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La enfermedad del Gumboro, su síntomas y medidas profilaxticas

Publicado: 21 de febrero de 2018
Por: Roislen Castaño Concepcion, Centro Nacional para la Producción de Animales para Laboratorio - CENPALAB, Universidad Agraria de la Habana (UNAH) Cuba
Introducción:
Muchas son las enfermedades que afectan a estos pequeños animales causando grandes pérdidas a la economía del país. Tales son los casos como la coccidiosis, parasitosis, enterobacteriosis,marek, Newcastle, bronquitis infecciosa, nefrosis aviar entre otras no menos importante. Por lo que hemos escogido para la realización de este trabajo, por su importancia y preocupación de técnicos y médicos veterinarios, una de las patologías más mortales en la avicultura no solo nacional, sino también internacional, el Gumboro. Partiendo de ella hemos realizado el siguiente trabajo para lograr una mejor comprensión de esta patología.
La enfermedad del Gumboro se ha convertido a partir de su descubrimiento en una de las más importantes afecciones de la avicultura moderna .Durante varios años evolucionó en nuestro país sin que constituyera un serio problema de salud. Siendo así que Venereó (1982) describió hallazgos histopatológicos en la bolsa de Fabricio en pollos de ceba del (CAN-Habana,) pero no es hasta que los propios autores diagnostican la enfermedad. Sin embargo a finales de la década del 80 comenzó hacerse sentir y muy especial a partir del segundo semestre de 1992. Las provincias más afectadas fueron Pinar del Río, La Habana, Matanzas, Holguín, Granma y Santiago de Cuba.
Después de eso ha pasado a ocupar un destacado lugar entre las causas de pérdidas en nuestra avicultura especializada. Con vista a informar un trabajo único las acciones que correspondan a frenar la expansión y establecer el control de esta enfermedad en todo el territorio nacional y muy fundamental para que nuestro personal técnico del servicio veterinario deba conocer para desarrollar una lucha consecuente y efectiva contra esta enfermedad.

1. Revisión Bibliográfica:
La enfermedad del Gumboro es conocida como nefrosis aviar, debido a las lesiones que ocasiona en los riñones. Fue descubierta en los Estados Unidos de América en la localidad de Gumboro, de ahí que también recibe dicho nombre. Fue descrita por primera vez por Cosgrove en 1962. Posteriormente Hitchner, (1970´) propuso el termino (EIBF) es decir enfermedad infecciosa de la Bursa de Fabricio mientras que (Lukert et al) (1997), y (Pizarro et al) (2001), la denominaron como Bursitis Infecciosa debido a la gran depleción de linfocitos que ocasiona en este órgano. Es provocada por un virus de la familia Birnaviridae el cual ataca el sistema inmune de las aves jóvenes, es una enfermedad infecto -contagiosa de curso agudo. El virus una vez que penetra en el organismo de las aves llega a la bolsa donde se replica rápidamente en forma masiva. Es posible aislar el virus a partir de las tonsilas cécales, riñón, bolsa de Fabricio (figura # 1), órgano esencial en la producción de anticuerpo en las aves. La cual se encuentra presente en las aves como órgano de carácter linfoide situado cerca de la cloaca. En esta se pre elaboran los linfocitos proveniente de la medula ósea roja y son llamados linfocitos B. Los cuales son los encargados de sintetizar y segregar las inmunoglobulinas (Álvarez y González 1993).

La extirpación de la bolsa de Fabricio deja al ave desprovista de anticuerpos. Por eso autores como (Butcher y Miles 1993) plantean que la enfermedad del Gumboro tiene como diana principal la infección de la (BF) ya que esta constituye la clave de la inmunidad humoral, la cual está representada por los anticuerpos circulantes en sangre. Estas macromoléculas corresponden a las llamadas gamma globulinas que según lo planteado por (Mohar, 2007) no son más que proteínas fibrosas alargadas que llegan a tener una masa molecular de tres millones, con un contenido de inmunoglobulinas de un 98 %. De ahí que se encuentren aumentados en los procesos infecciosos.
También mediante el timo, donde los linfocitos se preelaboran y a su vez se originan otros linfocitos, los linfocitos pequeños, los cuales son enviados a los órganos linfoides y a la sangre para que participe en el mecanismo de inmunidad celular o tubular. A estos linfocitos emanados del timo se les denomina linfocitos T. Trabajos anteriores desarrollan la idea de que el timo estaba relacionado de alguna manera con el desarrollo de la respuesta inmune. Esta idea fue esclarecida por (Miller, 1961) al realizar su demostración e3n la extirpación del timo en ratones recién nacidos, lo cual conducía a:
1)- Disminución de los linfocitos circulante.
2)-Severa alteración de la reacción de rechazo a un tejido injertado (ajeno).
3)-Respuesta disminuida de los anticuerpos humorales para algunos, aunque no en todos, antígenos
4)-Emaciación después de 1 a 3 meses con muerte probablemente como resultado de la incapacidad de combatir las infecciones con efectividad.
Otro de los órganos que componen el sistema inmunológico de las aves y del cual es posible aislar el virus es el bazo, el cual situado en la mitad izquierda de la cavidad abdominal, extendiéndose oblicuamente de arriba abajo, entre la pared de esa parte del cuerpo y el diafragma, por fuera, y el estómago por dentro. Presenta para su estudio dos caras (parietal y visceral), dos extremidades, una base, un vértice. Es uno de los órganos accesorios del sistema digestivo (Presas, 1994).
Es un órgano hematopoyético que cuando completa su desarrollo adquiere diversas funciones tales como: Eliminación de glóbulos rojos caducos, producción de anticuerpos y elaboran linfocitos, produciendo además la mayor parte de los monocitos que circulan en la sangre (Vega ,1980).
