Explorar
Comunidades en español
Anunciar en Engormix

Coriza Infecciosa

Publicado: 13 de mayo de 2016
Por: María Luciana Cigoy, Yosef Huberman y Horacio Raúl Terzolo, Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, Estación Experimental Balcarce (INTA EEA Balcarce), Argentina
La Coriza Infecciosa es una enfermedad bacteriana muy contagiosa producida por Avibacterium paragallinarum. Afecta el tracto respiratorio superior de pollos y gallinas (Gallus gallus) y también se ha aislado de codornices y psitácidos. Son susceptibles de padecerla aves de todas las edades. Aunque la enfermedad es muy conocida en gallinas, muchas veces su presencia pasa desapercibida en pollos de engorde infectados subclínicamente, porque los métodos bacteriológicos usuales no siempre detectan a esta bacteria. Por otro lado, es importante diferenciarla de otra enfermedad conocida como “coriza de los pavos”, que es totalmente distinta y está causada por una bacteria diferente: Bordetela avium.
Pérdidas productivas 
Presenta amplia distribución mundial y se encuentra principalmente en países con producción intensiva, pues el hacinamiento y el estrés de estos sistemas de crianza incrementan la susceptibilidad de las aves y el contagio. Produce importantes pérdidas económicas debido a una considerable reducción de la producción de huevos (hasta un 40%) en gallinas ponedoras o reproductoras después de que alcanzan su pico de postura; al retraso del crecimiento y pérdida de peso en pollos de engorde (ocasionado por la diarrea y la reducción del consumo de agua y alimento); y al incremento del número de pollos descartados en el matadero por muerte por asfixia antes de ser colgados en el gancho y, a veces, por lesiones de dermatitis y celulitis.
Patogenicidad y virulencia de Avibacterium paragallinarum
Los antígenos hemoaglutinantes (hemoaglutininas) de Avibacterium paragallinarum son las estructuras principalmente relacionadas con su antigenicidad, patogenicidad e inmunogenicidad. Estos antígenos hemoaglutinantes bacterianos constituyen las adhesinas que permiten la adhesión de la bacteria a estructuras en la superficie celular de la mucosa y son consideradas necesarias para la infección de las células epiteliales de la mucosa del tracto respiratorio. Por lo tanto, la protección activa del ave infectada depende principalmente de la presencia de anticuerpos humorales inhibidores de las hemoaglutininas, debido a su acción neutralizante de la adherencia. Se han descripto otros factores de virulencia, entre ellos se destaca la cápsula de cepas causantes de septicemia que podría actuar inhibiendo la fagocitosis y permitiendo la distribución tisular de la bacteria.
Duración de la enfermedad 
Cuando la infección no está asociada con otros agentes infecciosos, presenta un período de incubación corto (variable entre 1 a 3 días) que se caracteriza por una alta morbilidad y baja mortalidad. En estos casos los síntomas persisten durante 3 a 7 días, aunque también puede cursar de forma asintomática o por el contrario producir septicemia y muerte si las cepas involucradas son muy patógenas. Sin embargo, cuando se asocian otros agentes bacterianos o víricos el curso de la enfermedad se prolonga durante varias semanas (Gráfico 1).
Síntomas y lesiones 
Los signos clínicos incluyen descarga nasal, inflamación facial con notable hinchazón de la cara, lagrimeo, anorexia, diarrea y también se puede escuchar un ronquido o estertor traqueal cuando las aves tienen afectado el tracto respiratorio inferior. La inflamación de los barbillones es muy poco frecuente aunque puede manifestarse en gallos.
