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Piroplasmosis y realidad en Chile

Publicado: 25 de enero de 2008
Por: DR. Alfredo Riquelme Olivares
La Piroplasmosis equina es el resultado de la infección de B. equi o B. caballi (Phylum Apicomplexa). Actualmente ambos organismos pueden producir la enfermedad (Institute for Internacional Cooperation in Animal Biologics, 2005). Edwards et. al (2005) afirmaron que la babesiosis equina es una enfermedad parasitaria y hemolítica de presentación aguda, subaguda o crónica, causada por un protozoo parásito intraeritrocitario llamado Babesia equi y Babesia caballi. La enfermedad también es llamada Piroplasmosis y Fiebre Biliar. Babesia equi y Babesia caballi presentan una amplia distribución geográfica, presentándose en gran parte de las áreas tropicales y subtropicales del mundo, y está presente en el 90.5% del mundo habitado por caballos. Solo Canadá, Estados Unidos, Australia, Japón, Inglaterra e Irlanda no se consideran áreas endémicas (Mujica et. al, 2004). Los estudios serológicos en equinos de Latinoamérica revelan que ambas babesias prevalecen en grado variable en casi toda la región, excepto el sur de Chile y de Argentina (Aguirre et. al, 2004). Según los archivos de la situación sanitaria en Chile, elaborados por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) en el año 2005, la Piroplasmosis equina se encuentra presente en el territorio nacional. Vargas et. al (2004) reafirman esta aseveración argumentando que en Chile también está presente y sus manifestaciones clínicas, la cuales son moderadas a leves y generalmente pasan desapercibidas y su prevalencia estimada es de un 2,2%. Los problemas indirectos que ocasionan involucran menor rendimiento deportivo e impedimentos de competir en torneos internacionales que se efectúan en países libres de esta patología. Transmisión Babesia caballi y Babesia equi son transmitidas por garrapatas duras (Ixódidos) y en estado de ninfa del género Dermacetor, Hyalomma y Rhipicefalus. Dermacetor nitens, D. albipictus y D. variabilis pueden transmitir la enfermedad en laboratorio. La trasmisión transovárica puede ocurrir (Institute for Internacional Cooperation in Animal Biologics, 2005). Según Edwards et. al (2005): Babesia equi puede ser transmitida en laboratorio por las garrapatas Rhipicephalus sanguineous, Rhipicephalus evertsi, Rhipicephalus turanicus, Rhipicephalus bursa, Dermacetor reticularis, Dermacetor marginatus, Hyalomma excavatum y Hyalomma anatolicum; mientras que Babesia caballi es transmitida por Rhipicephalus sanguineous, Rhipicephalus bursa, Dermacetor nitens, Dermacetor salvarum, Dermacetor marginatus, Dermacetor reticularis, Hyalomma excavatum y Hyalomma dromedario. Aunque el único vector comprobado fehacientemente en equinos es A. nitens. Se ha reportado que B. caballi en A. nitens persiste en tejidos intestinales de ninfas y adultos, también es probable que se transmita la infección crónica en garrapatas por generaciones, sin la intervención de un caballo enfermo (Smith, 1978). La babesiosis también se puede extender de forma iatrogénica, por sangre, agujas e instrumental quirúrgico contaminado de animales enfermos (Edwards et. al, 2005). La situación en Chile, es muy probable que sea de transmisión iatrogénica, ya que no se encuentra en el territorio nacional la garrapata de equino Dermacentor nitens. Por otro lado se ha comprobado experimentalmente que Rhipicephalus sanguineous, garrapata del perro y presente en Chile, puede ser portadora de B. caballi, sin embargo la posibilidad que parasite a un equino es bastante remota y no se han descrito casos en que esta especie de garrapata halla infectado de Piroplasmosis a equinos en Chile. Ciclo biológico de Babesia en garrapata Hasta el momento, todos los vectores son garrapatas duras de la familia Ixodidae. La transmisión entre huéspedes vertebrados está interrumpida siempre por una fase reproductiva al interior de la garrapata. La trasmisión a un vertebrado por una forma de desarrollo de la garrapata de la segunda generación a la que se infectó originalmente se denomina trans-ovárica. Esta última es indispensable para babesias trasmitidas por garrapatas de un solo huésped y es el tipo de transmisión que ocurre en el caso