habla con AGRICULTORES NO GANADEROS, es decir, campesinos que se dedican a cultivos agrícolas como hortalizas, legumbres, frutales, etc. y se les pregunta por ejemplo ¿cuánto tomate puedo producir en 1 Ha?, la mayoría saben dar sin pensar mucho la respuesta, supongamos que dicen que de 15 a 30 toneladas por Ha dependiendo de la época del año. Y si luego se les pregunta ¿cuánto de ese tomate producido se desperdicia en cosecha, selección, transporte y comercialización?, casi lo tienen muy bien calculado en porcentaje. Y si se les pregunta ¿cuánto dinero les ingresa por la venta del tomate que producen? ellos saben responder de inmediato. Y más aún, si se les pregunta ¿cuánto les cuesta producir cada Ha de cultivo de tomate a todo costo? ellos lo saben.
En resumen, los agricultores conocen muy bien los indicadores productivos y económicos de sus cultivos (deben conocerlos), no solo los que cultivan tomates, también los que cultivan papa, lechuga, guayaba, papaya, yuca, etc. Lo de los cultivadores de tomates solo fue para citar un ejemplo. Y por supuesto, también debe ser así con los agricultores que cultivan PASTOS.
La razón por la que los agricultores conocen muy bien sus indicadores, es porque son cultivos de ciclo corto, además, alimentos fácilmente perecederos, y que dependen de un mercado de oferta y demanda, de manera que los precios son bastante volátiles, fluctuantes, inciertos, y ellos por supuesto necesitan conocer al detalle el funcionamiento del mercado de sus productos, porque el riesgo de perder una cosecha es bastante alto, y quieren correr el menor riesgo posible por lo que NO CABE LA IMPROVISACIÓN. Por lo tanto, ANTES de sembrar, los agricultores hacen cuentas de cuánto va a costar el cultivo, cuánto les va a ingresar, y cuánto les va a quedar, para saber si se le miden o no para no perder su inversión. En otras palabras, planifican y presupuestan sus gastos, inversiones e ingresos.
Pero, si en cambio, le preguntamos a un ganadero ¿cuánta leche y/o carne vas a producir este año?, el ganadero no lo sabe, el ganadero sabe cuánto produjo el año pasado porque fue lo que vendió, pero no tiene visión de futuro, no planifica, no hace cálculos. En consecuencia solo la pasan improvisando día tras día.
Y si acaso le preguntamos ¿cuánto cuesta una Ha en pastos para cebar o para producir leche, y cuánto va a invertir por cada Ha en uso ganadero al año a "full costo"? el ganadero no tiene ni la más remota idea. De hecho, eso pareciera no importarle, porque si se lo preguntamos una vez, y se lo volvemos a preguntar un tiempo más tarde, y después de otro tanto tiempo, lo preguntamos otra vez al mismo productor, este nunca hizo las cuentas.
El ganadero es IMPROVISADOR por excelencia. Invierte pero lo hace A CIEGAS, pues no sabe si va a ganar o va a perder cada año, cada mes o cada día, y eso le sucede porque no le gusta planificar, no le gusta hacer cuentas. Y lo peor no es esto, lo peor tal vez es que ninguno quiere hacer las cuentas, pero sí espera a que otro las haga para él basarse en ellas, pues una de las preguntas más tradicionales y clásicas de los ganaderos es precisamente cuánto les cuesta producir un kg de carne o un litro de leche o una cría desteta de 200 Kg de peso corporal, y eso está muy mal, primero, porque no puedo esperar de otro lo que no hago por mí mismo, y segundo, porque las cuentas de otras fincas no necesariamente serán las mismas de la mía, de hecho, nunca lo serán, porque cada finca maneja su cartera de una forma totalmente diferente. En consecuencia, las únicas cuentas que me serán útiles para mis propósitos, son las que yo haga propiamente en mi finca.
Un ganadero que no hace cuentas ni lleva registros no tiene ni la más remota idea cuánto pasto produce cada hectárea de su finca, ni cuánto ganado puede sostener en esa Ha, o mejor dicho, no sabe cuánta carne o leche produce en cada Ha a partir de ese pasto. Si no sabe esto, no conoce cuál es el punto de equilibrio de su negocio y a partir de qué medida de producción (litros de leche o kilos de carne por cada Ha destinada a ganadería) logra producir utilidades, por esto es que muchos ganaderos sostienen su ganadería con ingresos que produce en otro negocio ajeno, y esto es producir a pérdida.