Las aves enfermas, según sus signos clínicos y lesiones de la cabeza, pueden ser clasificadas en cuatro grados: Grado 1 (leve conjuntivitis); Grado 2 (hinchazón de zona periorbital y senos paranasales con o sin conjuntivitis o lagrimeo); Grado 3 (edema e hinchazón de zona periorbital y senos paranasales, sinusitis, secreción nasal y ocular, cierre parcial del ojo); Grado 4 (conjuntivitis con el ojo totalmente cerrado, abundante secreción nasal y ocular, párpados adheridos e hinchazón muy severa de zona periorbital y senos paranasales). Sólo se consideran enfermas aquellas aves con grados 2, 3 y 4 (Fotos 1, 2 y 3).

Coriza Infecciosa - Image 1
Foto 1: Grados de Coriza Infecciosa en aves inoculadas experimentalmente y observadas al 2° día post-infección.
A.  Grado 0 (ave inferior) sin lesiones y Grado 1 (ave superior) con leve conjuntivitis. 
B. Grado 2. Conjuntivitis con el ojo parcialmente cerrado e hinchazón de zona periorbital y senos paranasales. 
C. Grado 3. Conjuntivitis con el ojo parcialmente cerrado, párpados no adheridos e hinchazón notable de la zona periorbital y senos paranasales. 
D. Grado 4. Conjuntivitis con el ojo totalmente cerrado, párpados adheridos e hinchazón muy severa de la zona periorbital y senos paranasales. 
Foto obtenida de: 
SORIANO VARAS, E.; TERZOLO, H.R. Epizootiología, prevención y control de coriza infecciosa. Epizootiology, prevention and control of infectious coryza. Veterinaria México 35 (3): 272, 2004
.

Coriza Infecciosa - Image 2
 
Foto 2:  Coriza Infecciosa en casos naturales de infección en gallinas. (A) A. Grado 2. Obsérvese la leve inflamación del seno infraorbitario y el abundante moco espeso al abrir el pico. (B) B. Grado 4. Obsérvese la grave hinchazón de la cara, los ojos cerrados con párpados adheridos, secreción nasal y ocular y moco en la cavidad bucal. 
 
Coriza Infecciosa - Image 3 
Foto 3: Coriza Infecciosa grado 4 en pollo de engorde o parrillero (broiler) de 35 días de vida inoculado experimentalmente y observado al 2° día post-infección. Obsérvese la severa hinchazón de la cara, secreción ocular, ojos cerrados con párpados adheridos e intensa inflamación de los párpados.
Enfermedades asociadas 
Cuando la Coriza Infecciosa se encuentra asociada a otros agentes infecciosos víricos o bacterianos como el virus de la bronquitis infecciosa, Mycoplasma gallisepticum, Avibacterium gallinarum (antes denominada Pasteurella gallinarum), Escherichia coli, Salmonella spp. o Pasteurella multocida, la enfermedad se agrava y prolonga su curso denominándose “Coriza Infecciosa Complicada” (Gráfico 1).
Gráfico 1. Gráfico comparativo de la producción y viabilidad esperadas para la línea Lohmann Brown Classic y las observadas en un severo brote de Coriza Infecciosa Complicada con asociación de Mycoplasma gallisepticum y parásitos intestinales, además de mal manejo de la granja y pobres condiciones de bioseguridad. Nótese que la viabilidad de las aves prácticamente no se ve afectada mientras que la postura lo hace de forma significativa. Obsérvese la pronunciada caída de la postura a partir de la semana 32 y la dificultad para mantener la producción de huevos luego de sucesivos tratamientos antibióticos (semanas 33, 34 y 35). A partir de la semana 46 se suspendió el suministro de alimento durante 5 días para producir un replume con ausencia total de producción, la misma se reinició a partir de la semana 51.
En pollos de engorde, puede causar un cuadro clínico descripto como “síndrome de la cabeza hinchada” en el cual Avibacterium paragallinarum se asocia a otros agentes infecciosos, como por ejemplo Escherichia coli, Bordetella avium, Mycoplasma gallisepticum y/o los virus de la Rinotraqueítis del Pavo (TRT) o de la bronquitis infecciosa, entre otros.