Es posible aislar el virus, desde el segundo y por lo menos hasta el octavo día post- infección Mientras más joven sea él pollo al momento de la infección, mayor será el grado de inmunosupresión que padecerá, el máximo grado de severidad en este sentido se produce cuando las aves se infectan el día de edad. Bajo condiciones comerciales, las infecciones por lo general ocurren cuando van disminuyendo los niveles de anticuerpos maternos, hacia las 2 o 3 semanas de edad, la inmunosupresión puede ocurrir alrededor de ese tiempo (Paredes y Romero, 1985).
Podemos plantear, que lo antes expuesto, nos da una noción de lo importante que puede ser el sistema inmune en los organismos, sobre todo en las aves, en su lucha contra los agentes patógenos de enfermedades, como es el caso del Gumboro la cual es considerada una de las patologías de mayor importancia para la avicultura en el mundo. Debido a las pérdidas económicas que ocasiona, no solo en su forma clínica con mortalidad, si no por su efecto inmunosupresor en pollos menores de tres semanas de edad Van den Berg, (2000), y Márquez, (2001).
El virus causal es muy resistente, por ejemplo no se afecta por el éter y el cloroformo, el (pH2) y la incubación a 56 ºC durante 5 horas y 60 ºC durante 30 minutos. El (pH12) y el calentamiento a 70 ºC durante 30 minutos lo inactivan (Murphy et al., 1995).
Por experiencia se sabe que el virus puede sobrevivir en una nave durante 122 (tabla # 2), días después de haber retirado las aves infectadas. .Podemos plantear que existen siete serotipos de reovirus, Los serotipos dos y tres pertenecen a las aves y uno, cinco y seis afectan a otros animales y el séptimo pertenece al Gumboro( Paredes y Romero, 1985).
De acuerdo con lo explicado sobre la biología de la enfermedad del Gumboro , llegamos a la conclusión que el agente infeccioso bursal (IBA), no es más que un virus que actúa con la acción conjunta de un reovirus y un parvovirus .
 
1.1 Manifestaciones clínicas:
El período de incubación de la enfermedad del Gumboro es de 1 a 3 semanas. La patogenia se presenta generalmente en pollos de 3 y 6 semanas de edad, aunque puede aparecer en aves más jóvenes y hasta con 15 semanas de edad, siendo más susceptible los pollos de 2 a 4 semanas de edad (Paredes y Romero 1985).
Esta enfermedad tiene dos formas de presentación, la forma clínica, que se caracteriza por una alta mortalidad, alcanzando valores que oscilan entre un 20 – 40 % de bajas, la cual se presenta en pollos susceptibles, que tienen entre 3-6 semanas de edad y la segunda y más importante es la forma subclínica, que se presenta en pollos menores de 3 semanas de edad (Butcher y Miles, 1993), aumentando su severidad y daños mientras más joven es el ave (Van der Sluis, 1995).
Los pollos así afectados no muestran signos clínicos, pero experimentan una inmunosupresión grave y permanente producto del daño a nivel de la BF (Rosenberger, 1995), esta característica es quien la hace económicamente más importante debido a que los lotes inmunosuprimidos tienen una alta incidencia de infecciones secundarias, responden pobremente a las vacunas rutinarias y muestran una baja ganancia de peso, además de ser muy costosa desde el punto de vista diagnóstico ya que resulta muy difícil descubrir estas infecciones, siendo tratadas las aves por otras causas, incrementándose los costos por medicamentos que a su vez tendrán una baja efectividad (Sjaak, 2001).
En las aves maduras, el crecimiento masivo del virus en la bolsa causa su destrucción, la diseminación del virus por el organismo y el desarrollo de la enfermedad clínica. Los síntomas clínicos de la enfermedad incluyen deshidratación, plumas erizadas, depresión, anorexia (figura # 2), diarrea, temblores, con caminar inseguro, disminución del consumo del agua e incluso la muerte (Giambrone, 2001) y la severidad de estos dependerá de las cepas de virus que cause la infección (Saif, 1998).
También pueden aparecer heces blanquecinas y fluidas plumaje aglutinado alrededor de la cloaca y en casos menos avanzados prurito anal, el cual tratan de aliviar mediante picadas. Lo cual provoca en las aves el picaje, llevando esto consigo al canibalismo entre ellas, y provocando un estrés general al ave e incluso la muerte (Paredes y Romero 1985).
La duración de la enfermedad es corta de (3 a 7 días)
La letalidad suele ser de 0.5 a 15 %.
La morbilidad varía de un 10 a 40 %.
Si él ave o las aves sobreviven, pueden surgir otros problemas, el sistema inmune dañado es mucho menos capaz de defender al ave contra los desafíos normales por enfermedades comunes y sobrevienen infecciones añadidas, las más frecuentes suelen ser la coccidiosis y la enterobacteriosis. Las aves afectadas presentan por lo general un retraso en el peso corporal, falta de uniformidad y una gran mortalidad por diferentes causas (Rosemberger ,1998).
1.2 Especies susceptibles:
La enfermedad se ha reportado en pollos y recientemente en avestruces. Todas las razas pueden padecerla, aunque se ha observado mayor reacción en las aves ligeras, especialmente la raza Leghorn que en las pesadas. La edad de mayor susceptibilidad oscila entre 2-6 semanas. Pollos de mayor edad han sido infectados y no se han mostrado afectados posiblemente por la especificidad del virus por la bolsa de Fabricio: Las manifestaciones clínicas son posibles sólo hasta que la bolsa esté funcional (Sánchez, 2002).