de B. caballi (Smith, 1978). En síntesis el ciclo de la Babesia comienza dentro de una célula de la garrapata adulta luego de ser ingerida por esta. Se genera un esquizonte inmaduro al interior de la garrapata que se ha alimentado de un equino infectado por B. caballi, el esquizonte madura y se llena de vermículos, se forma un vermículo libre en la hemolinfa de la garrapata infectada. En seguida ocurre una penetración de los huevos de Babesia dentro del ovario de la garrapata, luego el ciclo sigue formándose un esquizonte inmaduro en las células intestinales de la larva de la garrapata, se comienza a formar en la larva un esquizonte maduro lleno de vermículos, el vermículo se libera en la hemolinfa de la larva, se desarrollan los esquizontes y formas infecciosas dentro de las células de la glándula salival de nueva generación de garrapatas y finalmente las formas infecciosas se liberan en la secreción salival al alimentarse de un equino (Smith, 1978). Antony et. al (1970), registraron variaciones en los parámetros biológicos de hembras de A. nitens que se alimentaron de equinos infectados con B. caballi, con una tasa de infección con variaciones entre 65 y 100% y tasas de mortalidad entre 22 y 68%, observadas luego del séptimo día de incubación, mientras que las garrapatas no infectadas, la tasa de mortalidad fue de 3%. En las garrapatas hembras infectadas existe un aumento en el periodo de pre-postura y reducción en la producción de huevos, estos estudios demostraron que B. caballi es un protozoario que induce una enfermedad en el hospedador vertebrado y es también un patógeno para su hospedador invertebrado A. nitens (Mujica et. al, 2004). En condiciones normales basta una sola garrapata para producir la infección. Esto sugiere también que la garrapata inocula numerosas veces Babesia durante su período de alimentación sobre el huésped vertebrado (Smith, 1978). Es decir que B. caballi es un parásito de la garrapata D. nitens y de los equinos. La mortalidad puede ser superior a un 20% en animales previamente expuestos, en regiones endémicas (Institute for Internacional Cooperation in Animal Biologics, 2005). Período de incubación El período de incubación de B. equi es de alrededor de 12 a 19 días y su respectiva infección es más severa. Para B. caballi, es de 10 a 30 días y su infección en la mayoría de los casos pasa inadvertida o como una baja del rendimiento deportivo (Institute for Internacional Cooperation in Animal Biologics, 2005). Signos clínicos Los signos clínicos de la Piroplasmosis a menudo no son específicos. En raros casos per-agudos el animal se encuentra muerto o muriendo. De forma más frecuente la Piroplasmosis se encuentra en casos agudos, con fiebre, inapetencia, malestar general, respiración forzada, congestión en mucosas, fecas pequeñas y secas, anemia, ictericia, hemoglobinuria, sudor, hemorragias petequiales en conjuntiva, abdomen hinchado y debilidad de miembros posteriores al sacudirse (Institute for Internacional Cooperation in Animal Biologics, 2005). Los signos clínicos varían en intensidad, dependiendo de la virulencia de la cepa de Babesia, la cantidad inoculada, la edad del animal, el stress, la raza y en los animales jóvenes de zona enzoótica, el grado de inmunidad transferida por el calostro (Morilla, 1981). La forma per-aguda se caracteriza porque los equinos mueren entre 24-48 horas después de iniciado los síntomas. La forma subaguda esta caracterizada por fiebre intermitente, anorexia, pérdida de peso, taquicardia, taquipnea, con diferentes grados de ictericia, hemoglobinuria y bilirrubinuria. La forma crónica típica tiene un resultado variable en la presentación clínica e incluye pérdida de peso, debilidad, anemia suave. De los dos organismos causantes, B. equi es considerada la más patogénica. Mientras que B. caballi produce fiebre mas persistente y anorexia, B. equi es la mayor responsable en la incidencia de hemoglobinuria o muerte. Una variedad secundaria de complicaciones, incluye falla renal aguda, cólico, enteritis, laminitis, neumonía, infertilidad, aborto (Edwards et. al, 2005). En casos severos, la hemólisis intravascular producida por la infección puede causar un disturbio en el flujo capilar lo que se traduce en una coagulación intravascular