Secuencia de una estabilización

Estimado Diego Nuñez. Sería muy útil ver las fotos del pie de su yegua. Si le es posible, las puede enviar a través de Engormix, a articles@engormix.com. Puede enviarlas a ellos y abrir una interesante consulta sobre las mismas. Personalmente, considero que la causa de la lesión de entrecuerda no es por un desequilibrio latero medial del pie. Si bien no es correcto intentar corregir una desviación, como lo ha realizado su herrador, no creo que sea la causa de la lesión. De todas formas, ver las fotos de frente, perfil y desde atrás de ambas manos o pies, sería de mucha utilidad para poder ayudarle. Quedaré a la espera de las fotos. Reciba usted un cordial saludo. Daniel Anz

Estimado Dr. Carlos, es un gusto saludarlo a través de este medio. Agradezco sus observaciones. Como el título del artículo lo menciona, el trabajo que ha recibido este caballo de carreras, es de ESTABILIZACIÓN, no de corrección. Si me permite, paso a explicarle la diferencia entre estabilizar y corregir, considerado desde mi punto de vista personal. Estoy en total acuedo con Ud. en que las correcciones deben realizarse a temprana edad, cuando las placas de crecimeinto de los huesos se encuentran abiertas. Podríamos decir que CORREGIR, puede ser el proceso que permite modificar de forma permanente la dirección natural del miembro, tenga éste, defectos o no. En otras palabras, permite modificar el aplomo para siempre. Como Ud. lo menciona, si el herrador intenta corregir un miembro defectuoso de un caballo adulto los resultados son negativos, nocivos. Cuando un herrador ESTABILIZA un defecto, permite a este defecto regresar a su punto de partida, a su punto cero. El defecto abandona su punto de partida o punto cero cuando el casco comienza a crecer. Y esto ocurre porque el anormal crecimiento del estuche córneo, en conjunto con su propia flexibilidad longitudinal, dan lugar a que el defecto del miembro se haga, día a día, cada vez más grave. En el caso de un defecto de izquierdo, como el del caballo de carreras del artículo, si el herrador permite que el casco crezca ilimitadamente hacia lateral, el defecto de izquierdo se vería más grave de lo que realmente es. Y esto es así porque el crecimiento anormal del estuche córneo produce fuerzas mediante palancas que acentúan el problema. Cuantificando un defecto, podríamos decir que el caballo tiene un defecto de grado 5, sólo por citar un número ejemplificador, pero al crecer el casco de forma desviada, el defecto podría llegar al grado 9. El grado 5 es el defecto propio del caballo, ya establecido y NO corregible. En cambio, el grado 9 es el defecto acentuado por el mal crecimiento del casco. Mientras más crece el casco, más aumenta el grado de desviación. Por lo tanto, al ESTABILIZAR, lo que se hace es regresar del grado 9 al grado 5. Y al CORREGIR se buscaría bajar del grado 5 hacia uno menor, como por ej. grado 3, que no existe en el caballo. Es en ese momento cuando una corrección causa problemas. Sólo los caballo perfectos son de grado 0. De ahí parten los diferentes defectos con diferenes grados. Pero cada defecto ya establecido en el caballo posee también un punto de grado cero o punto de partida, y es el punto que se busca al estabilizar. Cuando se trabaja el casco considerando el balance F del pie, es decir, su PROPIA Y NATUTRAL FLEXBILIDAD LONGITUDINAL, lo que se hace en un caballo adulto es sólo estabilizar defectos, pero nunca corregir. Y la misma consideración del balance F en potrillos, permite corregir. Porque los huesos se encuentran abiertos y modificables. Ocurre que mediante el sistema tradicional de recorte de casco no se repetan los LIMITES NATURALES DE CORTE ni se considera que el casco posee una NATURAL FLEXIBILIDAD LONGITUDINAL, y al no considerar esos dos factores fundamentales, es imposible lograr estabilizar o corregir un defecto. Luego de más de 10 años realizando este estudio, en la actualidad, cuento con una gran cantidad de casos de corrección y estabilización. Ciertos grados de desviaciones lateromediales son perfectamente corregibles en potrillos y todos las desviaciones en caballos adultos son estabilizables. Y cuando el herrador logra estabilizar un defecto, permite al caballo que éste lleve a ese defecto de una forma cómoda. Se afectarán los huesos y sus caras articulares al ser, el defecto, corregido, pero no al ser estabilizado. De todas formas, y a esto lo he comprobado en los últimos años, hay que considerar que toda estabilización requiere de un período de rehabilitación por parte del caballo, pero no de sus huesos, sino de sus músculos y de toda su estructura corporal en su conjunto. Y dependerá el tiempo de rehabilitación del grado de desviación que ha venido soportando el caballo, por no haber sido estabilizado en su momento. Los caballos estabilizados mejoran su rendimiento porque eliminan sus dolores causados por contracturas musculares, debidas, éstas, a la compenzación de los desequilibrios lateromediales mediante los músculos. El caballo de carreras del artículo continuará, de por vida, con su defecto de izquierdo, pero luego de estabilizarse, en cada herrado, lo llevará de por vida pero mucho más cómodo. Ese es el objetivo de una estabilización. Muy contraria a una corrección que persigue otros objetivos diferentes. Estimado Dr. Carlos, espero haber podido expresarme de forma comprensible. Reciba un cordial saludo. Daniel Anz