Las aves que sufren un cuadro complicado no se curan fácilmente y suelen permanecer con diversas secuelas, siendo común un aumento de la mortalidad y el descarte de un número importante de aves.
Vías de infección y persistencia del patógeno en las granjas 
La bacteria no persiste mucho tiempo en el ambiente y por ello el principal reservorio de la infección lo constituyen aves que se han enfermado y, una vez curadas, no presentan ningún signo de la enfermedad pero continúan hospedando de forma crónica a Avibacterium paragallinarum. Estas aves portadoras permanecen aparentemente sanas por mucho tiempo pero infectan a nuevas aves jóvenes susceptibles que se introducen en las granjas. Por ello no se recomienda la crianza de aves en granjas con edades múltiples.
Además, este agente puede introducirse en granjas libres de Avibacterium paragallinarum por vía aérea. Por estas razones, son muy importantes las medidas de bioseguridad y la distancia entre las granjas para prevenir el ingreso del patógeno, ya que una vez presente en las instalaciones su erradicación es muy dificultosa, especialmente en granjas con edades múltiples.
 
Diagnóstico 
El diagnóstico clínico de coriza resulta relativamente fácil para el veterinario cuando la presentación es clásica y no se complica con agentes causales de otras enfermedades. Sin embargo, aún en estos casos es muy importante el envío de muestras al laboratorio para confirmar el diagnóstico y definir con certeza el grupo serológico actuante, e incluso conservar cepas que eventualmente puedan utilizarse en vacunas adaptadas a la región geográfica afectada. A continuación se detalla la forma adecuada y práctica para tomar las muestras en las granjas y remitirlas al laboratorio, utilizando la propiedad de la bacteria para resistir la congelación sin necesidad de disponer de ningún medio de transporte. Además se incluyen técnicas específicas de laboratorio que permiten obtener abundante desarrollo, en comparación con otras técnicas de bacteriología clásica.
Muestras para diagnóstico 
Cuando se observan signos clínicos de Coriza Infecciosa en la granja, se recomienda enviar a un laboratorio de diagnóstico entre tres y cinco cabezas seleccionadas recientemente de aves con signos agudos de la enfermedad sin tratamiento antibiótico. Es importante que las cabezas se envíen congeladas de modo tal que permanezcan en ese estado durante todo su transporte y hasta llegar al laboratorio.
El aislamiento bacteriano se realiza a partir de muestras de moco sinusal. Para ello se debe cauterizar la piel de la región infraorbital mediante una espátula metálica que se calienta al rojo vivo con un mechero Bunsen y luego se practica una incisión de la piel sobre el seno infraorbitario. Posteriormente se separa la piel en la zona de la incisión y se introduce un hisopo estéril (Foto 4), previamente humedecido con un caldo nutritivo o con una solución tamponada de fosfatos a pH neutro o ligeramente alcalino (pH 7,2 - 7,4). Otra técnica de muestreo consiste en cortar el pico superior detrás de los orificios nasales y mediante un hisopo humedecido, tal como se indicó arriba, se recolecta el moco directamente del interior de los cornetes nasales. Además, en casos de septicemia es posible aislar esta bacteria a partir de cultivos de órganos internos, tales como pulmones, sacos aéreos, hígados y bazos; en casos agudos se ha aislado incluso del interior de los globos oculares. Tanto las cabezas como los órganos pueden transportarse congelados mediante la utilización de nieve carbónica o hielo seco.
Coriza Infecciosa - Image 6
Foto 4: 
Toma de muestra con hisopo del interior del seno infraorbitario de un pollo de engorde o parrillero (broiler). Previamente al corte se ha cauterizado la piel para evitar la contaminación de la muestra.  
