EEA INTA Manfredi investiga en Cebada Cervecera

En todos los sistemas agrícolas (tanto en secano, como bajo riego) la premisa es hacer un manejo sustentable de los recursos. En este marco, el rol de los cereales es devolver Carbono al suelo a partir de sus residuos de cosecha. Durante muchos años, el trigo fue el cereal de invierno por excelencia. En los últimos años, por diversas causas (climáticas, económicas, políticas y comerciales entre otras), el cultivo fue reduciendo su área de siembra. En Córdoba y en sistemas bajo riego, esto se hizo más notorio. Contemplando esto, el equipo de trabajo de riego de INTA Manfredi, comenzó a experimentar otras alternativas de cultivos de invierno que reemplazaran al trigo. Así se evaluó en diferentes campañas con trigo candeal, con avena y con cebada cervecera, siendo este último, el cultivo que creemos tiene mayores posibilidades de ser el reemplazo del trigo.

Este proceso de adopción de la Cebada, se dio también a nivel nacional con un notable incremento en el último quinquenio. Así, entre 1980/81 y 2006/07 la superficie implantada con el cultivo varió entre 59.300 y 343.000 has. Pero a partir de la campaña 2007/08 se dio una fuerte expansión en el área sembrada, llegando a alcanzar 1.810.235 has en la campaña 2012/13 (Ministerio de agricultura, ganadería y pesca de la nación).

El rendimiento medio del cultivo en los últimos 10 años es de 3.200 kg/ha, un 20 % superior al de trigo para el mismo periodo, con un mínimo de 2.200 kg/ha (2002/03) y un máximo de 3.970 kg/ha (2010/11).

El negocio del cultivo de cebada, está atado a la calidad del grano obtenida, ya que su destino puede ser la fabricación de cerveza (objetivo principal) o para forraje, cuando no se cumple con los estándares de la industria. En Argentina, el 25% de lo producido se destina al mercado interno, para el malteo, y el 75% restante para exportación como malta, grano cervecero o grano forrajero. La producción de cebada cervecera normalmente se ha concentrado en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires (zona donde se encuentran las malterías), pero en los últimos 5 años se verifica una fuerte expansión de la misma, hacia el norte de la provincia de Bs. As., Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos.

La cebada, permite mantener la intensificación sustentable del sistema, brinda la posibilidad de sembrar y cosechar más temprano en comparación con trigo, como consecuencia, permite siembras más tempranas de los cultivos de verano (maíz, sorgo, soja) que participan en la secuencia de cultivos.

Aunque nuestra experiencia lleva pocas campañas, los resultados preliminares nos indican que es un cultivo que se adapta bien a las condiciones agroecológicas de la región centro norte de Córdoba, aunque será necesario continuar con los trabajos que permitan ajustar las estrategias de manejo.

En el lote demostrativo de experimentación y capacitación bajo riego suplementario que tiene la Estación Experimental de Manfredi, se sembraron 4 variedades de cebada con el objetivo de evaluar la adaptación del cultivo a la región.

El lote demostrativo, se riega mediante un pivote central que cubre una superficie de 30 ha, y en la secuencia de cultivos establecida (que incluye además a cultivos de maíz y soja), el área destinada a la siembra de cebada fue de 7 ha.

La experiencia realizada en el lote demostrativo implico la siembra de 4 cultivares en franjas contiguas tanto en riego como en secano, en cada una de las franjas se definieron tres estaciones de muestreos para medir las siguientes variables: a) fenología (fecha de emergencia, inicio y final de periodo crítico, floración y fecha de madurez fisiológica), b) producción de materia seca (macollaje, inicio y final de periodo crítico y madurez fisiológica), c) componentes del rendimiento (Nº de plantas, Nº de espigas, Nº de granos, Peso de 1000 granos) y d) calidad de grano (proteína, poder germinativo, cuerpos extraños, granos dañados, calibre y humedad).

Los cultivares se sembraron el 02/06/2014, sobre rastrojo de Soja con un distanciamiento entre líneas de siembra de 17.5 cm y en una densidad de 130 kg /ha en la área bajo riego y 110 Kg/ha en secano.

