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Efecto de la inclusión de harina del follaje moringa oleífera en suplemento para mautes mestizos a pastoreo

Publicado: 3 de agosto de 2018
Por: José Lenin Gil Angel1, Cesar Zambrano2 y Nayibe Parra1 1. Investigadores Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas, Centro de Investigaciones Agropecuarias del estado Portuguesa. 2. Profesor Universidad Nacional Experimental de los Llanos Occidentales “Ezequiel Zamora” Vicerrectorado de Producción Agrícola, Guanare estado Portuguesa.
Resumen

Se evaluó de agosto a octubre 2017, Finca Los Samanes, municipio San Genaro de Boconoito, estado Portuguesa, el comportamiento productivo de bovinos mestizos Bos taurus a pastoreo continuo (8 ha: Brachiaria humidícola, 65%; Cynodon lemfuensis, 35%), suplementados (4 pm) con silaje de maíz (SM) y harina de follaje de moringa (HFM). Tres grupos de 10 animales uniformes en peso vivo (PV), edad y sexo se asignaron según diseño completamente aleatorizado (DCA) a los tratamientos, T0: silaje de maíz (SM), T1: 80% SM + 20 % HFM y T3: 60% SM + 40% HFM. Se ofertó suplemento hasta 0,5 % PV animal en MS/día. Las variables estudiadas, consumo de suplemento (CS: kg MS/animal/día), ganancia diaria de peso (GDP, kg) y relación beneficio/Costo (RBC, Bs). El ensayo abarcó  15 días de acostumbramiento y 45 de evaluación. GDP se analizó a través de covarianza para modelo de clasificación simple (DCA), con medidas repetidas en el tiempo y ajuste con PV inicial (prueba de medias de Bonferroni al 5 %). CS y RBC se analizaron con estadística descriptiva. La oferta promedio de pasto y contenido de proteína cruda (PC) fue 4220 kg MS/ha (183 a 340 kg MS/UA/día) y 6 %, respectivamente. Contenido de PC y CS de T0, T1 y T2 fue 8,7; 12,8 y 14,5 %, y 0,696; 0,457 y 0,509 kg MS/animal/día, respectivamente. PV inicial como covariable de ajuste no incidió (P>0,05) sobre GDP. La GDP en T1(1,786±0,10 kg) fue superior (P<0,01) a T0 (0,626 ± 0,09) y T2 (1,256±0,10) y este superó (P<0,01) al tratamiento testigo. En los tres períodos la GDP fue superior para T1, y a partir del período 2, en T0 y T2  disminuyó, con caída considerable en el tercer período. La RBC en T1 fue superior (Bs 19,45) a T0 (Bs 7,32) y T2 (Bs 10,07). Esto avala la inclusión de 20 % de HFM en la suplementación energético – proteica de bovinos mestizos en crecimiento y a pastoreo.

Palabras clave: Moringa, Ganancia de peso Diaria, sostenibilidad, alimentación alternativa

INTRODUCCIÓN
En Venezuela la producción ganadera ha seguido un modelo tradicional extensivo de baja tecnología y de características extractivas; (Serrano y Ruiz 2003) el desarrollo ganadero puede asentarse sobre una base forrajera y un sistema basado en la incorporación de pasturas perennes y aplicación de tecnologías que permitan sistemas eficientes, rentables y sostenibles. De acuerdo a Urdaneta et al. (2004), los sistemas de producción con bovinos doble propósito constituyen un rubro importante en Venezuela, aportan el 12% de la carne y más del 60% de la leche producida en el país. Es prioridad incidir en estos sistemas para aumentar la producción de leche y carne como alimentos estratégicos para la población humana.
Para ello, hay que tener presente que la alimentación básica de estos rumiantes es el forraje consumido durante la actividad de pastoreo; principalmente pasturas nativas y en grandes extensiones de tierra. La deficiencia de nutrientes en los forrajes tropicales, así como su disponibilidad, ocasiona retardo en el crecimiento de los vacunos, retrasando el inicio de la actividad reproductiva. Largos períodos para que el bovino alcance el peso óptimo para reproducción y mercado, eleva los costos de producción, restringe el tamaño del hato, la disponibilidad de reemplazos y limita el progreso genético (Depablos et al. 2011). Es por ello, que la utilización de suplementos puede ser una alternativa para disminuir esta problemática (Chicco y Godoy, 1987). Sin embargo, la práctica debe ser fundamentada en la premisa de la obtención de retornos económicos al productor para que la misma sea rentable y por consiguiente justificada.
En los Llanos Occidentales, se presentan dos periodos climáticos bien diferenciados, sequía y lluvias, en la sequía la oferta forrajera no es suficiente en cantidad y calidad, y en el periodo lluvioso se presenta sobre oferta forrajera con alto contenido de agua. En ambos casos no se cubren los requerimientos nutricionales de los bovinos a pastoreo, lo cual limita su potencial productivo.
Ante este escenario es necesario revisar con rigor científico arreglos alimenticios que garanticen mayor eficiencia productiva de los bovinos a pastoreo. Para ello hay que recurrir a la suplementación estratégica; sobre todo de aquellos nutrientes deficitarios en la dieta básica. La proteína y la energía son los componentes nutricionales limitantes en los pastos. Las forrajeras arbustivas (bancos proteicos) y los bancos energéticos (pasto de corte, caña de azúcar, entre otros) incorporados como cultivos en la finca pueden cumplir papel determinante para mejorar índices productivos de la ganadería doble propósito en el llano Venezolano, la suplementación estratégica básica busca mejorar la eficiencia de utilización del alimento base, aumenta la capacidad de carga del sistema, prevenir enfermedades relacionadas con la nutrición y transformar residuos de cosecha en producto animal (Romero 2011).
La tendencia de utilizar forrajes de origen arbustivo y arbóreo está asociada con los incrementos mundiales de los precios de los granos de cereales y oleaginosas, usados en la elaboración de alimentos para bovinos (Preston y Leng 1996), realidad que causa mayores costos de producción y de recursos que compiten con  la alimentación humana. El uso del componente arbóreo como recurso forrajero puede considerarse como una estrategia tendiente para mantener los sistemas pecuarios en un marco de sostenibilidad. En las zonas ganaderas del país es reconocida la importancia que las semillas, frutos y hojas de árboles y arbustos para la alimentación de rumiantes, lo que resulta principalmente importante en la época de sequía (Fernández 1990).
La Moringa oleífera es un recurso proteico-energético disponible y poco evaluado en la alimentación de mautes mestizos Bos taurus. La moringa es una planta multipropósito, que pertenece a la familia Moringaceae, que se cultiva prácticamente en todas las regiones tropicales, subtropicales y semiáridas del mundo (Reyes-Sánchez et al. 2006).  La moringa crece en condiciones de escasez de agua, pero su cultivo intensivo, con irrigación y fertilización, aumenta rendimiento de biomasa hasta superar las 100 t/ha (Foidl et al. 2001).
De acuerdo con (Martínez y Pérez 2015), la moringa se propaga fácilmente a través de semillas y por medio de tallos. Para producir suficiente biomasa forrajera en sistemas ganaderos, se debe establecer a través de semillas. Esta planta es un excelente forraje para bovinos, por su alto contenido de proteína cruda (22%), y por garantizar mayores ganancias de peso en mautes a pastoreo y suplementados con moringa (Foidl et al. 1999). Es pertinente evaluar la incorporación del follaje de la moringa en la alimentación de bovinos mestizos a pastoreo en los llanos Occidentales.
En este sentido, este trabajo evaluó el comportamiento productivo de bovinos mestizos Bos Taurus a pastoreo y suplementados con ración alimenticia que contenía niveles crecientes de harina de follaje de moringa.
 
OBJETIVOS
General
Evaluar el comportamiento productivo de mautes mestizos Bos Taurus a pastoreo y suplementados con ración alimenticia con niveles crecientes de harina de follaje de moringa.
Específicos
Caracterizar el rendimiento y la composición química del componente forrajero en el área de pastoreo.
Determinar el consumo y composición química del suplemento suministrado. 
Cuantificar la ganancia diaria de peso de mautes mestizos suplementados con ración alimenticia que contienen niveles crecientes de follaje de Moringa oleífera.
Calcular la relación beneficio costo de la estrategia de suplementación con niveles crecientes de harina de follaje de moringa en ración alimenticia para mautes mestizos a pastoreo
 
REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA
Sistemas Ganaderos Sostenibles
La sostenibilidad ha sido definida como la característica o estado donde las necesidades del presente de la población local pueden ser provistas sin comprometer su capacidad para proveer las necesidades de las generaciones futuras tanto locales como globales (Molina 2011).