1.3 Transmisión:
La Enfermedad Infecciosa de la Bolsa es altamente contagiosa y es diseminada por contacto directo entre parvadas infectadas y susceptibles. Los pollos infectados con la misma comienzan a diseminar el virus un día después de la infección y están transmitiendo la enfermedad durante 14 días post-infección (PI), sin sobrepasar los 16 días (Lasher y Shane, 1994).

La transmisión del agente se efectúa mediante la ropa del granjero, así como por el empleo de útiles comunes en los diferentes gallineros, a través de la vía oral. Infectados. También se ha demostrado que el agente continúa infeccioso durante 52 días en el pienso, agua y residuos de gallineros. No se ha podido demostrar la transmisión a través del aire. El agente se ha aislado de el escarabajo codrofado (Alphitobius diaoerinus), recogidos en una granja afectada, incluso al cabo de un año. De particular importancia es el hombre como diseminador de la enfermedad, al no observar las medidas higiénico-sanitarias elementales. Tiene importancia la reutilización de la yacija. No se ha demostrado la transmisión vertical (Sánchez, 2002).

Podemos plantear que la transmisión de los agentes etiológicos transmisibles de los animales de un huésped a otro, constituye, la expresión básica de la cadena epizootiología y, por consiguiente, del proceso epizootiológico. La importancia epizootiología de las vías (modos) de transmisión dadas, dependen principalmente de la importancia epizootiológica de los agentes etiológicos específicos, en cuanto a su patogenocidad y contagiosidad, y sobre todo del grado en que tales transmisiones contribuyen al empeoramiento de la situación epizootiológica y al proceso epizootiológico. Todas las vías de transmisión tienen sus características, las cuales es necesario tener en cuenta siempre al analizar el proceso epizoótico específico. Así como aplicar las medidas contra epizoóticas, preventivas, y recuperativas (Kouba, 1970).
1.4 Lesiones anatomopatológicas:
El cuadro lesionar abarca varios órganos y músculos, pero la lesión típica dela enfermedad del Gumboro es la inflamación de la bolsa de Fabricio, donde se aprecia con frecuencia un edema suberoso ó peribursal (figura # 3 y 4) donde las laminillas del interior, débilmente blanquecinas a menudo están tumefactas y jugosas, envueltas por un moco claro que puede contener flóculos de coágulos de sangre. Alrededor del 3 hasta el 4 día post-infección (Rosemberger ,1998).
En la forma clínica llama la atención el buche vacío. Se observan hemorragias en muslos y músculos pectorales debido a que el virus de la EIB interfiere con el mecanismo normal de coagulación de la sangre (Butcher y Miles, 1993 y Glisson y Kleven; 1993).
Otro aspecto a considerar en el diagnóstico de la enfermedad de Gumboro, es la curva de mortalidad que se presenta. La mortalidad comienza a ser observada poco después de la aparición de los primeros síntomas, con un pico característico al tercer día, a partir de este momento la mortalidad disminuye considerablemente, al quinto día ya no se registra mortalidad (Ojeda et al., 1997).
Igualmente se aprecian hemorragias intramusculares en las serosas, corazón, pro ventrículo, intestino, ileón y válvula íleo-cecal y estomago glandular. Los riñones pueden estar normales o alterados a veces hipertrofiados, con los túbulos destacados .Los uréteres se muestran a menudos inflamados (Paredes y Romero ,1985).
Particularmente típica es la inflamación de la bolsa de Fabricio la cual se inflama y duplica su tamaño Un trasudado gelatinoso amarillento cubre la superficie de la misma. La bolsa de color crema en algunas ocasiones se presenta hemorrágia.Posteriormente 10 días después de la infección la bolsa aparece atrofiado producto de la destrucción del tejido linfoide, puede aparecer en su interior material caseoso y sanguinolento. El timo aparece también atrofiado. En la forma subclínica solo se aprecia dos o tres días de la bolsa (Sánchez, 2002).
El hígado según lo planteado por (Sisson, 1970) este presenta un color rojizo y una consistencia bastante friable. Sin embargo debido a esta patología este presenta un aspecto estriado con segmentos pálidos y otros de color caoba débil.
Los daños microscópicos pueden tener diversos estadíos e incluyen:
a.) Depleción linfoide.
b.) Disminución del número de folículos linfoides.
c.) Infiltración heterofílica.
d.) Acortamiento de los pliegues (plicas)
e.) Hemorragias.
f.) Disminución del número de pliegues (plicas)
g.) Fibroplasia (cambio tardío).
h.) Edema.
El timo sufre daños microscópicos como resultado de la exposición a agentes inmunosupresores principalmente el agente infeccioso de la bolsa (Sánchez, 2002).
 
1.5 Diagnóstico:
El curso descrito del proceso morboso, representado por la curva de letalidad, así como el resultado de la autopsia tanto macro como microscópicamente, bastan para establecer un diagnóstico presuntivo de la enfermedad .Pero cuidado, muchas veces el diagnóstico presuntivo se nos hace muy confuso, al tener mucha similitud sus síntomas con otras enfermedades. Por eso este se basara en el análisis de los antecedentes de la crianza, su comportamiento, tratamiento y vacunaciones que se han llevado a cabo, calidad de la habilitación sanitaria y bioprotección (Rosemberge, 1998).
Las observaciones clínicas han de ser minuciosa para establecer los índices de morbilidad y mortalidad por causas. Es conveniente analizar el grado de uniformidad del lote afectado y su desarrollo corporal según la edad, raza y propósito. Las necropsias deben ser efectuadas en un número representativo de aves para precisar las lesiones propias de la enfermedad. Los hallazgos lesiónales en la bolsa de Fabricio y las hemorragias, se describirán en detalles, refiriendo intensidad y localización El aislamiento del virus, sin embargo, es necesario para un diagnóstico confirmativo .