Aislamiento de Avibacterium paragallinarum 
El hisopo se puede sembrar sobre placas con agares nutritivos con el agregado de sangre sin hemolizar y con el cultivo en conjunto con una cepa nodriza de Staphylococcus aureus o bien, sobre agar chocolate o agar con sangre equina hemolizada, que no requieren el agregado de una cepa nodriza. La incubación se realiza a 37°C durante 48 horas bajo una atmósfera microaerofílica, que puede obtenerse mediante el clásico método de incubación de las placas con vela en un recipiente herméticamente cerrado, o usando los distintos sobres o gases comerciales disponibles para atmósferas microaerofílicas para bacterias del género Campylobacter. Como puede observarse utilizando agar sangre sin hemolizar (Foto 5) Avibacterium paragallinarum crece muy débilmente alrededor de las colonias nodrizas (fenómeno denominado satelitismo) y sólo dentro del área de la hemólisis producida por la cepa nodriza. En cambio, utilizando agar con el agregado de sangre lacada o lisada, Avibacterium paragallinarum desarrolla colonias grandes y en forma abundante, cubriendo toda la placa de agar y sin depender de la cepa nodriza (Foto 6).
Coriza Infecciosa - Image 7
Foto 5: 
Desarrollo de Avibacterium paragallinarum sobre agar Columbia con agregado de 7% (v/v) de sangre bovina sin hemolizar luego de 2 días de incubación a 37°C. Avibacterium paragallinarum sólo desarrolla alrededor de las colonias de Staphylococcus aureus (satelitismo) y dentro de la zona de hemólisis (flechas).
Coriza Infecciosa - Image 8
Foto 6: Abundante desarrollo de colonias de Avibacterium paragallinarum en cultivo puro después de 2 días de incubación a 37°C en agar Columbia con un agregado de 7% (v/v) de sangre equina hemolizada en baño maría a 56°C durante 35 minutos. Avibacterium paragallinarum desarrolla en toda la extensión de la placa como colonias mucoides y brillantes.
Serogrupos y pruebas serológicas
Según el esquema de Page, Avibacterium paragallinarum se clasifica en tres serogrupos denominados A, B y C. Actualmente mediante el esquema de Kume modificado por Blackall se reconocen nueve serovariedades distribuidas en los tres serogrupos: A-1, A-2, A-3, A-4, B-1, C-1, C-2, C-3 y C-4.
Se han descripto varias pruebas serológicas para la detección de anticuerpos contra Avibacterium paragallinarum en las aves: prueba de inhibición de la hemoaglutinación (HI), precipitación en gel, aglutinación en placa, aglutinación en látex y ELISA. La prueba de HI con antisueros de conejo es utilizada rutinariamente para determinar el serotipo circulante de las cepas aisladas en cada región. De este modo se puede establecer qué serogrupo está presente en un brote y, en consecuencia, definir qué vacuna se debe aplicar.
 
Vacunación 
En la actualidad se emplean bacterinas o vacunas inactivadas bivalentes (serovariedades A-1 y C-1) o trivalentes (A-1, B-1 y C-2) según la incidencia de los serogrupos en las distintas regiones geográficas. Sin embargo, se han descripto casos en los cuales las vacunas utilizadas no protegieron adecuadamente, como ocurrió con las cepas de la serovariedad B descriptas como “variables” y que poseen muy alta patogenicidad. Debido a ello, estas cepas tuvieron que adicionarse a la formulación estándar de algunas vacunas comercializadas en las regiones en donde se encuentran presentes. Esto ocurre porque cuando se utilizan vacunas basadas en antígenos muertos no existe protección cruzada entre los tres serogrupos y en algunos casos tampoco entre las 9 serovariedades, de modo que es necesario incluir aquellas serovariedades que estén presentes en la zona geográfica a la cual se destinan las vacunas. Por lo tanto, en ciertos casos, la aplicación de autovacunas o bacterinas autógenas que incluyen la cepa aislada de la granja es la única medida preventiva eficaz.