Lo triste es que esto lo vivimos a diario. Por ejemplo, tenemos ejercicios en fincas en los que una finca lechera produce X cantidad de litros de leche al día, y al mismo tiempo, consume X cantidad de alimento balanceado (concentrado), pero sabemos que parte de la leche producida proviene del pasto y el resto del concentrado, más nunca hemos podido saber cuánta leche realmente se produce en esa finca a partir del pasto, sencillamente porque el ganadero piensa que si quita el concentrado no va a producir leche.
Luego, entonces el ganadero está pagando kilos de concentrado con litros de leche, más no tiene idea cuánta leche produce con el pasto. Si hiciéramos el ejercicio de reducir la cantidad de concentrado en X cantidad diaria, y midiéramos cuánto reduce la producción de leche al quitar esa cantidad de concentrado, podríamos saber cuánta leche producimos a base de concentrado, y si retiramos solo para ensayar todo el concentrado a una o varias vacas, podríamos saber esas vacas cuánta leche producen a base de pasto. El resultado de un ejercicio como este es que el ganadero pueda saber si es más rentable producir MENOS LECHE pero sin GASTAR en concentrados, o al menos reduciendo el gasto en ellos; o produce MUCHA LECHE pero la produce a base de concentrado, pues si consideramos que 1 kg de concentrado cuesta casi dos litros de leche, entonces podemos estar perdiendo dinero por solo pensar que sin concentrado no se produce leche ni ganancias, y esto en muchos casos es lo que tiene a ganaderos al borde de la quiebra.
Peor es el caso de los que producen carne, porque ellos sí que no tienen idea de cuántos gramos de carne producen por cada kilo de pasto producido. Y peor, están inmersos en un negocio en el que hoy compramos ganado a un precio, y para cuando lo queramos vender no sabemos si el precio va a ser igual, mejor o peor. En otras palabras, son exageradamente confiados, y basan su operatividad en los ingresos, más nunca hacen cálculos de los egresos, y por esto es que terminan literalmente ENTERRANDO en la finca ganadera su dinero producido en otros negocios.
Luego, finalizo esta reflexión, puntualizando que un GANADERO si tiene que ser primero AGRICULTOR, o mejor que eso, un GANADERO debe ser GANADERO Y AGRICULTOR al mismo tiempo, pero eso NO SIGNIFICA, hacer análisis de suelos obligatoriamente, tampoco significa elegir la semilla que esté de moda, ni la que más forraje produzca, ni aquella de la que se hablan maravillas, mucho menos significa comprarse el tractor, la maquinaria y los implementos mecanizados de arados o de cosechas de última tecnología, ni tampoco alquilarlos para gastar menos, ni aplicar enmiendas, ni fertilizantes, ni agrotóxicos considerando que ellos son indispensables para producir mucha leche o mucha carne. Ser agricultor tampoco significa saber mucho de ESTABLECIMIENTO DE PASTURAS NUEVAS. Y definitivamente ser agricultor tampoco significa no invertir ni un solo peso en el manejo de pasturas, pues eso es exactamente el extremo opuesto.
Ser AGRICULTOR Y GANADERO al mismo tiempo, significa aprender a ser inteligente y ESTRATÉGICO en el cultivo, manejo y cosecha del pasto QUE YA POSEE en la finca, no importa si es nativo, hay que sacarle el máximo provecho posible, o de los pastos que ha introducido racionalmente, inteligentemente, para convertirlo eficientemente en carne o leche o crías.
Ser AGRICULTOR Y GANADERO, significa ser inteligente para aprovechar el recurso disponible, invirtiendo inteligentemente, de tal manera que por cada $1 que invierte en sus pastos y en su ganado, obtendrá $1 (recupera lo invertido) + un tanto adicional de $ (ingreso por encima de lo invertido) que sería lo que le de la ganancia o utilidad neta de su negocio.
Ser AGRICULTOR Y GANADERO es saber aprovechar el pasto como alimento del ganado, y aprovecharlo significa cosecharlo SIEMPRE en su mejor momento, cuando ofrezca la mayor cantidad y calidad de alimento, para que el ganado lo convierta en carne, leche o crías.