Estimada Natalia Lema, muchas gracias. El recorte de manos y patas es lo mismo, en ambos casos basado en la información propia del pie, de ese caballo individuo. Recordá que no debería existir el concepto de sacar de más o de menos, ya que, incluso para correcciones, se quita lo que ha crecido y se deja en el pie lo que pertenece al caballo y cumple una función anatómica específica. Si el caballo es izquierdo en patas, que la tendencia normal de los caballos es serlo un poco, hay que ver si realmente se debe corregir o no, y siempre se hará si es potrillo, ya que si es adulto no se intentará corregir. Cualquier cosa que se haga en un caballo adulto será sólo una estabilización, no corrección. Pero sí se puede corregir en un caballo adulto lo que refiere al casco, es decir, desde el rodete coronario hacia abajo. A los defectos de conformación sólo hay que aceptarlos y realizar lo correspondiente para que el caballo lleve su defecto de una forma cómoda. Si no se quiere un caballo con defectos pues habrá que cambiar de caballo, o de padres o madres defectuosos. Durante el recorte se hará todo el trabajo basándose en información propia del caballo, y si luego habrá que generar más ayudas será con la herradura. Y en esto último intento no usar herraduras complejas o violentas. Personalmente soy bastante conservador, e intento averiguar bien qué es lo que necesita el caballo de acuerdo a sus defectos con relación a su conformación. Todo está en el casco, esto es debido a que la información en el casco es la consecuencia del caballo. En tu caso puntual, no intentaría corregir, sólo estabilizar, para que lleve su defecto, en caso de que lo posea, de una forma más cómoda. Espero haber aclarado tu inquietud. Te envío un cordial saludo Daniel Anz

Estimado Alberto Segovia. Si el trabajo en las manos está bien realizado no debe interferir en los miembros posteriores. Llamo un trabajo bien realizado cuando se respetan los ángulos del propio caballo individuo. No se deben inventar ángulos basados en reglas generales, ya que cada caballo individuo posee su ángulo exacto de acuerdo a su conformación, sin importar qué ángulo es. Si se recorta el casco correctamente, basándose en la información propia del caballo, el ángulo obtenido del pie respecto del piso será el correcto para ese caballo individuo. Si el herrador le inventa un ángulo a cada caballo, de acuerdo a un ideal universal, el resultado puede no coincidir con el ángulo que el caballo necesita. Por esa razón, si el recorte de manos es correcto, inclusive en correcciones, no debería de interferir con el tren posterior del animal. Espero haber respondido a su inquietud. Reciba Ud. un cordial saludo. Daniel Anz

Estimado Amilcar. Me olvidé de responder a otra pregunta que me había realizado. Sobre si continuar con la corrección o no. Considero que quizá sea mejor no intentar corregirlo más, y dejar que el potrillo se desarrolle de acuerdo a lo que necesita. Es probable que continuar con un intento de corrección agrave cualquier posible desviación inversa. Espero que pueda comprender el concepto del balance F para poder ayudar mejor al potrillo y su defecto. En caso de que tenga alguna dificultad, quedo a su disposición para cualquier consulta. Nuevamente, le envío un cordial saludo. Daniel Anz

