La vacunación como estrategia clave de control de Salmonella en la producción de broilers

La Salmonella es una bacteria gram negativa con más de 2600 serovares identificados, es de naturaleza ubicua, además posee gran habilidad de sobrevivencia fuera del hospedero y su transmisión es multifactorial, pudiendo ocurrir de forma vertical (e.j. de la reproductora a la progenie) o bien, de forma horizontal (e.j. Alphitobius diaperinus, roedores, moscas, alimento contaminado, personal actuando como portador silente, entre otros); en consecuencia, no existe un único remedio, magia o bala de plata para el control de Salmonella. En este contexto, los programas de control deben ser integrados y extendidos a los eslabones críticos de la cadena, comenzando en la reproductora, continuados en la planta de incubación y reforzados en la granja de pollos de engorde (broilers) para que en consecuencia sea posible alcanzar la reducción en la tasa de positividad por Salmonella a nivel de planta de procesamiento.

En el ámbito de la vacunación, experiencias de campo sugieren un efecto sinérgico entre la vacunación de la reproductora y la vacunación del broiler que conducen a mejores resultados de reducción a nivel de carcasas. En este sentido, a través de las vacunas vivas, tanto en reproductoras como en broilers, es posible activar una respuesta inmune basada en 3 mecanismos: el efecto de inhibición de la colonización que induce una protección rápida, la IgA secretora que permite neutralizar Salmonella de forma específica y la respuesta mediada por celulas que hace posible neutralizar la Salmonella intracelular y establece el efecto de “memoria” inmunológica. Debido a su modo de acción particular, las vacunas vivas de Salmonella tienen la capacidad de conferir protección cruzada frente a varios serotipos, reduciendo efectivamente los números de colonización a nivel de intestino y órganos. Por lo tanto, cuando una planta de procesamiento se enfrenta a un alto nivel de Salmonella entrante que es un riesgo para la salud humana, la vacunación en broilers ha demostrado ser en un componente clave de control, asociado evidentemente con bioseguridad y otras intervenciones en la fase de producción primaria, como por ejemplo los probióticos, los ácidos orgánicos o productos de exclusión competitiva.

El concepto de vacunación en broilers consiste básicamente en compensar el efecto protectivo limitado de los anticuerpos maternales a través de la activación de la inmunidad adquirida en la progenie. Con la vacunación de broilers en esencia se plantean dos objetivos: (1) reducir el nivel general de Salmonella persistente en la granja y (2) minimizar o prevenir que los serotipos que tienen el mayor potencial para causar toxiinfección en humanos ingresen a las instalaciones de planta de procesamiento.

Considerando lo anterior, la vacunación del broiler con cepas vivas atenuadas de S. Typhimurium, cuando se adopta bajo el esquema vacunal recomendado y cuidando las buenas prácticas de vacunación, ha demostrado ser una inversión justificada dentro de esta estrategia integrada en la integración de carne. El abordaje más exitoso será aquel que utilice tantos programas profilácticos generales y específicos como sea económicamente rentable. Cuando se trata de Salmonella es poco sensato pensar en erradicación; Salmonelosis debe concebirse como una condición de desafío permanente que requiere de gestión sistemática en función de reducir los números de positivos por Salmonella lotes tras lote, permitiendo así la producción sostenida de productos inocuos que permitan preservar la reputación de su marca.