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La importancia de los mercados a futuro

Publicado: 26 de septiembre de 2006
Fuente: Barrilli S A. BCR


Los mercados de futuros cumplen un papel sumamente importante en la economía mundial y es por ello que toda la actividad relacionada con su funcionamiento y desarrollo debe ser apreciada por la sociedad. Cumplen la función de equilibrar los mercados ‘temporalmente’.
La razón por la que surgen mercados de futuros radica, en primer lugar, en la gran volatilidad que tienen los precios, especialmente de las commodities. Como nos recuerda Wilhelm Röpke en su «Introducción a la Economía Política», ya el estadístico inglés Gregory King, hace aproximadamente 350 años, había percibido que las variaciones de precios de los cereales más elementales para la alimentación humana eran mucho más
violentas que las cantidades. Ello se debía a dos razones que debemos considerar:

a) La demanda de esos productos es muy inelástica. La representación gráfica que se hizo con posterioridad de la curva de demanda tomó un trazo casi vertical.

b) La oferta está condicionada por las alteraciones difíciles de prever que sobre la producción produce el clima.
Las dos razones anteriores explicaban la conclusión a la que arribó King sin el uso de ningún tipo de gráfica.

A las dos razones mencionadas hay que agregar el hecho de que en el mercado internacional la mayor parte de las veces los ‘saldos exportables’ también son muy volátiles.

Debido a las mencionadas razones, a mediados del siglo diecinueve comenzaron a nacer los mercados de futuros (aunque algunos estudios registran fechas anteriores para esta operatoria) estableciéndose contratos de cereales (Chicago Board of Trade en 1848). Las grandes variaciones que tienen los precios de los cereales como también las grandes variaciones que registran los precios de otras commodities, como los metales y el petróleo, también llevaron a crear contratos específicos para ellos. En el caso del petróleo, la curva de demanda es también ‘inelástica’, ya que no podemos prescindir de su uso, pero la curva de oferta tiene variaciones no por razones ‘climáticas’, sino por otros tipos de razones como son las ‘políticas’.
Hasta 1971 regía en el mundo un sistema cambiario con ‘relaciones fijas’ entre las monedas más importantes. Era un sistema llamado de ‘patrón cambio oro’ o más apropiadamente ‘patrón dólar’. La moneda estadounidense era la única convertible a oro en una relación fija de 35 dólares la onza. Las otras monedas se fijaban contra el valor del dólar estadounidense. Ya en los años ’60 las reservas de oro de EE.UU. comenzaron a disminuir y en 1968, por corto tiempo, se declaró ‘la inconvertibilidad’ del dólar. Para solucionar el problema se creó un doble mercado del oro y finalmente, en agosto de 1971, se abandonó la convertibilidad del dólar con el metal. Pocos meses después las monedas comenzaron a ‘flotar’ y los tipos de cambio pasaron a ser fluctuantes.

Mencionemos un ejemplo: en 1999 se crea el euro y la cotización inicial con respecto al dólar estadounidense era de 1,17 dólares a 1 euro. A mediados de 2001 la relación cambiaria era de 0,83 dólares por 1 euro. Hace un año atrás llegó a 1,30 dólares por 1 euro y en los últimos días está en 1,28 dólares por 1 euro.
Si a partir de las cotizaciones anteriores, suponemos que un operador estadounidense hubiera invertido 1 millón de dólares en Europa en 1999 y hubiera convertido ese monto en euros, habría tenido en ese momento 855.000 euros (1.000.000 dividido 1,17).
Supongamos también que hubiera retirado esa inversión a mediados de 2001 y hubiera dolarizado nuevamente su cartera. En ese caso, y sin considerar intereses o rentas, esa cartera valdría 710.000 dólares (855.000 por 0,83). Como se puede observar, de no existir un mecanismo que permita asegurar precios las pérdidas podrían ser enormes.

Las cotizaciones de las monedas obedecen a distintas causas. Por eso son tan volátiles.

La más importante, pero no la única, era la teoría de ‘la paridad del poder adquisitivo’ de las monedas que consideraba las distintas tasas inflacionarias que padecían. Pero se han desarrollado otras explicaciones, como ser el diferencial de tasa de interés, o de crecimiento del PBI, etc.
Lo mismo cabe decir de las variaciones de las tasas de interés, lo que explica el gran desarrollo de los contratos financieros, como el de eurodólar a 3 meses en el Chicago Mercantile Exchange.
Pero a esta altura del artículo cabe preguntarse ¿porqué los contratos de futuro pueden servir para asegurar los precios?. La razón fundamental es la siguiente: se tienen las distintas cotizaciones de las posiciones, desde la spot o disponible hacia las posiciones
futuras. Sobre las cotizaciones futuras nadie tiene la certeza pero lo que se puede sostener, con algún fundamento, es que las causas que determinan las posiciones futuras influyen ‘globalmente’ sobre ellas aunque no de manera perfecta. Las distintas cotizaciones fluctúan de manera parecida aunque con algunas diferencias. Si un operador compra o vende en la posición spot y no opera en una posición futura podría verse perjudicado si la variación de los precios le juega en contra. Supongamos que compró la cotización spot y luego el preció bajó, o vendió y el precio luego subió. Para asegurarse de estas variaciones lo que tiene que realizar es vender (si en el disponible compró) o comprar (si en el disponible vendió) un contrato de futuro.

Fuente
Barrilli S A. BCR
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