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Parásitos externos en bovinos de leche: Mosca de los cuernos

Publicado: 5 de marzo de 2018
Por: Oscar S. Anziani, Guillermo Suárez Archilla. Área de Investigaciones en Producción Animal, EEA INTA Rafaela.
Guía para el control de los parásitos externos en bovinos de leche del área central de la Argentina
FICHA Nº 2. Mosca de los cuernos (Haematobia irritans) (biología básica, importancia económica, aspectos epidemiológicosy control en bovinos de leche del área central de la Argentina) 
Biología básica:
Las moscas adultas de H. irritans permanecen constantemente sobre los bovinos. Sólo los abandonan para colocar los huevos en la materia fecal fresca.La mosca de los cuernos (Haematobia irritans) es un díptero que parasita a los bovinos en pastoreo, alimentándose de la sangre y desarrollando las fases larvales y pupas en la materia fecal de éstos. Esta mosca, originaria de Europa, se distribuyó ampliamente en América y en Argentina. Los primeros ejemplares fueron detectados en la provincia de Misiones en 1991 (Luzuriaga et al, 1991) y rápidamente se dispersó en todas las áreas del centro norte del país, en las cuales la producción bovina es de importancia económica (Anziani et al, 1993). El tamaño de los adultos es de aproximadamente la mitad de la mosca doméstica común, ambos sexos son hematófagos y permanecen constantemente sobre los bovinos (Figura 1) al cual abandonan solamente para colocar los huevos en la materia fecal
Las moscas adultas de H. irritans permanecen constantemente sobre los bovinos. Sólo los abandonan para colocar los huevos en la materia fecal fresca.
 
Parásitos externos en bovinos de leche: Mosca de los cuernos - Image 1
Los huevos eclosionan dentro de las 24 horas dando lugar a las larvas que se alimentan en la materia fecal y en menos de una semana dan lugar a las pupas. Éstas permanecen en la materia fecal o a pocos centímetros bajo la superficie del suelo y luego de un período variable de 8 a 40 días, dependiendo más de la temperatura ambiente que del fotoperíodo, las pupas se transforman en insectos adultos, los que inmediatamente buscan un nuevo bovino para comenzar a alimentarse y reiniciar el ciclo (Figura 2). Para el área central de la Argentina, todo el ciclo puede llegar a completarse en aproximadamente 10 a 14 días en el verano, mientras que en el otoño comienza a enlentecerse y en el invierno, parte de la población de H. irritans puede entrar en diapausa bajo la forma de pupa y el resto continuar en desarrollo (Guglielmone et al, 2002).
Parásitos externos en bovinos de leche: Mosca de los cuernos - Image 2
La disrupción de la materia fecal por el pisoteo de los animales o por medios mecánicos interfiere con el ciclo por lo cual es un parásito que se observa en condiciones extensivas y semi-extensivas. Sobre los bovinos, los insectos adultos adoptan una característica posición con la cabeza hacia abajo plegando sus alas cuando se alimentan (Figura 1). La mosca de los cuernos prefiere alimentarse de animales adultos (en especial los de pelaje oscuro) y dentro de esta categoría las mayores cargas parasitarias se observan en los toros, siendo común en estos hospedadores poblaciones que superan las 2.000 moscas por animal (Anziani, 2010).
La disrupción de la materia fecal por pisoteo o por medios mecánicos interfiere con el ciclo de la mosca de los cuernos (Haematobia irritans).
parasitar a los equinos y en estos casos se la puede observar en forma agregada o de racimos compactos, que generalmente no superan una carga de 300 insectos por animal, pero que pueden ocasionar dermatitis y úlceras superficiales y pruriginosas (Anziani, 2010).
Importancia económica:
Los hábitos de alimentación de la mosca de los cuernos producen manifestaciones defensivas de los bovinos (movimientos bruscos y constantes de la cabeza y la cola, patadas), ocasionando estrés, irritación severa, pérdidas de energía y la disrupción del pastoreo que pueden causar disminución en la ganancia de peso o en la eficiencia en la conversión del alimento. Algunos bovinos presentan fenómenos alérgicos frente a la saliva de la mosca de los cuernos y en ocasiones, el prurito y el rascado excesivo resultan en úlceras. Las dermatitis producidas también afectan la calidad de los cueros ocasionando pérdidas para la industria curtidora nacional.
