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Respuesta a la fertilización fosfatada en maíz de primera según año climático

Publicado: 16 de septiembre de 2014
Por: Juan Manuel Pautasso (AER INTA Diamante); y Javier Marcelo Kühn (FCA UNER) Entre Rios, Argentina
INTRODUCCIÓN
En la región pampeana, Sainz Rozas y Echeverría (2008) señalan que los niveles de fósforo (P) están por debajo de los umbrales críticos para la mayoría de los cultivos, esta es la causa de una alta frecuencia de casos con respuesta al agregado de fósforo. El nivel crítico de P en el suelo indica el valor por debajo del cual la probabilidad de respuesta al agregado de P es alta. Para la región pampeana este valor está alrededor de 15 mg kg-1. Otra manera análoga de predecir la respuesta es definir un rango crítico de valores de P disponible, que para la región se sitúa entre 12 y 20 mg kg-1 (Echeverría y Sainz Rozas, 2005; Barbagelata, 2011). La interpretación (recomendación) es similar: suelos que se hallan por debajo del rango tienen alta probabilidad de respuesta al agregado de P, suelos dentro del rango poseen una respuesta media y por encima la probabilidad de respuesta disminuye.
Si bien, el uso de fertilizantes ha demostrado en general efectos positivos (Barbagelata 2011), hay años donde la fertilización no presenta las respuestas esperadas al agregar P (Vera Candioti et al., 2010).
El objetivo de este trabajo fue evaluar el efecto de la fertilización fosfatada sobre el cultivo de  maíz en los últimos ciclos agrícolas y relacionar la respuesta a la fertilización con los eventos ENSO pronosticados, utilizando la información de ensayos realizados en el Departamento Diamante, provincia de Entre Ríos.
 
MATERIALES Y MÉTODOS
Para establecer el efecto de la fertilización fosfatada se tomaron los datos de 12 ensayos de fertilización realizados durante 4 campañas sobre maíces de primera (sembrados entre septiembre y octubre); con DBCA, tres repeticiones y 1-2 dosis de P (con un rango entre 12 y 26 kg P ha-1). La respuesta al agregado de P se obtuvo como la diferencia de rendimiento entre el tratamiento fertilizado y el testigo y la eficiencia agronómica del P se calculó como la diferencia de rendimiento entre el tratamiento fertilizado y el testigo, dividido la dosis de P agregada.
Para las comparaciones de medias se utilizó el programa de análisis estadístico InfoStat versión 2011 (Di Rienzo et al., 2011). Los coeficientes del modelo de respuesta lineal-plateau se obtuvieron a través de algoritmos apropiados y su resolución con la subrutina Solver del programa Microsoft® Excel 2007, obteniéndose para los mismos los r2 y la significancia (valor p) de los modelos ajustados.
 
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
En el Cuadro 1 se informan las características de cada ensayo y algunas condiciones edáficas y climáticas en las que se realizaron.
 
Cuadro 1: Datos agronómicos y climáticos de las campañas y ensayos.
Respuesta a la fertilización fosfatada en maíz de primera según año climático - Image 1
 
Utilizando los datos de las parcelas testigos y el valor de el P extraíble se encontró una relación significativa entre el rendimiento y el P Bray I (Figura 1), con un umbral que se ubica cercano a el límite inferior informado para la región (Echeverría y Sainz Rozas, 2005; Barbagelata, 2011). En la Figura 1 no se observaron rendimientos menores a 6000 kg ha-1 cuando el P extraíble estuvo por encima del umbral, aún los años secos.
 
Figura 1. Relación entre P extraíble y rendimiento del maíz en Diamante (Entre Ríos).
Respuesta a la fertilización fosfatada en maíz de primera según año climático - Image 2
 
Respuesta y eficiencia agronómica del P en rendimiento de maíz según año y umbral de P: se realizó un ANOVA con los datos de los ensayos tomando como fuente de variación el evento ENSO del año y el valor de P Bray I (que separó los ensayos en dos poblaciones: por encima y por debajo del umbral de 10.8 ppm, según Figura 1).
La respuesta al agregado de P en el cultivo de maíz fue en promedio de 328 kg de maíz por hectárea, similar a lo informado por Barbagelata (2011), sin embargo la respuesta tuvo un efecto del año climático (p < 0.06), siendo mayor los años neutros, una situación intermedia los años Niño y los años secos presentaron una respuesta negativa al agregado de fósforo (Cuadro 2 y Figura 2).
 
