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Cómo evitar el miedo de las vacas en los corrales de espera

Publicado: 30 de junio de 2017
Por: Mario H. Sirvén. Publicado originalmente en el Mercurio, Campo.
El miedo es un factor de estrés importante en los rumiantes y además es contagioso. De hecho, cuando un animal tiene miedo, segrega feromonas -hormonas con olor- que son olidas por los demás animales, lo que hace que ese sentimiento se haga colectivo. 
El manejo de las vacas en los corrales de espera de las lecherías hace ya tiempo que dejó de ser un tema menor. Desde que los hatos y la producción individual de leche han crecido, el bienestar de las vacas se hizo indispensable para lograr buenos resultados económicos. En ese contexto, el manejo en las instalaciones de ordeño está íntimamente relacionado con el mismo.
Cómo evitar el miedo de las vacas en los corrales de espera - Image 1
Este esquema muestra casi todo lo que hay que saber para manejar adecuadamente a las vacas en corrales y mangas. La posición del hombre respecto al animal es la más apropiada para conseguir que la mayoría de las vacas avancen hacia adelante.
Como puede observarse, hay por atrás de la cola del bovino una zona ciega que se debe tratar de evitar, ya que cuando la vaca no ve, no entiende.
Como ya se ha comprobado, el miedo es un factor de estrés importante en los rumiantes y además es contagioso. De hecho, cuando un animal tiene miedo, segrega feromonas -hormonas con olor- que son olidas por los demás animales, haciendo que ese sentimiento se haga colectivo. Sólo por la liberación de adrenalina (hay otros efectos) se ve alterada la eyección de leche con dos consecuencias graves: menor producción y más mastitis.
En la zona de visión menos clara, a los costados del animal, que es la más amplia, la vaca ve al operador con un solo ojo y comienza a moverse cuando es invadida su “zona de presión” (Temple Grandin la llama “zona de vuelo” en su esquema). Esto no significa que se esté causando miedo; el estrés comienza cuando es invadida la “zona de fuga” (más pequeña), aunque hay muchas vacas que han alcanzado un nivel de mansedumbre que hace que todo esto no se cumpla siempre al pie de la letra.
Pero lo más importante para que todo suceda normalmente, es que los operarios y las vacas lo aprendan; a las vacas se les puede enseñar si los estímulos que reciben son siempre iguales y agradables (esto se debería hacer desde la joven edad de las vaquillas).
Cuando el hombre se ubica en la zona en la cual la vaca puede verlo con sus dos ojos (de frente), ésta inevitablemente frena y/o se vuelve; esto es muy importante en el manejo diario en las mangas y los corrales de espera: cada vez que alguien sube a la plataforma de la manga antes de que hayan ingresado los animales en ella, o cada vez que sale de una sala de ordeño una persona al corral de espera, por el mismo pasillo por donde deben entrar las vacas, lo que se hace es frenarlas, estresarlas y perder tiempo.
Resumiendo: hay una zona buena y dos zonas malas para ubicarse a la hora de pretender mover a las vacas; esto vale para uno o para varios animales que se encuentren juntos.
Algunos puntos importantes:
  • No es necesario ni conveniente gritar, chiflar ni agitar nada para lograr que las vacas se muevan.
  • Las vacas son animales que se dirigen con facilidad a un lugar que les ofrece salida del encierre; esto es la manga en los corrales o la sala de ordeño en una instalación de lechería.
  • Si se desea ayudarse con el uso de banderas, éstas sólo deben usarse para que los animales las vean -principalmente los que están más lejos del operario- y nunca deben agitarse ni usarse para “picar” o golpear.
  • Cuanto más lento sea el desplazamiento del operario que ingresa al corral de espera, mejor será la respuesta de las vacas.
  • Nunca debe pretenderse que las vacas ingresen a una sala de ordeño donde se grita o golpea a las que están adentro; las vacas irán mucho más fácilmente a una sala silenciosa en la que no haya “olor a miedo”, producto de la secreción de feromonas.
  • Gritar, silbar o castigar a las vacas para que se muevan dentro de la sala es hacer lo mismo con aquellas vacas que están quietas en sus bretes ordeñándose, algo sumamente estresante porque éstas no tienen alternativas para moverse.
  • Se debe ser claro y prolijo en los estímulos; esto significa que si el operario hace un movimiento con el objetivo de mover a las vacas, debe dejar de hacerlo cuando las vacas ya han respondido. Es muy común que se silbe azuzando a las vacas para que ingresen a la sala de ordeño y que se siga silbando cuando ya lo están haciendo.
  • Lo que se debe lograr es que las vacas sigan a una “puntera” que ya ha ingresado, porque quiso hacerlo o porque respondió a un estímulo del operario.