El uso de sistemas sostenibles en la ganadería es una modalidad que en los últimos años se ve con más frecuencia, para ellos los sistemas agroforestales, y dentro de ellos y para la producción animal los sistemas silvopastoriles han demostrado gran importancia en la integración de sus componentes (arbóreo en las pasturas como elemento mejorador de las condiciones productivas de las áreas dedicadas a la actividad ganadera), traen beneficios económicos aportados a la actividad pecuaria con el uso de árboles y arbustos forrajeros como complementos a la alimentación básica del ganado tanto de carne como de leche en el trópico (Jiménez 2007).
En los sistemas de ganadería bovina se ha tratado de mejorar el bajo valor nutritivo de los pastos y forrajes, mediante el mejoramiento genético de las especies forrajeras y uso de insumos externos de la finca, como fertilizantes en las pasturas mejoradas y suplementación en la dieta de los animales con fuente de energía y nitrógeno proteico y no proteico, muchas de estas tecnologías podrían no resultar económica en los sistemas ganaderos, adicionalmente, en Latinoamérica es evidente la degradación del ecosistema, al observar un gran porcentaje de diversidad biológica y bosques tropicales complejos en los que han sido transformados sus patrones de uso de la tierra en pasturas mejoradas para desarrollar sistemas intensivos de ganadería de leche y carne; áreas son destinadas a la explotación de cultivos. La deforestación aumenta a ritmo acelerado, con serias consecuencias ambientales, incrementando la desertificación de las tierras agrícolas que implica un proceso gradual de pérdida de la productividad del suelo y reducción de la cobertura vegetal por efecto de las actividades humanas y condiciones climáticas adversas que aumenta el calentamiento global (Delgado y Ramírez 2014).
Entre las principales causas del problema se encuentran el manejo inadecuado de los pastizales, con utilización de alta carga animal en condiciones de sobrepastoreo, períodos de descanso de la pastura impropios que compromete la persistencia del pastizal, sobreexplotación de los cultivos agrícolas y prácticas de siembra deficientes; en conjunto con variaciones climáticas, como sequías prolongadas, inundaciones e incendios con importantes implicaciones en la economía, sociedad y ambiente (Delgado y Ramírez 2014).
El uso de especies arbóreas y arbustivas en la alimentación de bovinos se ha considerado un elemento, muy importante y comprometedor, en primer lugar para que le supla los nutrimentos necesarios a los animales en cualquier etapa fisiológica en cantidad y calidad y en segundo lugar que el productor pueda asociar en diversos sistemas y arreglos en la misma superficie de terreno para que el animal consiga diversidad de pasturas o forrajes, uno de los grandes rubros que demanda una mayor atención lo constituye el aspecto nutricional, en particular a través del manejo de la biodiversidad vegetal, usando insumos locales o recursos que se producen en armonía con el ambiente. En este sentido, la diversidad de especies leñosas constituye una fuente importante de nutrimentos que ha demostrado tener un buen potencial tanto desde el punto de vista de la productividad animal como desde el punto de vista del mantenimiento y mejora del medio ambiente  (Gómez et al., 2012).
Uno de los retos fundamentales del sector agropecuario es producir a partir de un uso racional de los recursos naturales, combinando criterios económicos, de equidad y respeto por lo ambiental, para un manejo sostenible de los agroecosistemas, se deben considerar la productividad, resiliencia, estabilidad y equidad, considerando las dimensión ecológica, social y económica en general, para que alguna actividad sea sustentable, lo debe ser desde el punto de vista ambiental, económico y social, si cualquiera de esos puntos de vista no se cumplen, se compromete el desarrollo antes descrito (Molina 2011).
Ganadería Bovina Doble Propósito 
La ganadería bovina constituye uno de los sistemas de producción animal más importantes en las regiones tropicales de América Latina y la actividad productiva del medio rural más diseminada en Venezuela y que no está exenta de la heterogeneidad (González et al. 2011). Este sistema basa su alimentación en el pastoreo y utiliza cruces Bos taurus x Bos indicus para producir leche y carne. Las vacas se ordeñan generalmente una vez al día con el apoyo del becerro y éstos son vendidos a los 6-8 meses de edad para producir carne (González et al. 2011)
La producción bovina se caracteriza por el propósito productivo que persigue, leche, carne, pie de cría, becerros de engorda para el mercado nacional o extranjero, o producción de doble propósito. Esto hace que el ganadero se incline por un tipo especial de ganado, que le resulte más productivo para sus metas (Hernández et al. 2005).
Los sistemas de ganadería de doble propósito producen leche y carne en un período de tiempo determinado a bajos costos, basados fundamentalmente en el pastoreo; la vaca y el becerro conforman una unidad biológica natural de producción manejados generalmente por la propia familia, con técnicas básicas relacionadas con el manejo de los pastos, genética, reproducción y alimentación del rebaño (Hernández  et al. 2016).
El doble propósito constituye la base de la producción nacional de leche cruda que en la actualidad no cubre la demanda interna y se complementa con importación de otros países. De acuerdo a Camargo (2015), el doble propósito representa la alternativa de mayor potencial para obtener un adecuado nivel de producción tanto de leche como de carne, en el marco del uso racional de insumos, costos relativamente bajos y escaso impacto ecológico.
La producción de leche con bovinos en Venezuela y en  la mayoría de los países de América Latina y el Caribe ha tenido un crecimiento lento en los últimos 20 años. Pese al crecimiento cuantitativo de la producción de leche, la eficiencia biológica del sistema es baja en cuanto a productividad física y rendimiento animal debido a numerosos factores y problemas que inciden en las unidades de producción  (Alburez et al. 2014).
Los niveles de producción, tanto individuales como por unidad de superficie, son en general bajos; los estimados de producción media de leche varían entre 2 y 4 kg/animal/día, 500 a 800 kg por lactancia, con intervalos entre partos cercanos a 500 días; la edad a primer parto de 3 a 4 años y una edad de sacrificio para los toros de 400 kg entre los 3,5 a 4 años de edad (FAO 2010). Específicamente, (Urdaneta y Matarán 2008), reportaron que en los llanos Venezolanos la mitad de los sistemas de producción de bovinos doble propósito se encuentra en manos de pequeños productores, y los indicadores de producción muestran baja capacidad tecnológica y productiva, donde los valores medios de los índices tecnológicos corresponden a manejo de pasturas sin suplementación.
En este sentido, hay que mejorar las condiciones nutricionales de los rumiantes a pastoreo para aumentar la producción. Evaluar arreglos alimenticios que consideren la suplementación estratégica con proteína y energía es prioridad para avanzar en este propósito.
Uso de arbustivas en la alimentación de bovinos
En el Trópico latinoamericano, la alimentación de la ganadería bovina está basada en el pastoreo de monocultivos de gramíneas; la producción de la pastura durante el año es irregular en cantidad y calidad debido a los factores climáticos, edáficos, manejo y las características de cada especie, se presentan limitaciones nutricionales, a consecuencia de la baja digestibilidad y las deficiencias de nutrimentos que tienen los pastos tropicales, lo cual impide elevar la productividad animal (Delgado y Ramírez 2014).
Recientemente como producto de diversas investigaciones se han liberado un grupo importante de especies forrajeras mejoradas que tienen la posibilidad de superar las limitaciones observadas en los forrajes tropicales tradicionales, por consiguiente;  se ha aumentado el área potencial de desarrollo de la ganadería y la factibilidad de mejorar sustancialmente los índices productivos (Faría 2004).
El follaje de arbustivas y arbóreas tropicales representa una fuente importante de nutrimentos para el ganado bovino en pastoreo de gramíneas tropicales. La composición química, digestibilidad y consumo del follaje de arbustivas y arbóreas son generalmente satisfactorios para su aprovechamiento por los rumiantes, aportando proteína en el rumen que favorece una rápida disponibilidad de nitrógeno para el crecimiento microbiano. Sin embargo, la disponibilidad de energía en relación a la del nitrógeno en el rumen, parece ser una restricción para el uso eficiente del follaje. La incorporación del follaje de arbustivas y árboles forrajeros en la ración de rumiantes tiene el potencial para aumentar la producción animal en sistemas de doble propósito en los trópicos, ya que son una fuente importante de nutrimentos para el ganado que consume gramíneas bajo pastoreo (Ramírez et al. 2007).
