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La siembra de la semilla

Publicado: 5 de octubre de 2019
Por: Ada Nalbis Camacho
¿Cómo sembrar las semillas?
El objetivo de la siembra consiste en facilitar y explicar las técnicas con las cuales producir muchas plantas a partir de pocas semillas.  Para esto se necesitan los siguientes materiales básicos para la siembra:
  1. Macetas o cajas de plástico
  2. Cristal o plástico transparente para tapar las macetas
  3. Un sustrato comercial para la siembra
  4. Una arena limpia del rio y/o Perlita y/o Vermiculita para hacer una mezcla permeable.
  5. Opcionalmente, fibras de coco para hacer sustratos
  6. Piedras, picón o trozos de tejas para hacer un drenaje en las macetas.
Para ampliar la época favorable de la siembra:
  1. Un semillero eléctrico
  2. Luz artificial para plantas
El Agricultor o jardinero más profesional tiene: 
  1. Bandejas de plástico para trasplantar
  2. Mallas de plástico para sombrear
  3. Un invernadero para el cultivo en un sitio protegido. La Tierra
    Para la siembra se necesita una tierra que sea perfectamente permeable.
    Se consigue mezclando 2 partes de una tierra comercial con 1 parte de arena u otros productos inorgánicos como Perlita o Vermiculita. Es favorable tamizar esta mezcla con una malla fina. Para la siembra de semillas finas o semillas que tienen una germinación retrasada, es mejor esterilizar esta mezcla en el microondas o en el horno normal.
Hay sustratos especiales para palmeras, plataneras u otras semillas tropicales, mencionados más adelante en la parte especial. Pre tratamientos. El método más usual es remojar las semillas en agua durante una noche o más antes de la siembra.
Pero una gran parte de las semillas no tienen una germinación rápida y uniforme sin un tratamiento especial. La inhibición de la germinación puede deberse a una cápsula dura que no permita la entrada de humedad, un termómetro interno que espere un invierno antes de la germinación, dependencia de la germinación de incendios o inhibidores químicos internos. 
Para suspender la inhibición, se desarrollan los métodos siguientes: 
  1. Semillas con una cápsula dura que son sensibles de temperaturas altas:
  1. Lijar la superficie con papel de lijar o con una lima fina (p. ejemplo. semillas de plataneras)
  2. Hacer un corte en la superficie fuera de la marca (p. ejemplo. semillas de Ipomea). 
  3. Tratar con un martillo para romper la cápsula (p.e. semillas del almendro).
  1. Semillas con una cápsula dura que resisten temperaturas altas:
      Poner en agua hirviendo y dejar enfriar lentamente (p.ej. Acacia).
Poner en agua hirviendo durante 1-2 minutos y enfriar rápido (p.ej. Caesalpinia). 
  1. Semillas con una cápsula que contiene resina:
      Poner en agua caliente con una gota de detergente (p.e. Schinus).
  1. Semillas que requieren un tiempo frío antes de la germinación:
      Estas semillas se tratan con un procedimiento denominado "Estratificación", la simulación de un invierno. Se ponen las semillas en una caja cerrada envueltas en papel húmedo, arena o Vermiculita húmeda y se introducen en la nevera durante al menos 4 semanas (p.ej. eucaliptos de zonas frías) o unos meses (p.ej. Arce).
  1. Semillas que tienen una dependencia de incendios:

       Hay algunas variedades que efectúan una germinación acelerada después de un incendio, que se puede simular con un producto elaborado en Australia denominado "Agua Humo". El producto REGEN 2000 sirve para eliminar la inhibición de p.el. Grevilleas, Hakeas o Banksias de Australia. 
  1. Semillas con sustancias inhibidoras químicas o inhibiciones múltiples:
    El mecanismo de estas inhibiciones todavía no está investigado exactamente y hay varios problemas para germinar semillas de esta clase.
¿Cuándo sembrar?
        La mejor época de siembra es en verano y principios del invierno, pero la mayoría de las semillas se pueden sembrar durante todo el año, si el equipo y las condiciones locales lo permiten. Con un mini-invernadero eléctrico y luz artificial no hay limitaciones.
¿Cómo sembrar?
Existen dos métodos principales de siembra.
El primero es efectuar la pregerminación en una caja o bolsa y plantar a continuación las semillas germinadas en una maceta, y la segunda, sembrar en una maceta con sustrato.
El primer método sirve para semillas que tienen una duración larga de la germinación o que tienen tendencia a enmohecer. Poner las semillas sometidas a pretratamiento o las semillas remojadas entre papel de cocina húmedo o fibras de coco, arena o Vermiculita en una caja de plástico y colocarla en un lugar en el que exista una temperatura favorable para la germinación de la variedad sembrada.
