En entrevista con Revista Avicultores, Sula Alves, directora técnica de la Asociación Brasileña de Proteína Animal (ABPA), compartió la experiencia de Brasil al enfrentar la confirmación de un brote de influenza aviar en una granja comercial. Lo que comenzó como una sospecha más dentro del monitoreo constante de aves silvestres, pronto se convirtió en uno de los mayores retos sanitarios que ha vivido el sector avícola brasileño.
“Fue uno de los días más difíciles. Por la noche recibimos la confirmación de laboratorio, y al amanecer ya estábamos activando todos los protocolos. Aunque Brasil venía monitoreando casos en fauna silvestre, el impacto de un caso en granja comercial fue diferente”, explicó Alves.
Tres claves del manejo brasileño
1- RELACIÓN PÚBLICO-PRIVADA DE CONFIANZA
Una de las principales fortalezas en el manejo del brote fue la articulación entre el sector público y el privado. ABPA, junto con el Ministerio de Agricultura, había venido construyendo desde tiempo atrás una relación fluida que permitió actuar con rapidez y eficacia.
Desde la sospecha, ya sabían qué hacer, quién informaba, cómo se actuaba. Esto solo es posible cuando hay confianza y coordinación entre todos los actores de la cadena.
2- UNIDAD GREMIAL ANTE LA CRISIS
El brote no generó divisiones ni señalamientos dentro del sector. Por el contrario, las empresas, asociaciones y entidades se unieron en torno al objetivo común de contener el virus y proteger la reputación sanitaria de Brasil.
Nadie se quedó señalando con el dedo a la empresa afectada. Todos entendieron que si le pasó a uno, puede pasar a cualquiera Esta unidad también fue clave para coordinar los mensajes comunicacionales y mantener la calma ante los mercados internacionales.
3- COMUNICACIÓN TRANSPARENTE Y EFICAZ
En un país exportador como Brasil, donde el acceso a mercados internacionales depende de la confianza sanitaria, la estrategia de comunicación fue tan importante como la respuesta técnica.
“No podemos dar señales de desorganización. Una comunicación dispersa genera inseguridad. Por eso trabajamos en una gobernanza clara con el Ministerio, donde ABPA asumió un rol de coordinación técnica y comunicacional”, afirmó.
Prepararse para lo que no queremos enfrentar
Alves fue enfática en una frase que resume la filosofía con la que Brasil enfrentó esta crisis: “No hay riesgo cero. No porque no haya pasado, significa que no va a pasar. Siempre estuvimos preparados para lo peor”.
Actualmente, ABPA está liderando una convocatoria nacional para reunir a todos los actores de la cadena avícola y revisar, de forma conjunta, los aprendizajes, protocolos y cambios necesarios tras este evento.
“Vamos a construir acuerdos entre todos: lo que compete al sector privado se resolverá con protocolos internos; lo que se debe elevar al Ministerio, lo trabajaremos en conjunto. Pero todo parte del consenso técnico y la experiencia compartida”, indicó.
La experiencia brasileña demuestra que los momentos de crisis sanitaria no se enfrentan improvisando, sino con preparación constante, articulación entre actores y una visión gremial de largo plazo.
Publicado en la Revista Avicultores, Revista de la Federación Nacional de Avicultores de Colombia. "El país del Pollo", N° 323 | JUNIO 2025 ISSN 0121-1358