diseminada (Edwards et. al, 2005). En Chile uno de los principales hallazgos clínicos que hacen sospechar de la enfermedad son, la fiebre alta, tratamientos antibióticos infructuosos e ictericia y se debe diferenciar de anemia infecciosa equina. Patogénesis y hallazgos patológicos La patogénesis exacta de la babesiosis equina, aún no está completamente clara, pero un stress metabólico ubicado en los eritrocitos parasitados puede ser causa de hipofosfatemia y debilidad de las membranas eritrocitarias causando la hemólisis. La lisis intravascular de las células rojas produce hemoglobinemia en los casos agudos. La hemolisis intravascular causa una marcada ictericia que puede ser pronunciada en algunos casos (Edwards et. al, 2005). En casos agudos, el equino enfermo usualmente se encuentra emaciado, ictérico y anémico. El hígado está alargado y oscuro-anaranjado. Existe una esplenomegalia, los riñones pálidos y flácidos. Ocasionalmente podemos encontrar hemorragias petequiales en riñones, regiones subepicárdicas y subendocárdicas. También se puede encontrar edema pulmonar con signos de neumonía (Institute for Internacional Cooperation in Animal Biologics, 2005). Diagnóstico En cuanto al diagnóstico de Piroplasmosis, se debe sospechar cuando existen caballos anémicos, ictéricos y afiebrados; sin embargo, a menudo los signos son variables y no específicos (Institute for Internacional Cooperation in Animal Biologics, 2005). Los métodos de diagnóstico más utilizados son la fijación de complemento inmunofluorecencia indirecta y actualmente el C-ELISA, este último fue el elegido para el presente trabajo y fue el mejor considerado de acuerdo a su sensibilidad. Según Morilla, (1981), los anticuerpos alcanzan un máximo a las dos o tres semanas post infección, luego disminuyen lentamente sin que lleguen a reconocer la recaída del animal que frecuentemente ocurre; además, los anticuerpos no son detectables después que la sangre pierda su infecciocidad. Actualmente para el SAG la prueba de elección para la detección de Piroplasmosis es el test de C-ELISA, al igual que en muchos países desarrollados. Prevención y tratamiento B. caballi y B. equi responden a fármacos babesicidas, pero Babesia equi es más resistente y los estados de movimiento no son poco comunes. Imidocarb es la droga más ampliamente utilizada, pero puede ser tóxica incluso en dosis terapéuticas (Irby, 2002). La droga debe ser administrada a dosis de 2,2 mg/ Kg en dos tratamientos con intervalos de 24h. Para B. equi la dosis debe ser de 4 mg/Kg cuatro veces en intervalos de 72h (Edwards et. al, 2005). Estos mismos autores dicen que la fuente de infección son siempre otros caballos infectados, por lo que una manera eficiente de prevenir es eliminar, aislar o tratar los caballos positivos y evitar utilización de elementos contaminados con sangre infectada, como agujas y jeringas, instrumental quirúrgico, o todo otro instrumento que provoque el contacto sangre con sangre. De lo anterior se dedujo que al no existir en Chile el único y comprobado vector de la enfermedad Dermacentor nitens, la única vía probable de contagio es la vía iatrogénica, por lo demás ha quedado comprobado que la enfermedad está presente en un 2,2%.
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ALFREDO JAVIER RIQUELME OLIVARES
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Carlos
15 de octubre de 2012
Estimado Sr Garcia: He leido en Engormix un comemtario suyo sobre tratamiento de piroplasmosis. En España el unico tratamiento existente es imizol, he tratado a dos caballos con ese medicamento pero no ha sido efectivo, le rogaría me indicara el tratamiento que han encontrado para ver si es posible usarlo. Muchas gracias Carlos Mazuelos España
Raimundo Garcia
3 de octubre de 2011

Doctor Ortiz , puedo afirmar responsablemente que en el Hipódromo La Rinconada de Caracas un equipo de Médicos Veterinarios hemos logrado una Novedosa Terapéutica , para ejemplares Equinos contaminados con T. Equi y B. Caballi. Han sido tratados equinos que al realizarse cualquiera de las Pruebas de Diagnósticos universales como : Test de Eliza , Fijación de complemento e Inmunoflourescencia indirecta, han dado resultados NEGATIVOS, lo que confirma el éxito de esta TERAPIA. 