Para que un arbusto sea calificado como forrajero debe reunir ventajas tanto en términos nutricionales como de producción y de versatilidad agronómica sobre otros forrajes utilizados tradicionalmente, es decir; que su consumo por los animales sea adecuado como para esperar cambios en sus parámetros de respuesta.  (Vázquez 2013) realizó un experimento con vacas lecheras y observó que al suplementar con cantidades iguales o superiores a 2 kg de MS/ vaca/día de matarratón  (G. sepium) son suficientes para aumentar la producción láctea hasta en 1,5 litros/vaca/día.
Gil et al. (2015) informaron ganancia diaria de peso (GDP) de 750 a 850 g para mautes mestizos que pastoreaban en potreros asociados con gramíneas (Panicum máximum, Cynodon nlemfuensis) y especies arbustivas (Moringa oleifera, Thithonia diversifolia, Trichanthera giganthea y Cratilia argentea).
Cabe considerar que la ganadería en el entorno sustentable, presenta un contexto por demás complicado, pero que sin embargo, es una actividad necesaria, generadora de empleo, con demandas necesarias para la alimentación y con un futuro prometedor, la (FAO 2012) estima para el 2050 el consumo de carne será 73 % superior al actual y el de leche 58 %, es pues importante considerar cual es el rol de los sistemas sostenibles para aportar a ese desafío.
En otro estudio, Gómez et al. (2012) evaluaron el índice de aceptación por los vacunos de 27 especies arbóreas forrajeras por prueba de cafetería, reportando que la más consumida por los animales fue la L. leucocephala. Sin embargo Celis et al. (2004), lograron algunos indicadores de la potencialidad forrajera de cierto materiales arbustivos, al ofrecer 100 g de MS por unidad de peso metabólico en ovinos, de heno de B. dictyoneura como dieta basal y 80 g de follaje de tres leguminosas arbustivas reportando bajos consumos atribuibles a niveles bajos de digestibilidad in vitro de la materia seca para las diferentes leguminosas, Malvaviscus arboreus 66 %, Cratylia argentea 49,2 % y Codariocalyx  gyroides 47 %.
Suplementación estratégica con arbustivas forrajeras
De acuerdo a la FAO (1999), los sistemas agroforestales ofrecen una alternativa sostenible para aumentar la biodiversidad animal y vegetal, y para aumentar los niveles de producción animal con reducida dependencia de los insumos externos. Con ellos se aprovecha las ventajas de varios estratos de la vegetación, como el uso de arbóreas y arbustivas en diferentes arreglos para ramoneo directo o transformarlo en materias prima para la elaboración de alimentos que se utilizarán como suplemento para bovinos; también se mejora la dieta animal al proporcionar diversidad de alimentos, forrajes, flores y frutos, que permiten variar la ración y aumentar su nivel de producción.
En este sentido, Olivares et al. (2005) usó morera (Morus alba) en mautes Criollos Romosinuanos alimentados con dieta basal de pasto elefante (Pennisetum purpureum). Los autores reportaron incrementos de peso de 40, 690, 940 y 950 g/día con consumos de MS de morera equivalentes al 0; 0,90; 1,71 y 2,11% del PV animal. El  presupuesto parcial arrojó una relación ingreso/costo de 0,10; 1,11; 1,18 y 0,97 para cada nivel de ganancia de peso, respectivamente.
Al utilizar ensilaje de planta entera de morera, sin aditivos, como suplemento en mautes en confinamiento, alimentados con una dieta basal de pasto elefante (P. purpureum), se obtuvo ganancias de peso superiores a 600 g/día con un consumo de morera de 1,1% del PV en base seca (Benavides 2014).
Con mautes Guzerat se han obtenido ganancias de peso considerables al utilizar  follaje de morera como suplemento, la ganancia de peso fue superior (610 g/día) a la observada al suplementar con concentrado (410 g/día) (Benavides 2014).
El efecto de incluir leguminosas arbóreas como leucaena (Leucaena leucocephala) y mata ratón (Gliricida sepium) a la composición del pastizal incrementa claramente la ganancia de peso por unidad de superficie. Chacón et al. (2010) encontraron que las ganancias de peso con animales de levante que tenían acceso a leucaena/mataratón se incrementaron en un 24% en relación al testigo (456 vs 368 g/animal/día).
Cuando se incorporan en la dieta las especies leucaena (L. leucocephala) y mataratón (G. sepium), se han encontrado incrementos de peso entre el 8 – 22%,  así mismo,  su uso permite sustituir parcial o totalmente el suplemento comercial, sin causar detrimento en la producción (Chacón et al. 2010).
Al usar L. leucocephala como suplemento en la alimentación de mautes mediante la incorporación de 1,2 kg aumentó en 80% la ganancia de peso. Al aumentar el nivel de L. leucocephala se logra incrementar la ganancia de peso hasta 80,9 g/día. Esta ventaja del uso de L. leucocephala se hace evidente en dietas basadas en forrajes de baja calidad y es por su capacidad de aportar N al rumen para la síntesis de proteína microbiana y por su habilidad de aportar cantidades considerables de aminoácidos que se digieren y absorben en el intestino del animal (Ramírez et al. 2007).
Con respecto a Erithrina poeppigiana, su follaje contiene elevadas cantidades de proteína que permite incrementar la fermentación ruminal, lo que resulta en un incremento de la digestibilidad y el consumo de alimentos fibrosos y, por consiguiente, mejora la producción animal. Tanto G. sepium como E. poeppigiana incrementan ganancias de peso (475,5 g/día) en animales en crecimiento y bajo pastoreo si se compara con la suplementación con urea, este efecto observado en los follajes (G. sepium) obedece en gran medida por su capacidad de aportar inmediatamente cantidades suficientes de N ruminal que favorece un incremento de la proteína microbial y del consumo de MS en los rumiantes a pastoreo (Ramírez et al. 2007).
Castellón y González (1996) evaluaron respuesta en novillos estabulados y alimentados con heno de estrella con o sin suplemento de hojas de moringa, y obtuvieron mayor ganancia de peso (380 g/día) en los animales que fueron suplementados con hojas de moringa, con respecto al grupo control (45 g/día). Estos autores atribuyen la mayor ganancia de peso en los animales suplementados con moringa a los componentes del contenido celular de ésta, que tienen altos niveles de sustancias liberadoras de energía que son conocidas por incrementar la síntesis de proteína microbiana.
Conversión alimenticia (CA) en mautes mestizos
En los animales en crecimiento generalmente se expresa la CA como la relación entre la cantidad de alimento consumido y la ganancia de peso vivo (GPV) logrado durante un periodo de prueba, esta relación es generalmente llamada relación de conversión alimenticia (RCA) e incluye la totalidad de los alimentos consumidos, independientemente sea utilizado para mantenimiento o crecimiento de los tejidos, por ejemplo un maute que ha consumido 10 kg de alimento/día, creció 1 kg por día, tendría un RCA de 10:1, tomando esta definición, se puede afirmar que los animales con una RCA menor son más rentables ya que consumen menos alimento por unidad de peso ganado, este carácter, fácilmente hereditario, pero decididamente influido por la calidad del alimento empleado, permite conocer qué tipo de animal o grupo de ellos convierten con mayor eficiencia el alimento en carne y, en consecuencia, cuantos kilogramos de alimentos son necesarios para que el animal aumente 1 kg de peso vivo (Escobar et al. 2006).
De este modo se puede saber un aproximado, cual es el valor nutritivo del alimento empleado, porque un animal, para hacer frente a sus necesidades y aumentar de peso, consume tanto más alimento cuando menor es el poder nutritivo del mismo (Escobar et al. 2006).
Turpo y Aguirre (2015) reportaron un incremento de 1,417 kg /día en los animales suplementados con insumos de la marca comercial Nutripec y de 1,326 kg/día con el insumo de la marca comercial Veterquimica en comparación con los animales testigos cuya ganancia fue de 0,790 kg/día.
Vargas y Díaz (2016), al comparar las respuestas productivas y fisiológicas de vacas lactantes Jersey en sistema silvopastoril y sistema intensivo de pastoreo rotacional en tres periodos, lograron una estimación en la conversión alimenticia de (1,32; 1,26 y 1,25) y (1,33; 1,11 y 1,21) respectivamente, lo cual indica que las vacas sometidas al tratamiento pastoreo rotacional intensivo arrojó mejor eficiencia en la conversión alimenticia.
Generalidades de la Moringa (Moringa oleifera)
Es un árbol de crecimiento muy rápido, resistente a la sequía aunque caducifolio en épocas críticas hídricas, sus hojas constituyen un forraje rico en proteína, vitaminas y minerales con buena palatabilidad para los bovinos, sus cualidades nutricionales sobresalientes permiten considerarlo como alternativa para sustituir harinas de alto costo para la alimentación de vacunos (Yubero 2013). El contenido en factores anti nutricionales como taninos y saponina es mínimo y no se ha demostrado presencia de inhibidores de tripsina y lectina.
