Alimento versus Carne

Durante el 2007 hemos realizado varias pruebas de campo para ver los rendimientos entre el consumo total de alimento comprado y los kilos de carne obtenidos.

Para ello se contó con la colaboración de varios criadores, de la zona de Florencio Varela, un criador, con un plantel de 96 hembras en producción y 8 machos, instalados en conjuntos de 4 jaulas, comedero central, con capacidad para 5 kilos, con abertura para comer a 12 cm del piso (denominado A).

Otro criador de San Vicente con un plantel de 120 hembras y 10 machos en producción, instalados en conjuntos de 10 jaulas con comedero central a todo lo largo. en el centro de las jaulas, con capacidad de 8 kilos, y a 6 cm del piso la abertura para comer, (denominado B).

Como control se utilizo 36 hembras y 3 machos en conjuntos de 10 jaulas, con comederos individuales, a 10 cm del piso, con capacidad de 400 gramos cada uno y una pastera chica para gazapos a 5 cm, ( denominado C ).

Como primera medida se vaciaron todos los comederos y se pesaron los animales, se dejaron de lado los gazapos en engorde y los que estaban para destetar, no se modifico ninguna tarea que realizaban comúnmente los criadores, luego se cargaron los comederos según practica de cada uno y se controlo la cantidad de alimento en cada uno de ellos, a partir de ese momento y habiendo controlado el stock que tenían se empezó a verificar cada compra de alimento realizada, para estos animales.

El periodo de prueba fue de 160 días, para permitir tener terminados las gazapos paridos durante la prueba, en un peso de 2,600 kilos, para la faena, en un ciclo de banda 6.

Era practica de ambos criadores ( A – B ) llenar las tolvas al máximo de su capacidad, para evitar esa tarea todos los días, en los C se alimentaban según la etapa en que se encontraban los animales, aplicando el siguiente criterio:

Machos 100 grs./ día - Hembras en espera 120 grs./día - Hembras gestando 150 grs./día - Hembras lactando 360 grs./día – gazapos del día 18 al 23 verde - del 23 en adelante balanceado, comenzando con 5 grs./día y duplicando al día siguiente, terminando hasta su peso final, dando un promedio de 105 gramos/día, en 55 días de engorde.

Aunque también se aprovecho la ocasión para tomar otros datos, resumiremos solamente lo concerniente a los resultados en la alimentación.

Criador A: Problemas observados, sobrepeso en casi todos los reproductores dando una media de 4,400 kilos con una efectividad en los servicios del 60 %, posiblemente por esta causa; como la cabeza de los animales no entra bien en el comedero, este no llega a comer en el fondo y al agregarle mas alimento esta parte se pone rancia por el tiempo, creando problemas de diarreas, debiéndose tirar el alimento.

Se compro 6.250 kilos de alimento para 672 gazapos terminados, dando un promedio de 9,300 kilos por animal, incluido los desperdicios y una media de 7 gazapos terminados por hembra, dando una relación de 3,57 final.

Criador B: El lote de reproductores era bastante desparejo, se notaba que hubo baches en la programación de restitución en las hembras, el promedio dio 4.250 kilos de peso, los machos eran mas pesados, superando esa media.

Estos comederos siendo tan bajos permitían que los gazapos entraran y ensuciaran la comida, a esto hubo que agregar que muchos conejos también orinaban en ellos, así que la perdida de alimento en este sentido fue importante, hasta que se corrigió el problema. Se adquirió 8.935 kilos de alimento para terminar 876 gazapos, con un promedio de 10,200 kilos por animal terminado mas el desperdicio, que oscilo en un 12 %, con una relación de 3,92 final.

Control C: Tuvo un promedio de 3,620 kilos de peso, por animal, la mayoría de las hembras estaban en el tercer parto, se adquirieron 2.627 kilos de alimento para terminar en 55 días a 324 gazapos, correspondiéndole un consumo de 8,110 kilos por conejo terminado con una relación de 3.11, incluido en todos los casos el consumo de los reproductores.

Parecidos resultados, con muy pocas variaciones, se vieron en otros criaderos donde se tomaron los datos del alimento “comprado” y el resultado final en kilos de carne obtenidos.

Conclusiones:

En muchas ocasiones se discute en mas o menos en el precio del conejo, pero son mas las veces que el desperdicio dentro del criadero es mucho mayor, quisimos demostrar con este trabajo la importancia que tiene el diseño del comedero y que a pesar de dar de comer en forma racional, no invertimos mas tiempo en esa tarea y ese tiempo invertido se compenso con una mayor ganancia final.

Mi agradecimiento a los criadores que nos permiten poder realizar estos trabajos.
Espero que este trabajo realizado pueda servirle a otros sufridos criadores para mejorar sus rendimientos económicos.