Explorar
Comunidades en español
Anunciar en Engormix

Claves para lograr una pastura exitosa desde el inicio

Publicado: 26 de agosto de 2016
Por: Juan Lus Ingeniero Agrónomo.
 
Introducción
Al planificar la siembra de una pastura, es necesario tener en cuenta una serie de factores que pueden determinar un desarrollo exitoso o un rotundo fracaso aún antes de ser implantadas. En el desarrollo del plan, existen algunas consideraciones que muchas veces son minimizadas y que representan verdaderos puntos estratégicos para llegar a un buen destino. El horizonte de planificación suele ser de largo plazo, y un fracaso en la implantación puede representar una cadena forrajera incompleta, repercutiendo esto en el plan productivo en el cual se inserta la pastura en consideración.
Consideraciones
Cuando se planifica la siembra, especialmente con especies perennes, es indispensable considerar que se debe contar con un número definido de estructuras vegetativas productivas que aporten forraje durante un plazo de tiempo determinado. Estas estructuras productivas bien pueden ser macollos o tallos con hojas. Para llegar a este fin, es indispensable contar con la cantidad necesaria de plantas logradas por metro cuadrado que permitan sostener la cantidad de estructuras productivas el tiempo considerado en la planificación. Para ello, es preciso saber claramente qué cantidad de semillas viables es necesario sembrar para que este proceso sea exitoso. Este es el proceso que debe transitarse para determinar la densidad de siembra necesaria en una pastura y no en el camino inverso. La cantidad de semilla a sembrar, debe ser una consecuencia de lo que se quiere obtener.
De esta manera, se debe conocer cuáles son los factores que determinan qué porcentaje de semillas es posible que sean transformadas en plantas para tener la cantidad de estructuras productivas necesarias y lograr una producción forrajera sostenida en el tiempo previsto.
Factores que determinan una pastura exitosa desde el inicio
Múltiples son los factores que afectan a la transformación de semillas viables en pasturas productivas. Antecesores, operación de siembra, logros esperados per se, densidad de siembra y manejos de malezas e insectos en la primera etapa de implantación, son algunos de ellos.
Antecesores y su implicancia en el logro de las pasturas
El antecesor es uno de los factores menos considerados en la siembra de pasturas y puede ser uno de los más importantes en algunos casos. La escasa planificación rotacional previa a las pasturas es una de los principales componentes del fracaso de las implantaciones. También es necesario analizar las implicancias de los mismos en el ambiente en el cual se implantará la pastura y no tomar las indicaciones de manera dogmática.
Es bien sabido que antecesores como trigo, girasol y maíz de silo pueden ser los que permiten obtener los mejores resultados en la implantación de pasturas. Las especies forrajeras templadas se caracterizan por poseer un tamaño de semillas muy pequeño en el cual la ubicación adecuada en el suelo permite obtener los mejores logros de implantación (Gráfico N°1).
Gráfico N°1: eficiencia de implantación de alfalfa en siembra directa con distintos antecesores.
Claves para lograr una pastura exitosa desde el inicio - Image 1
Gentiliza de Hugo Fontanetto. Adaptado de: Convenio INTA Rafaela-Monsanto (Proyecto Campos del Mañana).
Sin embargo, para el caso del trigo o cualquier cereal de invierno, altos volúmenes de rastrojo determinarían importantes fracasos a la hora de ubicar la semilla en la profundidad correcta para que se implante eficazmente (Foto N°1).
De la misma manera, el girasol, en la zona semiárida genera inconvenientes importantes para lograr buenas implantaciones. El rastrojo poco degradado condiciona la operación de siembra  y la falta de cobertura del suelo permite grandes pérdidas de agua y un fuerte impacto de las primeras heladas que afecta al logro de plantas esperadas. En este caso, es indispensable recurrir a otros antecesores para mejorar el resultado (ver fotos N°2 y N°3)
Esto demuestra a las claras la importancia de la aplicación regional de las sugerencias generales mencionadas.
Por otro lado, es necesario remarcar cuáles no se sugieren como antecesores propicios.
La rotación pastura-pastura debe ser descartada por la alta concentración de factores adversos. Malezas, insectos, densificación de perfil, etc, condicionan severamente el éxito buscado.