Se adapta a condiciones tropicales, con rangos de altitud de 0 a 1.800 msnm, temperatura media anual entre 18 y  32ºC, precipitaciones de 480 a 4.000 mm/año, resistente a la sequía, soporta regiones áridas y semiáridas y no tolera el aguachinamiento (Alfaro y Martínez 2008).
M. oleífera se puede reproducir de forma asexual y sexual, en el primer caso pueden considerarse estacas con longitud de 1,0 a 1,4 m de largo y de 4 a 5 cm de grosor, también puede ser a través de la raíz principal en plantones que estén en rangos de edad de tres semanas a ocho meses, en el segundo caso se seleccionan semillas bien desarrolladas (Alfaro y Martínez 2008).
La moringa se usa para proteger otros cultivos en sistemas agroforestales, no se considera un árbol excluyente es un buen soporte para otras especies trepadoras. Las hojas de moringa constituyen un forraje con palatabilidad excelente, las hojas son rápidamente consumida por ganado vacuno, en los que genera importante ganancia diaria de peso (825 a 930 g) y producción de leche (3,5 a 4,12 l/día) (Alfaro y Martínez 2008). 
Composición Química de la moringa (Moringa oleífera)
La calidad nutritiva de una planta forrajera depende de su composición química, digestibilidad y consumo voluntario.  El conocimiento de estos parámetros en los recursos forrajeros disponibles,  permite el diseño de estrategias para mejorar la alimentación animal.  En un estudio realizado por  García et al. (2008) sobre características nutritivas  del follaje de seis especies forrajeras entre ellas la  Moringa oleífera Lam; se hace evidente el potencial de esta planta para la alimentación animal por sus aceptables valores nutricionales, proteína cruda 19% y carbohidratos solubles 24,1 %, que en general son similares a las informadas en otras forrajeras de uso intensivo en sistemas silvopastoriles tropicales tales como L. leucocephala, G. sepium y Acacia nilotica.
En otro trabajo realizado por Rodríguez (2011), en la suplementación de vacas lecheras, determinó   que el follaje y ensilaje de Moringa oleífera Lam; tuvieron altas concentraciones de proteína cruda (PC) y una baja concentración de fibra detergente neutro en comparación con el P. purpureum cv. CT-115 utilizado en el experimento y que el contenido de PC del suplemento es lo usual en alimentos comerciales balanceados para vacas lecheras en Centro América.  Las investigaciones citadas resaltan  el potencial que presenta Moringa  oleífera Lam;  y su consideración como componente en la suplementación alternativa  de bovinos. 
Según el análisis químico realizado por (Toro et al. 2011) cada 100 g de vaina con semillas contienen 82,1 g de agua; 2,5 g de proteína 0,1 g de grasa, 8,5 g de carbohidratos, fibra 4,8 g, 2,0 g de ceniza; 30 mg de calcio, 110 mg de fósforo, 5,3 mg de hierro, 184 UI de vitamina A, 0,2 mg de niacina, 120 mg de ácido ascórbico, 310 µg de cobre y 1,8 µg de yodo.
La moringa tiene un excelente valor nutritivo, reportan contenido de proteína cruda en rango de 17 a 26,8%, fibra detergente neutro de 321,2 a 521 g kg-1 MS y fibra ácido detergente 223,5 a 361 g kg-1 MS (Mendieta-Araica et al. 2009 y Reyes-Sánchez et al. 2006).
La digestibilidad in vitro de la materia seca en hojas y tallos alcanza valores de 79 y 57% respectivamente y energía metabolizable de 2,27 Mcal kg-1 MS (Reyes-Sánchez et al. 2006). Rocha y Mendieta (1998), la utilizaron como suplemento forrajero en diferentes niveles de inclusión en la alimentación de vacas lecheras, encontraron un consumo aceptable sin efecto tóxico; así mismo, se observó incremento de 6,3 a 9,6 l/día-1 en la producción láctea. Igualmente, Reyes-Sánchez et al. (2006) reportaron incrementos de 2,3 l/día-1 de leche, sin afectar la composición química, y su valor nutricional.
Garavito (2008) reportó los análisis realizados a las hojas y los tallos jóvenes y desarrollados (maduros) de árboles de M. oleífera Lam; de seis años de edad, sembrados sexualmente en Tolima, Colombia. El contenido de PC sobrepasó el 20% en las hojas y  tallos, tanto jóvenes como desarrollados.
La composición química varía en correspondencia con la fracción de la planta (Garavito 2008); hojas 24,99 %, tallos 11,22 % y hojas y tallos 21%; este autor encontró los mayores valores de proteína y energía metabolizable en las hojas y el más bajo valor de fibra cruda.
Se han realizado análisis in vitro e in vivo. Los niveles de factores antinutricionales, como taninos y saponinas, son mínimos, prácticamente despreciables y no se han encontrado inhibidores de tripsina ni de lectina. En materia seca contiene un 10% de azúcares y la energía metabolizable en las hojas es de 9,5 MJ/kg MS (Foidl et al. 1999).
Requerimientos nutricionales
La cantidad de forraje consumido por el animal es considerado como el factor determinante más importante de la respuesta animal. Un consumo de materia seca por encima del 2 % del peso vivo del animal, es considerado aceptable, sin embargo niveles de 2,5 a 3,0 % son requeridos en animales de mayores requerimientos (Ventura, 2008). Para bovinos en crecimiento la NRC (2001) indica consumos de materia seca hasta del 2 % del peso vivo animal. Si la oferta forrajera es buena, tanto en cantidad como en calidad, podemos lograr una ingestión de proteína y nutrientes digestibles de 1.300 a 1.600 g y 6,2 a 4,7 kg, respectivamente.
De acuerdo a Combellas (1998) los requerimientos de mautes y mautas en crecimiento para una GDP de 0,400 kg/día, son 0,579 kg de PC y 7,22 Mcal de EM por animal/día.
La proteína degradable ruminal es tomada por los microorganismos  y transformada en proteína cruda microbiana (PCM), la fracción de proteína no degradable del alimento, tiene una parte digestible en intestino, entonces la PCM que se digiere en intestino más la fracción digestible de la no degradable, conforman la totalidad de proteína metabolizable (PM). Las necesidades de proteína de los animales se expresan en unidades de PM y se  define como la proteína verdadera que es digerida post ruminalmente y el componente de aminoácidos (AA) absorbidos por el intestino, realmente los AA son los nutrientes requeridos, estos son usados para la síntesis de proteína y son vitales para los procesos productivos (NRC, 2001).
Los nutrientes que contienen las plantas pueden categorizar proteína bruta que contiene nitrógeno, grasa bruta soluble en éter, carbohidrato, vitaminas y minerales, sin embargo, los carbohidratos pueden dividirse en el extracto soluble libre de nitrógeno de alta digestibilidad y la fibra cruda de baja digestibilidad, El extracto soluble libre de nitrógeno es principalmente el carbohidrato en el contenido de carbono, contenidos celulares y la fibra cruda es la celulosa y la lignina que constituyen la pared celular. En los rumiantes, especialmente si se quiere criar un ganado de alta capacidad, es necesario dividir la composición requerida por digestibilidad de proteínas y fibras en el rumen debido a que esto influye en la productividad (INATEC, 2016).
Los microorganismos de los animales rumiantes pueden utilizar nitrógeno no proteico (NPN) en el rumen sintetizándose una proteína bacteriana, las proteínas se degradan en compuestos llamados aminoácidos, estos pueden ser sintetizados en el cuerpo, llamados AA esenciales y amonificados no esenciales; en cambio los AA esenciales deben suministrarse a través de los alimentos, cuando se requiera, sin embargo el rumiante no necesita los AA esenciales porque los microorganismos del rumen producen la proteína bacteriana, existen alrededor de 10 tipos de AA esenciales, como: Isoleucina, Leucina, Lisina, Metionina, Triptófano, Fenilalanina, Treonina, Valina, Arginina, Histidina y Glicina  (INATEC, 2016)
Ensilaje de maíz
La práctica del ensilaje contrarresta el efecto negativo que provocan los períodos secos en la producción bovina, como es la pobre disponibilidad de forrajes tanto en cantidad como en calidad, creando una disminución en la producción de leche y carne (Wagner et al. 2014). La técnica del ensilaje ofrece la posibilidad de asegurar alimentos durante épocas de alta producción para conservarlos para su empleo futuro, especialmente en períodos de escasez (Wong 2001).
