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El estrés térmico en avicultura

Publicado: 4 de octubre de 2019
Por: Dr. David Diez Arias
En los animales se producen una serie de alteraciones como reacción frente aquellos estímulos repetidos que perturban su homeostasis o equilibrio fisiológico normal. Este fenómeno es conocido como estrés. El estrés térmico es, de entre los tipos de estrés, uno de los más frecuentes e importantes que suelen afectar a las aves de producción industrial y tiene un gran impacto sobre la productividad y la mortalidad en las explotaciones avícolas.
¿Cómo mantienen las aves su temperatura corporal?
Las aves tienen una temperatura corporal de unos 41ᵒC, la cual mantienen gracias a su capacidad de termorregulación. En cría industrial se debe mantener a las aves en la zona termoneutral, un rango de temperaturas dentro del cual las aves pueden perder calor mediante mecanismos básicos (radiación, convección y conducción). En esta zona termoneutral no hay estrés por calor y la temperatura corporal se mantiene constante.
Sin embargo, es habitual que, en determinadas condiciones, se superen los límites de la zona termoneutral y estos mecanismos básicos de regulación de la temperatura sean insuficientes Cuando esto sucede, la temperatura corporal asciende y comienza el fenómeno de estrés térmico. En este momento, el ave recurre a la pérdida de calor por evaporación, un mecanismo para combatir esta situación a través del jadeo. Durante el mismo, las aves promueven la circulación de aire en la superficie de sus sacos aéreos, lo que contribuye a aumentar el intercambio gaseoso y la pérdida de calor.
Este mecanismo incluye la actividad de los sistemas nervioso, endocrino y cardiorrespiratorio, entre otros. Conlleva la intensificación de las funciones esenciales, es decir, incrementa la tasa respiratoria y la frecuencia cardíaca y, por otro lado, la reducción de otras funciones menos importes para el mantenimiento de la vida a corto plazo, como la función inmunitaria, el crecimiento o la reproducción.
Principales signos de las aves afectadas por estrés térmico
Inicialmente, lo más habitual es que las aves, al tratar de recuperar su equilibrio térmico modifiquen su comportamiento, pudiendo observarse:
  • Aves con las alas distendidas
  • Acuclillados en el suelo
  • Lentitud, letargo
  • Estupor, tambaleos, convulsiones terminales
  • Heces húmedas
  • Aumento del consumo de agua
  • Descenso del consumo de pienso
  • Comienzan con jadeos lentos y terminan jadeando muy rápidamente
  • Desviación de la sangre de los órganos internos a la piel, lo que oscurece el color de la misma
  • Convulsiones terminales
  • Incremento de la mortalidad
Consecuencias del estrés térmico en aves

Incremento de la mortalidad
Cuando el estrés térmico se prolonga durante mucho tiempo o los animales están expuestos a temperaturas muy elevadas, ningún mecanismo de los citados podrá reducir la temperatura corporal interna y comenzará a incrementarse la mortalidad por insuficiencia cardiorrespiratoria.
Disminución del crecimiento y de la puesta de huevos
Para hacer frente al estrés térmico, las aves intensifican las funciones orgánicas esenciales para la supervivencia, quedando el resto relegadas a un segundo plano. Esto hace que la mayor parte de la energía se utilice en combatir la situación de estrés y asegurar la supervivencia, por lo que no se destina al engorde.
En pollo de engorde se observa una disminución del crecimiento diario y, además, cuando las temperaturas son altas el consumo de alimento se reduce, lo que empeora el retraso en el crecimiento.
En el caso de las ponedoras, esto conlleva una disminución del tamaño de los huevos inicialmente y, posteriormente, la reducción de la producción de huevos.
Incremento de huevos rotos
Durante el jadeo de las aves en los momentos de estrés térmico, se produce un exceso en la pérdida de niveles de CO2 sanguíneos por debajo de sus niveles basales, lo que conlleva a que incremente el pH de la sangre produciéndose alcalosis metabólica. Con el fin de restaurar los niveles de CO2 en sangre, se desplaza carbonato cálcico (Ca2CO3) de los huesos a la sangre y, una vez allí, se desdobla como vemos en el esquema siguiente:
CaCO3 → CO2 + CaO+ H+ + OH → CO3H + CaO + H+
El bicarbonato (CO3H–) se excreta por el riñón para combatir la alcalosis metabólica y también se pierde calcio en forma de CaO, lo que provoca el empobrecimiento de este elemento en las aves.