Las vacunas se inyectan a las aves durante la recría, usualmente antes de la postura y se recomienda vacunar por vía subcutánea en la región dorsal del cuello, en el área distal de la cabeza, aunque también pueden inocularse por vía intramuscular en la pechuga. La inmunización de las aves debe realizarse antes de las 20 semanas de vida, administrando dos dosis separadas por un intervalo de 3-4 semanas, recomendándose que la última dosis sea administrada unas 3 semanas antes del comienzo de la puesta de huevos. En zonas expuestas a la enfermedad, es recomendable aplicar una dosis inicial extra a las 5 semanas de vida. Sólo en casos de riesgo de brotes de la enfermedad se recomiendan las vacunaciones de refuerzo en gallinas ponedoras y reproductoras en postura. Por otro lado, para las gallinas replumadas es conveniente revacunar 10 días después de que haya finalizado el replume.
La protección completa de las gallinas se alcanza a partir de los 15-20 días después de la segunda dosis y dura entre 11 y 14 meses, de acuerdo con el tipo y calidad de adyuvante de la vacuna. En el mercado se dispone de vacunas con adyuvantes de gel de hidróxido de aluminio y otras con emulsiones oleosas, entre otras.
Los pollos de engorde sólo se vacunan excepcionalmente cuando se crían en zonas muy expuestas al contagio, administrando una sola dosis al primer día de vida o a los 15 o 20 días de vida.
Tratamiento 
Se han empleado distintos quimioterapéuticos y antibióticos administrados en el agua de bebida, muchas veces combinados con tratamientos inyectables en las aves más afectadas. Dado que la difusión de la enfermedad suele ser lenta entre las hileras de jaulas, se debe inyectar y reinyectar a los animales que presentan síntomas y al mismo tiempo medicar en el agua o en el alimento. Algunos ejemplos serían el uso de enrofloxacina a razón de 10mg/kg de peso corporal o amoxicilina a razón de 20mg/kg durante por lo menos una semana. También se han utilizado las combinaciones de sulfacloropiridazina-trimetoprima y sulfadimetoxina-trimetoprima en el agua de bebida, pero su administración debe ser muy cuidadosa porque pueden causar lesiones renales en las aves.
Frecuentemente los casos de Coriza Infecciosa se complican con Mycoplasma spp.; en esos casos un ejemplo de tratamiento clásico y que aporta muy buenos resultados es el uso de estreptomicina a razón de 100 mg/kg de peso corporal, conjuntamente con tilosina (30 mg/kg), inyectando la combinación de ambos antibióticos por vía subcutánea. Otros tratamientos parenterales por vía subcutánea para casos no asociados a Mycoplasma spp. son enrofloxacina (20-25 mg/kg) o kanamicina (30 mg/kg) asociada con gentamicina (5-8 mg/kg).
Aunque estos tratamientos han dado resultados satisfactorios, se ha observado un incremento en la resistencia bacteriana. Por este motivo, y considerando que la susceptibilidad antimicrobiana es variable, lo más recomendable es realizar pruebas de sensibilidad a la cepa aislada para seleccionar el antimicrobiano más adecuado y definir estrategias de rotación de los medicamentos a utilizar. El uso indiscriminado y periódico de antimicrobianos sin la realización de pruebas para determinar la sensibilidad de las cepas presentes en la granja, promueve la resistencia de la bacteria a los antimicrobianos reduciendo el efecto del tratamiento, lo que además resulta en un gasto innecesario.
Fumigación 
Adicionalmente es importante fumigar (con gota gruesa) con amonios cuaternarios para evitar el contagio por vía aerógena sobre los animales, realizando una pasada rápida 2 veces por día. Es importante resaltar que la fumigación sólo funciona como medida complementaria en aves vacunadas, pero su acción es de poca ayuda cuando las aves no se han inmunizado.
