Unión Europea - Autorizan maíz transgénico como alimento y renueva permisos a la colza
Publicado:1 de junio de 2024
Fuente:EuroEFE, Lucía Leal
La Comisión Europea (CE) dio luz verde en el mes de enero de 2024 al uso de un maíz genéticamente modificado como alimento para personas y animales y también renovó la autorización para esos mismos fines de dos tipos de colza genéticamente modificada.
Bruselas destacó en un comunicado que las autorizaciones siguieron «los exhaustivos y rigurosos procedimientos de seguridad alimentaria de la UE, que garantizan un alto nivel de protección de la salud humana, animal y medioambiental».
Añadió que sus decisiones se basan en una evaluación científica «favorable» de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, que concluyó que esos cultivos son «tan seguros como sus equivalentes convencionales».
«La Comisión tenía la obligación legal de tomar una decisión sobre estos cultivos, ya que los Estados miembros no alcanzaron una mayoría cualificada (a favor o en contra de la autorización) en el comité permanente ni en el posterior comité de apelación», expuso el propio Ejecutivo comunitario.
Las decisiones de la CE no permiten el cultivo de esos tres organismos genéticamente modificados en la Unión Europea, sino que solo se autoriza su importación al club comunitario desde países terceros para ser utilizados como alimento para personas y animales.
Las autorizaciones son válidas para diez años y cualquier producto elaborado sobre la base de esos tres cultivos «estará sujeto a las estrictas normas de la Unión Europea de etiquetado y trazabilidad», de acuerdo con Bruselas.
La aprobación llega en pleno debate sobre la futura ley europea de técnicas genómicas en la agricultura, que España considera necesaria para que la producción agroalimentaria de la UE no pierda competitividad frente a Estados Unidos o el Reino Unido.
A diferencia de los organismos genéticamente modificados (OGM), donde se introduce en una planta código genético foráneo para mejorarla, estas nuevas técnicas sólo modifican el genoma de la propia planta o introducen material equivalente.
La actual legislación sobre OMG no es adecuada para regular esas nuevas técnicas de edición genética en plantas, que según sus defensores permiten mejorar la resistencia a plagas y enfermedades, además de la adaptación al cambio climático y a las condiciones de estrés como la sequía o las altas temperaturas.