Este se basa en los resultados del laboratorio (departamento de patología) donde se realizan los diferentes exámenes e investigaciones tanto sea histopatológicos, virológico, bacteriológico (etc.). Estas se harán mediante aquellas pollitas que fueron llevadas al laboratorio con las medidas adecuadas (Rosemberge, 1998).
A estas se le realizaran una famosa prueba, la cual se conoce por el nombre de inmunoensayo enzimático o prueba de (ELISA) probablemente es la prueba más usada a nivel mundial, ya que es muy rápida (4 horas o menos), cuantitativa, tiene una alta especificidad y sensibilidad y aunque requiere de equipos específicos, es bastante barato cuando se realiza a gran escala (Eterradossi et al., 2001).
El virus puede estar presente particularmente en los primeros estadíos de la enfermedad en casi todos los órganos excepto en el encéfalo, sin embargo, la mayor concentración del agente se localiza en la bolsa y en el bazo. El bazo, además se usa preferentemente porque a menudo está libre de contaminación con gérmenes secundarios (Paredes y Romero ,1985).
1.6 Selección de muestras para su envío a laboratorio:
-Cuando es factible, se seleccionaran y enviaran aves afectadas en un número no inferior a doce ejemplares que manifiesten los síntomas más característicos del brote en cuestión. Para el envío de órgano al laboratorio se seleccionaran por separado en atención a las lesiones que se observaran. Para exámenes histopatológicos las bolsas de Fabricio se colocaran enteras en frascos con formalina neutra al 10 %.-Respecto a las muestras para las investigaciones virológicas, las bolsas de Fabricio se enviaran en frascos con glicerina estéril al 50 %preferentemente, o su defecto, solución salina al 0,85 %. Se procederá de igual forma con otros órganos que necesiten procesar para investigar otros agentes virales en el bazo, articulaciones, tráquea, pulmones y encéfalo, cuando sea conveniente. Las muestras para el trabajo virológico se mantendrán refrigeradas hasta su llegada al laboratorio. Todas las muestras se identificaran cuidadosamente según su procedencia por unidad avícola, lote, nave, propósito de crianza, fecha de vacunaciones y otros. El envío de un caso al laboratorio seguirá lo establecido respecto a todos los datos que lo identifican y que contribuyen al diagnostico del mismo.

Para las investigaciones serológicas se seleccionaran no menos de 35 aves a fin de obtener muestras de sangre, separar y refrigerar los sueros individualmente. La selección de las muestras será tendenciosa para escoger las aves más características del brote. La selección será aleatoria cuando obedezca a un sondeo de rutina para evaluar anticuerpos promovidos por las vacunaciones (Rosemberger ,1998).
1.7 Medidas de profilaxis e inmunoprofilaxis:
Debemos tener en cuenta ya, que siempre ha sido muy importante, tener muy presente que la medicina preventiva es la vía para evitar las enfermedades infectocontagiosa, porque como dijera aquel postulado que nació en la antigua Grecia “más vale prevenir que curar”. Por eso todas las unidades avícolas organizarán su producción bajo el principio zootécnico –sanitario todo dentro- todo fuera.
La inmunoprofilaxis constituye junto con la bioprotección la fórmula segura para evitar la presentación de esta patología. Tenemos que en esta se trabaja para establecer un sistema de monitoreo permanente del estado inmunitario de los rebaños, desde el primer día de edad, con el objetivo de oriental el esquema de inmunización correspondiente (Paredes y Romero 1985). Utilizando una vacuna que se administra de la forma siguiente:
a.)- Si hay antecedentes de que las madres no estuvieron en contacto con el virus, se vacunan las pollitas entre tres y seis día de edad, ya que no hay anticuerpos maternos. Se hace una revacunación entre las ocho y diez semana de edad.
b.)-Si no hay datos sobre las madres se vacunan entre seis y catorce días de edad.
c.)- Si se sabe que las madres tuvieron contacto con el agente se vacuna entre catorce y veintiún día con el objetivo de que los anticuerpos maternos no interfieran la reacción inmunológica activa.
Existen varios métodos de aplicación de las vacunas contra EIBF:
a.) Por inyección.
b.) Ocular.
c.) Agua de bebida.
d.) Aerosol.
Para las gallinas ponedoras, comprende vacunas a virus vivo, se administran conforme declina la inmunidad pasiva y protege contra la enfermedad de Gumboro clínica. Hay que tener en cuenta que las pollonas Leghorn son más susceptibles a la (EIBF) clínica (Sánchez, 2002).
La aplicación de la vacuna del Gumboro y su reactivación a los cuarenta y cinco días por medio de la aspersión a una altura sobre la cabeza de dichos animales que oscila entre tres y seis centímetros ha sido una vía eficaz ; en la unidad de producción Luis Rodríguez Gómez donde su propósito es inicio – ponedora. Un ejemplo de un cronograma de vacunación de esta y otras enfermedades puede verse en la (tabla # 3) Cualquiera que sea el esquema de aplicación de las vacunas se tomará las medidas correspondientes para asegurar la efectividad de las mismas, en especial la correcta conservación hasta el momento de su uso, preparación de la vacuna, forma de aplicación, observación de las aves para efectuar el acceso de las mismas a la vacuna. Para favorecer el resultado de la vacunación además se suministrará a las aves por lo menos dos días antes una solución electrolítica , tratamiento que podrá ser repetido en los dos días posteriores a la vacunación(Rosemberger ,1991).
