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Tratamientos de semilla personalizados: La próxima revolución en el aumento de la producción

Publicado: 24 de diciembre de 2013
Por: Martín Vázquez. INDEAR. Investigador del Conicet Y Gustavo Gonzalez Anta. Rizobacter Argentina
Resumen

Palabras clave: biotecnología, semilla, microbioma, nutrición, calidad, protección, productividad, cultivos, sostenibilidad, sistema agropecuario.

La diversidad de microbios asociados a las raíces de las plantas es enorme, en el orden de cientos de miles de especies diferentes. Este complejo Planta-Comunidad microbiana normalmente se lo refiere como Microbioma o Segundo genoma, y es crucial para la salud y nutrición de la planta, similar a lo que ocurre en humanos.

Avances recientes en las investigaciones de interacción planta-microbios revelaron que las plantas son capaces de modelar su propio microbioma acorde a necesidades. Esto se evidencia al observar el microbioma de plantas de distintos genotipos cultivadas en el mismo suelo.
Los patógenos, se sabe, tienen severos impactos sobre la salud de las plantas y la producción de los cultivos comerciales. La visión de la interacción entre la planta y el patógeno suele ser simplificada como una guerra de trincheras entre los dos bandos, ignorando la importancia de bandos adicionales que pueden tener un papel central en el proceso. La rizosfera, que es el pequeño espacio de suelo influenciado por las secreciones de la raíz, puede contener hasta 1011 células de microbios por gramo de raíz distribuidas en más de 30.000 especies distintas. El genoma colectivo de estas células es lo que conocemos como Microbioma. Estos microbios interactúan entre si como una única familia y el impacto sobre uno puede tener un profundo impacto sobre toda la comunidad.
Las interacciones son complejas. Grupos de microbios comensales sin aparente efecto sobre la planta pueden estar influyendo sobre la comunidad de microbios benéficos y viceversa. Un efecto negativo sobre el grupo comensales puede afectar a los benéficos favoreciendo indirectamente a las patógenos. Así es como un microbioma muy diverso siempre es un microbioma mejor. La biodiversidad nos asegura la redundancia de grupos funcionales vitales como solubilizadores de fosforo, productores de hormonas, entre otros, que son esenciales para la salud y nutrición de los cultivos. En consecuencia, hay que comenzar a mirar a la rizosfera con una visión de conjunto, asociativa, interactiva, como un único microbioma. La planta le proporciona nutrientes al microbioma y el este a cambio ayuda a la planta proporcionándole otros nutrientes, protegiéndola del estrés y de patógenos. Asi, el microbioma es una barrera para los patógenos, quienes no podrán desarrollarse por la presencia física de los antagonistas, los metabolitos por ellos generados y la falta de nutrientes esenciales para su crecimiento y desarrollo.

Un suelo supresor con un microbioma óptimo se puede construir en el tiempo, manteniendo la diversidad, manteniendo la salud del suelo, disminuyendo los tóxicos, disminuyendo el monocultivo, agregando microbios supresores específicos, etc. La gran cantidad de ambientes agroclimáticos existentes en el país sumados a los diferentes genotipos de cultivos modificados y no modificados genéticamente hacen necesario plantearnos si un tratamiento de semillas puede ser universalmente aplicado en toda esta multiplicidad de situaciones y obtener siempre el mismo resultado agronómico. La respuesta parecería ser que no. De ahí entonces que se hace necesario pensar en efectuar tratamientos de las semillas acordes a los distintos ambientes productivos.

Los tratamientos de semillas personalizados son el próximo desafío de la agricultura moderna.
Desarrollar este concepto requiere de un equipo de experiencias multidisciplinarias. Los trabajos realizados en el país por los consorcios SoilGeNe (http://soilgene.net/) y Biospas (http://www.biospas.org/), los cuales abrieron por primera vez la caja negra microbiológica de los suelos de la Pampa Húmeda, cimientan las bases de investigación para el desarrollo de estos nuevos productos.

SoilGeNe ha demostrado que el microbioma del suelo varía de acuerdo al ambiente, especialmente a la isohieta que se este observando y mas notablemente varia en ambientes de producción muy cercanos pero que han sido sometidos a distintas prácticas de manejo agronómico. Estos resultados sugieren que existe la posibilidad de establecer un tratamiento personalizado en base al ambiente o el tipo de práctica que lleva el productor.
Semya, una alianza entre Rizobacter y Bioceres, tiene por finalidad desarrollar productos biotecnológicos que mejoren la nutrición, calidad, protección y productividad de diferentes cultivos asegurando la sostenibilidad de los sistemas de producción agropecuarios.
Contenido del evento:
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Autores:
Gustavo González Anta
Indrasa Biotecnologia
Martin Vazquez
Instituto de Agro Biotecnología Rosario (INDEAR)
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