Estimado Amilcar. Normalmente, procuro decidir si un potrillo será realmente izquierdo o no a partir de los tres meses de edad, ya que hasta ese tiempo, el potrillo puede corregirse por su cuenta. Esto, considerando desviaciones visibles pero leves. Cuando contamos con desviaciones marcadas, hay que actuar lo antes posible, dentro de los primeros días de vida. Es muy importante desvasar los potrillos dentro de los primeros meses de vida, porque un desvasado puede hacer la diferencia entre un caballo correcto o incorrecto en el futuro. Pero más importante es hacerlo bien. De nada sirve desvasar un potrillo si no se lo hace de forma correcta, y hacerlo de forma correcta requiere de ciertos conocimientos que escapan a lo que tendemos a hacer por sentido común. Cuando desvasamos un potrillo izquierdo sacando más del lado de afuera para enderezarlo, lo que lograremos es un caballo adulto con una desviación rotacional lateral -izquierdo- y con una desviación angular medial -varo-. Es decir que crearemos una desviación sobre otra desviación, y en el futuro tendremos un caballo con dos desviaciones de fuerzas inversas en un solo miembro. Por esa razón, desvasar de forma correcta un potrillo es mucho más importante que simplemente desvasarlo. En su caso puntual, personalmente, hubiese esperado a corregirlo, y lo hubiese comenzado a corregir luego de haberme asegurado de que el potrillo solo no lo hubiese podido hacer. Pero no es el mayor problema, ya que esa es una preferencia mía y puede ser equivocada en su caso, ya que sólo usted sabe bien qué grado de desviación tenía el potrillo. Y quizá es correcta su consideración de corregirlo lo antes posible. El tema es cómo hacerlo. Y por lo que me comenta, el concepto utilizado no fue el correcto. Porque, es probable que cuando el potrillo crezca más, presente una desviación angular sobre una rotacional, y eso siempre genera problemas en todo el caballo, además de generar un casco que no sabe realmente cómo crecer para contrarrestar las fuerzas de dos desviaciones de fuerzas opuestas. Quizá el caballo lo compensa fácil y vive con ello, pero le surge el problema al herrador porque se le hará difícil interpretar de forma correcta el casco para saber cómo ayudar a que el caballo lleve su defecto, ya establecido, de una forma cómoda. Por esa razón, lo mejor es partir desde un desvasado correcto. Para ello deberá tener en cuenta el balance F del pie, con el fin de realizar las correcciones acompañando la propia naturaleza del pie, y evitando crear desviaciones sobre desviaciones. Considerar el balance F del pie le permite trasladar el peso desde los laterales de éste hacia su centro de equilibrio, y luego de haber realizado esto, el potrillo se corregirá solo y a su ritmo. En el caso de su potrillo izquierdo, el peso se encuentra en el lado medial del pie, es decir, en la pared de adentro. Su trabajo es quitar el peso de esa pared y talón interno y llevarlo hacia el centro de equilibrio, alojado en el centro del pie o centro de la articulación interfalángica distal. Esto permite al potrillo enderezar el miembro sin sufrir otra segunda desviación, porque, recuerde, que, a esa edad, las placas de crecimiento de los huesos están abiertas y el hueso es modificable. Y debido a que es modificable debemos procurar hacerlo de forma tal que cuando se cierren las placas se cierren de forma correcta para siempre. De lo contrario, se cerrarán para siempre pero de forma incorrecta. Desvasar considerando el balance F del pie no es fácil, pero lo invito leer los artículos y estudios sobre el balance F publicados en Engormix o en mi sitio personal para poder ayudarlo al respecto. Respecto de si es bueno herrar un caballo a las 4 meses. Considero que es evitable hacerlo, reservando el herrado para el momento en que el caballo será montado por el jinete. Cualquier corrección el potrillos se puede hacer sin herraduras. O bien se utilizan botas especiales para desviaciones graves, o plantillas pegadas, o extensiones mediante productos especiales, o nada, sólo mediante un desvasado correcto y la propia naturaleza del potrillo. Claro que esto último se puede hacer cuando las desviaciones no son graves. En caso de desviaciones graves existen botas ortopédicas especiales. No he utilizado a las mismas todavía, por lo tanto no tengo experiencia sobre ellas, pero sé que ofrecen buenos resultados cuando se las utiliza bien. Le envío un cordial saludo. Daniel Anz