Por supuesto, ser AGRICULTOR Y GANADERO significa planificar muy bien, significa hacer cálculos, significa sacar cuentas, significa invertir y no gastar, significa invertir inteligentemente, invertir para GANAR y no para improvisar y perder, significa que debemos aprender a conocer cuántos gramos de carne o litros de leche producimos con cada kilo de pasto producido y cosechado en nuestros terrenos, y también, saber cuánta es la utilidad por cada kilo de pasto cosechado, y a su vez, cada gramo o litro de leche producidos con ese pasto. Eso, amigos y colegas, es ser un verdadero AGRICULTOR Y GANADERO, y solo quienes se hacen buenos agricultores pueden llegar a ser los mejores ganaderos...
Concluyamos diciendo lo siguiente:
Producir pastos de la manera convencional si es viable, si sirve, si se puede, pero nos atrevemos a sugerir al productor ganadero que piense mejor antes de tomar sus decisiones, si de verdad esa es la ruta que más le conviene, no mirando al presente de corto plazo, sino al futuro de mediano y largo plazo.
¿Seguirá después de esta reflexión el productor ganadero invirtiendo su dinero en insumos para enriquecer a sus proveedores, o preferirá sacarle máximo provecho a los recursos que posee en su finca y enriquecer el patrimonio de su familia y las de sus empleados?
Les invitamos pues a reflexionar basándonos en que esta reflexión no va dirigida a decir que la metodología convencional no funciona, de hecho, si funciona y funciona muy bien en el corto plazo, y tal vez hasta el mediano plazo... nuestra reflexión es más bien a que se cuestione el productor si el suelo ganadero puede ser fértil, productivo y rentable, sin necesitar de insumos ¿para qué invertir su dinero en esos insumos?, mejor inviértalo en otra cosa que sea realmente representativa para el progreso de su empresa ganadera, inviértalo en aprender a manejar el pasto como cultivo sin depender de insumos.
Piense que la mayoría de ganaderos han invertido en sus fincas, en sus pasturas, en sus ganados, y por supuesto, en insumos incontables millones de pesos o dólares, pero, como no han invertido en aprender a manejarlos correctamente, muchos de esos millones se han ido literalmente a la basura o han quedado enterrados en la finca... Que no le pase a usted!!!
Esperamos que estas palabras los hagan pensar y replantear un poco... y que les ayude a hacerse verdaderos EMPRESARIOS GANADEROS...
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Michael Rúa Franco
CULTURA EMPRESARIAL GANADERA
4 de junio de 2012
William, la respuesta es NO SEÑOR, cero herbicidas. Primero hay que poner orden a tu rotación, es decir, evaluar la carga que me parece muy baja para potreros de 2 Ha. He de suponer que si estás trabajando pastoreo racional, debes contar con un mínimo de 62 divisiones de 2 Ha, es decir, 124 Ha en pastoreo o más, para pastoreos de 1 día de ocupación, o algo que no es recomendable pero si posible sería tener más o menos la mitad de esta cantidad de potreros, es decir entre 30 y 40 divisiones de 2 Ha (aprox. 80 Ha), para ocupaciones de 2 días por potrero. Si en esta cantidad y tamaño de potreros el ganado no está controlando arvenses, es porque la carga es insuficiente para hacer un pastoreo A FONDO, y seguro además de arvenses también está quedando pasto acolchonado. Esto demuestra que falta perfeccionar el manejo. En la medida que la carga animal esté ajustada a la cantidad y tamaño de potreros para poder hacer presión de pastoreo y lograr pastoreo a fondo, el ganado mismo impedirá el desarrollo de arvenses. Ya ajustando la carga y el manejo del pastoreo, simplemente hay que cortar todo lo que a la salida del ganado quede en pie con machete o guadaña. Esto se hace una sola vez, la primera, porque después de hacerlo la primera vez a la siguiente vuelta el ganado no las dejará llegar a su madurez. En adelante bastará que el pastor vaya manteniendo control, revisando si a la salida del ganado queda algo, y simplemente machete en mano lo corta a ras para evitar que se desarrolle, pero ya será muy mínimo el trabajo y no quitará más que unos minutos. El pastor es tanto o más importante que el ganado en PRV.
