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No solo de maíz viven las vacas

Publicado: 20 de marzo de 2007
Por: Antonio Martínez Martínez, Nuria Pedrol Bonjoch, Alejandro Argamentería Gutiérrez, Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (SERIDA), España

Este artículo pretende llamar la atención sobre el papel que deben jugar los forrajes invernales en rotación con los cultivos estivales como complemento nutricional y para cubrir la parte del año en la que las parcelas no están ocupadas por el maíz.

La característica principal de la evolución que han seguido en estas últimas décadas las explotaciones de leche de vacuno en Asturias, al igual que en el resto de la Cornisa Cantábrica, es la concentración de más cuota y mayor número de vacas en menos explotaciones, lo que no ha sido acompañado de un incremento similar de su superficie forrajera. Ello indujo un aumento sustancial de la carga ganadera manejada (vacas/ha). Además, la mejora genética fue incrementando las necesidades nutritivas de los animales, haciéndolos más intensivos en su producción.

Esta evolución está provocando cambios importantes en la estructura y organización de las explotaciones y sobre el planteamiento con el que se está enfocando la producción forrajera propia. Por un lado, los ganaderos disponen de menos tiempo de trabajo para dedicar a las parcelas (laboreos, siembras, abonados, etc.), ya que el cuidado del ganado absorbe la práctica totalidad del mismo y, por otro, existe la necesidad de intensificar las producciones forrajeras por hectárea, ya que también la carga ganadera es mayor.


No solo de maíz viven las vacas - Image 1
Figura 1 / Silo de raigrás. Complemento ideal para el silo de maíz en la alimentación del ganado


Los ganaderos cada vez disponen de menos tiempo para trabajar las tierras.

Con estas premisas, se impone utilizar forrajes que sean capaces de ofrecer una buena producción en un corto periodo de tiempo, razón principal de la importancia que ha cobrado en estos últimos años el uso del maíz para ensilar en este tipo de explotaciones. En condiciones normales de cultivo se pueden obtener en torno a 15 16 toneladas de materia seca por hectárea (en adelante, t MS/ha) en 3,5 4 meses a partir de mediados del mes de mayo. Además, el maíz presenta una buena ensilabilidad, sin prácticamente necesidad de empleo de aditivos, a excepción quizá de los diseñados para incrementar la estabilidad aeróbica. Los ensilados resultantes muestran altos porcentajes de digestibilidad y de contenido energético.

El objetivo de este artículo, no es cuestionar la importancia estratégica que ofrece el cultivo del maíz en las situaciones mencionadas, si no más bien llamar la atención sobre el papel que deben jugar otros tipos de forrajes, independientemente de las praderas de corta o larga duración, que pueden complementarlo tanto desde el punto de vista nutricional a la hora de planificar el racionamiento de los animales, como de cubrir la parte del año donde las parcelas no están ocupadas por el maíz. Estamos hablando de los forrajes invernales en rotación con los cultivos estivales.

Es un hecho comprobado que las raciones completas mezcladas, con la inclusión de ensilados de maíz y de hierba en proporción 2:1 sobre materia seca, resultan más eficientes para la producción de leche que las formuladas con uno solo de ambos ensilados.

Como dijimos antes, el ensilado de maíz es un alimento de alto contenido energético. Ello se debe a su elevado contenido en almidón y a la buena digestibilidad de las partes verdes de la planta. Pero es pobre en proteína. Así pues, si compensamos esto último asociándole un forraje con mayor contenido en proteína degradable en el rumen, facilitamos la síntesis ruminal de proteína microbiana, aspecto clave en la nutrición de rumiantes.

No sólo el ensilado de hierba cumple la premisa anterior, si no también el de raigrás italiano y, más aún, los de leguminosas de invierno, hecho comprobado en recientes experiencias llevadas a cabo en el propio Serida.

Por otra parte, todos estos ensilados son mayor fuente de fibra efectiva que el de maíz, por lo que contribuyen también, de esta forma, a la mayor eficiencia del metabolismo ruminal.


No solo de maíz viven las vacas - Image 2
Figura 2 /Terreno sin sembrar tras el cultivo del maíz. Supone una pérdida importante de eficiencia


Las raciones con ensilado de maíz y de hierba resultan más eficaces que las formuladas con solo uno de ambos ensilados.

