Cada vez me convenzo mas que la forma de hacer agricultura apoyándonos en la ciencia,nos aleja de la forma ideal que es la replicación de los procesos naturales, que por millones de años ha permitido la presencia del hombre y seres vivos en el planeta. Que es utópico? quizás, pero no deja de ser verdad.
Ahora hay un sector de la agricultura científica que ha identificado como nociva la forma de usar los elementos químicos, pesticidas; para todos los suelos, las condiciones de clima, los cultivos, las formas de trabajar el suelo, sin percatarse que la interacción de esas condiciones produce muchísimas posibles combinaciones y cada cual con características particulares, diferentes en cada caso. Es por eso que pensar en solo el fósforo como elemento aislado y su respuesta frente a la presencia o ausencia de microorganismos va a resultar en una modificación del medio (suelo) y por tanto vamos a poder medir y decir algo de esa interacción con relación al rendimiento o parámetro que estamos midiendo. Y hablamos de ciertos hongos o bacterias de forma aislada, siendo que la riqueza microbiana del suelo es tal que en una cucharadita de suelo hay mas microbios que toda la humanidad entera, entonces el efecto de la aplicación de productos, de practicas agronómicas, de ausencia o presencia de agua, de labranza o no, de las fatores externos al suelo como el clima, la cobertura vegetal, ect. provocan reacciones y producen efectos tan diversos que la ciencia ha sido incapaz hasta ahora de medirlos y darles una mirada y sacar reglas que nos permitan, orientar el trabajo del agrónomo, para una producción saludable libre de contaminantes y amigable para la vida de microorganismos, animales, hombre. La inmensa biodiversidad de microorganismos en el suelo no solo procesan los macro y micro nutrientes contenidos en la materia orgánica que descomponen, sino que tiene decisiva participación en producir cambios en la estructura del suelo, en su fertilidad. Su eliminación con el uso de agroquímicos de alta concentración trae las consecuencias que ya conocemos en la agricultura moderna, perdida cada vez mayor de la calidad de los suelos, invasión de malezas, presencia de enfermedades, perdida de calidad de los alimentos, el tenor de vitamina c en naranjas y cítricos es mucho menor que hace tres o cuatro décadas, el sabor de las papas ya no es el mismo, pero los rendimientos son mayores, como mayores son los males de los hombres.
Hoy se habla de agricultura de precisión, porque los productores de países donde se usa (abusa) en forma indiscriminada los agroquímicos ya no pueden comer sano, y demandan productos inocuos, de preferencia orgánicos y claro certificados por ellos, si ellos mismos producen y venden los pesticidas. Que contradicción verdad?. Por ello en una situación como esta mas sensato es la forma como lo afronta el agricultor Roberto Sanchez, es utilizar indicadores naturales, referentes y utilizar los sentidos para decidir o definir que es mejor o peor para nuestro suelos y su manejo. El camino es uno solo, el regreso al conocimiento profundo de la interacción de seres vivos que están en nuestro entorno, para comprender su rol y la forma de fomentar su conservación; tal como sucede hoy en la política, debemos dejar de fomentar la muerte (herencia de la expertice de los países después de la segunda guerra mundial, y la fabricación posterior de guerras cuyo único objetivo es poner a punto las armas) y estudiar y fomentar la vida, porque el suelo no es un ente soporte de la planta solamente, es un ente vivo.