Debe considerarse que, después del tratamiento, la infección puede controlarse pero nunca se logra eliminar totalmente de la granja, siendo muy importantes los programas de bioseguridad y desinfección. Las aves que han enfermado, una vez recuperadas actúan como portadoras sanas, por lo que lo más recomendable es tratarlas en primera instancia, realizar pruebas de sensibilidad para futuros tratamientos en la granja y además realizar la inmunización de todas las nuevas aves que ingresen al establecimiento afectado.
Bibliografía
  • BLACKALL P.J., EAVES L.E., AND ROGERS D.G. Proposal of a new serovar and altered nomenclature for Haemophilus paragallinarum in the Kume Hemagglutinin Scheme. Journal of Clinical Microbiology 28 (6): 1185-1187, 1990.
  • BLACKALL, P. J.; TERZOLO, H. R. Coriza infecciosa: Revisión de métodos diagnósticos y vacunas. Revista de la  Asociación Argentina de Microbiología 27: 156-174, 1995.
  • CONDE, M. D.; HUBERMAN, Y. D.; MENDOZA-ESPINOZA, A.; DELGADO, R. I.; TERZOLO H. R. Vaccination of one-day-old broiler chicks against Infectious Coryza. Avian Diseases 55 (1): 119-122, 2011 & Diseases Digest. 6(1):e37-e38, 2011.
  • HUBERMAN, Y. D.; BUENO, D. J.; TERZOLO, H. R. Evaluation of the protection conferred by a disinfectant against clinical disease caused by Avibacterium paragallinarum serovars A, B and C from Argentina. Avian Diseases 49 (3): 588-591, 2005.
  • MENDOZA-ESPINOZA, A.; TERZOLO, H. R.; DELGADO, R. I.; ZAVALETA, A. I.; KOGA, Y. HUBERMAN, Y. D. Serotyping of Avibacterium paragallinarum isolates from Peru. Avian Diseases 53 (3):462-465. 2009 & Avian Diseases Digest  4 (3): e22, 2009.
  • SANDOVAL, V. E.; TERZOLO H. R.; BLACKALL P. J. Avian Diseases 38: 672-678, 1994.Complicated infectious coryza outbreaks in Argentina.
  • SANDOVAL, V. E.; TERZOLO, H. R. Coriza Infecciosa. Primera Parte: Descripción de la enfermedad, el agente y los brotes de campo". Revista Avicultura Profesional 14 (8): 29-35, 1996.
  • SANDOVAL, V. E.; TERZOLO, H. R. Coriza Infecciosa. Segunda Parte: Reproducción experimental y patogenicidad de las bacterias. Revista Avicultura Profesional 15 (1): 29-32, 1997.
  • SORIANO VARAS, E.; TERZOLO, H.R. Epizootiología, prevención y control de coriza infecciosa. Epizootiology, prevention and control of infectious coryza. Veterinaria México 35 (3): 261-279, 2004.
  • SORIANO VARAS, E.; TERZOLO, H.R. Haemophilus paragallinarum: Etiología de la Coriza Infecciosa. Haemophilus paragallinarum: Etiology of infectious coryza. Veterinaria México 35 (3): 245-259, 2004.
  • TERZOLO, H. R. Coriza Infecciosa: una revisión. Propuestas de investigación para su diagnóstico y control. Revista de Medicina Veterinaria (Bs. As.) 81 (4): 262-269, 2000.
  • TERZOLO, H. R.; MOREIRA, A. R. Haemophilus e Histophilus y Avibacterium. En: En: “Microbiología Veterinaria”. Eds. STANCHI, N. O.; MARTINO, P. E.; GENTILINI, E.; REINOSO, E. H.; ECHEVERRÍA, M. G.; LEARDINI, E.; COPES, J. A. Capítulo 34. p. 244-253, 2007.
  • TERZOLO, H. R.; SANDOVAL, V. E.; GONZÁLEZ PONDAL, F. Coriza Infecciosa. Tercera Parte: Ensayos con vacunas. Revista Avicultura Profesional 15 (2): 35-39, 1997.