La técnica de la preparación del ensilaje favorece el manejo y uso integral de los recursos en la relación suelo-planta, promueve el uso de alimentos de la región, reduce la importación de concentrados y, además de ser una alternativa para épocas de crisis en la producción de pastos.
El énfasis que se hace sobre la conservación de forrajes en países tropicales está relacionado con la falta de uniformidad en la producción de forrajes durante el año debido a las variaciones climáticas que imperan en la zona (Betancourt y García 2009).
Cuando se hace un silo, se puede aprovechar el pasto verde de la época lluviosa, principalmente pastos de cortes como el King grass común, pasto Camerún, maíz, sorgo y caña. De igual forma, se evita las pérdidas en la finca y se dispone de alimento en cantidad y calidad adecuado, sosteniendo la producción normal de la explotación durante todo el año (Wagner et al. 2014).
Ensilaje de maíz como suplemento en mautes mestizos a pastoreo
El maíz (Zea mays ) para ser utilizado como forraje, se cosecha entre los 80 y 90 días (granos completamente desarrollados en estado pastoso), con producciones que van de 30 a 50 toneladas de materia verde/ha, la planta entera de este forraje, tiene la capacidad de ensilar naturalmente, ya que el material picado incluyendo las mazorcas, presenta altas concentraciones de carbohidratos fermentables (5-20 % de la materia seca), baja capacidad alcalinizante y la presencia de una abundante flora natural de microorganismos productores de ácido láctico, desde el punto de vista nutricional, presenta como atributo al ser incluido en las raciones de los rumiantes, el aporte de una considerable concentración energética (1,49 McalEN) y, como limitante, el suministro de bajas cantidades de proteína cruda (7 %) (Tobia et al. 2009).
La utilización de ensilaje de maíz como suplemento de pasturas nativas o cultivadas permite una mayor concentración de energía en la dieta, un uso eficiente del forraje mediante el pastoreo controlado y elevada carga animal. Barnes et al. (2003) evaluaron dos fuentes alimenticias, pasturas naturales- introducidas y silaje de maíz en niveles crecientes. Los animales suplementados con ensilaje, a niveles de 1,5% del PV, tuvieron ganancia de peso de (920 g), comparado con el tratamiento con solo pasturas (636 g).
El silaje de maíz convenientemente suplementado permite, en general, duplicar la ganancia de peso. Di Marco y Aello (2006) realizaron experimento con novillos de 330 a 345 kg, obtuvieron ganancias de peso sólo con silaje de 175 y 545 g/día en distintos años, por lo cual las diferencias fueron atribuidas a la calidad del silaje. Al incorporar en la dieta una fuente proteica,  expeller de girasol, la ganancia de peso aumentó a 547 y 1.113 g/día, respectivamente.
Salomón  (2011) utilizó silo de maíz más pellet de algodón en un sistema de recría, y obtuvo 0,980 kg/animal/día  en ganancia de peso, con consumo estimado de 4 kg de materia seca (MS) de ensilaje y 1 kg de pellet de algodón por día.
Caracterización nutricional del ensilaje de maíz
 
Generalmente, se asume que el ensilaje de maíz presenta una composición química nutricional homogénea y que no justifica su análisis de laboratorio para determinar las concentraciones de los diferentes nutrientes (Tabla 1). Al contrario, la calidad del ensilaje de maíz puede variar en forma importante, dependiendo de las características climáticas, fecha de siembra y cosecha, ataque de plagas y/o enfermedades, híbrido utilizado y otros (Klein 1994).
 
Efecto de la inclusión de harina del follaje moringa oleífera en suplemento para mautes mestizos a pastoreo - Image 1
 
METODOLOGÍA 
Ubicación
La investigación se realizó entre los meses de Agosto y Octubre 2017, en la finca “Los Samanes” ubicada en el Caserío La Peñita, sector La Batea en la Parroquia Boconoito del Municipio San Genaro de Boconoito en el estado Portuguesa-Venezuela, entre las coordenadas Este 388331 y Oeste 980228.
Características Agroedafoclimáticas
El área de estudio presenta características de la zona de vida Bosque seco tropical de sabana, según Holdridge (1978), con temperaturas que oscilan entre 23 y 32 ºC y precipitaciones con rango desde 1.200 hasta 2.600 mm-1 año.
En cuanto a las condiciones de suelo del área de pastoreo, según análisis realizado, se obtuvo los siguientes resultados (Tabla 3). Se pueden evidenciar que tiene un porcentaje de M.O moderado de acuerdo al tipo de suelo del pie de monte andino, sin embargo los niveles de macro elementos se consideran bajos para el tipo de pastura que se tiene en la finca (mayormente pasto introducido)
Efecto de la inclusión de harina del follaje moringa oleífera en suplemento para mautes mestizos a pastoreo - Image 2
La Unidad de producción cuenta con un área total 106,05 ha distribuida de la siguiente manera, área cubierta por pasto Estrella (Cynodon lemfuensis) (25 ha), Pasto Aguja (Brachiaria humidicola) (32 ha), Pasto Brizanta (Brachiaria brizantha) (10 ha), Clon CT-115 (Penisetum purpureum) (18 ha), Clon OM-22 (Penisetun purpureum) (6 ha), 14 ha para siembra de cultivos agrícolas y una ha de instalaciones, también presenta árboles dispersos en potreros como samán (Samanea saman), palma llanera (Copernicia tectorum), arbustos como rabo de ratón (Gliricidia sepium) y Leucaena (Leucaena leucocephala).
Manejo del Rebaño
El rebaño está compuesto por 161 animales de mestizaje Bos Taurus, donde predominan 62 vacas, 21 mautas y 36 mautes. La carga animal general en el área de pastoreo es de 1,13 UA/ha.
El rebaño se subdivide en diferentes grupos etarios, y se  maneja en sistema de pastoreo rotacional, 3-4 días de ocupación y 45-77 días de descanso, y se suplementan, en los corrales, con silaje de maíz.
Previo al inicio del experimento los animales fueron desparasitados con ivermectina a razón de la dosis recomendada en el producto (0,2 mg/kg de peso vivo). El control de ectoparásitos se realizó de acuerdo al grado de incidencia con producto comercial. Los animales fueron vacunados de acuerdo a las exigencias y apertura de los ciclos exigidos por el Instituto Nacional de Salud Agrícola Integral, contra aftosa, rabia y brucelosis (INSAI, 2012).
Tratamientos y Diseño Experimental 
De la población de 57 mautas y mautes se seleccionó muestra de 30, y se conformaron tres grupos experimentales, de 10 animales cada uno, balanceados por peso vivo inicial, edad y sexo, y se asignaron a través de diseño experimental completamente aleatorizado a los siguientes tratamientos:
T0: Pastoreo y suplementación con silaje de maíz.
T1: Pastoreo y suplementación con 20% de harina de moringa +80% silaje de maíz.
T2: Pastoreo y suplementación con 40% de harina de moringa + 60% silaje de maíz.
El suplemento se suministró en comederos de cemento de  4,0 m x 0,80 m, disponibles en los tres  corrales de aparte para los grupos experimentales. Así mismo, se ofertó agua ad libitum en tanquilla ubicada en el corral y sal y minerales en el paradero. Los animales fueron identificados con collar y aretes de color gris, blanco y azul para T0, T1 y T2, respectivamente. Cada arete contenía impreso un número que identificaba al animal.
El ensayo tuvo duración de 60 días, 15 de acostumbramiento a las dietas y 45 de evaluación propiamente dicha.
Recolección del material vegetal
La biomasa de moringa se recolectó de cultivos en el área de influencia de la unidad de producción. Se cortó de forma manual y deshidrató bajo techo, a la sombra, hasta alcanzar un promedio de humedad de 12 %. Con respecto al silaje de maíz, se preparó en la finca con antelación. 
Manejo del grupo experimental
Los tres grupos experimentales pastorearon juntos durante el día en un superficie total de 8 ha. Las especies forrajeras predominantes en los potreros fueron pasto aguja (Brachiaria humidícola, 65%) y estrella (Cynodon lemfuensis, 35%).
En horas de la tarde (4 pm) se recogían los animales y distribuían en los corrales de aparte, según los tratamientos, para el suministro del suplemento alimenticio (silaje de maíz, harina del follaje de moringa). La cantidad de suplemento ofertado representó hasta 0,5 % del consumo de materia seca en función del peso vivo animal (Escobar y Ávila 2009),  es decir, el equivalente a 0,554 ± 0,126 kg materia seca por animal/día. Una vez consumido el suplemento los animales retornaron al área de pastoreo.
