Evaluación del comportamiento productivo del cultivo de trigo en un sistema de riego por aspersión en la provincia de Córdoba

El trigo es uno de los cultivos que mejor responden al riego suplementario en la región central de Córdoba, ya que en esta zona el rendimiento en secano está fuertemente influenciado por el agua acumulada a la siembra.  Siendo el agua la principal limitante de la producción en estas regiones, la aplicación de riego en trigo tiene un alto impacto en los rendimientos (y también en los costos),  duplicando a veces los mejores rendimientos obtenidos en secano y estabilizando la producción a  lo largo de los años.

La respuesta en rendimiento de los cultivares (ante un manejo similar) está asociada a factores de mejoras genéticas que le permiten expresarse en función de la oferta ambiental, que en Córdoba se caracteriza por las altas temperaturas sobre final de ciclo que aceleran el desarrollo del mismo. En este escenario, son los materiales de ciclo intermedio a corto los que mejor se adaptan. Pero también afecta a los rendimientos el cultivo antecesor. Resultados de rendimientos promedio de 18 campañas de trigo (INTA Manfredi), donde se modifica el antecesor (ej. soja o maíz), encontramos que el cultivo que se desarrolla sobre soja tiene entre 4-5 quintales por hectárea más de producción que el sembrado sobre maíz. Frente a un cultivo donde la rentabilidad está asociada a un correcto manejo (entre esto se incluye la selección del material a sembrar), es muy importante para los productores conocer cuáles son los cultivares que mejor se adaptan a la región.

En el módulo demostrativo por aspersión (equipo de pivot central) de la Estación Experimental Agropecuaria Manfredi del INTA, en la campaña 2014, se sembraron 3 cultivares de ciclo intermedio-corto (Biointa 1005, ACA 906 y SY 300) bajo riego y un cultivar de ciclo intermedio-largo (ACA Cedro) en riego y secano, con dos cultivos antecesores (soja y maíz), con el objetivo de evaluar el comportamiento productivo y determinar la adaptabilidad de los mismos para ser recomendados a productores.

En el experimento los cultivares se sembraron en franjas contiguas; en cada una de las franjas se definieron estaciones de muestreo donde se midieron las siguientes variables: a) fenología (fechas de emergencia, floración y madurez fisiológica), b) producción de materia seca (en macollaje, período crítico y madurez fisiológica), c) rendimiento y sus componentes (nº de plantas/m2, nº de espigas, nº de granos, Peso de 1000 granos) y d) calidad de grano (contenido de proteína). En este trabajo se presenta un resumen de los rendimientos obtenidos, agrupados según ciclo y cultivo antecesor.

Las fechas de siembra fueron el 02 de Junio para el cultivar de ciclo largo bajo riego y secano, y el 18 de Junio para los ciclos cortos bajo riego. Las densidades de siembra fueron de 105 kg/ha de semilla en secano y 165 kg/ha en riego. El cultivo se fertilizó con Nitrógeno (fertilizante UAN) en dos aplicaciones durante el macollaje, en dosis de 150  kgN/ha sobre antecesor soja y 180 kgN/ha sobre antecesor maíz.

La láminas de riego utilizadas fueron suficientes para que el cultivo se desarrolle sin limitantes hídricas. Las precipitaciones en el ciclo fueron de 218,5 mm (hasta el 15/11/2014), y los riegos (definidos por balance hídrico) fueron de 279 mm sobre antecesor soja, y 245 mm sobre antecesor maíz (Figura n°1).

 

Figura 1. Lluvias y riegos medidos durante el ciclo del cultivo de trigo (hasta el 15/11/2014) en el módulo de riego por aspersión de la EEA INTA Manfredi. Campaña 2014.

En la Figura 2 se muestra un resumen de los rendimientos obtenidos. En promedio bajo riego se obtuvieron 4845 kg/ha, contra 2315 kg/ha obtenidos en secano. Bajo riego, comparando entre cultivos antecesores, el rendimiento fue de 5356 kg/ha sobre soja y de 4335 kg/ha sobre maíz. Esto coincide con los resultados históricos del módulo de riego por aspersión del Inta Manfredi, donde la siembra sobre rastrojo de maíz genera una merma en el rendimiento del cultivo de trigo asociada a una más difícil implantación del cultivo debido a los altos volúmenes de rastrojo de maíz y a una menor disponibilidad de nitrógeno en el suelo.

Figura 2. Rendimiento del cultivo de trigo bajo diferentes antecesores en el módulo de riego por aspersión de la EEA INTA Manfredi. Campaña 2014.

Sin embargo, no hubo diferencias entre antecesores para los trigos de ciclo intermedio-corto. En este caso se logró una buena implantación y adecuado número de plantas sobre rastrojo de maíz (395 vs 325 plantas emergidas/m2 para antecesor soja y maíz respectivamente), sumado a una adecuada fertilización nitrogenada. En cambio, no fue buena la implantación en el cultivar de ciclo largo sobre maíz, donde sólo se obtuvieron 177 plantas emergidas/m2 contra 342 plantas/m2 sobre rastrojo de soja, lo cual se vio reflejado en los componentes de rendimiento y en un menor rendimiento final.

La evaluación de cultivares de trigo de diferente longitud de ciclo, fechas y densidades de siembra en condiciones bajo riego, son líneas de investigación que se realizan en INTA Manfredi desde el año 1996. La información generada se encuentra disponible para el productor regante, como una herramienta útil para la toma de decisiones apuntando a maximizar el aprovechamiento de los recursos, buscando que se pueda alcanzar la potencialidad productiva del cultivo en cuestión.