El nitrógeno (N) es el principal elemento que limita la productividad de los cereales en la región pampeana argentina. Esto se debe a sus elevados requerimientos, y a la baja disponibilidad de nitratos que durante todo el año presentan los suelos argentinos. La descripción de los rendimientos en función del nutriente es realizada habitualmente mediante la construcción de curvas de respuesta, las cuales grafican como éstos varían frente al agregado de dosis crecientes. Así, la información derivada de experimentos de campo permite ajustar permanentemente las recomendaciones de fertilización en función de nuevas tecnologías p.e. nuevas y mejores variedades, mejora en las prácticas de cultivo e incorporación de otros nutrientes en el esquema de fertilización, todos con el consiguiente incremento en los rendimientos y en la demanda del nutriente. A su vez, es necesario evaluar nuevas formas de utilización de N, con la finalidad de aplicar pequeñas dosis en momentos estratégicos del cultivo que permitan hacer un uso más eficiente del mismo, incrementando el retorno a la práctica. El uso de N por vía foliar en el estado reproductivo, bajo fuentes fertilizantes que no representen riesgos de fitotoxicidad es una línea promisoria en este sentido.
Otro de los nutrientes que ha aparecido como deficiente en los últimos años es el azufre (S). Algunos autores (Salvagiotti, 2004) han observado interacción positiva entre N y S, es decir, la respuesta a N fue mayor en presencia de S. Por su parte, la respuesta a S fue positiva en altas dosis de N, y muy pequeña o nula en ausencia de N.
Con la finalidad de generar mayor información local sobre el tema, se condujo un ensayo cuyo objetivo fue evaluar la respuesta a dosis crecientes de N en ausencia o presencia de S, utilizando fertilizantes líquidos. Adicionalmente, se evaluó la respuesta al agregado de N complementario en forma de urea foliar de bajo biuret en el estado reproductivo.
Materiales y métodos
El ensayo fue realizado en la Escuela Agrotécnica Salesiana “Concepción G. de Unzué”, ubicada en la localidad de La Trinidad, partido de General Arenales, sobre un suelo serie Rojas, Argiudol típico. Se sembró la variedad Klein Escorpión el día 3 de junio de 2005 en SD, con antecesor soja de primera. La disponibilidad de fósforo (P) fue asegurada mediante fertilización. Para conducir los experimentos se utilizó un diseño en bloques completos al azar con tres repeticiones. Los tratamientos evaluados y los fertilizantes utilizados se presentan en la Tabla 1. Todos los fertilizantes fueron aplicados en forma chorreada inmediatamente después de la siembra, a excepción del tratamiento con N foliar, realizado en espigazón.
Al momento de la siembra se realizó un análisis químico de suelo, cuyos resultados se presentan en Tabla 2, promedio de las tres repeticiones.
Tabla 2: Análisis de suelo al momento de la siembra.
La cosecha se realizó en forma manual, con trilla estacionaria de las muestras. Los datos obtenidos fueron analizados por análisis de varianza, estudiando la interacción NxS, y los efectos individuales de ambos nutrientes por separado. Cuando se determinaron diferencias significativas entre tratamientos se realizaron comparaciones de medias, y se ajustaron curvas de respuesta a N. Con los datos de rendimiento y dosis de N, se calculó la Eficiencia agronómica de Uso del Nitrógeno (EUN), como Respuesta a N : kg N aplicado-1.
Resultados y discusión
a) Condiciones climáticas de la campañaLas características de la campaña 2005/06 estuvieron signadas por la escasez de precipitaciones (Figura 1.a) y un déficit hídrico moderado pero permanente desde el mes de agosto hasta mediados de octubre (Figura 1.b).
