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Argentina - Cabezales de cosechadora con lona mejoran la cosecha

Publicado: 30 de julio de 2010
Fuente: Fernando Bertello, LA NACION
En materia de cosecha, la agricultura argentina continúa sumando tecnologías que apuntan a un objetivo central: hacer cada vez más eficiente la producción. Como muestra, en la última campaña comenzaron a observarse más resultados del uso de cabezales sojeros que, en vez de la tradicional plataforma de sinfín, incorporan la alimentación del material con cintas transportadoras de lonas con barra de corte flexible. Son los denominados cabezales "draper".

En el país, algunas marcas que están trabajando con esta tecnología son la cordobesa Piersanti, que desarrolló un cabezal flexible de 40 pies. Además, la firma Agco presentó en la última edición de Expoagro su modelo Dynaflex 9250 de 40 pies, que empezó a evaluar hace unos años. El cabezal de esta empresa es para sus marcas Challenger, Gleaner y Massey Ferguson.

Por otra parte, otra marca disponible en el sector es de la canadiense MacDon (Suagri), con chasis dividido en tres partes.
Al cabezal con lonas se le atribuyen una serie de ventajas. Juan Carlos Ruano, de Agco, por ejemplo, recordó las siguientes:
  • Una alimentación más pareja y uniforme de la máquina.
  • Alimentación continua sin amontonamiento del material, "evitando el golpe de trilla que es común en las plataformas sinfín".
  • Mejor tratamiento del cultivo y rendimiento de la cosechadora al trabajar siempre llena la plataforma, lo que redunda en un mayor trabajo.
  • Reducción de las pérdidas de granos y menor consumo de potencia.
  • Funcionamiento más suave y menor peso del equipo.
En este contexto, desde Agco y Piersanti comentaron a LA NACION los resultados logrados.

Con dos temporadas de ensayos en el país, el equipo de Agco cosechó en la primera soja de hasta 5200 kilos por hectárea y trabajó 1500 hectáreas entre Córdoba y Salta. Mientras tanto, en la segunda campaña cosechó 1400 hectáreas de soja con rindes de hasta 4900 kilos por hectárea.

En cuanto al rubro eficiencia de cosecha, se observaron notables avances. "Se comprobó que se reducen 80 por ciento las pérdidas de granos por plataforma y que se aumenta la capacidad de corte de la máquina en cinco pies sin reducir la velocidad de trabajo. Por el contrario, hasta puede incrementarse", comentó a LA NACION Ruano. Otro beneficio que se registró es un menor consumo de combustible. "La reducción es del orden del 15 por ciento", precisó.

A todo esto se suma el rendimiento del equipo en general. "La suma de mayor ancho de corte, mejor y más suave alimentación a la cosechadora, menor consumo de combustible y menor índice de pérdidas lleva la diferencia a favor en hasta un 30% (con el nuevo cabezal) respecto a la misma máquina con una plataforma de sinfín", afirmó Ruano. En los Estados Unidos, las plataformas que fabrica la compañía son de 30, 35 y 40 pies. En la Argentina está el equipo de 40 pies. En 2011 también habrá de 35 pies.


Otras experiencias

En Noetinger, Córdoba, Juan Carlos Piersanti desarrolló un cabezal nacional de 40 pies que, según afirman en la empresa, también está ofreciendo resultados positivos.

Entre otros factores, en Piersanti también relevaron que las pérdidas disminuyen considerablemente. "Se recuperan 50 kilos más por ha, promedio", señaló Valeria Piersanti, representante de la empresa. Aquí destacan también que esta tecnología puede extender la jornada de trabajo sobre todo en casos de humedad.

Para esta compañía, también se registra un menor consumo de combustible. La reducción del consumo es de dos litros por hectárea. Según Piersanti, cuyos equipos estuvieron cosechando en las últimas campañas trigo, soja, garbanzo, arveja y poroto, las plataformas de 40 pies con esta tecnología pueden cosechar hasta 100 ha por día. De hecho, según la firma, observaron un promedio de 85 ha.

Piersanti agregó: "Está comprobado que el contratista que accede a un cabezal de lona mejora su performance de trabajo". En esta empresa, este año además lanzaron la transformación de plataformas convencionales a lona. "El cliente trae su cabezal a sinfín y se lleva un cabezal renovado a cintas de lonas con flexible", expresó.

Para Ruano, el contratista tiene ventajas con la lona. "Para un contratista promedio de la Argentina, que cosecha 2500 hectáreas por año entre granos finos y gruesos (desde trigo, cebada, avena a soja), la mayor facturación por mayor cantidad de hectáreas trabajadas y los menores costos por reducción del consumo de combustible, del tiempo de máquina parada, hacen que en caso de comprar una plataforma adicional a la que ya tiene el costo se amortice en dos campañas", concluyó.
 
Fuente
Fernando Bertello, LA NACION
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