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Michael Rúa Franco
CULTURA EMPRESARIAL GANADERA
29 de mayo de 2012
William y Jener, respecto de sus inquietudes, se debe entender que no existen las "malezas" cuando se tiene consciencia del papel que ese tipo de plantas cumplen en los potreros donde se hacen presentes. Nosotros, los que practicamos la Ganadería Agro Ecológica, nunca hablamos de malezas sino de INDICADORES, porque cada planta que no es gramínea (pasto) sino arvense (indicadores) nos está intentando mostrar algo, hacer evidente algo, decirnos algo que está ocurriendo en el subsuelo. Si en un terreno emergen plantas indicadoras eso INDICA que hay problemas de fertilidad, de erosión, de biocenosis, de compactación severa, de toxicidad, de desequilibrios entre minerales, de humedad, de sobrepastoreo o subpastoreo, en fin, siempre evidencia algo incorrecto en el terreno o en el manejo de la pastura. Pero, además, cuando el pastor (persona a cargo del ganado que pastorea) no está manejando correctamente el pastoreo del ganado y le permite SELECCIONAR lo que come a libre voluntad, el ganado siempre elige comer rebrotes del pasto y rechaza comer plantas indicadoras, lo cual causa en el pasto una atrofia en su crecimiento y desarrollo, y así el pasto después de cada pastoreo se desmejora, pierde capacidad de enraizar bien, pierde capacidad de rebrote, y por tanto se hace débil para competir con las plantas indicadoras, entonces ellas empiezan a ganar espacio, porque como el ganado no las toca, ellas si terminan su desarrollo, producen sus inflorescencias, frutos y semillas, y así se van reproduciendo y van proliferando en los terrenos. El productor cree que aplicando herbicidas soluciona el problema, pero en realidad lo agrava, porque el veneno hace más daño al suelo, y en consecuencia para defenderse la siguiente generación de plantas indicadoras será más poblada (excepto cuando pastoreo tras pastoreo se aplican herbicidas). Luego, el problema de las mal denominadas "malezas" no es un problema de la naturaleza sino del mal manejo que hacemos de ese tipo de plantas. Se requiere entonces para solucionar el problema altas cargas instantáneas de animales que además sean presionados a comer día a día lo que más puedan, y que lo que no coman lo pisen, se acuesten en ellas, y así las atrofien, pero para esto hay que poner orden en el control del pastoreo, no se le puede permitir al pastor trabajar a su antojo, sino hacer cercas para controlar al ganado de modo que no ocupen un mismo potrero por más de tres días (tiempo calculado con base en lo que tarda la pastura en producir rebrotes que el ganado quiera comer), y mucho mejor si no pasan más de un día en el mismo potrero. En la medida que el tiempo de ocupación sea más corto en cada potrero, y el número de animales que lo ocupan sean suficientes para que coman lo más que puedan dejando el potrero comida casi al ras (idealmente entre 3 y 5 cm de altura de remanente de pastura), entonces se va a poder lograr que las arvenses se vayan debilitando (además porque ellas tardan más que una gramínea en recuperarse y desarrollarse y por tanto cuando el ganado regrese al potrero a comer el pasto las come tan inmaduras que no les permite reproducirse), y es así como SIN HERBICIDAS se logra controlar a las plantas indicadoras, de las cuales a propósito hay que aprender con OBSERVACIÓN qué problema es el que indican, por ejemplo, comúnmente se dice que donde hay pteridium aquilinum (helecho marranero) es porque el suelo está muy ácido o tiene problemas de aluminio. Sugiero que ustedes investiguen todo lo que puedan sobre Pastoreo Racional Voisin (PRV) pues esta forma de manejar una ganadería con potreros ocupados por 1 día máximo y en reposo mínimo 8 semanas, con altas cargas instantáneas, les permite no solo controlar las "malezas" (plantas indicadoras) sin herbicidas, sino muchos otros beneficios. No hay nada como PRV para producir al menor costo posible con la mayor productividad, ingresos y rentabilidad posibles con ganado "en pastoreo". En cuanto al uso de abonos orgánicos, simplemente se aplican al voleo (si son sólidos) o con aspersión (si son líquidos), directamente sobre el terreno. Sin embargo, PRV tampoco necesita de este tipo de abonos, porque el mejor abono en una ganadería lo producen los mismos ganados que pastorean los potreros de su finca, no se necesita nada más que eso para que los potreros se hagan cada día más fértiles y productivos. Y finalmente, tengan por seguro que nada como la Ganadería Agro Ecológica (GAE) y PRV para que los pequeños y medianos productores puedan hacer sus ganaderías realmente rentables para sostener a sus familias.
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Ana Margarita Gonzalez
11 de junio de 2013
Les dejo la última entrevista que publiqué en mi periódico. www.trabajadores.cu/20130512/soy-un-ganadero-empirico/?