La estrategia de fertilización nitrogenada fue diseñada con el objetivo de lograr valores de proteína en grano que respondan a las exigencias de calidad para la industria cervecera. En función a esto, bajo riego se aplicaron 120 kilogramos de nitrógeno, divididos en dos aplicaciones, la primera aplicación (60 kg/ha de N) se realizó el 15 de Agosto, en plenitud de macollaje, con fertilizante nitrogenado liquido chorreado con una pulverizadora autopropulsada terrestre. La segunda aplicación se realizó el día 24 de Septiembre en estado de floración, mediante fertirriego solo a la superficie bajo riego, como estrategia para elevar los valores de proteína en grano.

En secano se aplicó: 60 kilogramos de Nitrógeno en plenitud de macollaje, con una pulverizadora autopropulsada terrestre.

Descripción del manejo del agua: (desde emergencia hasta madurez fisiológica).

Mediante el seguimiento del cultivo a través de un balance hídrico, se definieron los momentos de riego. Las lluvias recibidas por el cultivo en el ciclo fueron de 170 mm, esto determino la necesidad de aplicar una lámina total de 291 mm en 14 riegos. En el siguiente gráfico, se puede observar la distribución mensual de las lluvias, como así también los milímetros de riego aplicados en cada mes.

Como mencionamos anteriormente, en las estaciones de muestreo seleccionadas se hizo la cosecha manual de 1 m2,. Por lo tanto, los resultados obtenidos (que se expresan en gr/m2) y fueron los siguientes:

Para determinar la calidad comercial, se enviaron muestras a llaboratorioy según las NORMAS DE CALIDAD Y COMERCIALIZACIÓN DE CEBADA (Resolución 446/2007), que se presentan en la 1º fila del cuadro siguiente, podemos observar que con las estrategias de manejo planteadas, todos los cultivares, tanto en riego como en secano, superaron las estándares de la industria en la mayoría de los casos.

Las casillas con fondo amarillo cumplen parcialmente con el estándar, las verdes cumplen perfectamente con el mismo.

1- De acuerdo a la experiencia realizada y a los resultados logrados en Inta Manfredi, podemos decir que el cultivo de cebada tiene buena adaptación a las condiciones agroecológicas de la región.

2- Los excelentes rendimientos promedios logrados, se obtuvieron mediante cosecha manual de las tres estaciones de muestreo seleccionadas para cada una de las franjas de cultivares evaluados. Por tal motivo estos resultados no contemplan las pérdidas que se ocasionan al momento de realizar la cosecha en forma mecánica.

3- Los parámetros de calidad logrados en las cuatro variedades bajo riego y en secano, cumplen con las normas de calidad exigidas por las industrias cerveceras.

4- Validada la adaptación del cultivo a las condiciones ambientales de la región,  deberemos avanzar en la identificación de otras variedades comerciales y conocer sus características (duración de ciclo, comportamiento sanitario, potencial de rendimiento, etc.).

5- Se debe considerar que la cebada tiene menores requerimientos relativos de N que el trigo y por lo tanto, demanda una estrategia diferenciada para su fertilización con N para cumplir con el objetivo de obtener un producto con características diferenciales de calidad apto para la industria cervecera.

6- En situaciones bajo riego se ha observado que algunos cultivares de cebada tienen tendencia al vuelco, por tal motivo es necesario seguir experimentando ajustes en las prácticas de manejo (densidad, espaciamiento, fertilización) para disminuir las perdidas previo a la cosecha, como así también atenuar el potencial efecto de las enfermedades.

7- En el cultivo de cebada es necesario identificar el periodo crítico, momento en el que se define el rendimiento, que tiene un duración de 20 a 40 días previo a la floración (definido cuando emergen las aristas dentro de la vaina de la hoja bandera), por lo que las estrategias de manejo, deberían contemplar ubicar esta etapa con la mejor oferta ambiental posible.

8- Otro momento crítico del cultivo es el momento de realizar la cosecha. Cuando se llega a la humedad de recibo del grano (12,5 %) , el raquis de la espiga se encuentra débil y si no se cosecha inmediatamente, se tienen pérdidas muy importantes por desgrane y quebrado de plantas.