Efecto de los niveles de energía metabolizable sobre el peso relativo de los órganos comestibles de los pollos, campiranos de la estirpe francesa pedrês (gris barrada)1

La avicultura es una de las actividades pecuarias que más se ha desarrollado en los últimos años. Esto se debe básicamente al mejoramiento genético de las diferentes líneas de aves domésticas, a la formulación y elaboración de alimentos y a la búsqueda de nuevos sistemas de producción encaminados a aumentar la productividad en el menor tiempo posible (Fonseca et al., 2010).

Los sistemas alternativos de producción avícola han sido adoptados por pequeños y medianos productores rurales con el objeto de ofrecer productos diferenciados al mercado consumidor, lo que permite agregar mayor valor en comparación con los que se elaboran bajo el sistema convencional. La avicultura alternativa ofrece productos provenientes de la crianza de aves en sistemas intensivos o semiintensivos, en los cuales parte de la nutrición está constituida por alimentos naturales. Estas características atraen a un segmento más exigente de la población, dispuesto a pagar un poco más por los productos que proporcionan una alimentación natural y sabrosa (Albino, 2000). La forma de explotación de este tipo de pollos es una alternativa para reducir los costos y representa un intento de identificar al genotipo que mejor se adapte a los diversos ambientes existentes en Brasil, especialmente con el sistema de producción natural (N. del T.: que el autor denomina campirano, en portugués Sistema de Criação de Aves Caipira), (Fonseca et al., 2010).

El crecimiento del sistema de crianza campirano (natural o en colonias) no intenta abolir a los demás sistemas ni excluir todas las conquistas que ha logrado la avicultura industrial, que ha transformado al pollo en uno de los alimentos más populares y accesibles, sino capturar un nicho del mercado, formado por consumidores que exigen adquirir productos certificados, de calidad superior y de animales producidos con ingredientes naturales, con responsabilidad socioambiental y cuidando el bienestar animal durante el proceso de producción (Fonseca et al., 2010). El sabor diferenciado de la carne de las aves criadas bajo estos sistemas se debe a un menor contenido de grasa, una coloración más rojiza y un mayor nivel de fibra en comparación con los pollos de engorde de líneas convencionales (Silva y Queiroz, 2002). Hasta la fecha se han realizado pocas investigaciones sobre los requerimientos de energía de las aves de crecimiento lento. (Mendonça et al., 2007). El conocimiento de la composición química y energética de los ingredientes utilizados en la formulación de las dietas pecuarias es necesario para elaborar raciones con niveles nutricionales adecuados, capaces de satisfacer los requerimientos de los animales, sin excesos ni deficiencias, y permitir una máxima productividad. La energía que los animales obtienen de los alimentos se utiliza prioritariamente para sustentar los procesos vitales como respiración, mantenimiento de la temperatura corporal y circulación de la sangre (Oliveira Neto et al., 2000). El objetivo del presente estudio fue evaluar el efecto de los niveles de energía metabolizable de la ración sobre el peso relativo de los órganos de los pollos de engorde de la línea Caipira Francês Pedrês, sacrificados a diferentes edades.

El estudio se realizó en una nave experimental del Parque de Exposiciones de Parauapebas, Estado de Pará, Brasil. Se alojaron 192 pollos de engorde de tipo campirano (camperos, coloniales, naturales o ecológicos) de la línea Francesa Campirana de Gris Barrada de cuello desnudo (Caipira Francês Pedrês), de un día de edad, durante un período de 90 días, para criarlos bajo un sistema intensivo. El diseño experimental fue completamente aleatorio con 3 tratamientos y 4 repeticiones, siendo la unidad experimental un corral con 16 aves.

Los tratamientos se definieron mediante los niveles de energía de los alimentos iniciador (de 1 a 28 días) y de engorde (de 29 a 90 días), de la siguiente manera: T1, 3,000/3,100 Kcal de energía metabolizable (EM)/Kg; T2, 3,100/3,200 Kcal de EM/Kg; T3, 3,200/3,300 Kcal de EM/Kg. Para la composición de las raciones se utilizaron ingredientes convencionales como maíz, torta de soya, aceite de soya, harina de carne, gritt de calcio, fosfato dicálcico, cloruro de sodio y premezcla de vitaminas y minerales.