Variables evaluadas
Consumo del suplemento
El consumo de suplemento por animal al día fue estimado al hallar la diferencia entre el total ofertado y el consumo total realizado por un número conocido de animales en cada grupo en un tiempo determinado.
Se realizó a través de la fórmula propuesta por (Laveaga 1977):
Consumo del suplemento= (Cantidad Ofrecida-Cantidad Sobrante (rechazo) (kg))/(número de animales por grupo)
Ganancia Diaria de Peso (GDP)
Los mautes se pesaron cada 15 días, con peso reloj de 200 kg, y para calcular la GDP se utilizó la siguiente fórmula (Loughlin 2012):
Ganancia Diaria de Peso= (Peso Inicial-Peso final)/Número de días
Relación costo Beneficio 
La evaluación económica se realizó considerando los costos de la suplementación y la ganancia extra ocasionada por la oferta del suplemento durante el periodo de evaluación (Patiño et al. 2012).
Para el cálculo se utilizó la siguiente fórmula:
Beneficio económico de la suplementación = [(GP animales suplementados – GP animales no suplementados) × (precio de venta/kg PV)] / (Consumo de suplemento × costo suplemento/kg).
Donde GP = ganancia de peso; PV = peso vivo. Los valores obtenidos se expresaron como ingreso (bolívares) por cada bolívar invertido en suplemento. 
Mediciones en la pastura
Cada 15 días, se tomaron tres muestras del pasto en el área de pastoreo de los mautes, utilizándose un marco de 0,25 m2, se cortó el pasto a 5 cm del suelo. Inmediatamente, las muestras se secaron en estufa de aire forzado a 65°C durante 48 horas. Luego se mezclaron y se tomó una submuestra, que representó la muestra compuesta del mes, fue molida en un molino de laboratorio con malla de 1,0 mm y guardadas en bolsas de polietileno. De los suplementos en estudio (silaje y follaje de moringa) se tomó una muestra semanal y se hizo una muestra compuesta mensual.
Análisis de Laboratorio
Al silaje de maíz, harina de moringa + silaje de maíz y pasto se realizó análisis proximal para determinar materia seca (MS) y proteína cruda (PC) de acuerdo a A.O.A.C (1984); fibra ácida detergente (FAD) y fibra neutra detergente (FND), según Van Soest y Wine (1967).
Análisis Estadístico
Previo a la realización de los análisis paramétricos las variables evaluadas se sometieron a la comprobación de los supuestos de la varianza (pruebas de normalidad, homogeneidad, aditividad). Las ganancia diaria de peso se analizó a través de la covarianza para modelo de clasificación simple (DCA), con medidas repetidas en el tiempo y ajuste con peso vivo inicial. Para la comparación de promedios por tratamiento y medición se utilizó la Prueba de medias de Bonferroni al 5 %. La oferta forrajera se analizó a través de ANDEVA y  aplicó la prueba de Tuckey al 5 % para la comparación de medias. El consumo de suplemento y la relación beneficio-costo se analizaron con estadística descriptiva,
Se utilizó el programa SPSS versión 19.0 y el modelo aplicado fue el siguiente:
Modelo lineal aditivo
Xijk = μ + τi + φj + (τφ)ij +  λi(k) + ξijk + β(?i… - ?)
Donde:
Xijk: representa una observación cualquiera de GDP de los mautes.
μ: efecto de la media general.
τi: efecto del tratamiento.
φj: efecto del tiempo (período).
(τφ)ij: efecto de interacción Tratamiento * Período.
λi(k): error intrasujeto.
ξijk: error experimental.
β(?i… - ?): efecto de la covariable, peso inicial.
 
RESULTADOS Y DISCUSIÓN 
Oferta forrajera en el área de pastoreo
La oferta de materia seca (MS) de pasto en el área de pastoreo fue diferente (P<0,05) entre períodos evaluados (Tabla 3). El promedio general de oferta forrajera durante el ensayo fue de 4220 kg MS/ha. La disponibilidad de pasto fue superior al valor crítico (2000 kg MS/ha) que reportó Minson (1981), por encima del cual el consumo voluntario de los vacunos no es limitado, por lo tanto, no hubo restricción  de oferta de pasto. En octubre 2017 (período 1) hubo mayor (P<0,05) volumen de pasto por unidad de superficie que en los meses de noviembre (período 2) y diciembre (período 3).
La biomasa vegetal presente para el periodo 1 y 3, representó una oferta de 340 y 183,4 kg MS/UA/día, respectivamente, valores que se encuentran por encima de los 30 kg MS/UA/día, limitante para la producción animal a pastoreo (Lamela, 1992).La carga animal durante el ensayo varió entre 1,02 y 1,47 UA/ha, al inicio y final, por crecimiento animal.
Efecto de la inclusión de harina del follaje moringa oleífera en suplemento para mautes mestizos a pastoreo - Image 3
El menor rendimiento de forraje en los periodos 2 y 3 es producto de la frecuencia de pastoreo y transición de época de lluvias a sequía. La mayor oferta de pasto en el período uno, obedeció al mayor tiempo de reposo previo al inicio del ensayo y a las lluvias, lo cual, promovió mayores reservas de carbohidratos y velocidad de rebrote luego del pastoreo (Skinner y Moore, 2007; Mitchell y Nelson 2007). 
Composición química del componente forrajero en el área de pastoreo 
En la Tabla 4, se presenta la composición química del forraje en el área de pastoreo.  El porcentaje de proteína bruta (PB), varió de 4,32 a 7,52 %. Al transcurrir el tiempo los valores descendieron, el pastizal presentó menor capacidad fisiológica para acumular proteínas, se redujo velocidad de rebrotes de las yemas basales, por desgaste y poca acumulación de carbohidratos como fuente de energía (Skinner y Moore, 2007). El contenido promedio de proteína durante el ensayo fue 6%, valor inferior al mínimo necesario (7% PC), para no limitar consumo del forraje a pastoreo (Suarez et al., 2015). En nuestras condiciones tropicales, más acentuado en la época seca, el contenido proteico del forraje a pastoreo baja considerablemente y es necesaria la suplementación estratégica para mejorar la calidad de la dieta y balance final de la digestión y absorción de los nutrientes. 
Efecto de la inclusión de harina del follaje moringa oleífera en suplemento para mautes mestizos a pastoreo - Image 4
Ha sido postulado que los bajos niveles de nitrógeno en la dieta básica es un factor que disminuye el consumo porque limita la fermentación ruminal y la velocidad de la ingesta y la tasa de degradación de la celulosa (Araujo 2005).  A pesar de que el recurso forrajero estaba constituido por un pasto introducido, los altos valores promedio de fibra y bajos de proteína cruda, denotan la oferta de un material fibroso de baja calidad. Sin embargo, los nutrientes del pasto estuvieron dentro de los valores donde no se compromete el desempeño de los bovinos, con excepción de la proteína cruda del forraje en el período 3 que estuvo por debajo de 7% (Milford y Minson, 1965).
El contenido promedio de FAD y FND durante el ensayo fue 39,95 y 64,16 %, respectivamente (Tabla 11). Según Casamilga (1997) el valor de FND en un pasto de excelente calidad debe ser menor de 41%. En el presente caso, la FND fue mayor, lo cual incide en el consumo de pasto y materia seca. El contenido de FDN y el consumo por parte del animal son inversamente proporcionales, mientras que el contenido de FDA y lignina se correlacionan con la fracción no digestible del material, lo que provoca un efecto de llenado (Castillo et al. 2009). Estos datos concuerda con los de Avellaneda et al. (2012) y Villareal (2014), cuando la edad del pasto se incrementa se produce una disminución progresiva del valor nutritivo.
La concentración de proteína bruta del forraje presentó valores máximos próximos a 7%, en el primer periodo de tiempo, pero en los demás periodos fue inferior, llegando a presentar valores de 4,3 en el tercer periodo. Los valores de FDN en todos los casos superaron 60 %, presentando valores extremos de 66%, lo que puede suponer que el consumo de forraje fue una limitante importante. De aquí la necesidad de la suplementación proteico-energética. La concentración proteica y la de paredes celulares son factores determinantes del consumo en rumiantes (Forbes 2007) y la ganancia de peso será en gran medida función de estos aspectos de la dieta (Abdelsamei et al 2005).
Composición química del suplemento alimenticio
En la Tabla 5 se detalla la composición química de los suplementos suministrados a mautes mestizos lecheros a pastoreo. El contenido de proteína del silaje de maíz fue bajo (8,7 %); superior al reportado por Vaz-Martins et al. (2006) de 7,8 % y similar al obtenido por Rubio y Zepeda (2008) (8,65 % de PC). Dentro de las características menos favorables del ensilaje de maíz está su bajo contenido de proteína, lo cual influye que como dieta única tenga limitante para su consumo y ganancias de peso. Los complementos para superar esta deficiencia pueden ser pasturas de elevada calidad como la moringa.