A este respecto, en los últimos tiempos se está produciendo con cierta frecuencia un fenómeno preocupante tanto desde la perspectiva agronómica como desde la medioambiental. Se trata de dejar las parcelas destinadas a la rotación de cultivos en baldío durante todo el invierno y gran parte de la primavera realizando, a lo largo del año, sólo el aprovechamiento del maíz durante el verano. Este tipo de prácticas provoca, tanto en el propio proceso productivo como en el global de la explotación, una pérdida importante de eficiencia desde varios puntos de vista:

- Pérdidas de producción.

Un cultivo tipo usado muy frecuentemente en rotaciones anuales, como puede ser el raigrás italiano (en sus diversas variantes), al que se le den dos cortes primaverales puede presentar en torno a 6 7 t de materia seca/ha; producción que se estaría desperdiciando sin ninguna contrapartida. Como se comentará más adelante, también hay otros cultivos que se podrían utilizar en este tipo de rotaciones.


- Pérdidas de valor nutritivo del forraje de la propia explotación.

El ensilado de maíz por sí solo, no es alimento suficientemente completo para la alimentación del ganado, por lo que es necesario suplementarlo con alimentos de alto contenido proteico. Si no hay forrajes producidos en la propia explotación con esta característica, es preciso adquirirlos fuera a mayor precio o bien incrementar sensiblemente el contenido en proteína bruta del concentrado.


No solo de maíz viven las vacas - Image 3
Figura 3 / Silo de maíz.


No sembrar las parcelas después del maíz supone una pérdida importante de eficiencia desde varios puntos de vista.

Trabajos realizados por el SERIDA muestran opciones de manejo para solventar los posibles inconvenientes de los cultivos invernales.

- Pérdidas de dinero directo.

Como consecuencia de los apartados anteriores. Si no se produce en la propia explotación suficiente forraje con una calidad nutritiva equilibrada hay que adquirirlo fuera de la misma, con el correspondiente desembolso.


- Pérdidas medioambientales.

No son menos preocupantes que las anteriores y también tienen una clara repercusión económica negativa. Es conocido el efecto perjudicial que ejerce sobre las características del suelo, especialmente en las condiciones climáticas en las que nos movemos, el dejar en baldío un terreno durante todo el invierno y una buena parte de la primavera, además de producirse fuertes pérdidas de nutrientes por no haber vegetación con un potencial de crecimiento suficiente para retenerlos. La situación podría verse agravada al máximo con la utilización de estas parcelas como auténticos sumideros de purín, caso que no es ni comentable por el despropósito que representa y que, aunque pueda darse en algunas ocasiones, afortunadamente no representa la actuación de la inmensa mayoría de ganaderos. La superficie agraria útil en Asturias es sumamente valiosa, y de ninguna manera debe utilizarse como vertedero. Por otra parte, se debe aspirar a la gestión de purines más como recurso que como residuo; si bien, es preciso reconocer que para muchas explotaciones existe un problema al respecto.

Algunos de los argumentos utilizados para explicar esta situación son la falta de tiempo de trabajo en las explotaciones o las tendencias del manejo de la alimentación de los animales. Las estrategias de alimentación se dirigen prácticamente al uso exclusivo de ensilados, relegando a la mínima expresión el suministro de forraje en verde en pesebre, por lo que el corte o aprovechamiento que presentan los cultivos invernales, al ser difícilmente ensilables, no se ajustan a las nuevas necesidades, por lo que la opción elegida consiste en olvidarse de ellos y concentrarse en el cultivo del maíz.

Sin embargo, es necesario señalar que estos dificultades se pueden solventar. Los trabajos llevados a cabo desde el SERIDA, y publicados en trabajos científicos y divulgativos, muestran distintas opciones de manejo de los forrajes que son compatibles con el nuevo marco de producción dentro de las explotaciones. Así, se ha trabajado y se han propuesto actuaciones prácticas relativas a:

-Disminución del tiempo de trabajo necesario en la implantación de los cultivos utilizando las técnicas de siembra directa frente a los laboreos convencionales.

-Propuestas de manejo (épocas de siembra, momentos de aplicación de los abonados nitrogenados, cortes para abonado en cobertera, etc.) con las especies tradicionales (diversos tipos de raigrás) con el fin de "salvar" las épocas invernales en cuanto a los aprovechamientos.

-Estudio de la posibilidad de emplear cultivos que no presenten crecimientos invernales, y que permitan una concentración de las producciones durante la primavera con unos buenos contenidos proteicos del forraje; como en el caso de las mezclas cereal leguminosa y, en especial, alguna leguminosa en monocultivo como los haboncillos.

-Ensilabilidad de los forrajes y utilización de los respectivos ensilados para producción de leche.