En bovinos de leche H. irritans afecta a la producción láctea y disminuye la eficiencia en la conversión del alimento.
El nivel o umbral de daño con el cual comienzan estas pérdidas económicas no está determinada con precisión y es motivo de controversias. No obstante, existe consenso para considerar que la disminución de la eficiencia productiva es de mayor importancia en animales altamente sensibles a cualquier tipo de estrés como por ejemplo, las vacas en lactancia.
En bovinos de leche se considera que poblaciones mayores a 100 insectos por animal pueden afectar la producción de leche en vacas lactando mientras que poblaciones de 200 moscas por animal pueden disminuir la eficiencia en la conversión del alimento en otras categorías como por ejemplo vacas secas, vaquillonas o novillos (Anziani & Guglielmone, 2007). Así mismo, H. irritans puede jugar un rol muy importante en la transmisión de mastitis por Staphilococcus aureus (Owens et al, 1998 y 2002). En las horas de mayor temperatura, H. irritans tiende a localizarse en la línea media ventral (Figura 3) y al alimentarse puede producir atresia y laceraciones (Figura 4) sobre los pezones (Edwards et al, 2000)
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Estas lesiones son colonizadas por bacterias que eventualmente pueden entrar al tejido mamario en desarrollo. Así la presencia de estas moscas y las lesiones resultantes han sido asociadas a porcentajes elevados de mastitis por S. aureus en vaquillonas de leche (Gillespie et al, 1998; Nickerson 2011a; Ryman et al, 2013). Estudios de campo han demostrado, al menos en EE.UU., que el control químico de este insecto en vaquillonas resulta en una rápida cicatrización de las lesiones de pezón y en una menor prevalencia de infecciones intra-mamarias causadas por esta bacteria. En este contexto se han informado disminuciones del 83 % en la incidencia de nuevas infecciones por S. aureus en vaquillonas tratadas intensivamente con insecticidas durante los meses cálidos del año (Nickerson, 2011a). Se ha sugerido que las poblaciones de este insecto podrían explicar, al menos parcialmente, el incremento en los casos de mastitis así como en el aumento de los conteos de células somáticas en el período estival (Nickerson, 2011b). En nuestro país no existen estudios específicos al respecto.

Aspectos epidemiológicos y distribución en la Argentina
Desde su introducción en la Argentina a través de Brasil o Paraguay, este insecto colonizó rápidamente el área de producción bovina del NEAy el NOA, dispersándose luego sobre todo el país y alcanzando en 1993 la Patagonia norte. Los registros más australes corresponden a la latitud 49 º 14´S, Puerto San Julián provincia de Santa Cruz, (AER INTASan Julián, datos no publicados). Una muestra del importante potencial biótico de H. irritans se observó en la provincia de Santa Fe cuyo territorio de 133.007 km2, con aproximadamente 6.000.000 de cabezas, fue colonizado en un período de seis meses. En la cuenca lechera del área central de la Argentina, la mosca de los cuernos comienza a constituir poblaciones de importancia hacia octubre-noviembre disminuyendo drásticamente las mismas con las primeras heladas. Estudios llevados a cabo en la EEA INTA Rafaela, demuestran que en esta etapa se producen dos picos poblacionales (uno entre mediados y fin de la primavera y el otro entre el final del verano y el comienzo del otoño). La temperatura parece ser la variable determinante de los movimientos poblacionales en el comienzo (fin del invierno) y el final de la estación (mediados de otoño) de H. irritans (Guglielmone et al, 2001). Se desconoce para el área central de la Argentina, qué proporción de la población entra en diapausa. Sin embargo, nunca se producen largos períodos con ausencia de este insecto, e incluso en el invierno se pueden observar porcentajes de infestación cercanos al 50 % de los bovinos. Es probable que exista una baja proporción de la población en una verdadera diapausa, pero que el ciclo biológico resulte más lento en los meses más fríos y se acorte con el aumento de las temperaturas medias en cada nueva primavera.
