El conocimiento de la dinámica de absorción de macronutrientes
de los principales granos cultivados en la Región Pampeana está basado
en resultados de experiencias locales, y es una herramienta de gran utilidad
para el diseño de eficientes estrategias de fertilización. La determinación
de los requerimientos nutricionales muchas veces se efectúa teniendo en
cuenta concentraciones en grano de los elementos esenciales mencionados por la
literatura internacional, muchas veces realizados para otras condiciones ambientales
y de manejo. La presente nota tiene por finalidad describir la dinámica
de absorción de los principales nutrientes, presentando valores de requerimientos
y exportación de nutrientes haciendo énfasis en aquellos determinados
localmente.
Requerimientos nutricionales de los cultivos. La información
local
La literatura técnica menciona un amplio rango de valores para la mayoría
de los nutrientes en todos los cultivos. Esta diversidad puede originarse en
el diferente estado nutricional en que son determinados; así por ejemplo
bajo condiciones no limitantes de nutrientes, existe el riesgo de sobreestimar
los requerimientos por consumo de lujo de un determinado elemento. El material
genético utilizado, la fecha de siembra que modifica el índice
de cosecha y las condiciones ambientales durante el ciclo del cultivo también
causan variaciones en las necesidades nutricionales. En la Tabla 1 se mencionan
los requerimientos y el índice de cosecha determinados en experimentos
llevados a cabo en nuestro país. En los casos en que no se encontraron
valores determinados localmente, se aportan datos mencionados en la literatura
internacional.
Tabla 1: Requerimientos nutricionales e índice de cosecha
de Maíz, Trigo, Soja y Girasol.
(*) Parte de los requerimientos son cubiertos por medio de la fijación
simbiótica.
Notas: Indice de cosecha: kg nutriente en grano/kg nutriente en biomasa aérea
total. En los requerimientos se muestran los valores extremos informados en
la bibliografía.
Fuentes:
¿Como es la dinámica de absorción de Nutrientes?
En maíz, la fase de rápida acumulación de nitrógeno
(N) cesa con el crecimiento reproductivo, lo que sucede alrededor de 30 días
después de la floración en Maíz y durante la espigazón
en Trigo. En cambio la Soja, que contiene un elevado contenido de N en los
granos, continúa acumulando N en la planta hasta el inicio del llenado
de granos. No sucede lo mismo con el Girasol, cuyos aquenios priorizan la acumulación
de aceite y prácticamente cesa la absorción de N al alcanzar
la floración.
En todos los cultivos la fase final de reserva en los granos, se da a expensas
de la removilización del N incorporado en etapas anteriores. La duración
del período de absorción del nutriente, la magnitud de la removilización
y la composición química del grano, determinan la fracción
del nutriente que es exportada por cada cultivo (Tabla 1).
El Fósforo (P) se acumula sostenidamente a altas tasas hasta una etapa
ligeramente posterior al cese del N, comenzando a ser importante su absorción
unos 15 días más tarde con respecto a este. Tal diferencia puede
deberse a que el P, al moverse por difusión, necesita un mínimo
desarrollo de las raíces para maximizar su absorción.
En Trigo y Maíz, la tasa de absorción de P comienza a decrecer
de forma similar a lo mencionado para N. En cambio en Girasol se sostiene durante
15 días desde ocurrida la floración. Para Soja, trabajos locales
indican que las tasas máximas de acumulación tienen lugar durante
el llenado de los granos, que decaen recién hacia la finalización
de este período.
El Indice de cosecha de un nutriente es la relación entre la cantidad
de nutriente absorbido por la planta y el recuperado en el grano. Los índices
de cosecha de P son mayores que para N. Esto es más notable en Girasol,
debido a que la acumulación de aceite en el aquenio es antagónica
a la de N.
La dinámica de absorción de Azufre (S) sigue un ritmo muy similar
a la del N, y también está asociada a la expansión foliar
y el crecimiento vegetativo de la planta. Las aplicaciones de S, si bien se
carece de información local al respecto, podrían realizarse al
momento de la siembra o aún anticipadas, ya que los Sulfatos (forma
química asimilable por las plantas), al ser aniones bivalentes, tienen
menores riesgos de ser lixiviados por las precipitaciones, si lo comparamos
con los Nitratos.
La diferencia entre S y N radican en los menores requerimientos del primero
para todas las especies cultivadas, y en el escaso porcentaje en que es exportado
con los granos. Esto se debe principalmente a su muy pequeña movilidad
en el interior de la planta. Solamente la Soja, cuyo grano es rico en aminoácidos
azufrados, presenta un índice de cosecha de S elevado. Para que esta
removilización sea posible, la Soja ha desarrollado mecanismos específicos,
que incluyen el transporte en forma de Sulfatos hasta las vainas, donde es
reducido a un compuesto intermedio (homoglutatión), forma en que el
S es incorporado a los granos. La reducción final a los aminoácidos
que constituyen las proteínas del grano tiene lugar recién en
los cotiledones de la nueva semilla.
El Potasio (K) forma parte principalmente de los tejidos vegetativos de la
planta, y por eso se acumula en etapas muy tempranas, siendo el nutriente cuya
concentración aumenta más rápidamente durante el ciclo
de los cultivos. Esto sucede especialmente en las gramíneas como el
Trigo y el Maíz, los cuales a la floración ya han absorbido alrededor
de un 90 % del total. En Soja se acumula a tasas elevadas alrededor de inicios
de la formación de vainas (R3), lo cual coincide con el crecimiento
de tallos y hojas, decayendo el ritmo de absorción en etapas posteriores.
Si bien todas las especies necesitan absorber grandes cantidades de K, la
mayor parte permanece en los rastrojos y es devuelta al suelo luego de cada
cosecha. Nuevamente la Soja es la excepción, cuya exportación
con los granos excede ampliamente a la de los demás cultivos mencionados.