Como vemos, dejar improductiva la superficie forrajera durante el invierno y la primavera conlleva además de pérdidas de oportunidad (menos producción de forraje), pérdidas ambientales (erosión del suelo desnudo, lavado de nutrientes, obviar el efecto fertilizante de las leguminosas) y nutricionales y, en síntesis, pérdidas económicas.


Martínez A; Pedrol N; Argamentería A (2006) No sólo de maíz viven las vacas. Tecnología Agraria y Alimentaria 3: 5-8
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Santiago Londoño Posada
2 de mayo de 2007
Saludos Ricardo. ¡Qué bueno recibir comentarios de colegas inquietos por analizar las plantas mal llamadas malezas! Si están presentes ahí es porque tienen alguna función específica, el problema es que la ignorancia del hombre es tan grande que hasta las acabamos nosotros mismos... Para mis colegas (zootecnistas), agronómos y veterinarios: en nuestras facultades nos han enseñado a destruir muchas cosas que a la postre son benéficas para una alimentación racional y equilibrada de nuestros animales, buscando que produzcamos a base de monocultivos prácticamente. Esto es casi imposible porque siempre existirán especies intrusas, muchas benéficas, como también habrán algunas tóxicas, como es el caso de helechos que al comérselas los animales les producen hematurias; u otras como las ciperaceas que pueden llegar a ser abortivas... Otras como las leguminosas, si pasan del 30 % de la pradera pueden llegar a ser abortivas o tóxicas por nitritos o nitratos. Estos son sólo algunos casos aislados de problemas latentes, cabe anotar que las leguminosas en las praderas son importantísimas por dos motivos: 1. Porque equilibran a la gramínea en sus características nutritivas haciendo una pradera mejor en calidad de forraje. 2. Por la fijación de Nitrógeno al suelo (siempre y cuando estén inoculadas sus raíces con el rizobium especifico). También es cierto que muchas de las plantas que tratamos de erradicar son importantes en los veranos debido a que la gramínea o leguminosa que protejemos se agota por falta de agua, dejando el espacio libre a otras gramíneas que podrían ser útiles poara esta época. Lo importante de todo esto es ajustar nuestros manejos forrajeros de acuerdo a las necesidades de cada finca (empresa) y teniendo en cuenta las plantas que conforman las praderas, para manejarlas racionalmente y evitar tanto matamalezas como insecticidas, que a la postre acaban con nosotros mismos y con el planeta... No sigamos abusando de ellos, aunque sé que en casos específicos es necesario echar mano de ellos pero con cautela.
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Santiago Londoño Posada
26 de abril de 2007
Para las personas del foro o a quien pueda interesar existen un sin numero de alternativas que hasta el momento no se han evaluado como son :suplementar con harina de yuca , subproductos del banano ,papa ,arracacha , remolacha forrajera , caña de azucar( bagaso molido ) luego de pasar por el trapiche,leguminosas forrajeras arboreas -rastreras o arbustivas de crecimiento erecto y de baja altura ,caso ramio-morera -quiebrabarrigo-sanjoaquin, y otros forrajes que se consideran basuras desde el punto de vista nutricional y son mal llamadas malezas(cuantas de ellas podrian en un momento determinado ser forrajes valiosos que desperdiciamos y gastamos esfuerzos grandisimos de recursos económicos ,humanos y equipos para controlarlas y mas nos dominan ellas a nosotros que nosotros a ellas).En vez de gastar plata en matamalezas destructoras del medio ambiente para exterminarlas deberíamos de estudiarlas y ver que ventajas tendrian cultivadas como monucultivos controlados tal cual como manejamos nuestros forrajes os,puede que por nuestra ignorancia de nosotros los tecnicos estemos sacrificando estos recursos de crecimiento agresivo,y bajo costo de sostenimiento,considero nunca es tarde para hacer un parentesis en el camino y estudiarlas,a lo mejor nos llevaremos sorpresas grandísimas que podrian menguar en alto grado los costos de alimentacion.No conosco estudios sobre este tema que hoy cuando amaneci me vino a la mente la inquietud sobre este tema como posibilidad de que pudiera ser viavle,por algo la narturaleza nos las puso en nuestro camino, lo que si estoy seguro de que no fue para que las exterminaramos.Se que existen algunas planta malezas toxicas,sera que no hemos descubierto la forma de utilizarlas para que esto no suceda. Lo paso como inquietud y ojala se abriese un foro sobre eltema .
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Santiago Londoño Posada
17 de abril de 2007
