Nuevo sistema de riego usa tecnología avanzada para comunicar con las cosechas
Publicado:13 de julio de 2007
Fuente:USDA - ARS
¿Es verdad, como aquellos con la habilidad de jardinería dicen, que hablando a las plantas las ayudan a sobrevivir?
Si le preguntas al científico Robert Evans, del Servicio de Investigación Agrícola (ARS) -- quien construyó un sistema moderno de riego que usa lo último en tecnología inalámbrica para "comunicarse" con las cosechas -- la respuesta es probablemente "sí".
Evans, un ingeniero agrícola, está escuchando más que hablando -- gracias al prototipo de riego que él y colegas han desarrollado, el cual consta de la tecnología Bluetooth, sensores, estaciones meteorológicas y maquinaria tradicional de riego.
Evans trabaja en el Laboratorio de Investigación Agrícola de los Llanos Norteños, mantenido por ARS en Sidney, Montana. Él y el asociado de investigación del ARS James Kim construyeron el nuevo sistema de riego con dos metas en mente: aumentar la supervivencia de cultivo y ahorrar agua preciosa y fertilizante.
¿Cómo funciona la tecnología? Colocados en el campo son sensores que, como termómetros pequeños, constantemente toman la temperatura de las plantas y del suelo alrededor. Bluetooth permite que los sensores transmitan datos a la estación de base, que entonces instruye a las boquillas de regadera exactamente cuánta agua es necesario regar.
El nuevo sistema elimina uno de los desafíos enfrentado los regadores: la amplia variación de tipos de suelo que pueden existir en un campo.
Por ejemplo, suelos de arcilla y de arena, los cuales tienen características contrarias: uno prácticamente rechaza el agua, mientras el otro lo absorbe fácilmente. Pero en un campo, estos suelos pueden ser vecinos cercanos, resultando en una situación de insuficiente o demasiada agua.
Sin embargo, el sistema de Evans y Kim no trata el campo como una sola zona de suelo, sino como una colección de lotes más pequeños e individuales, cada uno con sus propias idiosincrasias.
Según Evans, innovaciones tales como estas son necesarias si la sociedad quiere manejar sus suministros disminuyentes de agua fresca -- una estimación de 60 por ciento de cuales actualmente son usadas mundialmente para el riego.