Estimado Héctor Rubén. Personalmente, no tengo experiencia sobre cómo enseñar a un caballo a entrar a la gatera, y no sabría decirle si el bozalejo de cadena podría servir. Puedo suponer que no es la mejor herramienta para ello, ya que, desde mi entender, está pensada para otro uso. Considerando que se utiliza para herrar, como ejemplo, como usted dice, su incorrecto uso puede derivar en trastornos en el caballo, por esa razón se recomienda un uso racional y persiguiendo los objetivos primarios, que son no causar dolor al caballo y que aprenda, para luego no utilizarlo más. He visto a personas que intentan utilizarlo como mordaza o acial, apretando la cadena en la encía. Esto es incorrecto y causa al caballo dolor, además, escapa del objetivo primario del bozalejo. El bozalejo no causa dolor al caballo, pero sí se lo utiliza para hacer un llamado de atención cuando el caballo realiza cosas que no debe, como quitar bruscamente la mano o pata o patear. Pero, lamentablemente, no puedo ayudarlo con el fin de poder hacer que su caballo aprenda a entrar en la gatera. Quizá alguien más en el foro pueda aportar algún método basado en lo racional. Le envío un cordial saludo Daniel Anz

Estimado José Nicola

El desvasado de potrillos que poseen el defecto de estevado o de izquierdo, debe realizarse teniendo en cuenta el balance F del pie. Es la única forma que permite no crear desviaciones angulares por mala praxis sobre las desviaciones rotacionales ya establecidas en el animal.

No es simple explicar la técnica, por ello le pediré que lea el estudio completo sobre el Balance F, ya sea en mi sitio web o aquí en Engormix. El artículo publicado en Engormix se llama El Balance F, un cuarto balance no considerado.

En mi sitio web se llama El equilibrio corporal del caballo a través del herraje. Su relación con el Balance F. Un cuarto balance no considerado. Este último estudio se encuentra actualizado.

Ante cualquier duda, no deje de comunicarse.

Le envío un cordial saludo
Daniel Anz

Estimado Antonio. Si se recorta correctamente un casco que posee una desviación latero medial, automáticamente, se obtendrá un falseo de flexión, es decir, una diferencia de planos entre ambas partes del pie, considerando como línea central la ranilla y como punto de flexión el centro de la pinza. Cabe recordar que en todos los casos, exista desviación o no, los talones deben tener la misma longitud, pero no necesariamente deberán encontrarse a igual altura. Si el trabajo de recorte y emparejado del casco desviado se encuentra bien realizado, al pisar el caballo en el piso o al clavarse la herradura, no debería de quedar espacio de luz entre la herradura y el casco. Si queda espacio de luz entre la herradura y el casco, es porque no se ha recortado y emparejado correctamente. La prueba de haber realizado un buen trabajo, es que el resultado obtenido, al forzar manualmente ambos planos del pie a obtener un solo plano, es, justamente, un plano tan plano como el piso o la misma herradura. Debido a que, inmediatamente, el casco tomaría contacto con la herradura, los clavos no deberían de permanecer visibles. Al finalizar el herraje, no debería de notarse que existió un falseo de flexión, producto de una desviación. En desviaciones mediales, donde el pie apunta hacia adentro, el falseo de flexión surge en el lado externo del pie, por haber estado soportando más peso. En cambio, en desviaciones laterales, éste surge en el lado interno. Sólo en caso de desviaciones acentuadas, donde la pared afectada adopta un ángulo negativo (de la vertical hacia adentro), coloco un clavo menos. De lo contrario, en la mayoría de los casos coloco los 6 primeros clavos. En algunos casos coloco 4 clavos del lado normal y tres o dos clavos del lado afectado, es decir, del lado que ha estado soportando mayor cantidad de peso. Con el objetivo de dar lugar a una fácil expansión. Cabe recordar que este concepto responde a algo natural, elegido e inventado por el propio caballo, donde el herrador, mediante nuevos conocimientos, utiliza la flexibilidad longitudinal natural del pie como medio para retornar al pie a su posición natural, respetando, por sobre todas las cosas, cualquier grado de desviación. Realizando estabilizaciones en caballos adultos y correcciones en potrillos, o en desviaciones alojadas desde el rodete coronario hacia abajo, es decir, en en casco. Le envío un cordial saludo Daniel Anz