Queridos amigos, como comenté en mi intervención anterior, el silo de maíz es una alternativa, pero suele ser costosa en casos de clima frío, debido a que el rendimiento producido allí, a 2.500 mtrs sobre el nivel de mar, del maíz es lento para dar cosecha suficiente para ensilarlo, a diferencia de las zonas cálidas o climas medios. Aunque me bajó el costo del alimento, no fue suficiente para mejorar la rentabilidad de mi hato de una forma bastante significativa. Ayuda pero no es la panacea, debido a que los transportes desde las zonas de producción, son altos y allí se pierde la ventaja económica. Su humedad es alta, haciendo que paguemos transporte de agua a precio de oro y lo poco útil sale costosísimo, por ello decidí manejar mi hato de otra forma, dejando praderas sin pastorear y seleccioné unas pequeñas áreas para pasto de corte. Cosecho los potreros no pastoreados a la par con el cultivo de corte, mezclo, pico y suministro a los animales y así sí encontré iguales beneficios técnicos y mayor economía, sosteniendo la producción de leche estable y una mejor base de sustento alimentario más segura y al instante, evito tener que manipular sacos, embodegarlos (alto costo) y muchos problemas con ratas. Así terminé evitándolo sin requerir químicos tóxicos. De todas maneras hay otras alternativas como la papa ensilada, la arracacha (tallo, hojas y raíz-tamo), ensilaje de pastos de corte, remolacha forrajera, ensilaje de sorgos forrajeros, entre otros; los que eventualmente pueden ser más fáciles de cosechar en zonas más cercanas a mi condición específica. Hay que mirar qué se pruduce en cada zona donde esté la explotación, su disponibilidad, para poder programar su suministro requerido confiablemente, de lo contrario nos lleva al fracaso si no contamos con suministro estable. Cada finca es una empresa con condiciones específicas por lo tanto lo que yo pueda utilizar no es posible para el vecino por falta de disponibilidad o porque el tipo de explotación tiene requerimientos diferentes de acuerdo a su especialización o producto animal que maneje, así se trate todo de vacunos. Cada caso es un caso aparte, puede ser una guía pero no determinante para todos, así sean colindantes. Es de suma importancia seleccionar bien el material a ensilar porque si ensilamos algo maloo o, de regular calidad, obtendremos un alimento malo o de regular calidad y terminaremos perdiendo el tiempo y plata, y adicionalmente nos ganamos problemas innecesarios. Espero que sea de utilidad para los participantes o para quien lo lea, solo busco cómo mejorar y evitar caer en un abismo sin salida, ojo con las modas de los ganaderos, solo traen problemas y mucho que lamentar... mucho que lamentar... REFLEXIONEMOS JUNTOS Y ASÍ TENDREMOS TODOS ÉXITO .
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Santiago Londoño Posada
17 de abril de 2007
Hola colegas, yo experimenté durante 3 años con ensilaje de maíz en mi lechería especializada, cambié 2 Kilos de concentrado comercial por tres kilogramos de ensilaje de maíz con muy buenos resultados técnicos en cuanto a producción promedia animal /día, intervalo entre partos, picos de la curva de producción interesantes, menos servicios por concepción, en general mejoró casi todos los parámetros importantes desde el punto de vista zootécnico, y bajaron los costos en alimentación sustancialmente.
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Rafael Gimenez
Rafael Gimenez
28 de octubre de 2007
En la vigilancia de potreros no solo se debe vigilar el crecimiento de pastos, la invasión de plantas tóxicas es de extremo cuidado, por ejemplo: Lactana cámara, se confunde con enfermedades tales como Hipocalcemia, etc.
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Luis Alonso Villalobos Villalobos
6 de agosto de 2007
Buenas. En el caso de los países de clima tropical para producir especies de clima templado como el ryegrass, avena o festuca es necesario sembrarlas en condiciones de altura para compensar el hecho de que dichas forrajeras se encuentren fuera de su región latitudinal. Por ejemplo mi tesis de Graduación la hice sobre ryegrass perenne (cultivares tetraploides que es lo que se ha introducido en Costa Rica) y fue muy interesante notar las diferencias en el comportamiento productivo en nuestras condiciones de altura con respecto a la literatura de muchas zonas de clima templado como USA, Inglaterra y principalmente con Nueva Zelanda. En esta última como ustedes sabrán la producción de leche es estacional debido a la estacionalidad propia de producción de sus pasturas (principalmente compuestas de