La fusariosis de la espiga (FE) continúa siendo una de las principales amenazas para el cultivo de trigo en Uruguay. Entre los hongos responsables, Fusarium poae —una especie históricamente considerada secundaria frente a F. graminearum— está cobrando creciente relevancia por su capacidad de producir micotoxinas con alto impacto sobre la salud humana y animal.
Una investigación realizada por Marcia Guimaraens Urtiaga, en el marco de su tesis de grado en Ciencias Biológicas (Facultad de Ciencias, Universidad de la República), aportó nuevos datos sobre la presencia y el potencial toxigénico de F. poae en granos de trigo uruguayos. El trabajo, dirigido por la Dra. Dinorah Pan, constituye el primer estudio nacional que caracteriza molecularmente cepas locales de este hongo y evalúa su capacidad de producir micotoxinas.
El estudio analizó 22 cepas aisladas de granos de trigo provenientes de distintos departamentos del país. Todas fueron identificadas molecularmente como F. poae mediante PCR específica. Los ensayos de laboratorio determinaron la producción de tricotecenos de tipo A (DAS, T-2, HT-2, NEO), de tipo B (NIV) y de micotoxinas emergentes como las eniantinas.
Los resultados revelaron que la mitad de las cepas (50%) fueron productoras de al menos una micotoxina, mientras que el resto no mostró actividad detectable. Entre las toxinas del tipo A, la T-2 fue la más frecuente, detectada en siete cepas, seguida por HT-2 y DAS (cuatro cepas cada una). En cambio, no se detectó producción de nivalenol (NIV), un tricoteceno tipo B reportado en otros países. Todas las cepas, sin excepción, resultaron potencialmente productoras de eniantinas, compuestos considerados micotoxinas emergentes por su posible toxicidad y bioacumulación.
Según Guimaraens, estos resultados confirman “la existencia de un alto riesgo toxicogénico en el trigo asociado a la presencia de F. poae” y refuerzan la necesidad de monitorear su presencia en los granos, dado que “en Uruguay la normativa vigente solo regula los niveles de deoxinivalenol (DON)”.
La investigadora advierte que la capacidad de F. poae para producir diferentes toxinas depende de factores como la cepa, el sustrato y las condiciones ambientales. Estudios internacionales coinciden en que la especie muestra gran variabilidad en su perfil toxigénico, pudiendo generar combinaciones de micotoxinas que incrementan su efecto tóxico. “La producción simultánea de varias toxinas representa un riesgo adicional por posibles efectos sinérgicos entre ellas”, destacó la autora.
El trabajo también subraya que las condiciones de siembra directa y el monocultivo de trigo, prácticas frecuentes en el país, podrían favorecer la persistencia del hongo en los rastrojos, aumentando su incidencia. Por ello, se recomienda avanzar hacia programas de vigilancia micotoxicológica y estrategias agronómicas que limiten su propagación.
En conclusión, el estudio aporta evidencia científica sobre un patógeno poco explorado en Uruguay, con implicancias directas para la seguridad alimentaria y la calidad del trigo panificable. “Conocer el perfil toxicogénico de F. poae es un paso clave para desarrollar medidas de control y proteger la salud pública”, resume Guimaraens.
Fuente: Guimaraens Urtiaga, M. (2024). Perfil toxicogénico de cepas de Fusarium poae aisladas de granos de trigo en Uruguay. Tesis de Licenciatura en Ciencias Biológicas, Facultad de Ciencias – Sección Micología, Universidad de la República, Montevideo, Uruguay.