      Mantener el material húmedo pero no mojado y examinar las semillas frecuentemente por si se presenta la germinación o síntomas de putrefacción o mohos. Las semillas germinadas se plantan en una maceta con sustrato húmedo. Encima de las semillas se pone una capa de sustrato fino o arena, de 1-2 veces el grosor de la semilla.
En el segundo método se ponen las semillas en la superficie del sustrato húmedo y se tapan con sustrato fino o arena. Normalmente usamos una cubierta que tenga 1-2 veces el grosor de la semilla, pero hay variedades que dependen de la luz en la fase de la germinación y se tienen que sembrar en la superficie (p.el. Lagerstroemia, bambú).
       Es muy importante cubrir las macetas con cristal o plástico transparente para mantener alta la humedad y prevenir la entrada de moscas u otras plagas. Las macetas se colocan en un sitio que esté bien iluminado pero al que no llegue la luz solar directa. ¡Con la luz del sol se puede calentar la maceta rápidamente y las semillas se estropearían!La Luz.
       La luz es un factor muy importante para cultivar plantas sanas. En caso de haber muy poca luz, las plantas se hacen pálidas y débiles, no resisten los ataques de los hongos del suelo y son sensibles a la infestación con insectos. Por otro lado se tiene que ser cuidadoso con la luz directa del sol, porque puede quemar las hojas jóvenes o secar las plantas sensibles. La adaptación al sol tiene que ser lenta, con mucho cuidado, y es mejor efectuarla en días nubosos. Para mantener las plantas jóvenes es favorable situarlas bajo un tejido para sombrear que se puede eliminar en días con alta nubosidad. 
La Temperatura.  La temperatura óptima en la fase de la germinación depende del tipo de las semillas.
      Hay especies como p.ejemplo, las palmeras tropicales y los pimientos que requieren temperaturas de alrededor de 30°C para una germinación rápida y uniforme. La mayoría de las semillas de las zonas tropicales y subtropicales necesitan sólo temperaturas de entre 20-25°C para una germinación satisfactoria. Hay especies de zonas climáticas frías o moderadas que requieren variaciones de temperatura como las existentes en un día normal de primavera, y que no germinan si la temperatura es muy alta, sin bajadas por la noche. Según la germinación se adaptarán las plantas jóvenes lentamente a temperaturas más bajas. Es importante mantener protegidas frente a las heladas a las especies jóvenes resistentes al frío durante el primer año de cultivo.
Clima: El manejo del clima vuelve a ser determinante para un óptimo desarrollo de los cultivos.  Como ya hemos mencionado la principal herramienta de defensa contra plagas y enfermedades, así como para proporcionar el adecuado medio de desarrollo y crecimiento.
      Todo cultivo tiene un cero vegetativo por debajo y por encima del cual la planta no crece, luego la misión del semillerista es mantener los cultivos lo más cercano posible a las temperaturas optimas de crecimiento.  Para ello su instalación debe ser capaz de proporcionarlo (altura, volumen de aire, control de clima, etc.).  Los principales aspectos a considerar son:
  1. La planta no debe permanecer mojada durante la noche.  Para ello deberá secarse, si es necesario, con la calefacción (dotación imprescindible para la producción de planta de calidad en determinadas épocas) o mediante barridos de humedad.  Solamente aquellos invernaderos sin calefacción y en época de invierno con riesgo de heladas potenciaran la condensación como medida preventiva para aminorar las temperaturas.  Durante el día tampoco es conveniente que la planta esta mojada constantemente, ni que soporte un goteo continuo de la condensación.  Esta acarrea riesgos de enfermedades.
  2. El óptimo de temperaturas para la mayoría de plantas se sitúa en el intervalo de 20- 25ºC como norma general se ventilara a partir de los 25ºC. De cualquier modo, se deberán conocer los requerimientos de cada cultivo, en lo referente a las temperaturas adecuadas para su desarrollo.
  3. La humedad relativa ideal está entre 50 80º% dependiendo de la especie, época de cultivo y tipo de planta que se produzca.  En las siembras a dos plantas o altas densidades, el microclima que se forma a nivel de cuello puede ocasionar proliferación de hongos de cuello.  Este microclima sobrepasa estos porcentajes de humedad señalados como óptimos, por lo que deberá reinar aún más la ventilación y aireación.
  4. La iluminación también es muy importante.  En el periodo de crecimiento vegetativo, que es el periodo de semillero, la iluminación juega un papel muy importante al influir sobre la fotosíntesis.  Un exceso de iluminación (superior a 900 w/m2), además de ir acompañada por una alta temperatura, disminuye la fotosíntesis, además de la transpiración, provocando plantas mal proporcionadas, débiles.  Por lo tanto un adecuado sombreo es fundamental en verano.