Jose Luis Gomez Bermudez
1 de junio de 2009
Queridos colegas y participantes del foro aca en colombia utilizamos para el tratamiento de erlichia - babesia - theileria asi : A) IMIDOCAR PROPIONATO, 2.2 mgs/Kg P.v. via intramuscular en dos tratamientos con intervalos de 24 horas (1 ml x 50 kgs de p.v.) B) DIACETURATOS AL 7[percent] ,3.5 mgs/Kg p.v. dos dosis con intervalos de 48 horas via intramuscular profunda. C) HIDRATACION MAS VITAMINAS DEL COMPLEJO B, lactatao ringer via venosa de acuerdo al grado de deshidratacion y 12 ml de complejo B via intramuscular cada 36 horas por 5 veces consecutivos.
ALFREDO JAVIER RIQUELME OLIVARES
12 de febrero de 2009
dale al aviso al SAG, ellos pueden hacer algo.
Pablo Vargas
Pablo Vargas
12 de febrero de 2009
hola a todos ...tengo un equino de salto afectado por theileria equi confirmado por pcr y aca en chile no esta el imidocarb ...existe otra alternativa ..de antemano muchas gracias!!!!!!!!!!!!!!!!
Carlos Ignacio Ortiz Espinosa
5 de octubre de 2008
Buenas noches estimados colegas y amigos, quiero compartirles mi opinión personal acerca de ésta enfermedad infectocontagiosa del caballo, muy común en Latinoamérica, de importancia clínica y económica para Industria caballar, ya que el solo hecho de que un caballo viaje hasta la frontera para poder entrar al país vecino, en el caso de México, es Estados Unidos, el hecho de que el caballo salga positivo a Babesiosis, el gasto que representa el transportarlo a la unidad cuarentenaria de su lugar de origen es de importancia por ello el sugerirle a todos los clientes al momento de extender un certificado de salud previo al viaje el realizar un examen serologico de su caballo es vital para el manejo y control de la enfermedad, así como su correcto tratamiento. También quiero aceverar que en todos los casos clínicos que se nos han presentado en la clínica de caballos con Piroplasmosis positiva (especificamente a Babesia equi) con prueba serologica positiva (ELISA o Fijación de complemento) y que son sometidos a tratamientos agresivos de Imidocarb parenteral, inclusive tratamientos repetitivos hasta por 5 meses continúan siendo positivos serologicamente a las pruebas, y dejenme decirles que por siempre, por lo que nunca podrán salir del Pais. Claro he de recalcar que el tratamiento es de importancia para matar fisicoquimicamente al parásito (protozoario) y evitar la transmisión a otros caballos. Y por último, el remitir las muestras serologicas por supervisión de un profesional, y a un LABORATORIO DE CALIDAD Y DE CONFIANZA con personal serio y entusiasta también influye en el éxito de un Adecuado programa de prevención y control de la enfermedad así como también del seguimiento de la misma en un caballo enfermo sometido a tratamiento con Imidocarb. Saludos
Leonardo Donders
Leonardo Donders
23 de febrero de 2008
Estimada María Paz, me gustaría saber como puedo obtener información sobre el contagio directo o por aperos, ya que tengo un caballo que me ha presentado cuadros a repetición de pìroplasmosis y me interesa mantener un control riguroso para que mis demás caballos no se contagien. Gracias.
Leonardo Donders
Leonardo Donders
23 de febrero de 2008
Estimada María Paz, me gustaría saber como puedo obtener información sobre el contagio directo o por aperos ya que tengo un caballo que me ha presentado cuadros a repetición de pìroplasmosis y me interesa mantener un control riguroso para que mis demás caballos no se contagien. Gracias.