ryegrases-Lolium sp asociados con Trébol blanco-Trifolium repens) asi como la persistencia de dichas especies es de máximo 3 y hasta 6 años en el caso del ryegrass perenne sin embargo en nuestras condiciones tropicales de altura la producción del ryegrass se mantiene a lo largo de todo el año por lo que se cuenta con una adecuada disponibilidad de forraje a lo largo del año (en promedio 4100 Kg MS/hectárea/ciclo de recuperación) y además hay fincas de ganado de leche donde se cuenta con apartos sembrados de ryegrass donde nunca se ha resembrado habiendo terrenos con más de 20 años de persistencia y en muy buenas condiciones desde el punto de vista de productividad, calidad nutricional, invasión de malezas todo esto resultado de un adecuado manejo en la zona.
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Ricardo Omar Arrieta
26 de abril de 2007
Estimado Rafael, yo no conozco los pastos que mencionás porque por acá o los llamamos de otra forma o no existen. Pero observá, que te vas a encontrar con muchas sorpresas de este tipo, y muy buenos porque son los naturales de cada zona y eso debemos aprovecharlo, porque no tienen plagas ni ningún problema... Sino que nosotros, los hombres, por hacer mal uso de nuestros recursos, hacemos desaparecer especies autóctonas muy apreciables... Seguí con el sistema, te aseguro que vas a seguir sorprendiéndote de lo que sos capaz de lograr con solo observar y manejar lo natural de tu zona. un abrazo y suerte.
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Rafael Gimenez
Rafael Gimenez
26 de abril de 2007
Estoy de acuerdo con lo de la observación de los potreros, recientemente clausuramos unos potreros después de abonarlos con el estiércol de las vacas, nuestra intención fue que el kikuyo naciera... ¡Sorpresa! Nació el Capin Melao... Los más longevos de la zona me informaron que este pasto predominaba en las praderas por el año 1930. Terminada la cosecha de sorgo, a los efectos de garantizar pastos para julio-agosto, decidimos abonar las mal llamadas socas, es decir el rebrote del sorgo, luce excelente para cortar y ensilar. Saludos.
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Ricardo Omar Arrieta
26 de abril de 2007
Estimado Ing. Londoño, POSADAS: Es muy cierto lo que Ud. comenta en cuanto a distintos subproductos de la industria que se utilizan en la alimentación de ganado con grandes ventajas, le agrego otras que Ud. no nombra, como la hez de malta (subproducto de la industria cervecera), la semilla de algodón de la desmotadoras, etc.... Un tema que le comento: acá en Argentina, hay muchos profesionales que aplicamos el pastoreo racional de campos naturales, es decir, que con el manejo del boyero eléctrico, vamos utilizando las parcelas y lamentablemente no conocemos el tapiz natural de nuestros campos ¿por qué? Porque los animales son sabios y comen primero los forrajes más apetitosos y nutritivos, nosotros no lo alcanzamos a ver por ese motivo, razón por la cual sugiero que muchas veces es importante clausurar una parcela por un tiempo prolongado, digamos 6 meses o un año, y luego estudiar los pastos naturales que tenemos, y de allí comenzar a manejar los pastos naturales. Nos llevamos una gran sorpresa de la disponibilidad que hay, y no la aprovechamos porque aparecen especies que no sabíamos que había y que tienen gran valor nutritivo. Luego conociendo esto debemos comenzar a manejar el campo natural de acuerdo al período vegetativo de cada especie, y logramos resultados que realmente nunca imaginamos que podríamos lograr con solo MANEJO Y OBSERVACIÓN. Lo hago extensivo al Foro y recibo reflexiones al respecto.
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Rolando Ybalmea Puldón
ICA - Instituto de Ciencia Animal- Cuba
26 de abril de 2007
Estimado colega Enrrique Bayo. Leo los mensajes del foro y, según logro entender, preguntas por una dieta de cereales y paja, y cómo ofrecerla. Si es esto, te comento que siendo rumiantes los que manejas, y conociendo su fisiología, puedes perfectamente ofrecer una dieta integral, o sea una mezcla de todos ellos incluyendo el heno molido sin problemas. Hemos alimentado bovinos de todas las categorías con este tipo de dietas en nuestras condiciones donde los forrajes no suelen ser de buena calidad. En animales adultos hemos llegado a suministrar hasta más de un 60% de la dieta (de acuerdo a la calidad de los henos) en base a estos henos incorporados en las dietas, tanto en la producción de leche como de carne. Estoy a su disposición. Atentamente Rolando Ybalmea Puldón
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