Debido a la excreción de ambos, bicarbonato y calcio, se va reduciendo la capacidad de la gallina de producir suficiente carbonato cálcico para formar la cáscara.
Mientras las reservas de calcio son suficientes, es decir, este mineral está almacenado debidamente en los huesos, la cáscara se seguirá formando gracias a que se moviliza calcio desde ellas para formar la cáscara del huevo. De ahí la importancia de mantener unas buenas reservas de calcio en los huesos a través de un correcto aporte nutricional y una buena absorción de calcio a través del intestino. En cambio, cuando estas reservas no son suficientes o se agotan, aparecen huevos con deficiencias de calcio que hará que incremente el porcentaje de huevos rotos.
Alteraciones musculo-esqueléticas
Se incrementa el número de casos de síndrome de la fatiga de la ponedora en jaula, caracterizado por la imposibilidad de las gallinas para mantenerse en pie debido a la fragilidad de los huesos, tras la movilización de carbonato cálcico a la sangre. Por el mismo motivo, aparecen también animales con fracturas de la cabeza femoral.
Medidas de prevención del estrés calórico en la avicultura
Existen dos tipos principales de medidas preventivas que irán encaminadas a evitar las condiciones que conducen a elevar el estrés térmico:
Medidas de manejo:
  • Ventilación: Es muy importante tener implementados sistemas de ventilación, e incluso de refrigeración en aquellos climas que lo requieran, con el fin de incrementar el bienestar animal y mantener la temperatura en un rango de confort.
  • Agua: Las aves deben de tener disponibilidad continua de agua, y esta debe mantenerse por debajo de 30ºC.
  • Mantener las aves lo más tranquilas posibles durante los momentos más calurosos del día, para evitar que incrementen sus movimientos y, por tanto, su actividad metabólica y que generen calor.
  • Implantar y ajustar programas adecuados de iluminación.
  • Implementar aspersores de techo, para en casos de emergencia poder sofocar el calor en el menor periodo de tiempo posible.
  • Mantener una densidad adecuada que evite el hacinamiento y el sobrecalentamiento ambiental de la granja.
Medidas nutricionales:
  • Monitorizar los consumos de alimento y agua, para detectar casos de estrés térmico de una forma prematura.
  • Es importante que la dieta esté equilibrada en nutrientes importantes como aminoácidos, calcio, sodio, fósforo o vitaminas, especialmente las hidrosolubles.
  • Alimentar a las aves en horas menos cálidas del día, con el fin de evitar elevar la temperatura como consecuencia del metabolismo, pudiéndose alimentar a medianoche.
  • Suministrar ingredientes altamente digestibles, para intentar aportar todos los nutrientes necesarios gracias a un mejor aprovechamiento de la dieta, a pesar de la reducción en el consumo.
  • Adicionar aditivos en agua de bebida ricos en electrolitos y vitaminas para compensar la pérdida de éstos.
  • Suministrar carbonatos con el fin de evitar las pérdidas de calcio óseo, necesario para la formación de la cáscara en periodos de elevada producción.
Conclusiones
El estrés térmico es un problema muy importante en la producción avícola actual, ya que los mecanismos de las aves para sofocarlo derivan la energía al mantenimiento de las funciones vitales en detrimento de la producción. Por lo tanto, los esfuerzos para combatirlo han de ir destinados a evitar que las condiciones ambientales propicien estas situaciones de estrés térmico y se deberán implantar medidas de manejo, nutricionales o combinaciones de ambas. Todas estas medidas son más eficaces desde el punto de vista de la prevención, ya que controlar los problemas de estrés térmico una vez desencadenados es muy complicado y las pérdidas económicas pueden tener un gran impacto en la explotación.
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Autores:
David Diez
Biovet-Alquermes
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Edwin Rivera Villegas
4 de enero de 2022
Doctor David diez gracias por compartir tan excelente artículo . Quisiera saber si antes de transportar las aves durante un periodo de calor intenso hacia otras granjas o regiones , podría suministrsrseles soluciones que contengan Na , K , Cl- , glucosa , (P , Ca)orgánicos, Zn y Mg , para contrarrestar los efectos del estrés calórico. Gracias por su atención y amabilidad
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