Claves para lograr una pastura exitosa desde el inicio - Image 2
Cabe mencionar dentro de las forrajeras como antecesores, el grave impacto que la rotación alfalfa-alfalfa genera en el éxito buscado. Claro está que además de las severas implicancias mencionadas en el párrafo anterior, se suman algunas otras. La alfalfa es capaz de generar un efecto de autoincompatibilidad que limita el normal desarrollo de la nueva alfalfa sembrada en el lote rotado. Este efecto, sumado a otros condicionamientos adicionales como concentración de enfermedades, etc, determina efectos sumamente perjudiciales en la capacidad productiva que muchas veces se ven opacados por la ausencia de un testigo que magnifica los efectos.
En algunas zonas, especialmente dedicadas a la lechería de baja escala, la poca disponibilidad de lotes “obliga” al productor a repetir la rotación alfalfa-alfalfa. Ante la ausencia de un testigo que permita medir comparativamente el efecto de otro antecesor, es minimizado el efecto depresor que impacta en la producción en general. En un ensayo realizado en Pergamino, sobre tres (3) cultivares con cuatro (4) repeticiones, utilizando antecesor alfalfa versus antecesor pasto ovillo, pudo verificarse que en el año primer año productivo, la depresión de rendimiento entre ambos antecesores fue de 4.817 kg Ms/ha. El efecto es máximo para los primeros aprovechamientos y tiende a minimizarse con el tiempo desapareciendo al cabo de un año (ver Gráfico N°2).
Gráfico N°2: diferencias en Kg Ms/ha de alfalfa entre antecesor pasto ovillo y antecesor alfalfa.
Claves para lograr una pastura exitosa desde el inicio - Image 3
Cabe destacar que el peor de todos los antecesores son las malezas. Muchas veces se decide sembrar pasturas sobre lotes que están sumamente enmalezados y en donde estas especies constituyen el verdadero antecesor. Las malezas se caracterizan por presentar mecanismos de permanencia en el terreno difíciles de erradicar basados en un poderoso banco de semillas de suelo, y/u órganos de resistencia invisibles a simple vista. Para estos casos el más común de los errores radica en considerar que una aplicación de herbicidas permitirá eliminar el problema por completo.
Este banco de semillas y órganos subterráneos es invisible a primera vista y sólo con un buen control rotacional puede ser minimizado. Sólo para poner en perspectiva lo complejo de la situación, vale citar como ejemplo un suelo de rotación agrícola de la localidad de Azul, donde fueron muestreadas 60.480 semillas/m2 de diversas malezas. Varias de estas especies caracterizadas por tener una gran cantidad de años de supervivencia en el suelo, dormición, germinaciones escalonadas, una alta producción por individuo de semillas y múltiples mecanismos que aseguran la persistencia en el sitio por muy largo tiempo (ver cuadro N°1).
Claves para lograr una pastura exitosa desde el inicio - Image 4
Cuadro N°1: Adaptado de Banco de semillas de malezas a lo largo de un gradiente microtopográfico de un suelo agrícola de Azul (BsAs). Requesens, E; Martinefsky, E;  y Scaramuzzino, R. Ecología Austral 14:141-147. (2004).
Claves para lograr una pastura exitosa desde el inicio - Image 5
Además de ello, las especies de malezas que cuentan con órganos de resistencia subterráneos, complejizan aún más el control, ya que sólo pueden presentar cierto nivel de susceptibilidad química en algunos momentos puntuales del año. Presentan a su vez una gran capacidad de colonización, más aún cuando combinan ambas herramientas de permanencia como lo son el banco de semilla y los órganos de resistencia.
Considerar que este efecto puede eliminarse con herbicidas es casi imposible y sólo un manejo integrado con una rotación planificada de antemano permite afectar positivamente a la situación.
Operación de siembra
La operación de siembra incluye desde la maquinaria a utilizar a todo el proceso operativo en sí.
El operador tiene que tener pleno conocimiento de la importancia de la operación y lo que representa en la planificación forrajera. La profundidad de siembra es uno de los factores de mayor control y uno de los errores más habituales de operación.
El rango ideal de profundidad para la mayoría de las especies templadas fluctúa entre 0,5 cm y 1,5 cm de profundidad, siendo más sensible la especie cuánto más pequeña sea la semilla en consideración (ver foto N°6).
