La siembra de la colza en líneas es una práctica cada vez más extendida en nuestro país. Este tipo de siembra ofrece una serie de ventajas respecto al sistema tradicional con sembradoras de cereal. Sin embargo, es necesario tener en cuenta ciertas consideraciones para no sufrir una reducción del rendimiento.
La siembra en líneas
Cuando hablamos de siembra en líneas nos referimos al hecho de sembrar un cultivo con una sembradora monograno, de modo que la separación entre las líneas sea de entre 35 y 75 cm, dependiendo del cultivo y de las condiciones pedoclimáticas (Figura 1).
Figura 1. Sembradora monograno con los cuerpos de siembra separados 37,5 cm para sembrar un campo de colza. Este tipo de siembra se adapta muy bien al cultivo de la colza y presenta distintas ventajas respecto a la siembra hecha con sembradoras de cereal de invierno donde las líneas de colza quedan separadas entre 12 y 15 cm.
Ventajas
Las principales ventajas que ofrece este sistema son las siguientes:
- Siembra más regular y emergencia del cultivo más rápida y uniforme. El hecho de utilizar una sembradora monograno permite depositar la semilla en el suelo con mucha mayor precisión que con las sembradoras de cereal de invierno. Esto garantiza unas mejores condiciones para la emergencia de la semilla en el conjunto de la parcela (Figura 2), hecho importante tanto por la lucha contra el escarabajo de la pulga del tallo de la col (Psylliodes chrysocephala) como por las malas hierbas.
Figura 2. Nacimiento en un campo de colza sembrada a 37,5 cm. - Optimización de la capacidad de cobertura del suelo de la colza. La colza es un cultivo con gran capacidad de cobertura del suelo, por lo que sembrándolo en líneas se le da más espacio a cada planta y se puede aprovechar mejor este carácter.
- Permite el trabajo del suelo entre las líneas de cultivo. El hecho de separar las líneas más de 35 cm ofrece la posibilidad de pasar con una binadora sin estropear el cultivo. De esta forma tenemos una herramienta extra para el control de las malas hierbas (Figura 3). Cabe destacar también que la colza es un cultivo que se ve favorecido cuando se trabaja entre líneas.
Figura 3. Binadora desherbando en un campo de colza sembrada a 75 cm. - Permite un ahorro de la semilla. Aumentar la separación entre las líneas de siembra reduce el número de líneas sembradas, y esto se traduce en una reducción de la dosis de siembra (kg semilla/ha). Sembrando a 15 cm entre líneas utilizamos una densidad de siembra de 3 kg/ha, que puede disminuir cuando se separan más las líneas 75 (Tabla 1).
Tabla 1. Dosis de siembra, densidad de siembra y densidad de plantas de los tratamientos del ensayo del marco de siembra en colza realizado en la Tallada d’Empordà (Girona), la campaña 2020-2021.
Consideraciones
La siembra en líneas de la colza tiene muchas ventajas, pero hay que tener en cuenta una serie de consideraciones para que el rendimiento no se vea comprometido.
Separación entre líneas de siembra
Las sembradoras monograno ofrecen un amplio rango de separación entre líneas, normalmente desde 30 hasta 80 cm. Dependiendo de las condiciones pedoclimáticas (fertilidad del suelo y pluviometría), podremos separar más o menos las líneas. Sin embargo, como norma general, se recomienda no superar los 50 cm entre líneas de siembra.
Cuando las condiciones son favorables (campos fértiles con buena pluviometría), se puede llegar a aumentar la separación entre líneas hasta 75 cm (Figura 4) sin que el rendimiento se vea comprometido por la disminución de plantas/m2, puesto que las plantas de colza son capaces de cubrir todo el espacio que existe entre líneas.
Figura 4. Campo de colza sembrada a 75 cm en un campo muy fértil. Ahora bien, en condiciones no tan favorables, en que el potencial de cobertura del suelo de la colza queda limitado, una separación de 75 cm puede comportar una disminución del rendimiento ya que las plantas no son capaces de cubrir correctamente el espacio que se les da.
Como puede verse en la Tabla 2, la colza sembrada a 75 cm entre líneas presenta un mayor número de silicuas por planta en comparación con la colza sembrada a 15 cm, reforzando la idea de la gran capacidad de cobertura del suelo que tiene la colza. Sin embargo, esta diferencia resulta insuficiente para compensar el menor número de plantas/m2 que tiene este tratamiento. Este menor número de silicuas/m2 se traduce en un menor rendimiento respecto a la siembra a 15 cm (Tabla 3).
Tabla 2. Ramificaciones primarias, secundarias y número de silicuas de los tratamientos del ensayo de marco de siembra en colza realizado en la Tallada d’Empordà (Girona), campaña 2020-2021.
Tabla 3. Rendimiento e índice productivo respecto al testigo de los tratamientos del ensayo del marco de siembra en colza realizado en la Tallada d’Empordà (Girona), la campaña 2020-2021.
Producción equivalente al índice 100 2.508 Kg/Ha 9% humedadProducción media 2.372 Kg/Ha 9% humedadNivel de significación de los tratamientos p-valor = 0,0507Nivel de significación de la repeticiones p-valor = 0,1836
Separación entre plantas dentro de la línea de siembra
El hecho de aumentar la distancia entre las líneas de siembra reduce el número de líneas sembradas y, en consecuencia, se incrementa el número de plantas dentro de la línea de siembra. Sin embargo, se recomienda no superar las 15 semillas por metro lineal para no generar una competencia excesiva entre plantas dentro de la línea de siembra.