  • TERZOLO, H. R.; SANDOVAL, V. E.; GONZÁLEZ PONDAL, F. Evaluation of inactivated infectious coryza vaccines in chickens challenged by serovar B strains of Haemophilus paragallinarum. Avian Pathology 26: 365-376, 1997.
  • TERZOLO, H.R.; PAOLICCHI, F.A.; SANDOVAL, V.E.; BLACKALL, P.J.; YAMAGUCHI, T.; IRITANI, Y. Characterization of isolates of Haemophilus paragallinarum from Argentina. Avian Diseases 37: 310-314, 1993.

Agradecimientos 
Los autores agradecen al Dr. Fernando Navarro (Veterinaria Lazomar, Mar del Plata, Argentina) y al Dr. Bernardo Kojic Rousseil (Granja Don Cosme, Buenos Aires, Argentina), por sus aportes y comentarios técnicos. 
Imágenes cedidas por los autores

Artículo publicado en: Albéitar N°179 página 26 y Albéitar N°180 páginas 16-17(2014). 

Temas relacionados
Autores:
María Luciana Cigoy
Seguir
Yosef Huberman
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria - INTA
Seguir
Horacio Raúl Terzolo
Seguir
Referentes que Recomendaron :
Juan Carlos Gonzalez Robles
Únete para poder comentar.
Una vez que te unas a Engormix, podrás participar en todos los contenidos y foros.
* Dato obligatorio
¿Quieres comentar sobre otro tema? Crea una nueva publicación para dialogar con expertos de la comunidad.
Crear una publicación
Luis Alzamora Velarde
CKM Perú
4 de junio de 2022

Primeramente un afectuoso saludo a Yosef y al Dr Terzolo, gracias por sus valiosos comentarios. Sobre los mecanismos de control podríamos discutir cientos de probabilidades, sin embargo ninguna de ellas no puede omitir las reglas básicas de la producción Aviar. Bioseguridad, limpieza y desinfección y un adecuado plan de vacunacion en aquellos lugares donde se haga necesario su desarrollo. Saludos cordiales.

Horacio Raúl Terzolo
2 de mayo de 2022
Estimado Henry Fernández León: La forma de transmisión más frecuente es a través a aves portadoras que han sufrido la infección y no tienen síntomas de enfermedad. Por ello una de las formas es la introducción de aves portadoras en una granja. La crianza de aves de diferentes edades en las gallinas ponedoras complica el cuadro clínico ya que las más viejas contagian a las más jóvenes que no tienen protección. En lo posible hay que evitar la crianza de aves de múltiples edades dentro de un mismo galpón o granja. El contagio entre las aves ocurre por vía aerógena, por ello las fumigaciones con amonios cuaternarios u otros desinfectantes pueden ser útiles siempre que se combinen con vacunaciones y revacunaciones (efecto “booster”) de bacterinas (vacunas inactivadas) durante la recría. Las vacunas deben contener los serovariedades (A, B y/o C) predominantes en la región y muchas veces se requieren autovacunas por las variantes regionales. En reproductores no se transmite por vía vertical a través de los huevos a la progenie de pollitos. No se conocen vectores que faciliten la transmisión.
Patricia Salas Estrades
BioSecurity SA
25 de diciembre de 2020
Muy interesante.., aplica en cualquier crianza intensiva .
