El Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), a través del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), midió las emisiones de gases de efecto invernadero de la avicultura en Argentina y determinó cuáles son los "puntos calientes" que hay que atacar para reducirlas. Así lo reveló el análisis de huella de agua y de carbono realizado por el INTI junto al Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA) en 12 plantas industriales de Entre Ríos, Córdoba, Buenos Aires y Río Negro. Los resultados representan al 46 por ciento de la faena de pollos a nivel nacional y son el puntapié inicial para crear el primer inventario ambiental del sector en la Argentina.
Los resultados obtenidos para CEPA indican que las emisiones de gases de efecto invernadero (GWP) para la unidad funcional estudiada son de 1,71 kg de CO2 eq/kg de carne de pollo según el package 3.1 del Programa Ambiental de Huellas de la UE, en el cual se actualizaron todos los factores de emisión y caracterización disponibles para todas las categorías de impacto ambiental estudiadas.
Mientras que al consumidor, es decir, con un alcance de la cuna a la tumba, considerando el valor de la modelización utilizada para la cocción y almacenamiento en la casa, fue de 3,40 kg de CO2 eq.
Este impacto está distribuido principalmente en las etapas del frigorífico, 12,33 %; las granjas de parrilleros contribuyen con el 15,96 %; la planta de alimentos/pienso lo hace con el 22,11 %; la logística y distribución del producto final contribuye con el 16,64 % y la conservación en la casa del consumidor y su posterior cocción influyen en el 28,39 %.
Por tal motivo, el estudio sugiere concientizar a los consumidores de sus acciones para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, igualando el esfuerzo que se realiza en toda la cadena productiva.
El rol fundamental de los consumidores
A modo de conclusión, se observa que uno de los principales hotspots o puntos calientes aparece en la producción de piensos.
No obstante, si se analiza toda la cadena completa, de la cuna a la tumba, el consumidor juega un rol fundamental en las últimas etapas del consumo del producto, al igual que en el potencial de calentamiento global.
Estos procesos están fuera del control de las compañías avícolas, aunque existe el potencial de influir sobre él informando de su importancia con sugerencias de mejora para un consumo más amigable con el medio ambiente.
La recría y postura, por su parte, no generan un impacto significativo en el total, debido a que el aporte de cada gallina y de cada gallo se divide en el total de huevos que tienen en su vida útil, resultando que la contribución para la unidad funcional en estudio es muy baja.
Por otro lado, el proceso de incubación muestra un ligero aporte al total, destacándose el consumo de energía eléctrica y combustibles.
La granja de engorde de pollos, debido a los distintos alimentos que se utilizan para engordar al pollo y sus traslados, contribuye con el 56,64 % de las emisiones y el 46,40 % al impacto en la disponibilidad de agua.
Energía en la industria frigorifica
Finalmente, dentro del procesamiento del frigorífico se destacan, como ya se mencionó, los consumos de energía eléctrica y combustibles. Además, aparecen con alto impacto las emisiones de la laguna de tratamiento de efluentes.
En función de los estudios comparados con la metodología descripta por las ISO 14040 y 14044, los valores obtenidos en este estudio se encuentran en los rangos internacionales, y en muchos casos, por debajo de ellos por las características productivas locales, en especial la eficiencia en los procesos e insumos utilizados en la producción.
Cabe destacar que en los granos resulta de mayor incidencia en los impactos estudiados. Sus condiciones de optimización por la aplicación de la siembra directa y la producción en secano reducen no solo la emisión de gases de efecto invernadero, sino también el consumo de agua.
Del estudio de sensibilidad surge que un desafío por delante es continuar abordando las mejoras en la utilización de energías y combustibles, siendo clave la eficiencia energética y la incorporación creciente de energías renovables.