1.8 Medidas contraepizoóticas:
Al detectarse la enfermedad de Gumboro en una granja se establecerá una estricta cuarentena, la cual comprenderá las acciones que se detallan a continuación con el objetivo de evitar una posible expansión del virus dentro de la unidad o fuera de la misma (Rosemberger ,1998).
Las cuales son:
a)-Limitación de entrada de personal a la unidad y en especial al área productiva.
b)-Las personas que por la índole de su trabajo sean autorizados a pasar a la unidad deberán cumplir estrictamente las medidas de desinfección establecidas en la unidad.
c)- La administración y técnicos de la granja establecerán medidas de cuarentena interior de forma que los obreros de las naves afectadas queden desvinculados del resto del personal, no permitiéndose bajo ninguna circunstancia las visitas entre naves o el intercambio de equipos o útiles de limpieza. No se permitirá la extracción de cadáveres u otro despojos fuera de los límites de la granja.
d)-El personal veterinario, fumigadores, personal de mantenimiento, cortadores de pico, transportadores de alimentos, (etc.) que por la índole de su trabajo deben recorrer varias naves observarán estrictamente el orden de visitas siguientes: primero las naves sanas que se encuentran alejadas de aquellas donde se ha detectado la enfermedad, después las adyacentes a las afectadas y solamente en ultima instancia las naves enfermas. 
Después de visitar una nave afectada no se permitirá que sean visitadas las naves sanas a no ser que las personas involucradas se sometan al baño y cambio de calzado.
1.9 Habilitación sanitaria:
Para lograr una producción rentable desde el punto de vista productivo y lograr la efectividad de la misma es necesario llevar a cabo el principio zooveterinario de todo dentro – todo fuera en aves a edades cercanas, a los 21 días de edad como máximo. De ahí que lo planteado a continuación es de un estricto cumplimiento en todas las unidades de producción (Instructivo técnico, 1998). Donde tendríamos como primer paso:
1)- Chapea y desorillo del área alrededor de la nave en una franja de 2,0 m.
2)-Extracción de equipo para su limpieza mecánica, lavado y desinfección con solución comercial de formol al 2,0 % o compuesto de amonio cuaternario (desinfectol) al 5 % u otro desinfectante de reconocida actividad y secado de los mismos al sol.
3)-Extracción de la camada utilizada en la crianza anterior.
4)-Barrido de la nave.
5)-Limpieza con agua a presión de: paredes, techos, malla metálica, cortinas por ambos. Este lavado se aplicará también a los pisos, cajuelas, pasillos y fosas sépticas.
6)-Transcurrido un tiempo mínimo de l2 horas, aplicar solución de sosa cáustica (NaOH) al 2%, preferiblemente caliente al área del piso de la nave a razón de 2 litros por m2 en piso de tierra y un litro por m2 en piso de cemento. Este producto se aplicará también al área alrededor de la nave en una franja de 2,0 metros d ancho, aproximadamente.
Introducción de la camada nueva.
7)-Pasadas 24 horas como mínimo, aplicar un insecticida de reconocida actividad al área de piso, en la concentración y nivel de uso establecido en la Avicultura.
8)-Transcurridas 24 horas como mínimo, aplicar fungicida al área del piso, solución de Sulfato de Cobre 1:1000, a razón de 1 litro por m2 u otro de reconocida actividad.
9)- Transcurridas 24 horas como mínimo, colocar cortinas nuevas (si se requiere el cambio de las que están en uso), introduciendo los equipos limpios y desinfectados y aplicar solución de formol al 2 - 3 % a razón de 1 litro por m2 al área de piso de cemento ó 2 litros por m2 en piso de tierra. Esta desinfección incluye la aplicación a paredes, puertas, techos, cortinas, por ambos lados, así como a cajuelas, pasillos, almacenes, fosas sépticas y equipos.
10)-Se mantendrá un intervalo profiláctico o descanso sanitario de 10 días como mínimo antes de recibir el nuevo lote de aves, quedando prohibida la entrada a las naves, las que se mantendrán totalmente cerradas y con las cortinas bajas.
11)-Simultáneamente al tratamiento sanitario a las naves, se procederá al mantenimiento y desinfección de silos, según lo establecido en el Instructivo Técnico correspondiente.
12)- Los tanques de naves así como cisternas recibirán al concluir cada crianza y durante la habilitación sanitaria una limpieza mecánica y desinfección con formol al 2 - 3 %.
13)-Al término de la habilitación sanitaria se expedirá el certificado de calidad el que debe estar firmado por el responsable de veterinaria de la granja o el veterinario que atiende la unidad.
14)-Cualquier equipo o utensilio que por razones de necesidad imperiosa tenga que ser extraído de la unidad será sometido a una rigurosa limpieza y desinfección bajo supervisión directa del personal técnico a cargo de la cuarentena de la unidad, la cual sea acreditará mediante certificación especial. Igual procedimiento se realizara al recibir estos equipos y antes de permitir la entrada a la unidad de destino.

