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Confirmación microbiológica y evaluación hematológica para Anaplasma marginale y Babesia spp. en ganadería bovina de altura en los andes venezolanos*

Publicado: 26 de mayo de 2020
Por: Ana María Bolívar Sánchez1 / Carlos Luis Pérez Depablos2. Estudio financiado por el Consejo de Desarrollo Científico, Humanístico, Tecnológico y de las Artes de la Unviersidad de los Andes (FA582-15-03-B) y el Vicerrectorado Administrativo. 1 Licenciada en Bioanálisis. MSc. en Protozoología. Dra. en Biotecnología de Microorganismos. Investigaciones Parasitológicas “Jesús Moreno Rangel”, Facultad de Farmacia y Bioanálisis. Departamento de Microbiología y Parasitología, Universidad de Los Andes, Mérida.
Resumen

Atendiendo a la valoración clínica de un cuadro anémico observado en doce vacunos establecidos en un sistema de ganadería de altura en los andes venezolanos, en sospecha de infección por los hemotrópicos A. marginale y Babesia spp., se presentan los hallazgos obtenidos a través de la valoración microbiológica directa. Se obtuvo una asociación mixta A. marginale y Babesia spp. de 8,8 % y una presentación individual de A. marginale de 3,3 %. La estimación de la parasitemia reveló la necesidad de tratamiento a cinco animales. Además de esto, se valora el estado hematológico de las reses estudiadas, de lo cual se registra el 50 % de animales con hematocrito bajo el mínimo de referencia y 41,7 % de anisocitosis en distintos grados y a predominio de microcitos. Se confirma la sospecha probabilística, y se argumenta la importancia de la estimación de la parasitemia, la valoración hematológica y el seguimiento postratamiento en el bienestar animal.

Palabras clave: A. marginale, Babesia, bovinos, ganadería, diagnóstico de laboratorio.

Introducción
El grupo de microorganismos en torrente sanguíneo con mayor repercusión en la ganadería bovina venezolana incluye Anaplasma marginale (Theiler, 1910), Babesia bovis (Babes, 1888), Babesia bigemina (Smith y Kilborne, 1893) y Trypanosoma vivax (Zieman, 1905) (1,2), las cuales son causales de efectos negativos en la salud de los rebaños y en la producción y rentabilidad de los sistemas de producción establecidos. Sus prevalencias han sido relacionadas con factores como edad, sexo, raza, propósito, sistema de manejo, densidad poblacional, aplicación de tratamientos y movilización de ganado, además de otros como la región agroecológica, la estación climática, la extensión de la explotación y la presencia o control de vectores. En todas estas situaciones han sido identificados brotes en diferentes zonas del país, fundamentalmente en aquellas que son estratégicas para la seguridad alimentaria (3).
Las entidades nosológicas anaplasmosis (A. marginale) y babesiosis (B. bovis y B. bigemina) integran el complejo conocido como tristeza bovina (TB) (4). Pese a la inexistencia de signos patognomónicos para este complejo, la instauración de un cuadro anémico pareciera ser un carácter fundamental (5), el cual es determinado por el tipo y virulencia del agente causal (6), la susceptibilidad y estado nutricional del hospedador, así como el periodo de la infección en que se encuentre el animal (4). La TB repercute negativamente en el desarrollo ganadero al producir retardo del crecimiento, abortos, infertilidad temporal, disminución o pérdida de leche o carne y muerte; además genera gastos derivados del control (6). Todos estos efectos limitan la introducción de reproductores de razas exóticas en áreas productivas; así mismo, aumentan las restricciones a la exportación de animales y sus productos y contribuyen al déficit proteico en la población humana (3).
Pese a que en Venezuela existen condiciones ecoepidemiológicas para el mantenimiento de los ciclos biológicos de A. marginale y Babesia spp. durante todo el año, estas entidades poco se han estudiado en los sistemas ganaderos de altura. Por tal razón, el objetivo de la presente investigación consistió en confirmar la presentación de estos agentes en un sistema de ganadería de altura ubicado en un área rural de la región andina venezolana.
Materiales y métodos
Tipo de estudio
El estudio es descriptivo de serie de casos.
