Es común escuchar que el casco del caballo debe poseer determinado tamaño relacionado con el tamaño del cuerpo y que debe corresponder a la actividad que el caballo desarrolla. Esto es un error.
La realidad es que el casco y todo el pie responden a un único tamaño determinado por la genética y estructura del caballo, y por la conformación de toda la estructura anatómica del miembro.
Si pretendemos aumentar el tamaño de los cascos en, por ejemplo, un caballo de salto, estaríamos alterando los balances naturales de sus pies y aumentaríamos la superficie de adherencia de sus herraduras al piso, permitiendo en los giros realizados durante el trabajo, una tracción excesiva por parte de los ligamentos y articulaciones del miembro. En otras palabras, evitaríamos que giren los cascos sobre el piso y daríamos lugar a que giren las articulaciones, produciendo lesiones.
Colocar una herradura de mayor tamaño o pretender aumentar el tamaño del casco, es como colocar una rueda grande en un auto pequeño y pretender que nada se rompa. La diferencia de tamaño de la rueda con relación al tamaño de las piezas de transmisión provocaría la ruptura de alguna de ellas. En el caballo ocurriría lo mismo.
Contrariamente, colocar una herradura más pequeña, significa eliminar estructuras anatómicas del pie que deberían permanecer para cumplir con una determinada función. Esto también puede producir lesiones y generar dolores.
La siguiente fotografía muestra una herradura de diferente tamaño y forma, lo cual indica que al haber sido herrado, el pie debió ser modificado para adaptarlo a la herradura, debiendo haber sido a la inversa.
No debemos permitirnos el lujo de trabajar en contra de la estructura natural y genética del caballo. Sólo debemos respetar la naturaleza del casco para mantenerlo en relación con la calidad de las estructuras anatómicas del miembro.
Al desvasar un casco, es muy importante tener en cuenta el concepto de los tres factores naturales -leer estudio Lectura del casco del caballo-, de esta forma se obtiene el casco correspondiente a cada caballo y el tamaño justo correspondiente a su estructura corporal.
Las siguientes fotografías muestran una herradura adaptada en forma y tamaño al casco del caballo.
El casco debe poder girar libremente sobre el piso, es por ello que tampoco deben colocarse herraduras con talones rectos en caballos que desarrollan giros bruscos. Mantener cierto grado de circunferencia en las herraduras colocadas evita la adherencia al piso y previene lesiones articulares y de ligamentos.
Una gran cantidad de personas piensa sólo en la superficie de apoyo que necesita el caballo al pisar y se concentra en que no sea poca, pero el tema se extiende mucho más allá, porque también se deben relacionar las necesidades básicas del caballo para desarrollar correctamente sus movimientos sin contraer lesiones y conservando sus estructuras.