Sergio Campano Diaz
Sergio Campano Diaz
25 de enero de 2008
Estimados Amigos : En Chile, la autoridad sanitaria oficial (SAG) aplica al menos tres métodos diagnósticos de Piroplasmosis Equina (PE) para la certificación sanitaria oficial de equinos de importación y exportación, a saber : Fijación del Complemento (FC), Inmunofluorescencia Indirecta (IFI) y Ensayo Inmunoenzimático de Competencia (C-ELISA). Los aplica tanto para Theileria equi (ex Babesia equi) y Babesia caballi. La experiencia indica que con IFI y C-ELISA se obtienen los mejores resultados, aún cuando IFI presenta la complicación del equipamiento (microscopio con equipo de epifluorescencia) y el profesional que efectúa el diagnóstico debe ser experimentado y además proporcionalmente es mas costosa que C-ELISA. Con cierta frecuencia se requiere por parte de colegas de la especialidad realizar el método de Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR) el cual es de utilidad en la PE en fase patente, pero no es útil para la certificación internacional por cuanto en ella se exige la negatividad a la presencia de anticuerpos contra cualquiera de los dos agentes productores de PE. La epidemiología de la enfermedad en Chile, es poco clara. Es sabido al menos dos hechos importantes. El primero, la no existencia de vectores biológicos específicos para PE en Chile y también que PE afecta a equinos de salto, carrera y polo, pero no criollos (corraleros, de silla y de trabajo en el ambiente rural ) al menos hasta ahora. La transmisión de la infección entonces se asume es principalmente debida a factores iatrogénicos, en especial agujas hipodérmicas comunes, material quirúrgico inconvenientemente desinfectado y otros factores que permitan el intercambio de pequeñas cantidades de sangre entre equinos. Pudiesen contribuir insectos suctopicadores ( tal vez Stomoxys calcitrans) pero no hay prueba de ello, al menos en Chile. En cuanto a la prevalencia de la PE en Chile, puedo contarles que en mi experiencia de ya 30 años, existen dos realidades. La primera es aquella relacionado con la actividad oficial donde los equinos a ser exportados son pre chequeados antes de ingresar al proceso exportador. Ocasionalmente aparece un positivo a Theileria equi y ha correspondido a animales de más de 10 años de edad y se concentran en algunos pocos criaderos. Desde hace unos 17 años no se han encontrado positivos a Babesia caballi autóctonos. También ocasionalmente aparecen equinos de importación positivos, situación que es muy rara, incluso en una oportunidad ciertos equinos de importación resultaron con infección mixta (T. equi y B. caballi al mismo tiempo). Estudios realizados con una colega en su trabajo de tesis (M. P. Geraldo de la u. de Las Américas, Stgo, Chile) demostró mediante IFI que en tres hipódromos chilenos hay PE en grado variable y solo T. equi, con prevalencias que fluctúan entre 4,5% 6,2% y hasta el 24% en algunos corrales. Precisamente en estos es donde se han observado algunos casos agudos, incluso con hematocrito de 17%. No obstante lo anterior los casos con síntomas agudos y evidentes en Chile son muy raros. Generalmente el caballo se observa con decaimiento ligero y alza térmica moderada, lo que coincide con la parasitemia. Luego de esto el ejemplar se observa normal. Pero también se ingresa de contrabando a Chile el Imidocarb que no se encuentra registrado aquí. Si bien es cierto esta práctica actualmente está casi dejada de lado, hace años causaba gran interferencia por cuanto era utilizada para negativizar artificialmente a ciertos ejemplares cuyas muestras eran procesadas mediante FC, lo cual ya no ocurre con IFI y menos con C-ELISA. Ello significó varios dolores de cabeza con nuestros clientes en el exterior, especialmente USA pero ello ya está superado. Para nadie es un misterio que el comercio internacional de equinos mueve mucho dinero, la actividad interna también, por ello la autoridad sanitaria debe estar atenta a los cambios y evolución de prácticas que puedan hacer variar las prevalencias. Ello requiere de profesionales capacitados y conocedores de la realidad nacional e internacional, disponer de los métodos diagnósticos adecuados y especialmente de la estrecha colaboración de colegas que se desempeñan en la actividad privada del rubro. Esperando que estos comentarios sean de utilidad, los saluda atentamente Sergio Campano Díaz Encargado Unidad de Parasitología Pecuaria Servicio Agrícola y Ganadero Santiago - Chile
Maria-paz Geraldo
Maria-paz Geraldo
25 de enero de 2008
Estimado colega Le cuento que el 2005, la prevalencia de piroplasmosis es de un 6% (porque ese % de 2,2 es de FSC). Desde hace 4-5 años atrás Babesia equi cambió de nombre a Theileria equi, porque investigadores encontraron una proteina de membrana igual de las que tienen las Theilerias. Por otra parte, se piensa mucho que el contacto puede ser directo (aunque suena un poco incoherente) o por el uso de aperos de un caballo a otro , porque salieron corrales positivos con un buen manejo de material desechable y sin presencia de garrapatas. Le informo esto con mucha seguridad, ya que hice mi tesis en eso, y el diagnóstico lo realicé en IFI en el SAG.
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