  • Si el operador ve un ojo de la vaca que arrea, significará que está bien ubicado; si no ve ningún ojo o si ve ambos, significará que no lo está.
“Vaca que mira de reojo está interactuando con uno; vaca que mira con los dos ojos no está bien con uno y hay que sacarle la vista de sus ojos, porque supone agresividad de nuestra parte si la miramos fijo”, dice Marcos Giménez Zapiola en su libro “El buen trato del ganado”.
Banderas
Las banderas se han difundido más en los hatos bovinos para producción de carne que en las lecherías, pero no dejan de ser una muy buena herramienta para el manejo de vacas lecheras. Como se ha mencionado más arriba, las banderas son para mostrarlas, y para nada más.
Hay dos explicaciones del porqué las banderas son elementos útiles si son bien utilizadas; una es que las vacas respetarán a algo que las supera en altura, iniciando una “fuga sin miedo”. La otra es que la bandera puede ser el estímulo de un reflejo condicionado, cuya respuesta es ponerse en movimiento.
La capacitación teórico-práctica del personal afectado al manejo de las vacas se ha convertido en un deber para productores y asesores, teniendo en cuenta los beneficios que otorga.

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Horacio Gerde
24 de junio de 2018
Importante recordatorio de Mario, para quienes deben manejar ganado. O aprendemos a tratar al ganado y nos amigamos con ellos, o nunca seremos buenos amigos de ellos. El ganado se encarga de hacérnoslo saber con su actitud. No hablan, pero se expresan. El tiempo mejor invertido de quien debe manejar hacienda, es detenerse a observar su actitud, su respuesta, ante distintas acciones realizadas por el hombre. Está en el hombre saber entender lo que nos expresa el ganado. De esa manera se establecerá una relación amigable y positiva. De lo contrario, tendremos respuestas negativas de la hacienda. Esto es lo que denominamos MANEJO de la HACIENDA. Relaciono al MANEJO, con un embudo. Podemos volcar dentro del embudo toda la teoría, la tecnología, la medicina, la nutrición y todo lo que queramos, pero si LA PUNTA del EMBUDO está TAPADA, todo lo que pusimos dentro, se derramará sin llegar al receptáculo deseado. LA PUNTA del EMBUDO, es el MANEJO. Es el último contacto entre el hombre y el ganado. Si formamos un equipo con la hacienda, estamos en camino del éxito; de lo contrario, la punta del embudo estará tapada y la ineficiencia estará asegurada.
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Mario Sirvén
17 de julio de 2018
Los años de preocupación por el bienestar de las lecheras nos han llevado a protocolarizar una evaluación del mismo en las lecherías. Una tarea indispensable para la observación de instalaciones y animales y entregar a los productores sugerencias e indicaciones en un orden de prioridades. Los resultados son sorprendentes.
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Maria Samboni  Mera
28 de junio de 2018
Gracias por la información como es el instinto animal
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Mario Sirvén
27 de junio de 2018
Hay un libro de mi autoría sobre este tema. Está en APROCAL (Asociación Pro Calidad de Leche) en Argentina. info@aprocal.com. ar Vuelvo a agradecer los comentarios Mario
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Mario Sirvén
24 de junio de 2018
Muy buena síntesis de este importante tema.
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Mario Sirvén
23 de junio de 2018
Gracias amigos foristas. Les recomiendo buscar en la Universidad de Minnesota el curso de “STOCKMANSHIP” y les recuerdo: las vacas incorporan a las personas al grupo o hagamos lo mismo.
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roger dario lopez ortega
23 de junio de 2018
Muy importantes sus recomendaciones, hay que expresarles a los bovinos todas las mejores y amables manifestaciones de cariño, aprecio y amor o sea como un miembro mas de nuestras familias y claro o sobretodo a las vacas en sus corrales de espera o salas de ordeño.
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Wilson Bontrager
22 de junio de 2018
Muy buenos consejos para la buena práctica de manejó de vacas Lecheras. muchas gracias. Saludos desde Paraguay
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Mario Sirvén
22 de junio de 2018
Gracias por los comentarios. Todo suma.
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jesus dominguez medina
21 de junio de 2018
Si, en realidad, toda vaca lechera que entra estresada a la sala de ordeño, tarde o temprano resulta con mastitis sobre todo si este estrés es frecuente por mal manejo de los operarios en la sala de ordeño. En mi opinión, yo siempre he manejado ganado lechero en mi propia finca, y siempre he tratado de respetar sobre todo el horario establecido de ordeño, ya que esto en mi opinión también genera estrés ya que el ganado está acostumbrado a una rutina de ordeño y al cambiar o no tener un horario fijo de ordeño trae en primero altibajos en la producción y graves problemas de mastitis. Nunca hay que golpear al ganado ni gritar demasiado ya que estos son los peores errores para poner nerviosas a las vacas.
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