     La falta de luz también juega un papel importante.  En semilleros que cultivan especies fuera de la época normal para esa especie, los valores oscilaran entre 200 y 700w/m2), Una iluminación escasa produce plantas débiles y aluladas igualmente, las altas densidades de planta, bien por alveolos pequeños o por albergar 2 plantas por alveolo, provocan abultamiento al competir por la luz.
  1. El movimiento del aire dentro del semillero puede ser necesario en momentos de bajadas de temperaturas o de uniformidad en la distribución del calor de la calefacción.  En los invernaderos sin calefacción cuando existe riesgo de helada es muy conveniente, además de otras medidas, mover el aire para reducir el riesgo de helada.  En los que tienen calefacción recordad que en la periferia se producen temperaturas más bajas que en el centro.
El Trasplante.  Para obtener un crecimiento rápido sin estancamiento es importante hacer un trasplante de las plantas pequeñas a macetas o bandejas cuando han alcanzado un tamaño específico. Este tamaño depende de la especie, y el trasplante se realiza normalmente cuando las plantas pequeñas han desarrollado sus segundas hojas reales o han alcanzado un tamaño de 4-5 cm. Es mejor usar macetas o bolsas profundas, con un diámetro de 8-12 cm y una altura de 15-22 cm, que favorezcan el desarrollo de unas raíces profundas sin el riesgo de secarse rápidamente. El trasplante se realiza por la tarde o durante un día nuboso manteniendo las macetas a la sombra.
El RiegoSi la tierra se seca durante la fase de germinación y en las primeras semanas después, se pone la maceta en un recipiente con una pequeña cantidad de agua caliente para permitir la absorción de agua por las fuerzas capilares. No es necesario esperar hasta que la superficie esté totalmente mojada.  Para la mayoría de las plantas pequeñas es mejor mantener la tierra siempre húmeda y no mojada. Si la humedad atmosférica disminuye, se puede compensar vaporizando con agua calentada. ¡No se puede utilizar agua salina o con contenido en cal.

Distribución
-       Los riegos por aspersión distribuyen el agua por círculos que solapan. Conseguir una buena distribución es muy difícil cuando existen zonas que no se solapan y otras que tienen 2, 3 e Insta 4 solapes.  Con este riego la uniformidad se consigue basándose en riegos manuales que corrijan esas diferencias.
-       El riego por medio de carros de riego es lo más recomendable.  Consigue la uniformidad en la distribución haciendo que una franja transversal de boquillas de abanico con un caudal y presión determinados, avance lentamente varias veces a lo largo de toda la masa de bandejas.  Con este tipo de riego debe asegurarse que el solapado de boquillas sea uniforme en todas ellas, pues un mal solapado provoca franjas de planta con síntomas de exceso o carencia de riego y sus consecuencias derivadas.
 
Deshidratación
-       La deshidratación del taco no es uniforme en toda la masa de bandejas, por lo que el riego tampoco puede ser uniforme.  La deshidratación está directamente relacionada con la insolación y la ventilación.  La ventilación de las bandejas que están en la periferia de la masa es mayor por l que suelen deshidratarse mucho antes.  Esto implica riegos manuales en los riegos por aspersión y doble boquilla en los carros de riego en los bordes de la franja de boquillas.
-       Por la misma razón si una zona cercana a la puerta está más ventilada o existen otras con más insolación y por tanto más desecación, habrá que regar más asiduamente dichas zonas.
  1. Siempre se procurara hacerlo con temperaturas que ronden los 20-22º C, Esto implica en invierno riegos hacia el mediodía y en verano muy temprano por las mañanas.
  2. No se darán riegos después de una helada o con temperaturas bajas ni en horas cuyas temperaturas superen los 35ºC.
  3. En época de hielos y en instalaciones sin calefacción, se darán riegos la tarde anterior en las horas de más calor para fomentar la condensación durante la noche.
  4. En los carros de riego se debe conjugar:
-       Un caudal máximo que no provoque embalses superficiales y permita una rápida absorción por el sustrato.  El caudal está relacionado con la presión.  Para duplicar el caudal debe cuadruplicarse la presión.  Lo normal son caudales cercanos a los 2 2.5 lts. `por minuto.
-       Un máximo de presión para evitar dañar las plántulas o salpicaduras de vermiculita.  No más de 2kg/cm2. Un exceso de presión produce heridas en las hojas y tallos que son foco de entrada para enfermedades tipo bacterias y hongos.
-       Un máximo de pases que no fomente la multiplicación de bacteriosis o microclimas favorables para los hongos.  No más de 4 pases (dos idas y vueltas).
-       Una velocidad de avance adecuada para conjugar todas las variables anteriores.  Se recomiendan velocidades inferiores a 2.5km/hora.
-       Resumiendo boquillas de 110º, presiones inferiores a 2kg/cm2, caudal cercano a 2 lts/min y velocidades inferiores a 2.5 km/hora. 