El contenido de fibra del silaje de maíz fue alto (22,3 % FC), material fibroso de calidad relativamente baja; esto se debe a que en nuestras condiciones se prioriza el volumen cosechado y para ello se usan materiales de ciclo largo, con menor rendimiento en grano y mayor proporción de fibra. Los valores promedio de FDN y FDA de los suplementos en esta investigación, fueron superiores a los reportados por Castillo et al. (2009) al evaluar el valor nutricional del ensilaje de maíz cultivado en asocio con vigna (V.radiata) (53 % y 31 % de FDN y FDA, respectivamente), parecidos a los alcanzados por Sandoval (2007) en una asociación entre maíz y mucuna (M. pruriens) cosechada a los 75 días (59,2% y 45,5% de FDN y FDA, respectivamente) e inferiores a lo reportado por Elizondo y Boschini (2001), para un forraje de maíz cosechado a los 84 días (73,8 y 48,7% de FDN y FDA, respectivamente); en este caso, podría favorecer el consumo de MS del silaje de maíz + moringa, debido a su menor contenido de componentes de la pared celular.
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En la medida que aumentó la inclusión de moringa en el suplemento se incrementó el contenido de PC y disminuyó la fibra cruda. El promedio de PC en T1 (12,8 %) y T2 (14,5 %) fue superior al informado por Castillo et al. (2009), para una asociación de maíz-Vigna radiata de 70:30 y 60:40 (9,28 y 10,2 % PC). El contenido proteico de los suplementos con moringa aumentó 47% y 66% en T2 y T3 con respecto al testigo (solo silaje de maíz). El efecto de la mejora de la calidad de la dieta al incorporar suficientes cantidades de proteína es aumentar el consumo voluntario del forraje básico, y esto ha sido interpretado como un efecto que mejora la utilización de la dieta básica (Preston y Leng 1996).
Consumo de suplemento alimenticio
El consumo de suplemento varió de 0,457 a 0,696 kg MS animal/día; la inclusión de harina de moringa en el suplemento redujo 34 (T1) y 27 (T2) % el consumo de suplemento con respecto a T0 (Tabla 6). De acuerdo a Castellón y González (1996), la mayor concentración de proteína en el suplemento promovió mayor consumo de forraje, mejoró las condiciones funcionales del rumen y aumentó el consumo de la dieta base.
En virtud de la ausencia de mediciones de consumo durante el tiempo de pastoreo, no fue posible estimar el aporte nutricional de este recurso. Sin embargo, basados en  consumo de suplemento suministrados en los corrales hasta 0,5 % del PV en MS, se puede asumir que el forraje constituyó un componente importante de la dieta (84,9 ± 6,4 %); y no hubo sustitución del forraje por parte del suplemento, ya que, según Garmendia et al. (1991) para que esto no ocurra el suplemento no debe ser incorporado a un nivel mayor del 20%del consumo total de materia seca. En el presente ensayo el consumo diario de suplemento por animal representó 15% del consumo total de materia seca en los animales al final de la evaluación.
Efecto de la inclusión de harina del follaje moringa oleífera en suplemento para mautes mestizos a pastoreo - Image 6
Debido a que no hubo restricción en el consumo de pasto, posiblemente el pasto consumido estaba constituido principalmente por hojas durante todo el ensayo, las cuales tienen, una calidad superior; lo que concuerda con lo reportado por Mancilla et al. (2008) y Depablos et al. (2009), quienes encontraron que la dieta seleccionada por los vacunos (escogencia manual/muestreo foliar de despunte) superan hasta en 100 % los niveles de proteína cruda, al compararse con el forraje muestreado por cuadrícula.
En definitiva, la incorporación de 20-40% de moringa en el suplemento alimenticio, da lugar a un aumento del consumo total de materia seca, debido a que se mejora la acción microbiana, como efecto del aumento de nutrimentos esenciales disponibles para los microorganismos del rumen (Googchild y McMeniman 1994).  Efecto que tiene la inclusión de una fuente de proteína verdadera con buen balance de aminoácidos sobre el consumo de alimento y la ganancia de peso vivo en los sistemas de alimentación a pastoreo.
Respuesta animal
En la Tabla 7 se indica resultados del análisis de la covarianza (valor de F y significancia) para modelo de clasificación simple con mediciones repetidas en el tiempo (3 periodos) para la variable ganancia diaria de peso (GDP) ajustada por peso vivo inicial (PVI). Hubo diferencias altamente significativas (P<0,01) entre tratamientos. Entre períodos, sexo e interacción Trat * Sexo no se encontró diferencias (P>0,05). La interacción tratamiento por periodo afectó (P<0,01) la GDP, y PVI como covariable de ajuste no incidió estadísticamente (P>0,05) en la ganancia de peso (GDP). Las diferencias entre tratamientos son importantes y presentaron cambios significativos en el tiempo.
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Los pesos vivos (PV) y ganancias diarias de peso (GDP) de los bovinos en crecimiento, a pastoreo, para los diferentes tratamientos de suplementación con silaje de maíz y harina de follaje de moringa, se indican en la Tabla 8. El PV promedio a inicio y final del ensayo fue 100,50 y 155,17 kg, respectivamente. Para el PV final y GDP Hubo diferencia estadística significativa (P< 0,01) entre estrategias alimenticias evaluadas. La respuesta animal fue superior (P<0,01) para T1 (silaje de maíz + 20 % harina de moringa), al comparar con T0 y T2, y este último superó (P<0,01) al tratamiento testigo (solo silaje de maíz).  Estos resultados van en sintonía con lo señalado por Ramírez et al. (2007), de que la ventaja del uso de arbustivas forrajeras proteicas se hace evidente en dietas basadas en pastos de baja calidad, por su capacidad de aportar N al rumen para la síntesis de proteína microbiana y por su habilidad de aportar cantidades considerables de aminoácidos que se digieren y absorben en el intestino del animal.
En este sentido, Preston y Leng (1996) enfatizan la necesidad de satisfacer primero las necesidades nutricionales de los microbios del rumen y luego proporcionar proteína suplementaria de "derivación". La calidad del pasto ingerido, principal componente de la dieta, fue bajo (6 % PC) y la oferta fue alta; e indica que no hubo restricciones en el consumo de pasto; la suplementación catalítica (Combellas y Álvarez, 2001) mejoró la función ruminal, promovió consumo de la dieta base, donde el animal a pastoreo selecciona una dieta de mejor calidad a la de la muestra total analizada, lo cual mejoró la respuesta animal (Combellas y Tesorero 2006; Combellas et al. 2002).
Efecto de la inclusión de harina del follaje moringa oleífera en suplemento para mautes mestizos a pastoreo - Image 8
La respuesta animal en T1 y T2 fue superior a la lograda por Combellas et al. (2002) quienes con la adición de cultivos de levaduras al suplemento obtuvieron aumentos de peso de 0,59 a 0,78 kg/animal/día en mautes (hembras y machos) con un manejo que incluía cuatro horas diarias de pastoreo y forraje cosechado ad libitum. También, muy superior a la reportada por González-Stagnaro (1992) en mautas en medio tropical, de 0,5 kg/animal/día, para alcanzar el peso de servicio entre 19 y 22 meses de edad, y  Gil et al. (2015), con GDP de 750 a 850 g para mautes mestizos que pastoreaban en potreros asociados con gramíneas introducidas y especies arbustivas.
El promedio en ganancia de peso fue 1,223 kg/animal/día (Tabla 8), en lo cual se combinaron el aporte de nutrimentos a partir del suplemento y pasto y el crecimiento compensatorio (Bavera et al. 2005; Ojeda et al. 2007). El crecimiento compensatorio pudo manifestarse, producto del manejo durante el ordeño, donde se sacrifica condición física del becerro versus leche vendible, estrés del destete, escasa suplementación y deficiente condición del área de pastoreo previo al ensayo.
Hubo considerable proporción de la ventaja en ganancias de peso al suplementar con harina de follaje de moringa y silaje de maíz. Esta respuesta fue posible a la densidad energética del suplemento, que según Verde et al. (1975) con raciones que concentren desde 2,8 Mcal EM/kg se obtiene máxima respuesta compensatoria. De acuerdo a Castillo et al (2009), el silaje de maíz en asocio con Vigna radiata tiene considerable concentración energética  (2,8 y 1,4 Mcal/kg/MS de ED y EN). El follaje de moringa como un suplemento proteico con dietas de baja calidad mejora la ingesta de MS y la digestibilidad de las dietas y una ganancia de peso vivo significativamente mayor que el silaje de maíz (Roy et al. 2016).