1.10 Medidas de control y recuperación:
Ante la sospecha de la presencia de la enfermedad en una unidad, el Medico Veterinario a cargo de la misma, procederá a realizar la notificación correspondiente al Instituto de Medicina Veterinaria del municipio y la empresa correspondiente. En caso que se compruebe la enfermedad atendiendo a los métodos de diagnóstico que anteriormente hemos planteado en el presente trabajo, se procederá a ratificar la cuarentena de la unidad, la cual debe haber sido dictada al momento de la sospecha (Rosemberger ,1995) .De ser así de inmediato se reforzarán las medidas de higiene y manejo, en especial las concernientes a:
a)-Empleo de la alimentación.
b)-Suministrar una solución electrolítica de forma permanente y estimular a las aves para que la consuman.
c)-Intensificar la clasificación de las aves de acuerdo a su desarrollo y eliminar de forma inmediata aquellas que se consideren no recuperables.
d)-Aplicar tratamiento de acuerdo a las manifestaciones clínicas y lesiónales que sean observadas.
e)-Se incrementará el nivel de autopsias con el objetivo de determinar las causas de la mortalidad y evaluar el curso epizoótico de la enfermedad, las cuales deberán ser registradas convenientemente.
f)-El foco se considerará como recuperado cuando las aves susceptibles hayan sido trasladadas después de su recuperación y se haya efectuado el saneamiento especifico dirigido a la eliminación del virus de la enfermedad del Gumboro.
Para el saneamiento específico de las unidades afectadas la habilitación sanitaria se complementará con las acciones siguientes:
1)-Primeramente se procederá a la eliminación sanitaria de la yacija y limpieza mecánica rigurosa.
2)-Se desinfectará con sosa cáustica preferiblemente en agua caliente al 2% de todas las superficies que estuvieron en contacto con las aves y sus desechos.
3)-Desinfección con formol al 5%(2% de producto activo).
4)-El descanso sanitario será de 15 – 21 días.
Debemos tener en cuenta y conociendo lo antes planteado que el mantenimiento de la higiene juega un papel muy importante en la lucha y control de varias enfermedades, por eso se realizará a partir de los 14 días las nebulizaciones con solución de formol al 2% sobre las áreas de crianza sin excluir que se mojen las aves y con una frecuencia quincenal. También se removerán diariamente las áreas húmedas de las camadas, espolvoreando con hidrato de cal estas zonas y adicionando camada seca en la misma, esparciendo con rastrillo la camada de los alrededores de la zona afectada. Se procederá al tratamiento de las excretas, como mínimo una vez al mes con insecticida de acción reconocida, tratando una nave diaria de forma paulatina para que en el trascurso del mes se desinfecte toda la granja (Instructivo técnico, 1998).
 
1.11 Medidas de bioseguridad:
Las fuentes y vías de trasmisión son los factores que esencialmente facilitan que los agentes se trasmitan de una unidad a otra. En esto influyen los animales infectados, los fómites, el agua y el alimento contaminado, la yacija y otros desechos de la crianza; el hombre tiene más de un 90 % de participación en la transmisión de esta enfermedad (Pérez, 1998).
El mayor riesgo que puede tener una producción avícola es no contar con un plan de bioseguridad, de ahí que la bioseguridad sea una parte fundamental de cualquier empresa avícola para reducir la aparición de enfermedades en las aves. El concepto de bioseguridad en una explotación ganadera hace referencia al mantenimiento del medio ambiente libre de microorganismos o al menos con una carga mínima que no interfiera con las producciones animales. Podemos definir el concepto de bioseguridad como el conjunto de prácticas de manejo que van encaminadas a reducir la entrada y transmisión de agentes patógenos y sus vectores en las granjas animales. Las medidas de bioseguridad están diseñadas para prevenir y evitar la entrada de agentes patógenos que puedan afectar a la sanidad, el bienestar y los rendimientos técnicos de las aves. La bioseguridad, en nuestra opinión, es la práctica de manejo más barata y más segura para el control de las enfermedades. Ningún programa de prevención de enfermedades puede obviar un plan de bioseguridad. Ahora bien entendemos que el concepto de bioseguridad es un concepto mucho más amplio ya que también hace referencia a la localización física de la granja (bioseguridad física) y al diseño de la granja (bioseguridad estructural). Todo plan de bioseguridad debe ser flexible en su naturaleza, fácil y práctico de aplicar y versátil, de tal manera que pueda adaptarse a los avances en producción animal (Quiles y Hevia, 2003)
En líneas generales cualquier programa de bioseguridad ha de contemplar los siguientes aspectos:
1)-Correcta localización de la granja.
2)-Características constructivas de la nave.
3)-Control de animales extraños a la explotación (animales salvajes, insectos, ratas, ratones,( etc.).
4)-Limpieza y desinfección de la nave y del utillaje ganadero.
5)-Utilización de lotes de la misma edad.
6)-Control de las visitas y personal ajeno a la explotación.
7)-Evitar el estrés de los animales.
8)-Evitar la contaminación del pienso.
9)-Controlar los programas de vacunación y medicación de los animales.
10)-Control de las deyecciones, cadáveres y materias contumaces.
En el siguiente trabajo nos dedicaremos en explicar solamente tres aspectos de lo anteriormente planteado, los cuales son: el control de visitas y personal ajeno a la explotación, la uniformidad del lote y el control de los programas de vacunación. Por el descuido que a veces existe en las unidades de producción
1)-Control de las visitas y del personal de la explotación
En la medida de lo posible deberíamos reducir al mínimo las visitas de personal extraño a la nave, aunque somos conscientes de que esto es muy difícil de conseguir, por lo que es necesario contar con un programa de bioseguridad en relación a las visitas. Recordemos que las enfermedades infecciosas pueden propagarse de un granja a otra a través de la ropa y el calzado de las visitas o del personal que se mueve de nave en nave de diferentes lotes de aves. Antes de la entrada de los vehículos, éstos serán lavados, para lo cual se contará con el correspondiente equipo de lavado o con un rodoluvio con la solución desinfectante pertinente. El rodoluvio habrá de cubrir las ruedas del vehículo.