Control
La permanencia constante de la mosca de los cuernos sobre los bovinos ha permitido el desarrollo de diversas alternativas químicas y métodos de aplicación (baños de inmersión y aspersión, inyectables, pour on, caravanas insecticidas, auto-aplicadotes etc.) que controlan en forma eficiente a este insecto. Sin embargo, la simple presencia de la mosca de los cuernos no implica la necesidad de realizar tratamientos insecticidas y los bovinos pueden tolerar cierto número de insectos sin que se produzcan pérdidas productivas. Así, la primera de las alternativas que debería considerarse es la posibilidad de no tratar.
En el caso de utilizar insecticidas, en el pasado reciente se recomendó adoptar una actitud expectante y demorar la aplicación de los mismos hasta que se observen promedios de aproximadamente unas 100 y 200 moscas en bovinos en lactancia o en las categorías secas respectivamente o cuando los animales muestren signos de marcada irritabilidad, independientemente de la carga parasitaria (Anziani et al, 1996). No obstante y como se indicara previamente, además de las pérdidas productivas económicas directas, existe creciente información documentada sobre la importancia de este insecto como potencial vector de S. aureus en vaquillonas de biotipos lecheros (y probablemente también en vacas en lactancia). En este contexto, el nivel poblacional que podría permitir la transmisión de esta bacteria entre vaquillonas se ubicaría en aproximadamente 50 moscas por animal (Owens et al, 2011). Por otra parte, e independientemente de razones económico-productivas, los tratamientos específicos podrían estar indicados en situaciones en las cuales el bienestar animal se encuentre comprometido.
Los principales grupos químicos actualmente disponibles en Argentina para el control de la mosca de los cuernos y las formas de administración de estos insecticidas, son presentados en la Tabla 1. Algunas de estas alternativas (por ejemplo fenilpirazoles y lactonas macrocíclicas) no son utilizadas únicamente para el control de la mosca de los cuernos sino que tienen como objetivos a otros parásitos, pero presentan también actividad adicional contra este insecto.
Tabla 1. Grupos químicos disponibles en Argentina con actividad sobre la mosca de los cuernos y sus formas de aplicación.
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Control químico y consideraciones sobre la resistencia
La aplicación pour on de insecticidas piretroides, mayormente cipermetrina, fue durante la década posterior a su ingreso a la Argentina el método para el control de este insecto más utilizado debido a su practicidad y eficacia. Desde 1991 hasta inicios del año 2000, el período de protección de esta alternativa resultaba en un control eficiente por aproximadamente 60 días. Sin embargo, el desarrollo generalizado de los fenómenos de resistencia a los piretroides obligó en la mayor parte del área central de nuestro país al reemplazo de estos insecticidas por otros grupos químicos como por ejemplo, los fosforados. Actualmente, este último grupo químico es sin dudas el más empleado para el control de las poblaciones de H. irritans resistentes a los insecticidas piretroides.
Entre las alternativas evaluadas en la EEA INTA Rafaela utilizando productos fosforados, las más adaptadas (pero no necesariamente más adoptadas) a la producción lechera de la región centro de nuestro país son: a) la auto-aplicación de fosforados y carbamatos a través de bolsas auto-aplicadoras (Figura 5); b) la aplicación de caravanas insecticidas conteniendo fosforados (Figura 6) y c) la aplicación pour on de fosforados o imidacloprid (Figura 7). En la Tabla 2 se sintetizan las principales ventajas y desventajas de estas opciones.
A diferencia de lo ocurrido en EE.UU. donde se ha reportado marcada resistencia hacia algunos insecticidas organofosforados como por ejemplo caravanas conteniendo diazinon (Barros et al, 2001; Oyarzun et al, 2008), hasta el presente (mayo 2017) no ha sido documentada aún la presencia de poblaciones de H. irritans con resistencia a este grupo químico en la Argentina. En observaciones llevadas a cabo en la EEA INTA Rafaela durante el período Diciembre 2016 a Marzo 2017 y utilizando caravanas conteniendo diazinón en vacas lecheras, se observó un período de protección de al menos 16 semanas, el cual es prácticamente el mismo al observado quince años atrás con este mismo método y principio activo de control.
