EE.UU. - Soja libre de grasa trans: Monsanto busca convencer a agricultores para que la cultiven

Con varios restaurantes y hasta la ciudad de Nueva York que rechaza las grasas trans, Monsanto envió recientemente representantes acá, con una misión: convencer a los agricultores para que cultiven una clase especial de soja que produce una valiosa alternativa al aceite para freír, cargado de grasas trans.

La compañía y su procesador local de soja ofrecieron a los granjeros rosquillas y un lanzamiento muy simple: 35 centavos extras por bushel para que cultiven esta soja especial en lugar de las habituales y aparentemente con una demanda ilimitada. Esta soja contiene menos del grasoso ácido linolénico que otras variedades.

A algunos les gustó la oferta pero otros no estuvieron tan seguros, dado el trabajo extra que significa y por el atractivo que representa, en cambio, el cultivo del maíz que está a precio alto y que provee al boom del etanol. "Creo que la razón por la que los granjeros no adhieren a esta soja de "bajo lin" es que las ganancias no son suficientes" aseguró Fred Tilstra, agricultor de 69 años de Steen, Minnesota. Como se presentan ahora las cosas, no hay suficiente de esta soja especial para satisfacer la creciente demanda. Esto ha creado una situación difícil a las cadenas de comida rápida y a los fabricantes que desean no utilizar más aceite vegetal parcialmente hidrogenado, el fuerte de la industria alimentaria, que es fuente de grasas trans, artificiales.

Nuevas variantes

El rechazo de los granjeros es sólo parte del problema. Monsanto y sus competidores no han podido crear las suficientes nuevas variantes de soja libre de grasa trans con la rapidez necesaria como para responder a la demanda para usos más variados. Y la situación sólo empeorará: en las tres semanas, desde que la ciudad de Nueva York anunció que prohibiría las grasas trans de sus restaurantes, varias ciudades importantes y algunos estados, incluyendo a California, comenzaron a considerar tomar medidas semejantes.

"Todo el mundo conoce la situación, no se puede sacar esto de la galera" afirmó Kelly Brintle, vicepresidente de Ventura Foods, compañía de California que procesa y vende aceites comestibles y que también está tratando de convencer a los granjeros para que produzcan mucho más de esta soja especial.

La grasa trans, que se encuentra en alimentos tan diversos como las galletitas y las papas fritas, se produce cuando los fabricantes agregan hidrógeno al aceite vegetal, proceso llamado hidrogenación, que aumenta la conservación y estabiliza los sabores.

Durante varias décadas se la consideró como una alternativa más sana que la manteca y que los aceites tropicales que contienen grasas saturadas. Pero en los años 90 los científicos se convencieron de que la grasa trans era más peligrosa que aquellas a las que reemplazaba. No solamente eleva el colesterol malo sino que baja el nivel del llamado colesterol bueno.