Presentación
En abril de 2015 fueron seleccionadas 12 hembras holstein de un lote de 90 reses para el descarte de A. marginale y Babesia spp. por presentar un cuadro anémico a la valoración clínica. Los animales con edades comprendidas entre 18 y 30 meses de edad pertenecían a la unidad productora de la Estación Experimental El Joque (EEJ), y contaban con plan de vacunación, desparasitación y pruebas inmunológicas de obligatoriedad vigentes. Debido al cuadro anémico, las reses habían sido tratadas con Combecon®, Fol Hepar® y Eritrogen®; la última dosis se aplicó de manera intramuscular cinco días antes del abordaje. El diagnóstico se efectuó en el Laboratorio de Investigaciones Parasitológicas “Jesús Moreno Rangel” de la Facultad de Farmacia y Bioanálisis, institución que presta servicio de extensión rural en el área de diagnóstico.
Características ecoepidemiológicas de la Estación Experimental El Joque
La EEJ (125 ha) pertenece al Programa para el Desarrollo de la Ganadería Lechera de las Zonas Altas de la Región de Los Andes. Se ubica a 1960 m s. n. m., en la parroquia Jají, área rural del municipio Campo Elías, a una distancia de 37 km de Mérida. La zona se caracteriza por presentar una topografía irregular propia de las montañas andinas, y condiciones de temperatura, humedad y precipitación medias anuales de 17,5 °C, 82 % y 1300 mm respectivamente (7,8).
La estación cuenta una población total de 375 reses aptas para la explotación lechera (holstein, hersey y sus mestizos), agrupadas en diferentes sectores de explotación: levante, paritorio, escotero, ordeño y unidad productora. El manejo alimenticio se realiza principalmente con pasto kikuyo (Pennisetum clandestinum) y maní forrajero (Arachis pintoi), además de complementos con heno y alimento concentrado. En general, el estado de la estación se denomina satisfactorio.
Muestra biológica y procedimientos de detección
El material biológico estuvo representado por sangre venosa (3 mL) tomada a partir de la vena yugular y recolectada en tubos Vacutainer® -EDTA (una muestra por animal). Este trabajo se realizó aplicando los principios éticos internacionales que rigen la investigación biomédica con animales. A fin de preservar los elementos celulares, fue necesario mantener la cadena de frío (7-10 ºC) hasta la llegada de las muestras al laboratorio. Para el descarte de A. marginale y Babesia spp. se seleccionó la técnica microbiológica frotis sanguíneo coloreado (FS) (5 μl de sangre para realización de extendido, seguido de fijación con metanol absoluto [5 min], coloración con Giemsa [1/10 en agua destilada, 30 min] y visualización microscópica [100X]). En caso de positividad microbiana, se estimó la parasitemia (P) según McCosker y Smith, y se contó el total de eritrocitos infectados en 10 campos microscópicos (1,9).
El FS junto a la técnica de microcentrifugación capilar (MCC) (capilares Tecnon® de 80 μl cargados hasta 2/3 de su capacidad, seguido de centrifugación [5 min/ 12.000 g] y lectura en tabla Hawksley Micro-Hematocrit Reader) fueron empleados como herramientas de diagnóstico hematológico en la descripción de las células sanguíneas (tamaño, forma y color [eritrocitos] y morfología [leucocitos y plaquetas], 100X) y en la medición del volumen globular rojo (hematocrito), respectivamente.
Resultados
Detección microbiológica
Se detectó para el lote evaluado 8,8 % de infección mixta A. marginale y Babesia spp., y 3,3 % de infección por A. marginale. En 5 reses (4 positivas A. marginale + Babesia spp. y 1 positiva A. marginale) la P resultó superior al 1 % (tabla 1), de tal modo que requirieron tratamiento inmediato, el cual incluyó una dosis de Babenil® ([aceturato de diminaceno], sol. 7 % I. M.), así como hematínicos (Hemoplex® [2g I. M.], ácido fólico [2 mg/kg PV I.M]) y aumento de 2 kg en la dosis diaria de alimento. En 3 reses con infecciones mixtas la P resultó con predominio de A. marginale.