Con respecto a la interacción tratamiento por período de evaluación, el análisis estadístico indicó efecto altamente significativo (P<0,01), el cual se ilustra en la Figura 1. En los tres períodos la GDP fue superior para T1, y a partir del período 2, la GDP en T0 y T2  comenzó a disminuir, presentando caída considerable en el tercer período. T1 mantiene incremento hasta el final de la evaluación, lo que ratifica y avala la aplicación del 20 % de harina de moringa en la suplementación. Para Vaz-Martins et al. (2006), los animales suplementados con ensilaje de maíz, a niveles de 1,5% del PV, tuvieron ganancia de peso de (920 g), comparado con el tratamiento con solo pasturas (636 g). Al incorporar en la dieta una fuente proteica,  expeller de girasol, la ganancia de peso aumentó a 547 y 1.113 g/día, respectivamente (Di Marco y Aello 2006). A pesar que estos trabajos fueron realizados con animales Bos Taurus, se aprecia el efecto asociativo de la suplementación energético – proteica sobre la respuesta animal de bovinos a pastoreo, similar al resultado obtenido en el presente trabajo.
Efecto de la inclusión de harina del follaje moringa oleífera en suplemento para mautes mestizos a pastoreo - Image 9
La suplementación incrementó la ganancia de peso (P<0,01). Se observó que el mayor ritmo de crecimiento de los animales suplementados se mantuvo durante los periodos 2 y 3 evaluados (Figura 1). A partir del periodo 2 las diferencias se hicieron más evidentes a favor de los animales suplementados (silaje + moringa), superando considerablemente la ganancia de peso de los animales suplementados solo con silaje. La máxima diferencia (2,11 kg) se observó durante el periodo 3. La ganancia de peso superó las expectativas, al suplementar con ración energético-proteica
La dieta utilizada en este experimento tiene características particulares que pueden haber favorecido la respuesta animal. Es alta en fibra, por la composición tanto del pasto como del suplemento, el suplemento tiene un contenido de proteína cruda mayor a 12 %, constituido en su totalidad por proteína verdadera, la oferta de pasto fue alta y no hubo restricción para su consumo. Factor determinante que pudo incidir en las respuestas observadas, es la densidad energética del silaje de maíz + harina de moringa, que favoreció el funcionamiento ruminal y aprovechamiento de la dieta base. Eso permitió sincronía entre la disponibilidad de energía y nitrógeno amoniacal  y la consecuente alta utilización del pasto (Combellas, 1998). Estudios con animales han demostrado que una de las características de la moringa es el aumento de la tasa de digestión del alimento en las etapas iniciales de su suministro (Kumar et al., 1997), la cual pudo aumentar la utilización de las fracciones energéticas en el momento en que había mayor disponibilidad de amonio y así favorecer su captación para la síntesis de proteína microbiana. 
Las deficiencias nutricionales en animales a pastoreo disminuyen cuando la cantidad de biomasa vegetal disponible es abundante y se maneja el pastoreo con racionalidad (Depablos et al. 2009). Esta situación donde los animales fueron capaces de consumir una dieta basal adecuada permite explicar los hallazgos obtenidos.
Relación Beneficio costo
El tratamiento T1 (20% de harina de Moringa en  Suplementación con silaje de Maíz), produjo un margen bruto superior a los tratamientos T0 y T2 con una relación beneficio sobre costos de 19,45 que significa que ingresan 19,45 Bs por cada bolívar invertido en suplemento y que resulta muy superior cuando se comparó con los valores de 10,07 del T2 y 7,32 del T0. Por otro lado, el tratamiento T1 es el que requiere la menor inversión en suplemento, con 5,14% del ingreso en comparación con 13,64 del T0 y 9,92 del T2. Estos resultados indican que si bien es cierto que la inclusión de harina de moringa incrementa ligeramente los costos de alimentación en comparación con el testigo, produce incrementos en la ganancia diaria de peso, lo suficientemente grandes (Relación beneficio/costo y Margen bruto), para compensar los incrementos de esos costos,  lo que hace este sistema mucho más rentable en comparación con los otros tratamientos.
Efecto de la inclusión de harina del follaje moringa oleífera en suplemento para mautes mestizos a pastoreo - Image 10
 
Efecto de la inclusión de harina del follaje moringa oleífera en suplemento para mautes mestizos a pastoreo - Image 11
Estos datos concuerdan con los reportados por (Rodríguez, 2011), que evaluó la alimentación de vacas lecheras con Moringa y su efecto sobre la producción, composición y calidad de leche, utilizando la metodología de presupuestos parciales y la producción de leche vaca día como variable de medición se encontró que al sustituir el T1 (dieta convencional) vs T2 (Marango fresco) se obtuvo un mejor rendimiento financiero con una utilidad incremental de US$ 1,99 día, lo que significa que con el T1 los rendimientos de leche vaca día son mayores, pero a un mayor costo productivo, en cambio con el T2 se produce una reducción de los costos de producción por consiguiente una mayor utilidad por vaca día, así mismo se encontró una tendencia similar al comparar el T1 vs T3 (Ensilaje de Marango) este último presento una utilidad bruta de US$ 1,54. Esta utilidad se obtuvo al reducir los costos de producción en un 88,8% en comparación a T1, aunque el rendimiento productivo se redujo en un 9%.
CONCLUSIONES 
No hubo restricción  de oferta de pasto (4220 kg MS/ha) en el área de pastoreo durante el ensayo, con carga animal que varió entre 1,02 y 1,47 UA/ha. El pasto constituyó un componente importante de la dieta y no hubo sustitución del forraje por suplemento.
El contenido promedio de proteína cruda del pasto, durante el ensayo, fue 6 % y varió de 4,32 a 7,52 %.
Al aumentar la inclusión de harina de follaje de moringa en el suplemento se incrementó el contenido de proteína cruda y disminuyó la fibra cruda.
El consumo de suplemento varió de 0,457 a 0,696 kg MS animal/día; la inclusión de harina de moringa en el suplemento redujo el consumo de suplemento con respecto al testigo (solo silaje de maíz).
La respuesta animal fue superior para el grupo de animales suplementados con silaje de maíz + 20 % harina de moringa.
En los tres períodos evaluados, la ganancia de peso fue superior para T1, y a partir del período 2, comenzó a disminuir en T0 y T2, presentando caída considerable en el tercer período.
La estrategia de suplementación con silaje de maíz + 20% de harina de moringa produjo un margen bruto superior a los otros tratamientos, con una relación beneficio/costo de 19,45, muy superior a T0 (7,32) y T2 (10,07).
 
RECOMENDACIONES
Repetir estas evaluaciones en periodos de tiempo mayores.
En futuras evaluaciones considerar muestreo de pasto por escogencia manual o muestreo foliar de despunte,  para análisis químico.
Profundizar en la evaluación del factor pastura y aplicar sistema de pastoreo rotacional o alterno.
Promover el establecimiento de bancos proteicos con moringa a nivel de finca
 
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Autores:
Josè Lenìn Gil Angel
INIA Venezuela
Nayibe Parra
César Zambrano
UNELLEZ - Universidad Nacional Experimental de los Llanos Occidentales
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Diego Alberto Gómez Carmona
19 de mayo de 2020
Edwing, el bagazo de caña está compuesto por celulosa, hemicelulosa y lignina y su tratamiento es con NaOH que es un álcali, se deja en contacto con esta solución al 3% por 3 horas, luego se lleva a una degradación anaerobia por 23 días y así el limitante que es la lignina se hace más digerible
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Uriel Alberto Franco H
24 de septiembre de 2019
Excelente estudio e investigación. Felicitaciones. Estos estudios son muy acordes a las condiciones edaficas, climaticas, y de gran incidencia en su aplicabilidad en regiones de los llanos Orientales colombianos. muchas gracias.
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Edwing Antonio Mendoza
11 de agosto de 2018
Picando el bagazo de caña se hace más digestible? Si es así gracias por la ayuda, tengo planeado hacer harina de caña para usarla como base para mezclarlo con desechos de repostería y minerales para darle en la alimentación del ganado. ..saludos. ...
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Edwing Antonio Mendoza
11 de agosto de 2018
Cómo tratar el bagazo de caña para alimentar ganado y hacerlo digerible? Ya que tengo acceso en abundancia. Gracias y saludos. ...
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