Cuadro 2. Respuesta al agregado de P: análisis de la varianza y la significancia del efecto de cada variable y sus interacciones en el modelo.
Respuesta a la fertilización fosfatada en maíz de primera según año climático - Image 3
 
Figura 2. Relación entre pronóstico ENSO y la respuesta a la fertilización fosfatada en el cultivo de maíz en Entre Ríos. Letras distintas son significativamente diferentes (p< 0.06).
Respuesta a la fertilización fosfatada en maíz de primera según año climático - Image 4
La eficiencia agronómica de P en el cultivo de maíz también tuvo una fuerte tendencia según año climático (p < 0.07) (Cuadro 3 y Figura 3). La eficiencia agronómica promedio fue de 18 kg de maíz por kilo de P agregado, y si tenemos en cuenta el valor promedio P Bray I de nuestros ensayos (13 ppm), es inferior a la informada para la región (Álvarez y Steinbach, 2012). 
Cuadro 3. Eficiencia agronómica al agregado de P: análisis de la varianza y la significancia del efecto de cada variable y sus interacciones en el modelo.
Respuesta a la fertilización fosfatada en maíz de primera según año climático - Image 5
 
Figura 3. Relación entre pronóstico ENSO y la eficiencia agronómica en el cultivo de maíz en Entre Ríos. Letras distintas son significativamente diferentes (p< 0.07).
Respuesta a la fertilización fosfatada en maíz de primera según año climático - Image 6
La disponibilidad de agua condicionó la respuesta y la eficiencia agronómica en el cultivo de maíz; Schlegel et al. (2005) también informan una dependencia de las respuestas en los rendimientos de los cultivos al agregado de fertilizantes según las condiciones hídricas del año. A su vez, a nivel nacional, Vera Candioti et al. (2010) también encontraron respuestas negativas al agregado de P en maíz un año con fuerte déficit hídrico debido a un mayor crecimiento vegetativo de las plantas fertilizadas y una mayor demanda atmosférica de las mismas al momento de floración.
La menor respuesta y eficiencia agronómica registrada los años Niño con respecto a los Neutro, puede deberse a la dinámica propia del P en el suelo, ya que uno de los factores que afectan su disponibilidad es el agua en la solución que determina la energía con que los fosfatos son retenidos. Los años lluviosos aumentan la solubilidad (y disponibilidad) de los fosfatos unidos al hierro, este hecho ha sido más frecuentemente informado en suelos deficientes en P que en suelos bien provistos (Heredia, 2000).
 
CONCLUSIÓN
Los resultados obtenidos contribuyen al objetivo de lograr un uso eficiente de los fertilizantes fosfatados, pudiendo diferenciar el manejo de la fertilización según el pronóstico ENSO en agosto.
No existe independencia entre condiciones hídricas y efectos de la fertilización fosfatada.
Los menores rendimientos al agregar P en maíz los años secos puede ser una razón para elegir (en años pronosticados Niña) lotes con buena disponibilidad de P extraíble y no realizar fertilización fosfatada o aplazar la siembra hasta diciembre (maíces tardíos).
Los mayores beneficios positivos al agregado de P se producen los años neutros, si bien los mayores rendimientos se obtienen los años Niño.
Es necesario validar esta generalización en condiciones productivas más diversas.
 
BIBLIOGRAFÍA
  1. ÁLVAREZ R. Y H. STEINBACH, 2012. Capítulo 10. Dosificación de la fertilización en Maíz. En Fertilización de cultivos y pasturas. Diagnóstico y recomendación en la Región Pampeana. Ed.: R. Álvarez, P. Prystupa, M. Rodriguez y C. Ávarez. Editorial de la FAUBA. Buenos Aires. Pág. 173-212.
  2. BARBAGELATA, P. 2011. Fertilización fosfatada para trigo y maíz en siembra directa: diagnóstico de fertilidad y estrategias de fertilización. En Simposio Fertilidad 2011. IPNI – Fertilizar. Pg. 90-97.
  3. DI RIENZO J.A., CASANOVES F., BALZARINI M.G., GONZALEZ L., TABLADA M. y C.W. ROBLEDO 2011. InfoStat versión 2011. Grupo InfoStat, FCA, Universidad Nacional de Córdoba, Argentina. URL http://www.infostat.com.ar
  4. ECHEVERRÍA H. y H. SAINZ ROZAS 2005. Maíz. En: H. Echeverría y F. García (Eds.). Fertilidad de suelos y fertilización de cultivos. Editorial INTA, Buenos Aires. Argentina. p. 255-282.
  5. HEREDIA O. 2000. Fósforo. En Principios de edafología. Con énfasis en suelos Argentinos. Coordinación Marta Conti. Editorial de La FAUBA. Pág. 293-311.  
  6. SAINZ ROZAS H.R. y H.E. ECHEVERRÍA 2008. Relevamiento de la concentración de fósforo asimilable en suelos agrícolas de la región pampeana y extra pampeana. Actas CD XX Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo. San Luis. AACS. Comisión 3, p. 3-36.
  7. Vera Candioti, N.; H. Vivas; G. Rubio; B. Tolosano y A. Cuatrin. 2010. Respuesta del cultivo de maíz a la aplicación de fósforo en condiciones de estrés hídrico. XXII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo, Rosario. Código 3_254_1.
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Autores:
Juan Manuel Pautasso
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria - INTA
Javier Marcelo Kühn
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