A pesar de que la orden clínica no incluyó detección de T. vivax, se emplearon las técnicas MCC y FS, con el fin de orientar el diagnóstico hacia este hemoflagelado, de lo cual no resultó ninguna muestra positiva.
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Detección hematológica
Los valores medios de hematocrito (Ht) se ubicaron en 21,8 % (< = 9 %, > = 34 %). El 50,0 % de las reses evaluadas presentó Ht bajo el mínimo de referencia (24 %) (tabla 2). La descripción de frotis no reveló alteraciones en las series leucocitaria ni plaquetaria. En cuanto a la serie eritrocítica, se presentó anisocitosis (41,7 %) en distintos grados y con predominio de microcitos. Además, se observaron inclusiones intraeritrocitarias tipo Howell-Jolly y el fenómeno de autoaglutinación. En 5 animales no se evidenció ninguna alteración en la serie eritrocítica.
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Seguimiento
Transcurridos 20 días del tratamiento, fue realizada una nueva valoración empleando la marcha analítica anteriormente descrita; de ello se obtuvo la disminución o negatividad de la carga parasitaria (n.o /campo y P [%]) para 11 reses (tabla 3). En el animal restante (UPJ11) la carga parasitaria aumentó; además, en este se hicieron evidentes alteraciones en los parámetros hematológicos Ht (18 %) y la serie eritrocitaria (anisocitosis moderada [con moderados microcitos] e hipocromía discreta).
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Discusión
La ganadería de altura en los andes venezolanos se ubica entre los 1500 y 2400 m s. n. m. (10,11) y está destinada principalmente a fomentar la producción de leche, razón por la cual se fundamenta en la explotación de las razas holstein y jersey (12). Pese a esta dinámica, los hallazgos de A. marginale y Babesia spp. registrados son similares a los establecidos en otras zonas agropecuarias del país, como las pertenecientes a los estados Guárico y Aragua, cuyas altitudes no superan los 535 m s. n. m., y con rebaños evaluados pertenecientes a grupos raciales como brahman, pardo suizo y carora destinados fundamentalmente a la explotación cárnica (13,14). Según esto, la altitud y los grupos raciales parecieran no constituirse en factores limitantes en la presentación de estos hemotrópicos.
Por su parte, y a juzgar por el comportamiento obtenido, las vías de transmisión, la eficacia del tratamiento hemoparasitario aplicado y la susceptibilidad individual estarían actuando como factores importantes en la presentación y mantenimiento de A. marginale y Babesia spp. Las vías de transmisión resultan más numerosas para A. marginale, por cuanto, además de la vectorial mediada por garrapatas, se incluyen la vectorial a través de moscas, la iatrogénica por medio de fómites con sangre contaminada (15) y la transplacentaria (16). Respecto al tratamiento etiológico, se debe considerar la especificidad del fármaco para la especie diagnosticada y la aparición de recidivas asociadas principalmente a la ubicación de los hemotrópicos en órganos profundos que sirven de secuestro. Estas situaciones explicarían el mayor número de reses infectadas con A. marginale fuera de la asociación con Babesia spp., así como el nuevo periodo patente observado en el animal UPJ11 luego de tratamiento.
Los hemotrópicos intraeritrocitarios A. marginale y Babesia spp. pueden desarrollar diferentes tipos de acciones patógenas; por ejemplo, en los animales afectados son constantes la aparición de hemólisis, trombosis, edema y anemia (2,17). Se ha señalado, producto de estos hemotrópicos, fundamentalmente disminución en los parámetros hematocrito y hemoglobina (4,18). Respecto a los valores de hematocrito, se registra en dos fincas del estado Guárico entre 60 y 70 % de valores bajo el 35 %, situación que tiende a agudizarse cuando existe una coinfección con T. vivax (13) o parásitos gastrointestinales como los estrogílidos (18). Sin embargo, la disminución del hematocrito producto de infecciones microbianas puede no ser concluyente por cuanto también es dependiente de la nutrición y los estados fisiológico e inmune del animal (14); por eso es necesario en futuras investigaciones estimar estas asociaciones, así como la presencia de patógenos gastrointestinales.