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Ana Margarita Gonzalez
11 de junio de 2013
No tengo la verdad absoluta, pero, para ser ganadero hay que ser ganadero. Soy hija de un ganadero cubano y toda la generación de mi padre lo era también. Siempre vi que el pasto, el agua, la sombra, la sal, la rotación de los potreros y la genética fueron la base de aquella ganadería privada de finales de la década de 1959 y 60, en Cuba. Hace 35 años que escribo sobre este tema, he recorrido todo el pa´`is y he conversado con grandes ganaderos. No tuve la suerte, ni la edad, para conocer a Voisin, he estudiado sus libros y conferencias y me parece un sabio; no digo lo mismo de Pinheiro, a quien sí conocí, con quien discutí y sostengo que no le hizo ningún aporte a los cubanos. La ganadería en Cuba se ha deprimido mucho, producto de las crisis y de los malos manejos, pero donde hay ganaderos de verdad hay resultados. Ahora mismo regresé de Camagüey y hay ganaderos haciendo verdaderas proezas, exhibiendo muy buenos resultados. A usted, Michael Rúa Franco, lo respeto por su cargo y creo que pudiera hacer aportes importantes en este sector si es ganadero. LO invito. Yo estoy aquí y dispuiesta a seguir aportando mis criterios.
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William Lafaurie Verdooren
4 de junio de 2012
Hola Michael. Como te podras dar cuenta todavia me hace falta mucha informacion sobre la aplicacion del sistema, eso es porque todavia no me ha llegado el curso que te compre.........pero para ir adelantando entonces si nada de hervisidas entonces que ¿le paso guadaña? y ¿cual es la cantidad de ganado para rotaciones en 2 Hectarias teniendo en cuenta que sean mas o menos de 250 kilos en promedio? y que tambien las diviciones apenas estan poblandose del pasto que sembre el año pasado.....¿que pasa si con la cantidad de ganado que tengo actualmente hago una ocupacion de 3 dias? aunque el ganado cuando ya pasan los 2 dias el mismo pide cambio.........eso bramannn que da miedo.........y por la observacion que me hiciste de la cantidad de protreros me doy cuenta que todabia me hacen falta 8 mas que enseguida me pongo en la tarea de hacerlos......gracias y espero respuesta
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William Lafaurie Verdooren
4 de junio de 2012
Hola Michael observando en el terreno pude ver que despues de sarcar el ganado en ciertas partes del terreno quedan plantas indicadoras muy tupidas, de echo donde estan dichas indicadoras no nace mas nada por lo tupidas de estas y lo que me preocupa es que dichas plantas ya estan florecidas, ¿tu crees que deba recurrir a hervisidas setorisando solo donde estan dichas indicadoras? porque no veo que el ganado les haga absolutamente nada, estoy manejando en este momento 165 machos de 230 kilos en promedio y mis diviciones tienen 2 hectarias, estoy haciendo una ocupacion de 2 dias. espero tu respuesta. gracias
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William Lafaurie Verdooren
2 de junio de 2012
HOLA MICHAEL. INTERESANTE TU RESPUESTA LO VOY A PONER EN PRACTICA, GRACIAS
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Rafael Martinez Muñoz
1 de junio de 2012
Amigo Michael: Mucho había meditado acerca de ser agricultor y ganadero a la vez. Su Artículo me cae como anillo al dedo. Hay una vieja costumbre en nuestros trabajadores del campo que sostiene que si soy ganadero es porque no me gusta la agricultura. Ahora, una vez leído su artículo, me queda claro la importancia de conocer y aplicar las técnicas agrícolas si queremos ser un buen ganadero. Muchas gracias y mucho éxito es sus actividades.
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Simon Mejia Gil
31 de mayo de 2012
muy buen articulo y esa es la realidad en lo actual , ya que todo lo que se siembra , para que produzca , es a base de fertilizantes quimicos y liquidos para la maleza y eso quiza sea ya una costumbre, muchas felicidades es muy buena su publicacion.
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Jener Javier Hoyos Zuñiga
29 de mayo de 2012
En este momento tengo en mente un pequeño proyecto ganadero doble proposito y sí me gustaria que nos dieras una orientación de como aplicar los fertilizantes orgánicos (humus-lixiviados) en pastos de corte. muy bueno el llamado a la reflexion, a no tragar entero. Estoy convencido que la mejor alternativa para el pequeño y mediano productor será la producción orgánica.
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