Figura 1.aFigura 1.bFigura 1:Precipitaciones, evapotranspiración (1.a), almacenaje y déficit expresados como lámina de agua útil (1.b). Valores acumulados cada 5 días en mm. La Trinidad, año 2005.b)Resultados de los ensayosSe determinaron diferencias significativas entre tratamientos (P=0,0003, CV=8,6 %, Figura 2). Los máximos rendimientos se alcanzaron con las dosis máximas de N, T4 (N150), T7 (N100 S10), T8 (N150 S10) y T9 (N100 S10 N20 foliar), evidenciando la importancia de este nutriente en la producción de trigo.
Figura 2: Rendimiento de trigo como resultado de la aplicación de nitrógeno, azufre y urea foliar. Columnas celestes representan tratamientos sin azufre, columnas anaranjadas tratamientos con azufre, la columna verde representa un tratamiento con agregado de urea foliar. Letras distintas representan diferencias estadísticamente significativas entre tratamientos. Las barras verticales indican la desviación Standard de la media.Asimismo, si se quita el tratamiento con urea foliar se puede analizar la interacción NxS. Se determinó interacción NxS, y efectos significativos de N y S (P=0,000). La interacción significativa indica que las curvas de respuesta a N sin S y con S deban ajustarse por separado, por representar poblaciones de datos diferentes. Este ajuste se presenta en la Figura 3. En ella se observa que la respuesta en este ensayo difiere del comportamiento clásico informado por Salvagiotti (2004), en el cual se espera mayor respuesta a N en presencia de S. En el presente trabajo, la respuesta a N sin agregado de S fue lineal en todo el rango de dosis aplicado. En cambio, en presencia de S la repuesta fue de tipo cuadrática, alcanzando el máximo en la dosis de 134 kg ha-1, y valores muy cercanos a este punto con 100 kg N ha-1. Probablemente, en un suelo con bajo contenido de S-sulfatos a la siembra, pero profundo y de buena productividad, el agregado de N haya permitido al cultivo explorar más el suelo, y absorber el S necesario para su crecimiento. En cambio, en ausencia de N esa exploración radicular del perfil se habría visto limitada, manifestando así un déficit de S que pudo corregirse mediante fertilización. El menor rendimiento del tratamiento con S en la dosis de N150 no tiene explicación más allá de la variabilidad natural de los ensayos de campo.
Figura 3: Respuesta al agregado de dosis crecientes de nitrógeno aplicado como fertilizante líquido chorreado a la siembra sin azufre (círculos) o con agregado de S (cuadrados). A través de contrastes se evaluó la aplicación de N agregado por vía foliar en espigazón, con agregado de N y S de base. Las diferencias de rendimiento observadas fueron escuetas, de 182 kg N ha-1, y no significativas si se las analiza estadísticamente. El estadío de aplicación habría sido demasiado tardío para modificar los componentes numéricos del rendimiento.
Figura 4: Rendimiento como resultado de la aplicación de N foliar en espigazón, en comparación con su testigo. El cultivo presentó una EUN del suelo muy elevada, la cual se incrementó a su vez en presencia de S, de 66,8 a 80,7 kg grano:kgN (Figura 5). La EUN proveniente del fertilizante fue más alta con las dosis N50, y mostró una tendencia decreciente para las dosis más altas. La EUN de indiferencia, necesaria para solventar el costo de la fe rtilización oscila entre 6 y 10 kg grano:kgN (8,6 abril de 2007; 6,1 aarzo de 2007). La mayoría de los tratamientos alcanzaron EUN por encima de estos valores.
Figura 5:Eficiencia agronómica de Uso del Nitrógeno (Respuesta a N : kg N aplicado-1) de los diferentes tratamientos evaluados. El N foliar incrementó la concentración de proteína de los granos en 1 punto porcentual. Los tratamientos con una disponibilidad más alta de N alcanzaron mayores niveles de proteína en grano respecto de los testigos (T1 y T5). En cambio, este parámetro no fue afectado por el agregado de S.
Figura 6: Concentración de proteína (en porcentaje) en granos de trigo como resultado de la aplicación de distintos tratamientos de fertilización nitrogenada. Los tratamientos se describen en la Tabla 6.