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a) La aplicación de fosforados o carbamatos a través de bolsas auto-aplicadoras: si bien es una alternativa práctica y económica, esta forma de tratamiento ha sido pobremente adoptada para el control de este insecto en bovinos de leche de nuestro país. Una de sus limitantes es el uso restringido a las categorías en lactancia ya que estas bolsas con orificios en su parte inferior, se colocan suspendidas inmediatamente a la salida de la sala de ordeño para aprovechar el paso forzado de las vacas, las que al contactar con las mismas se auto-aplican el insecticida en polvo sobre la cabeza, columna vertebral y flancos. Para garantizar la eficacia de estas bolsas auto-aplicadoras se ha recomendado que los animales tomen contacto con las mismas en forma diaria. No obstante, experiencias llevadas a cabo en la EEAINTARafaela indican que el control que se logra con el uso intermitente cada 5 ó 7 días es generalmente suficiente para mantener el número de moscas por debajo del nivel probable de daño económico. Cuando las vacas tomaron contacto durante dos ordeños consecutivos con una bolsa conteniendo coumaphos al 1 % con una frecuencia de 5 días entre los tratamientos se observó que el número de insectos sobre estos bovinos era de 0 a 16 moscas por animal. Por el contrario, durante este período el número promedio de moscas sobre las vacas secas del mismo rodeo que permanecieron como animales controles sin tratamiento osciló entre 103 a 200 moscas por animal (Anziani et al, 1996).
b) Caravanas insecticidas: las caravanas insecticidas con fosforados, consisten básicamente en una matriz de un polímero, generalmente P.V.C., conteniendo diazinon, ethion o clorpirifos (o combinaciones) en concentraciones que varían generalmente entre 20 al 40 %. Las caravanas son diseñadas para que con el acicalado y el frotado de los bovinos, el insecticida se distribuya sobre el pelaje de los animales en cantidades pequeñas y por un tiempo prolongado, facilitado por la liposolubilidad de estas drogas y por la habilidad de migrar a través de la lanolina de los pelos. Algunas de estas caravanas pueden utilizarse sin restricciones en vacas lecheras (dependiendo del insecticida fosforado y su concentración) mientras que otras son restringidas a las categorías secas o a bovinos de carne.
De acuerdo a evaluaciones efectuadas en la EEAINTARafaela y en bovinos expuestos a poblaciones de campo con antecedentes de resistencia a insecticidas piretroides, la actividad de las caravanas comienza a manifestarse al día siguiente a su aplicación para hacerse máxima en los 7 a 10 días posteriores. A partir de aquí y por un período mínimo de 15 a 16 semanas y de 18-19 semanas de máximo se observan con estos insecticidas fosforados reducciones del número de insectos que oscilan entre el 99 % y el 80 % cuando se comparan con animales no tratados (Anziani et al, 2000). Debido a su practicidad y prolongada persistencia, esta tecnología de polímeros con insecticidas fosforados constituye una interesante alternativa para el control de poblaciones de este insecto. Presentan también una mayor seguridad relativa cuando se considera la posibilidad de accidentes por derrame o ingestión con respecto a otras alternativas como pueden ser la aplicación de insecticidas líquidos. No obstante, se hace necesario que estos programas de control con caravanas insecticidas enfaticen en la extracción de las mismas luego de que expire el período de acción para disminuir los riesgos en el desarrollo de los fenómenos de resistencia. Este es un punto extremadamente importante como lo demuestran las siguientes observaciones realizadas en uno de estos estudios con caravanas conteniendo ethion 36 % (Anziani et al, 2000). Cuando se registró el peso de cada caravana al inicio del estudio el mismo fue de aproximadamente 15g mientras que luego de cuatro meses de colocadas sobre los bovinos éste descendió a unos 11g. De modo tal que después de los cuatro meses las caravanas ya no son efectivas para controlar la mosca de los cuernos pero aún retienen más del 50 % del insecticida. Este insecticida remanente que permanece atrapado en el polímero se va a liberar en cantidades muy pequeñas, a una tasa distinta a la que lo venía haciendo durante el período de actividad de las caravanas. En este contexto, si no se extraen estas caravanas, el insecticida se va a continuar liberando en dosis tan pequeñas que no van a permitir el control de la mosca de los cuernos y por el contrario, favorecerán el desarrollo de resistencia contra este grupo químico.