  1.   Después del riego se favorecerá el secado de la planta por medio de la ventilación.  En cultivos de altas densidades (2 plantas por alveolo) se favorecerá aún más la ventilación mediante barridos de humedad.
       Se deberá conseguir una adecuada uniformidad de riego.  Para ello, el mejor sistema es mediante carros de riego.  El no disponer de ellos, implica que el semillerista que solamente tiene riego por aspersión, con una mala uniformidad de riego, debe corregir las desigualdades en la distribución y deshidratación del taco con riesgos manuales.  Si no se hacen estos riegos manuales para uniformar el riego obtendremos plantas con diferentes alturas, con sintomatología de carencias nutricionales y diferentes llenados radiculares de los tacos.

El Abono
        En la fase de germinación y 2-3 semanas después no hace falta ningún tipo de fertilización. Después es favorable usar un fertilizante líquido mezclado con el agua de riego. Una fertilización perfecta requiere la observación exacta de las plantas jóvenes. La falta o la abundancia de sustancias nutritivas tienen influencias negativas sobre el crecimiento de las plantas. Es mejor emplear primero una fertilización ligera y observar la respuesta de las plantas.
Las plantas de la familia Proteacea (p.e. Banksia, Hakea) son muy sensibles al fósforo y requieren un abono con baja concentración de fósforo, en una proporción 10:5:10, o fertilizantes permanentes como Osmocote. Nosotros utilizamos también un abono foliar aplicado en forma de pulverización.
    Hoy en día los sustratos vienen preparados con mezcla de turbas de distintos tipos y con distintas fórmulas de enriquecimiento en fertilizantes.  Además bajo normas establecidas de preparación muy estrictas.  Los sustratos que mejor se manejan y que menos problemas dan al semillerista con los que tienen un 70 - 80% de turba rubia y el resto de turba negra.  La turba rubia tiene gran capacidad de aireación y de absorción de agua, la absorbe muy rápidamente, es ligeramente inerte, no aporta alimento y con sequía, el taco se contrae muy poco.  La turba negra es más rica en nutrientes, más compacta, se con sequía, tarda mucho en absorber agua una vez contraído el taco y restringe la aireación radicular.
  • Como norma general el abonado estándar recomendado para todo semillero es el tipo 13-40-13 u otro similar como el 14-49-5. Se trata de aportar un abono rico en fosforo para favorecer la resistencia a enfermedades, la formación de tejidos y el desarrollo radicular a la vez que es escaso en nitrógeno  para evitar crecimientos incontrolados en altas densidades de planta.
  • Los sustratos preparados suelen pedirse enriquecidos con fórmulas determinadas que suelen tener una duración muy corta (a no ser que se hayan pedido enriquecidos con abonos de liberación lenta). La duración de este enriquecimiento suele ser de unos 15 días dependiendo del lavado que se haga con el riego.
  • A partir de los 15 días de la germinación, en los que en principio se considera que la planta vive a expensas del abono añadido al sustrato, todos los riegos deben hacerse con un abono que complemente las sales que trae disueltas el agua.  Se tendrá en cuenta que abonado y riego van de la mano y que el uno sin el otro no son nada, es decir trabajan mancomunadamente. Es decir por mucho abono que aportemos si no hay riego o humedad en el taco la planta no podrá absorberlo.  Por el contrario si abonamos correctamente y luego damos riegos muy copiosos, el abonado se lavara, la planta tendrá problemas de carencias de algún elemento muy soluble y por tanto no crecerá.
  • En determinados casos, existe la posibilidad de enmendar ciertas carencias nitrogenadas con un abonado rico en Nitrógeno cuyo equilibrio sea tipo 15-10-15 o 20-20-20. No recomendamos abonos únicamente nitrogenados para evitar crecimientos incontrolados.  Pueden usarse productos enraizantes a bases de ácidos húmicos.
  • Los que usen aguas de pozo deben testar, al menos vías veces al año, la conductividad y obrar en consecuencia.  Aguas con conductividades superiores a 1.80 mS/cm deben reducir las dosis de abonado además de analizar el agua y ver qué tipo de sales está aportando.
  • Todo semillerista debería disponer de un sistema automático de ferturrigación que controle automáticamente la conductividad y el pH.  Para ajustar el pH, pude ser muy interesante la utilización de ácido fosfórico, ya que a la vez que acondicionamos el pH. Realizamos aportaciones de fosforo.
Para finalizar, diremos que la actividad de semillerista es un trabajo que requiere una gran profesionalidad, seriedad y formación, así como unas adecuadas dotaciones técnicas.  No es un trabajo fácil, más bien al contrario.  Se trabaja en el primer eslabón de la cadena de la producción de los cultivos, siendo además donde se fragua una parte importante del devenir posterior de los cultivos, lo que nos conduce a las condiciones, instalaciones y personal adecuados para producir planta de primera calidad.
Autores:
Ada Nalbis Camacho
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