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Claves para manejar los recursos forrajeros

Publicado: 24 de abril de 2006
Por: Ing. Agrónomo Agnusdei, Mónica .INTA Balcarce
El envejecimiento es un proceso esencial en la definición de la calidad nutritiva de las pasturas. Dentro de un escenario productivo nacional en el cual la presión de la agricultura obliga a desarrollar una ganadería que, para poder coexistir, debe ser más tecnificada, eficiente y competitiva, cada vez es más necesario contar con información sobre producción y calidad nutritiva de pasturas que permita conocer con qué "margen biológico" las pasturas permiten lograr objetivos de alta producción, para evitar las ineficiencias vinculadas al mal manejo y al deterioro de los recursos forrajeros. Los minerales son esenciales para el crecimiento de las pasturas. Una de las formas más generalizadas para incrementar la producción de forraje es suministrar nutrientes deficitarios en forma balanceada a las pasturas. Además de este objetivo básico, no se debe olvidar que los sistemas sustentables deben también prever la reposición de los minerales extraídos o inadecuadamente redistribuidos en las áreas en producción por la actividad ganadera. El nitrógeno y el fósforo son los nutrientes que requieren en más cantidad las plantas y, a su vez, los que menos abundan en los suelos de muchas áreas pampeanas. Para que el suministro de estos minerales sea eficiente e impacte significativamente en la producción de forraje, el momento de aplicación es una de las claves principales. Ello es particularmente así en el caso del nitrógeno debido a que se trata de un elemento que se pierde con facilidad por volatilización hacia la atmósfera o lavado hacia zonas fuera del alcance de las raíces. Por ejemplo, estudios realizados en el sudeste bonaerense señalan que el otoño es un período de riesgo moderado a elevado para las aplicaciones de fertilizantes nitrogenados debido a condiciones climáticas predisponentes para que se generen pérdidas y, a su vez, debido a la caída de las temperaturas por debajo de niveles críticos para obtener altas tasas de producción diaria de forraje. Este último aspecto, sin embargo, es de relativamente fácil control. Basta con observar los registros climáticos de la zona y definir como fecha límite para las fertilizaciones alrededor de los 30-40 días previos a que las temperaturas medias caigan por debajo de los 9-10°C. En Balcarce ello ocurre alrededor de mediados a fin de marzo. Eficiencia El uso eficiente del forraje producido es clave para la calidad nutritiva. El envejecimiento del forraje es un proceso clave en la definición de la calidad nutritiva de las pasturas que abre una perspectiva interesante para interpretar resultados de productividad animal y para el diseño de estrategias especializadas para el manejo de pasturas. Por otra parte, toda acumulación excesiva de biomasa acarreará inexorablemente un deterioro de la calidad de una proporción considerable del forraje total de la pastura debido a que ello conlleva caídas importantes en la proporción de hojas y en el contenido proteico del forraje. Las características del forraje, como el contenido de carbohidratos no estructurales, también muestran amplias variaciones tanto a lo largo del ciclo de crecimiento de las pasturas como a lo largo del día. Sobre este y otros parámetros todavía no se ha arribado a conclusiones definitivas respecto a su impacto en la producción animal, hecho que explica que hoy en día sean temas de amplio debate y de intensa investigación. Sin dudas que quedan múltiples ventanas por resolver en este tema, como por ejemplo establecer el potencial de las pasturas para satisfacer los requerimientos de las distintas producciones y de ciertos productos diferenciados. Más allá de ello, hay que tener en cuenta que una condición esencial para favorecer el aprovechamiento eficiente de la calidad nutritiva inherente al forraje, entre otras, es que las pasturas sean foliosas, densas y con alta contribución de tejidos no envejecidos. En este planteo subyace una concepción de manejo orientada a "construir" pasturas que faciliten el pastoreo y que mantengan alto valor nutritivo para el ganado. Nota: La autora pertenece al Grupo Producción y Utilización de Pasturas de la EEA Balcarce.
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Wilfredo Gonzáles Guzmán
7 de agosto de 2009
Saludos Ing. Tiene mucha razón y mi participación va en el sentido real que Ud. precisa la deficiencia y el mal manejo en pasturas, esto es un aspecto que creo en América, no toman en cuenta, toda vez que no quieren fertilizar los pastos por ser fuentes químicas y caras, entonces, la propuesta orgánica es insuficiente para decenas de hectáreas y más aún si se trata de pastizales naturales. Mi preocupación va que en la gran mayoría de los casos, buscan mejoras genéticas del ganado, más no se percatan o no quieren percatarse del buen manejo de los pastos, su abonamiento, su riego, etc. Aspectos que se deben priorizar en un sistema agrosilvopastoril. Necesitamos difundir más en estos puntos, antes que pensar en la mejora genética de los animales, creo. Gracias.
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Jorge Cardenas
Jorge Cardenas
5 de agosto de 2009
hola soy J.C del SENA de colombia actualmente estudio la tecg produccion ganadera y su informacion fue eficaz para un enzayo q realice le agradesco por su informacion ademas cabe destacar su larga investigacion .
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