En las infecciones por A. marginale y Babesia spp. muchas veces la anemia no es evidente con la valoración clínica, probablemente por la aparición de infecciones subclínicas o inaparentes (18). Dado este escenario, es importante efectuar junto a la valoración microbiológica una valoración hematológica mediante diferentes indicadores, para lo cual se sugieren los utilizados en este trabajo (hematocrito y descripción de frotis) por ser de fácil ejecución. En consideración al valor del hematocrito, es conveniente tener en cuenta un punto de corte que, correlacionado con la valoración veterinaria y la estimación de la parasitemia, permita una clasificación del período clínico en el cual se encuentra cada animal. Esta asociación ha sido estimada para infecciones por Anaplasma sp. en caprinos y ovinos, entre los cuales se consideran animales sintomáticos aquellos que presenten un valor igual o menor al 25 % (9). Para A. marginale y Babesia spp. en vacunos algunos investigadores consideran este valor igual o menor a 20 % (19).
Las infecciones por hemotrópicos pueden inducir cambios en la morfología de todos los tipos celulares sanguíneos; por lo tanto, su determinación es importante para realizar diagnósticos asertivos y orientar los procesos terapéuticos más adecuados que lleven a la restauración física de los animales afectados. Pese a este conocimiento, a excepción de T. vivax (20,21), pocos han sido los estudios que revelen las variaciones en la descripción de frotis producto de hemotrópicos. Para T. vivax ha sido registrada en fase aguda una descripción normocítica-normocrómica. Este hallazgo resulta compatible para A. marginale y Babesia spp., situación que constituye una respuesta del hospedador frente a estos microorganismos y su proceso de eliminación del torrente sanguíneo (1).
La microcitosis diagnosticada se asocia a una anemia de tipo ferropénica y, por ende, a un problema en la absorción de hierro, que es responsable de desencadenar hipoxia tisular; esto lleva a una mayor producción de eritropoyetina en el riñón, que a su vez induce una intensa estimulación de la médula ósea, la cual, al no disponer de hierro para la síntesis del grupo hemo, produce eritrocitos más pequeños de lo normal (microcitos) (22). La microcitosis es un importante criterio de clasificación morfológica en las anemias, y si bien la incorporación de los autoanalizadores a la práctica clínica ha aportado un mejoramiento en la rapidez, confiabilidad y diagnóstico de los síndromes anémicos, la observación microscópica sigue siendo irremplazable (23). Respecto a las inclusiones intraeritrocitarias tipo Howell-Jolly, consideradas remanentes nucleares basófilos en eritrocitos y asociados a diferentes procesos patológicos —entre ellos anemias hemolíticas severas—, han sido principalmente asociadas a la infección con Babesia spp. (24).
La evaluación hematológica también reviste importancia en la valoración posterior al tratamiento, en la cual los signos de respuesta de la médula ósea se perciben mediante la presencia de reticulocitosis, policromatofilia, células con punteado basófilo, normoblastos y eritrocitos normocrómicos (1).
Debido a las similitudes clínicas y epidemiológicas y la prontitud de un tratamiento, generalmente en campo no se realiza una valoración diferencial ante la sospecha del complejo TB. Sin embargo, por la cercanía de centros diagnósticos a los ambientes rurales como lo señalado en esta investigación, es conveniente acompañar el diagnóstico etiológico de otras estimaciones en laboratorio, con el fin de tomar medidas de control y prevención adecuadas. En la vigilancia epidemiológica se recomienda integrar técnicas diagnósticas de laboratorio con mayor grado de sensibilidad y especificidad que permitan aumentar la confiabilidad diagnóstica.
Conclusión
Los resultados obtenidos aluden a una condición de inestabilidad enzoótica para A. marginale y Babesia spp. en bovinos de un sistema de ganadería de altura, lo cual confirma la sospecha probabilística de estos hemotrópicos, hecho que justifica la importancia de la estimación de la parasitemia, la valoración hematológica y el seguimiento posterior al tratamiento en la repercusión del bienestar animal.

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Autores:
carlos luis perez depablos
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