Respecto de la maquinaria, debe ser la apropiada para las especies en cuestión. La velocidad de avance debe ser la necesaria para que la operación sea realizada con eficacia.
Logros esperables
El escaso tamaño de las semillas forrajeras (ver cuadro N°2) y su sensibilidad a la operación de siembra, sumada a una gran diversidad de factores adicionales combinados,  determinan que los logros porcentuales obtenidos como eficiencia de implantación sean muy bajos. Valores de 25% al 35% son habituales.
Ante pequeños errores de operación, es muy fácil bajar esos coeficientes, siendo muy difícil escalar a valores mayores. Sin embargo, la profesionalización de todo el proceso, permite hoy obtener en algunos casos logros de hasta el 50% (ver cuadro N°3).
Claves para lograr una pastura exitosa desde el inicio - Image 6
 
Claves para lograr una pastura exitosa desde el inicio - Image 7
Eficiencias de logro campaña 2011 y la evolución de 3 años de relevamiento en la Zona Oeste. RED RIDZO. CREA 2011.
Densidad de siembra
Una vez considerados los factores que definen el porcentaje de semillas viables que se transformarán en plantas, es factible determinar la densidad de siembra apropiada para lograr el stand de plantas ideal que permita una producción adecuada por el tiempo planeado.
Cabe destacar, que las forrajeras en particular presentan una gran capacidad de compensación poblacional, por lo tanto, ante un exceso o déficit de plantas, tenderán a activar los mecanismos que permiten estabilizar la cantidad de estructuras productivas (macollo o tallos con hojas).
Si bien esto es cierto y permite flexibilizar la densidad de siembra a utilizar, es importante mencionar que esta capacidad de compensación no es infinita y una vez que es superada, la producción cae fuertemente. Por este motivo, las densidades de siembra altas son recomendadas como una herramienta fundamental para asegurar el stand productivo en el tiempo planeado.
Si la densidad de siembra no contempla esta situación, es factible que ante un efecto perjudicial en el inicio del cultivo de la pastura, defina una cantidad de plantas baja con capacidad insuficiente para compensar la pérdida poblacional con más macollos o tallos con hojas.
Si esto ocurre sobre el fin del ciclo del plan considerado, no representa ningún riesgo, mientras que si ocurre en la implantación, determinará una pastura improductiva desde el inicio y sin solución que permita llevarla al nivel productivo considerado en el tiempo planificado.
Para citar un ejemplo clarificador, para la zona pampeana húmeda, un alfalfar mantiene estable su producción de forraje con 450-500 tallos/m2. Esto puede sostenerse con muchas plantas con pocos tallos cada una o con pocas plantas de muchos tallos.
La diferencia consiste en que si la densidad de siembra fue alta y la cantidad de plantas elevada, cualquier efecto que elimine plantas en los primeros estadios de desarrollo, deja lugar a que sea fácilmente compensado con una mayor ramificación aérea sin que la producción se debilite en el tiempo.
Si esto en cambio ocurre con una baja cantidad de plantas inicial, el efecto de compensación se ve seriamente limitado y quizás el alfalfar pierda rápidamente su capacidad productiva al no poder generar las ramificaciones necesarias para compensar las plantas perdidas, dejando de ser productivo antes de que termine su permanencia planificada.
Adversidades biológicas
Insectos
Una gran diversidad de insectos pueden afectar la normal implantación. Existe una gran cantidad de información respecto de las especies que normalmente afectan a las forrajeras. Sin embargo, algunos de ellos son sumamente importantes porque pueden ser especialmente limitantes en la implantación y su conocimiento es especialmente novedoso. Los trips, representan un severo problema en implantación porque pueden determinar la pérdida completa del lote desde el momento en el cual se produce la emergencia.
Su umbral de daño económico es muy bajo y sus poblaciones suelen presentarse en grandes cantidades, con lo cual el problema puede ser grave.
El único mecanismo de control efectivo es el uso profesional de terápicos de semilla que protejan al cultivo desde la germinación misma. Esto también es válido para el caso de los pulgones, que si bien se ha logrado obtener resistencia varietal, no dejan de representar un riesgo importante cuando la presión poblacional es muy alta, las plantas son muy pequeñas o no se cuenta genéticamente con la resistencia apropiada al pulgón en cuestión.