Las zonas más peligrosas de los camiones suelen ser los ascensores de carga, la cabina y los bajos; junto con el calzado y la ropa de los camioneros. De igual forma la entrada de todo el personal a la explotación se hará previa ducha, poniendo un especial énfasis en el lavado de pelo y uñas. Al interior de la nave se accederá con ropa y calzado para tal fin, en las mejores condiciones higiénicas posibles y que sólo debe ser usada para esa granja. En la sala de duchas debe haber dos zonas, zona limpia y zona sucia, y el movimiento debe ser en un solo sentido. Es conveniente contar con un libro de registro de visitas en el que se especifique: nombre del visitante, empresa, motivo de la visita, fecha y último lugar donde tuvo lugar contacto con animales. A la entrada de la nave se colocará un pediluvio para la desinfección del calzado.
El pediluvio se llenará con una solución desinfectante que no se vea afectada por la temperatura y por los rayos solares. Esta solución debe renovarse como mínimo una vez a la semana, siendo muy importante la limpieza de las botas antes de sumergirlas en el pediluvio. Este es uno de los puntos más delicados y al que habría que prestarle una mayor atención, ya que en el 90% de las contaminaciones microbianas actúa el hombre como transmisor.
El tránsito del personal deberá ser siempre de las naves de aves más jóvenes a las de mayor edad. Es conveniente lavarse las manos cuando manipulemos aves de distintos lotes o edades. Sin embargo, actualmente en muchas unidades no la cumplen totalmente, o lo que es aún peor, muchas de las reglas de bioseguridad son violadas. De ahí que nuestro deber como Médico Veterinario es lograr que estas se cumplan (Quiles y Hevia, 2003).
2)- Uniformidad de los lotes
Utilización de lotes de la misma edad, ya que de esta manera reduciremos la contaminación de los animales adultos hacia los más jóvenes. Si tuviera que alojar lotes de diferentes edades, las naves de un mismo lote deberán estar separadas. Cuando se introduzca un animal nuevo a la explotación deberá pasar por un período de cuarentena (al menos 4 semanas), en donde se le observará para detectar cualquier señal de enfermedad. Durante este período podemos aprovechar para efectuar análisis de sangre para el diagnóstico de enfermedades infecciosas y parasitarias (Rosemberger ,1998).
3)-Controlar los programas de vacunación y medicación de los animales
Al igual que en la mayoría de las infecciones virales la vacunación constituye la mejor opción para prevenir la presentación de la EIB. La inmunización de las reproductoras reviste una especial importancia pues estas le confieren a la progenie una inmunidad pasiva que puede proteger a la descendencia de la infección subclínica durante las tres primeras semanas de vida. La primera vacuna a virus vivo para la prevención de esta virosis fue elaborada inmediatamente después del aislamiento y la identificación del agente causal de esta enfermedad por Winterfield y Hitchner ( Lasher y Davis, 1997), la cual fue elaborada con virus poco atenuados, por lo que fueron denominadas “calientes” (Rosales, 1995). Estos virus vacunales poseen una alta capacidad invasiva del tejido linfoide de la BF y otros tejidos afines, donde causan depleción linfoide que varia de benigna a severa dependiendo de la susceptibilidad del ave en el momento de aplicación de la vacuna (Márquez, 1997).
Estos productos eran capaces de suprimir las manifestaciones clínicas de la enfermedad, así como la mortalidad, pero probablemente fueron los responsables de la inmunosupresión y la atrofia de la BF asociada con esta enfermedad en los pollos jóvenes (Lasher y Shane, 1995).
Con el desarrollo de las cepas vacunales suaves a mediados de los 70, las cepas calientes empezaron a dejar de usarse, sin embargo, los virus suaves no lograban atravesar niveles medianos o altos de anticuerpos (Tsukamoto et al., 1995; Vaxfacts, 1994).
Posteriormente se desarrollaron a principios de los 80 las vacunas inactivadas oleosas, cambiando de esta manera totalmente la estrategia en la prevención de la EIB, al vacunar a las madres reproductoras cuatro semanas antes del inicio del período de producción, con el objetivo de elevar el nivel de anticuerpos maternos en la progenie para protegerla durante la segunda y si es posible la tercera semana de vida, período durante el cual el virus causa un efecto inmunosupresor más intenso e irreversible (Lasher y Shane, 1994; Lukert, 1995).
A fin de evaluar cuánta bioseguridad es práctica para su granja, tendrá que mirar a estos tres de factores.