Estimado Omar, muchas gracias por sus comentarios. El artículo fue, originariamente, una ampliación de un comentario, respondiendo a una consulta realizada en el foro. Por reglamento de Engormix debió pasar a la sección de artículos. Pero estoy de acuerdo con usted que le falta varias aclaraciones. Estas se pueden realizar de forma puntual. Usted hace mención a la falta de aclaración sobre la conformación general del caballo. El caso del caballo del artículo corresponde a un PSC, de base angosta. Desde mi punto de vista, como herrador, y no como comprador o juez de caballos, no me fijo mucho en las características morfológicas, debido a que rescato toda la información necesaria del propio casco. En esta pequeña porción del pie se encuentra toda la información que necesito para realizar un trabajo correcto. El casco es la consecuencia de la conformación del caballo, es el reflejo de todo lo que ocurre arriba, por lo tanto, para el herrador, basta con saber interpretar las reacciones del casco, con el fin de trabajar en consecuencia. Respecto de la edad, con el fin de realizar intervenciones. Mi concepto, el trabajar considerando el balance F del pie, no necesita tener en cuenta la edad del caballo. Esto permite trabajar con potrillos y caballos adultos indistintamente. En ningún caso de caballos adultos con desviaciones o defectos morfológicos pretendo corregir, sólo estabilizo los defectos para que el caballo los lleve de una forma más cómoda. En otras palabras, llevo el defecto a su punto de partida, punto 0. Reafirmando lo que usted dice, sí se corrige cuando el caballo es joven, antes de los 6 meses, cuando sus placas óseas de crecimiento se encuentran todavía abiertas. Pero la técnica de trabajo y el concepto aplicado es el mismo, tanto para las estabilizaciones como para las correcciones, debido a que se respeta la información del pie, a pedido del caballo en cada caso. El concepto trabaja respetando la naturaleza del caballo y sus posibles defectos. Si se realizan intervenciones que van en contra del defecto del caballo, buscando corregir a la fuerza, el resultado es un trabajo que atenta contra la naturaleza del animal. Como usted bien dice, se pueden originar fracturas. Esto ocurre cuando se trabaja mediante el concepto tradicional, donde no se respeta la información del casco y se toma al pie como una unidad compacta, basada en cuatro puntos de apoyo, creyendo que las articulaciones distales del pie son rótulas que soportan cualquier inclinación plantar. En determinado lugar, usted hace referencia a preservar aplomos, manteniendo un nivel completo en altura de talones y en general en la superficie palmar o plantar. Este concepto pertenece al método tradicional de aplomado. Personalmente, he superado esta técnica considerando el concepto del balance F, donde el casco deja de verse como una superficie de cuatro puntos (dos hombros y dos talones) y pasa a verse como un plano triangular (centro de la pinza y dos talones). En este último nuevo concepto, prima la flexibilidad longitudinal del pie. Al trabajar mediante el concepto tradicional de recorte de casco, es imposible distribuir la carga uniformemente, sólo se logra cuando el caballo cuenta con aplomos perfectos, y de ellos hay pocos. Para distribuir el peso del caballo en partes iguales, donde es soportado por el centro de equilibrio del pie, hay que tener en cuenta la flexibilidad longitudinal del mismo, de lo contrario, siempre existirán puntos de sobrecarga, causantes de futuras lesiones. El concepto del balance F se encuentra ampliado en mi sitio personal, mediante un estudio completo. Ante cualquier duda, mantenemos permanente contacto mediante este medio. Le envío un cordial saludo. Daniel Anz