Finalmente, debería considerarse que las caravanas conteniendo insecticidas fosforados son alternativas fácilmente adaptables para ser utilizadas en todas las categorías, pero de baja eficacia para controlar a la mosca brava (Stomoxys calcitrans) otro de los insectos que también parasitan frecuentemente al ganado lechero (Guglielmone et al, 2004).
c) Aplicación pour on de insecticidas: en general, las formulaciones para uso pour on de fosforados sobre los bovinos (ethion, diazinon, clorpirifos, fenithrotion etc.) otorgan un control químico eficiente (> 80 %) por el término de aproximadamente 18 a 25 días post aplicación. Actualmente, la mayoría de estas formulaciones pour on disponibles en nuestro país se presentan como mezclas que incluyen también junto a los fosforados, insecticidas piretroides, mayormente cipermetrina a los cuales se les adiciona el butóxido de piperonilo como sinergista. El uso combinado de dos grupos químicos con diferente modo de acción, como fosforados y piretroides podría ser de utilidad para demorar el desarrollo de resistencia en áreas o establecimientos en donde aún no se presentan estos problemas o en casos donde se desconoce el status de susceptibilidad o resistencia de las poblaciones del insecto. Sin embargo y dada la resistencia generalizada de la mosca de los cuernos a los piretroides en el área central de la Argentina (Guglielmone, 1999 b; Anziani, 2010) es dudoso que la incorporación de cipermetrina pueda mejorar la eficacia de estas mezclas y por el contrario, continuar con su uso, implica aumentar la resistencia a este grupo químico. En el 2009 se incorporó al mercado veterinario argentino una formulación de uso pour on que incluye el imidacloprid, con un período de eficacia en el control de aproximadamente 30-35 días (EEA INTA Rafaela, datos no publicados). Este producto, en su formulación pour on, se presenta como una mezcla que incluye también a la cipermetrina y las objeciones sobre el uso de este tipo de combinación expresada en el párrafo anterior, son extensivas a este caso.
d) otras alternativas de control: el uso de formulaciones larvicidas neurotóxicos como las lactonas macrocíclicas o los fosforados (Anziani et al, 2001; Anziani & Martinez, 2011) o reguladores del crecimiento de insectos como el diflubenzuron o el metoprene (Flores et al, 1998) han sido ensayadas o están disponibles comercialmente en el mercado veterinario argentino. La administración de estos productos puede hacerse en forma inyectable (doramectina), a través de la auto-incorporación de los mismos como aditivos en la ración (fosoforados), en el agua o incluso en forma forzada con bolos intraruminales (diflubenzuron). Su eficacia es muy alta pero restringida exclusivamente a los estadíos inmaduros que se desarrollan en la materia fecal de los animales tratados y por lo tanto no son adulticidas.
Tabla 2. Ventajas y desventajas comparativas de las opciones más adoptadas en Argentina para el control químico de la mosca de los cuernos
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Autores:
Guillermo Suarez Archilla
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria - INTA
Oscar Sergio Anziani
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria - INTA
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Ronaldo Field
1 de mayo de 2018
Tienen informacion sobre Control biologico de la mosca de los cuernos y la mosca domestica ? Agradeceré vuestra respuesta.
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Roberto Vielman
6 de marzo de 2018
Hola soy seguidor de engormix y soy dueño de un pequeño grupo de ganado bovino,estaba leyendo el articulo de las moscas y me interesa saber cómo tratar mejor el ganado para la extinción de la mism o que productos puedo usar.gracias saludos
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