Malezas en implantación.
Esta es una verdadera amenaza en la implantación temprana, no sólo porque verdaderamente representan un severo problema, sino que su magnitud es minimizada.
Las forrajeras templadas presentan un período crítico de competencia en el lapso de 80-110 días desde su emergencia. Esto significa que los daños generados por las malezas en ese período son irreversibles en el resto del período de vida de la pastura en cuestión.
Para ello, la principal herramienta de control reside principalmente en el uso de planteos rotacionales apropiados que minimicen la presión de malezas potenciales, siendo los agroquímicos una herramienta que permite reforzar el rumbo impuesto por el esquema rotacional. Pretender controlar malezas en la implantación de pasturas solamente con el uso de herbicidas es un error conceptual tan severo como imposible de concretar.
Los herbicidas recomendados son los de tipo pre emergentes por encima de los post emergentes. El motivo principal radica en que los premergentes se aplican durante la siembra o anterior a ella, con lo cual el riesgo de daño en el cultivo a proteger es muy bajo si se los aplica correctamente y con las dosis adecuadas (ver foto N°7).
Cuando se usan los post emergentes, es necesario permitir que las especies cultivadas presenten un nivel de desarrollo de tres hojas verdaderas para leguminosas y un macollo al menos en gramíneas.
Para que esto ocurra, es preciso dejar crecer a las malezas durante un período en donde comienzan no sólo a generar daño económico irreversible por competencia, sino que además presentan ya un tamaño demasiado grande como para que las dosis recomendadas ejerzan el control esperado (ver foto N° 8). 
Claves para lograr una pastura exitosa desde el inicio - Image 8
Cabe destacar que las tasas de crecimiento de las malezas son superiores a las de las especies cultivadas, por lo tanto, es inútil especular con que el cultivo ganará por competencia.
En los casos en donde se corren los riesgos mencionados con los herbicidas post emergentes, la situación habitual es que se presente un cultivo con desarrollo inferior al recomendado y con malezas que están escapando de su tamaño apropiado de control. En esta situación, si no se aplica el herbicida, la pastura está perdida antes de comenzar, mientras que si se aplica se corre el riesgo de provocar severos retrasos en el desarrollo del cultivo, sumado a un incremento de riesgo por fitotoxicidad debido a la presencia de temperaturas bajas ya entrado el invierno si la siembra fuese otoñal (ver foto N°9).
Foto N° 9: Retardo de crecimiento por aplicación de post emergentes antes del período de tolerancia del cultivo
                  recomendado.
Claves para lograr una pastura exitosa desde el inicio - Image 9
 
Si el manejo de malezas es el correcto, una rotación planificada en el tiempo baja la presión poblacional, y si luego se utilizan herbicidas pre emergentes adecuadamente, sólo resta controlar algunos escapes puntuales con aplicaciones de post emergentes y así llegar a los 100 días libres de malezas. Si esto se logra, quedará luego un repaso estacional de malezas que intenten repoblar, pero ya sólo será para mantener bajo control una población de malezas que no representará ningún daño irreversible.
Conclusión
Para lograr una implantación exitosa de una pastura de especies templadas, es necesario arribar a los 100 días con una cantidad de plantas apropiada.
Esto garantiza una población lo suficientemente densa como para que tenga la capacidad de sostener las estructuras productivas de forraje en su máximo potencial por el tiempo en el cual fue definida la planificación.
Para ello, es necesario contar con semilla de calidad en la cantidad suficiente y eficientemente tratada con terápicos apropiados.
La operación de siembra debe maximizar el coeficiente de logro y el manejo rotacional planificado con anterioridad, debe permitir una mínima presión de malezas a la siembra, para ser  luego anulada con herbicidas pre emergentes y luego post emergentes que refuercen el control.  Logrando esto, es factible obtener y mantener una pastura en su máximo potencial de producción por el tiempo en el que se ha planificado.
Temas relacionados
Autores:
Juan Lus
PGG Wrightson Seeds
Seguir
Únete para poder comentar.
Una vez que te unas a Engormix, podrás participar en todos los contenidos y foros.
* Dato obligatorio
¿Quieres comentar sobre otro tema? Crea una nueva publicación para dialogar con expertos de la comunidad.
