El brote mundial de influenza aviar altamente patógena (con las siglas en inglés) H5 clado 2.3.4.4b ha causado enormes pérdidas en la avicultura a nivel mundial. Si bien los pavos constituyen un sector más pequeño en la producción avícola en comparación con los pollos, tienden a verse más afectados por la influenza aviar altamente patógena debido a que generalmente pueden infectarse con una dosis menor del virus (es decir, son más susceptibles).
Investigadores del Servicio de Investigación Agrícola del USDA demostraron que una vacuna inactivada desarrollada por ingeniería genética ofrece protección completa contra el virus de influenza aviar altamente patógeno H5N1 clado 2.3.4.4b en pavos comerciales, reduciendo significativamente la excreción viral y evitando la mortalidad.
El estudio,
publicado recientemente en la revista Avian Diseases, fue realizado por un equipo del Exotic and Emerging Avian Viral Diseases Research Unit del U.S. National Poultry Research Center (USDA-ARS) encabezado por Jiho Lee, Chang-Won Lee,
David L. Suarez y
Erica Spackman. La investigación evaluó una vacuna inactivada experimental H5N9 elaborada por ingeniería genética inversa, diseñada con la hemaglutinina H5 del virus A/turkey/Indiana/22-003707-003/2022 —modificada para ser de baja patogenicidad— y la neuraminidasa N9 de un linaje de aves silvestres norteamericanas.
El trabajo surge en un contexto de especial relevancia: desde 2021, el clado 2.3.4.4b del virus H5N1 ha provocado pérdidas masivas en la avicultura mundial, con más de 20 millones de pavos afectados solo en Estados Unidos. La especie resulta particularmente vulnerable, ya que puede infectarse con dosis menores de virus que los pollos. Ante esta alta susceptibilidad, los científicos buscaron comprobar si una vacuna inactivada de nueva generación podía ofrecer protección efectiva en condiciones controladas.
Diseño experimental y resultados clave
Los investigadores dividieron pavos blancos de pecho ancho en cuatro grupos: tres fueron vacunados con una dosis única a las 3, 7 o 9 semanas de edad, y un cuarto grupo recibió un placebo. A las 10 semanas todos fueron desafiados con el virus altamente patógeno H5N1 homólogo.
Los resultados fueron contundentes: todas las aves vacunadas sobrevivieron al desafío, mientras que el 100% del grupo no vacunado murió en menos de cuatro días. Además, se observó una reducción significativa en la excreción viral en los grupos vacunados, tanto por vía orofaríngea como cloacal, en comparación con los controles. Solo dos aves vacunadas a las 9 semanas presentaron signos clínicos leves, lo que sugiere que cuanto mayor es el intervalo entre vacunación y exposición, mejor es la respuesta inmune.
Evaluación serológica y correlación con protección
El estudio también comparó diferentes métodos de medición de anticuerpos. El clásico ensayo de inhibición de hemaglutinina (HI) fue complementado con el ensayo de inhibición de neuraminidasa ligada a lectina (NI-ELLA), una herramienta más sensible para detectar anticuerpos frente a la vacuna y distinguir aves vacunadas de infectadas (estrategia DIVA).
El NI-ELLA demostró ser especialmente útil: entre el 50% y el 90% de las aves vacunadas presentaron anticuerpos detectables al virus de desafío a los siete días postinfección, y el 100% fueron positivas a los 14 días. Esta capacidad podría mejorar la vigilancia serológica en programas de vacunación masiva.
Implicaciones para la industria avícola
Los autores destacan que una sola dosis de vacuna inactivada administrada entre una y siete semanas antes del contacto con el virus puede brindar inmunidad protectora. Aunque la vacunación una semana antes del desafío resultó menos eficaz, incluso en ese escenario redujo la diseminación viral y evitó muertes, lo que la convierte en una herramienta útil para situaciones de emergencia sanitaria.
Si bien el estudio utilizó un virus homólogo —es decir, idéntico al incluido en la vacuna—, los investigadores advierten que futuras investigaciones deberán evaluar la protección cruzada frente a cepas divergentes y desarrollar esquemas de “prime-boost” que prolonguen la inmunidad, especialmente en pavos reproductores.
Conclusión
La investigación aporta evidencia sólida sobre la eficacia de vacunas inactivadas de nueva generación contra la influenza aviar H5N1 en pavos, una especie particularmente susceptible. Además de prevenir la mortalidad, estas vacunas reducen la carga viral y podrían integrarse a estrategias de control que incluyan métodos DIVA para diferenciar animales infectados de vacunados.
Como destacan los autores, la vacunación puede ser una herramienta eficaz dentro de los programas de control de influenza aviar, siempre que se acompañe de una vigilancia serológica adecuada y una rápida actualización antigénica de las vacunas.