Horacio Raúl Terzolo
12 de octubre de 2016
Estimado Fabio Abeu, Agradecemos su opinión favorable sobre este artículo. Saludos cordiales, Dr. Horacio Raúl Terzolo
Horacio Raúl Terzolo
12 de octubre de 2016
Estimada Carmen Teresa Díaz: ¡Muchas gracias por su importante consulta! Como esta pregunta se refiere a Cólera Aviar y no a Coriza Infecciosa le responderé en el correspondiente foro de Cólera Aviar. Por favor consulte ese foro a continuación de nuestra presentación de Cólera Aviar. Saludos cordiales, Dr. Horacio Raúl Terzolo
Horacio Raúl Terzolo
4 de octubre de 2016
Estimada colega Denise Dávila: Muchas gracias por su grata referencia a mis conferencias. Siempre recuerdo mi breve estadía en Venezuela y la cordial invitación de la Universidad Central de Venezuela. ¡Gracias por aportar sus experiencias a este foro! Saludos cordiales, Dr. Horacio Raúl Terzolo
Horacio Raúl Terzolo
4 de octubre de 2016
Estimada Sandra Luz Estudillo González: Cuando la enfermedad ya está instalada como es su caso debe optar por tratar con antibióticos, ya es tarde para prevenir con vacunas. Tiene varias descripciones de tratamientos posibles en el artículo. Pero lo ideal sería, como le sugerí antes, que la visite un veterinario y ,como le recomienda Emilia Moctezuma Hernández, lo mejor es hacer necropsias y un análisis completo pues no todos los casos son iguales y si la enfermedad está complicada (por ejemplo, con Mycoplasma) se requieren tratamientos diferentes. Realmente las vacunas previenen adecuadamente la enfermedad cuando son aplicadas con las serovariedades actuantes en cada región y a las edades apropiadas según la epidemiología de la zona. Si leemos las opiniones anteriores de este foro veremos que en general 2 o si necesario 3 dosis (la primera a las 5 semanas de edad) son suficientes. Pero si esto no está unido adecuadas condiciones de manejo y bioseguridad los resultados de la vacunación pueden no ser suficientes. Saludos cordiales, Dr. Horacio Raúl Terzolo
Horacio Raúl Terzolo
30 de septiembre de 2016
Estimada Sandra Luz Estudillo González: Antes de poder contestarle necesitamos datos de su explotación y de su granja en cuanto a saber cuántas gallinas tiene, qué edad tienen todas las aves (si tiene una sola edad o varias edades), si las tiene en jaulas o en piso, si usa plan de luz, si las vacunó y contra qué enfermedades, si las compró ya vacunadas como BB o directamente las compró recriadas, la descripción del galpón donde las tiene confinadas sin salir o si por el contrario las saca al campo, la proximidad con su granja de aves con los porcinos, etc. En fin, sin datos más completos no podemos recomendarle nada y aún así la sanidad a distancia es más difícil, lo ideal es que además de lo que podamos decirle tiene que consultar algún profesional veterinario que le vea los animales en forma periódica. Saludos cordiales, Dr. Horacio Raúl Terzolo
Horacio Raúl Terzolo
1 de agosto de 2016
Estimada Emilia Moctezuma Hernández: Muchas gracias por compartir su experiencia. La felicito pues es muy saludable estar jubilada y adquirir nuevos conocimientos y experiencias. Saludos cordiales, Dr. Horacio Raúl Terzolo
Horacio Raúl Terzolo
29 de julio de 2016
Estimada Emilia Moctezuma Hernández: ¡Muchas gracias por tratar de colaborar! Quisiera aclararle nuevamente lo que dijimos en el primer párrafo de este artículo. La coriza infecciosa de los pollos (Gallus gallus) está causada por Avibacterium paragallinarum (antes llamada Haemophilus paragallinarum) mientras que la coriza de los pavos o guajolotes (Meleagris) está causada por otra bacteria distinta, denominada Bordetella avium (antes llamada Alcaligenes rhinotracheitis). Su experiencia es valiosa pero como es una enfermedad diferente requeriría abrir un foro distinto con o sin la publicación de un artículo con la experiencia de los que han trabajado con pavos.Como mi experiencia en este tema es más limitada, además de los conceptos vertidos en este foro no podré aportar más datos que los comentados anteriormente en este foro. Saludos cordiales, Dr. Horacio Raúl Terzolo
Súmate a Engormix y forma parte de la red social agropecuaria más grande del mundo.
Iniciar sesiónRegistrate