La galera experimental mide 32.0 x 13.0 m, con malla de aluminio, muros laterales de 1.0 m altura máxima de 3.5 m. Sobre el piso de la nave se colocó cama de viruta de madera y en cada corral se instaló un comedero tubular y un bebedero. El alimento se administró ad libitum. Luego de la llegada de los pollos a la nave experimental, éstos se seleccionaron y se pesaron, para elaborar lotes homogéneos de 16 animales y distribuirlos aleatoriamente en los corrales, de acuerdo con la identificación de los tratamientos y las repeticiones. En la planta de incubación los pollos se vacunaron contra la enfermedad de Marek y la viruela aviar, y a los 7 días se les aplicó la vacuna contra la enfermedad de Newcastle. Al llegar a los 77, 84 y 90 días de edad, se identificaron dos aves por corral utilizando anillos numerados. Después de un ayuno de 12 horas, las aves se pesaron y se sacrificaron utilizando el procedimiento convencional. Posteriormente se recolectaron los órganos comestibles. Las variables estudiadas fueron peso de la canal, peso relativo del hígado, la molleja, el corazón y la grasa abdominal, calculando su proporción con respecto de la canal. El análisis estadístico de los resultados se realizó utilizando el procedimiento ANOVA para un modelo completamente al azar, bajo el programa "sistema para análisis estadístico y genético" (SAEG, 2007). Las diferencias entre las medias de las variables estudiadas se realizaron bajo la prueba de Tukey, al nivel del 5%.

Los niveles de energía metabolizable en la dieta no influenciaron significativamente el peso relativo del hígado, la molleja ni el corazón. Al analizar la grasa abdominal, se observó que las aves que recibieron el alimento con 3,100/3,200 Kcal de EM/Kg, presentaron un índice más elevado, aunque sin diferencias estadísticamente significativas con las que consumieron 3,200/3,300 Kcal de EM/Kg (Cuadro 1).

Cuadro 1. Peso relativo de las vísceras comestibles, la grasa abdominal y la canal de pollos de engorde del genotipo Caipira Francês Pedrês alimentados con raciones que contenían diferentes niveles de energía metabolizable, sacrificados a tres edades distintas

Al evaluar el efecto de la edad al sacrificio sobre el peso relativo de los órganos, no hubo diferencia significativa (P>0.05) en el peso de la canal ni los pesos relativos del hígado, la molleja y el corazón de las aves procesadas a los 77, 84 ó 90 días, que consumieron dietas con diferentes niveles de energía metabolizable (fase inicial y final). No obstante, las aves que se sacrificaron a los 77 días presentaron un efecto significativo en el peso de la grasa abdominal, pero no así con respecto a las aves sacrificadas a los 84 y 90 días de edad que consumieron raciones con niveles  de energía metabolizable de 3,100/3,200 Kcal ó 3,200/3,300 Kcal/Kg.

Murarolli et al. (2009) encontraron resultados semejantes al utilizar tres niveles de energía metabolizable (3,250, 3,400 y 3,500 Kcal de EM/Kg) en las dietas para hembras Cobb (de 1 a 48 días de edad) aunque estos autores observaron que las dietas que contenían el nivel más alto de energía presentaron también mayor peso de grasa abdominal y vísceras.

Oliveira Neto et al. (2000) encontraron resultados divergentes cuando utilizaron diferentes niveles de energía (3,000, 3,075, 3,150, 3,225 y 3,300 Kcal de EM/Kg) en las dietas para pollos de engorde Hubbard (de 22 a 42 días de edad), concluyendo que no hubo diferencias significativas de los tratamientos sobre los pesos relativos ni absolutos del corazón, el hígado, la molleja, el proventrículo, los pulmones, el intestino y la grasa abdominal.

Xavier et al. (2008), analizando el efecto de varios niveles de energía metabolizable (2,850, 2,950, 3,000, 3,050 y 3,150 Kcal/Kg) en dietas para pollos de engorde Cobb de 7 a 14 días de edad,  sobre el peso y el tamaño de los órganos (intestinos, páncreas, hígado y corazón), donde tampoco encontraron diferencias estadísticas.

La ración que contenía 3,100/3,200 Kcal de EM/Kg aumentó el peso de la grasa abdominal de las aves sacrificadas a los 77 días de edad.

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