Crear una publicación
Yode Arnulfo Muñiz López
26 de mayo de 2019
Ing. Juan Lus, Le expreso miu gratitud por tus consejos, saludos. Le escribo desde Huancayo Perú.
Jose Jorge Leon Fonseca
6 de junio de 2017
Muy buen artículo, pero necesitamos que se honologuen muchos nombres populares y regionales para aplicar de mejor forma los conceptos e identificar las plantas por sus nombres en cada región o pais
Gabriel Barrera
18 de abril de 2017
Muy practico y bien claro el articulo .sigan enseñándonos asi .muchas gracias .
Alfonso Cabrera
18 de abril de 2017
Buenas noches Raul. Si en efecto es muy importante conocer la variedad de pastos que puedan rendir en zonas altas, ya que no todos son aplicables. Me gustaría estar en contacto con usted. Un abrazo Alfonso Cabrera
Raul Gonzalo Romero Romero
21 de marzo de 2017
Gracias por hacernos conocer en detalle, tan excelente artículo sobre el cultivo exitoso de las pasturas que constituyen el fundamento para obtener los mejores resultados en una explotación pecuaria. Agradecería conocer otras experiencias sobre este tema, relativas a pasturas en zonas de altitudes sobre los 3.000,0 msnm que son comunes en Ecuador. Felicidades. Raúl Romero R.
carlos ricardo sager
18 de febrero de 2017
Un saludo a quien genero valiosa información la siembra de pastos es hoy en día punto critico para el sostenimiento animal y debe considerarse presupuestariamente esa inversión, el sostenimiento de los animales con mucha inversión en alimentos preparados es una carga pesada.-.-es sabiduría que primero debemos ser agricultores y después ganadero para lograr el mejor de los éxitos. Probablemente los que ahora iniciamos en crianza de ganado necesitamos que nos lleven de la mano los expertos, como decir como preparar la tierra, abonar, fumigarla, mantenerla etc. y conocer la mejor época a sembrar la semilla, detalles que por ser iniciadores desconocemos. Probablemente sean inocentadas pero todos los artículos que Engormix publica son enseñanza. Carlos R.Sager
Luis Damian Rivera
14 de febrero de 2017
Buenas noches. De gran importancia la producción de pastos, sin embargo el cambio climático, la escasez de agua y el bajo conocimiento del tema, hacen que no se aproveche de una forma eficiente algunos terrenos de la finca para lograr una mejor productividad en el sector pecuario. Un abrazo. LUIS DAMIÁN RIVERA MEDINA. Tecnólogo en Gestión Agropecuaria. Administrador de Empresas. Esp. COLOMBIA,
ruben fernandez
18 de enero de 2017
mu y buen articulo.gracias x la informacion. RUBEN FERNANDEZ Jose Pedro Varela.
Juan Perez Galin
25 de diciembre de 2016
GRACIAS JUAN LUZ. UN ARTICULO BIEN SENCILLO Y COMPLETO. PARA AVIVAR A MAS DE CUATRO QUE (COMO YO) SABAN POCO SOBRE ESTE ASUNTO. MUCHAS GRACIAS. APROVECHO PARA SOLICITAR INFORMACIÓN SOBRE (QUE) PASTURAS SON RECOMENDABLES PARA ZONAS DEL NORTE SANTA FE. DE MUCHO CALOR, PERÍODOS EXTENSOS DE SEQUIA (SET OCT NOV) - MUCHAS LLUVIAS HASTA FIN DE DIC ENERO FEBRERO Y LUEGO SEQUIA PARA TODO EL INVIERNO.¡¡ ESTO NO ES UN ANTOJO. ES REAL QUE CON EL CLIMA COMO ESTÁ OCURRIENDO ES MUY DIFICIL TENER UNA PASTURA " DE GOMA" QUE SE ADAPTE A CUALQUIER CIRCUNSTANCIA. GRACIAS X SU ATENCIÓN. JUAN PEREZ GALIN. ALEJANDRA SANTA FE.
jose miller yugue
19 de noviembre de 2016
EXELENTE ARTICULO
Súmate a Engormix y forma parte de la red social agropecuaria más grande del mundo.
Iniciar sesiónRegistrate