1. La Economía
2. Sentido común
3. El Riesgo Relativo.
a)-Las aves nuevas representan un gran riesgo a su bioseguridad porque su historia de pasadas enfermedades es desconocida. Ellas pueden haber tenido una infección o ser susceptibles a una infección que ya este presente en las aves que parecen normales (portadoras- saludables) en su granja. De ahí que solo se recibirán pollitos que cumplan los índices de calidad y estados sanitarios establecidos. Aunque el método de todo dentro-todo fuera no es factible de practicar en muchas granjas de reproductoras, o en las granjas que crían aves exóticas o aves para la caza, si es posible tener una corral apartado en una nave separada para aislar estas aves nuevas con el resto de aves residentes en la granja. Por lo menos hay que observar 2 semanas de cuarentena aunque 4 semanas es mejor. Observe a las aves para descubrir cualquier señal de enfermedad. Las pruebas de análisis de sangre para él diagnostico de enfermedades infecciosas pueden también desempeñarse en este momento. Use jaulas de plástico limpias para el traslado de las aves. Las de madera son difíciles de limpiar y han sido responsables de la propagación de enfermedades. Evite exponer a las aves nuevas, incluyendo a los pollitos de un día al contacto de heces, plumas, polvo y residuos orgánicos del lote anterior. Algunos organismos patógenos causantes de enfermedades mueren rápidamente y otros pueden sobrevivir por largos espacios de tiempo. Dirija la corriente de tránsito en su granja desde la nave de las aves más jóvenes hasta las de mayor edad. Dirija el tránsito desde las aves residentes de su granja hasta las que están en cuarentena. Establezca una " zona clara" libre de vegetación alrededor de los edificios y las naves para desalentar que los roedores e insectos se introduzcan en sus naves. Use un par diferente de botas de plástico cuando visite la zona en cuarentena y las naves de su granja para evitar el transporte de organismos de nave a nave con su calzado. El calzado debería desinfectarse en todas las entradas de las naves o usar botas protectoras de plástico en cada sitio (Del Pino, 2008)
Según el mismo autor el desinfectante en las bandejas de desinfección del calzado puede ayudar a disminuir la dosis de organismos sobre las botas. Pero, como estas bandejas son difíciles de mantener siempre con el nivel de desinfectante activo necesario, es una idea buena tener un abastecimiento amplio de botas de goma que pueden ser lavadas fácilmente o botas de plástico que tenga la parte de la planta de un plástico resistente para el uso de los visitantes.Lávese sus manos después de manejar las aves en cuarentena o cuando maneje aves de diferentes grupos. Desinfecté los bebederos y comederos (diariamente). Planifique los períodos de limpieza y desinfección de las naves y su equipo por lo menos una vez al año. Use este tiempo de limpieza para poner en práctica los controles de peste y roedores. Recuerde que el secado de los bebederos, comederos y otros equipos a la luz del Sol es muy efectivo para matar muchos organismos patógenos causantes de enfermedades. No permitir el contacto directo ni indirecto de las aves con otros animales, incluyendo los que pertenezcan a la misma unidad y que estén autorizadas a permanecer en la misma. -Asegurar la integridad de la cerca perimetral y combatir los pájaros de vida libre .Elimine a las aves muertas rápidamente de su granja, quemándolas o enterrándolas con cal viva. Por eso la aplicación cabal del complejo de acciones para la habilitación sanitaria, establecida en el instructivo técnico, incluyendo así la desratización y desinsectación. Se evitará el cambio de equipos entre las unidades y solo será posible cuando estas hayan sido desinfectadas.
Además, existen una serie de vectores como los mosquitos (Aedes vexans), las ratas y los gusanos de la harina, los cuales intervienen en la transmisión de la enfermedad y que por tanto también constituyen un problema adicional para el control de la infección. Por estos motivos resulta de gran importancia las medidas de desinfección, desinsectación y desratización durante las habilitaciones sanitarias. No obstante, la descontaminación por si sola es inefectiva (Van den Berg, 2000).
Aunque se han descrito diversas formas de la enfermedad, su tipificación sigue resultando confusa (pues se utilizan indistintamente criterios antigénicos y patotípicos) y su incidencia real es de difícil cuantificación (Van der Berg et al., 2000).
La importancia económica de esta enfermedad está estrechamente relacionada con las formas clínicas y subclínica de presentación de la misma (Sjaak, 2001). La primera se presenta en pollos mayores de tres semanas de edad y produce una mortalidad de un 20 porciento, que puede llegar al 100 porciento cuando se trata de cepas altamente virulentas (Herdt et al., 2000).
La segunda y de hecho la más importante, se presenta en pollos menores de tres semanas de edad y produce una marcada inmunosupresión al destruir las células linfoides inmaduras, fundamentalmente en la Bolsa de Fabricio (Van der Berg, 1999).
 
Conclusiones:
El Gumboro es una enfermedad infecto-contagiosa de curso agudo, que ataca el sistema inmune de las aves jóvenes, ocasionando serias lesiones a varios órganos y es considerada una de las patologías de mayor importancia para la avicultura a nivel mundial.
Mediante un plan de acción se puede lograr la profilaxis, diagnóstico y control del Gumboro en una unidad avícola.
 
Recomendaciones:
Continuar con el estudio del Gumboro, para contribuir con la preparación del personal técnico en la profilaxis, diagnóstico y control de esta patología.
 
Bibliografía
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Autores:
Roislen Castaño Concepcion
Universidad Agraria de la Habana - UNAH
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Jose luis blanco Muñoz
7 de enero de 2020
Si se presenta esta enfermedad con cual droga oque se ase al respeto
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Roislen Castaño Concepcion
Universidad Agraria de la Habana - UNAH
5 de marzo de 2018
estoy de acuerdo con usted pero aun existen indisciplina dentro de la cadana avicola nacional y para mi es un llamado a lo que en estos momento necesita el pais, mas disciplina en lo que esta establecido, no cabe duda que hemos hecho historia en estos años dentro de esta rama pero aun a pesar de muchas dificultades economicas los avicultores dan su paso al frente. gracias por su comentario
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Vladimir Conde Pérez
Avícola Camagüey
5 de marzo de 2018
Señor Roislen Castaño Concepcion. Las malas experiencias en la lucha contra la enfermedad de Gumboro, que tanto daño ha provocado en nuestras instalaciones, hace años han quedado en la historia, no con fórmulas divinas, sí con mucha disciplina en las habilitaciones sanitarias, no reutilizamos camadas, muy meticulosos con los descansos sanitarios, y asegurando que todas las labores se ejecuten con el máximo rigor, ademas, y considero el principal logro ha sido el uso de la vacuna asistida, que se realiza en el momento óptimo, que en nuestro caso ronda los 6 a 7 días de edad de los pollitos, esta práctica nos ha permitodo librarnos de este flagelo.
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