Manejo de la sanidad del cultivo de Colza

En este artículo, se presentarán las enfermedades principales del cultivo de colza en la región Mar y Sierras, y las prácticas de manejo recomendadas para un control integrado de las mismas. (En el Cuadro 1 se detallan prácticas comunes para más de una enfermedad y en el texto las específicas para cada enfermedad) 

 

Es la principal enfermedad del cultivo de colza en la mayoría de los países productores. Es provocada por el hongo Leptosphaeria maculans/Phoma lingamasex. También recibe el nombre de “Cancro de la base del tallo” debido a su síntoma característico o “pie negro”.

La principal fuente de infección son los rastrojos de cultivos de colza de años anteriores. Éstos pueden infectar cultivos a unos 500 metros a su alrededor a través de la liberación de ascosporas, logrando permanecer con tal condición hasta 4 años. Una vez que las ascosporas del hongo son liberadas del rastrojo y transportadas por el viento e ingresan a un cultivo sano, comienza la infección y producción de manchas foliares características donde el patógeno se reproduce asexualmente formando picnidiosporas que se propagan entre las plantas por acción de las salpicaduras de gotas de lluvia.

Los primeros síntomas pueden observarse en otoño desde emergencia en adelante. Estos son manchas foliares redondeadas o irregulares, de 3 a 7 mm de diámetro, de color castaño claro con puntos negros (picnidios). Luego, desde floración en adelante, se observa en la base del tallo principal el cancro que es una lesión seca tipo corchosa que puede profundizar la médula del mismo hasta su totalidad.

 

 

En ensayos conducidos en los años 2010 y 2011 en la E.E.A. Balcarce se observaron infecciones naturales durante la emergencia, en los meses de mayo y junio. Esto confirmaría la presencia de condiciones para la descarga de esporas de los rastrojos infectados en la zona de influencia de la estación experimental. El período de mayor riesgo es en otoño temprano cuando las temperaturas son altas aún y las hojas pequeñas, ya que el hongo en estas condiciones se moviliza con mayor rapidez desde las hojas hacia el tallo.

Si bien las infecciones ocurren desde que emerge el cultivo en otoño y las manchas se pueden observar en cotiledones u hojas, estas no generan daño importante al cultivo, como sí lo hace en primavera con la aparición del cancro en la base del tallo. Este provoca en principio una deficiencia en el normal movimiento de agua en la planta con el consiguiente secado anticipado, o bien una reducción en el llenado de los granos. En caso de mayor severidad de la lesión, la planta queda debilitada y propensa al vuelco antes o durante la cosecha con la consiguiente pérdida de producción de las plantas afectadas.

Variedades resistentes: Aunque se han observado mejores comportamientos en variedades invernales, las hay primaverales con excelente comportamiento, con niveles muy bajos de severidad de la enfermedad (Ver gráfico 1).

Elección del lote: recordar que las ascosporas pueden ser transportadas por viento hasta 500 metros desde la fuente de inóculo (lotes con rastrojos infectados).

Aplicaciones de fungicidas: es importante el seguimiento de las manchas en las hojas y la protección durante estadios vegetativos iniciales. Se estima que luego del estado de 8-10 hojas, aplicaciones de fungicidas para controlar la enfermedad tienen muy baja eficacia, debido a que el hongo ya se encuentra dentro de la planta, con difícil acceso por parte del fungicida. Puede tomarse un valor de referencia de 10% de plantas con manchas foliares (incidencia) dentro de este período para realizar una aplicación de fungicida.

 

 

 

Enfermedad provocada por los hongos Alternaria brassicae y A. brassisícola. De mayor importancia cuando las primaveras son húmedas, pudiendo llegar en ataques severos a 40% de pérdida de rendimiento. También provoca disminuciones en el porcentaje de aceite. El hongo puede sobrevivir en rastrojos de colza de años anteriores, aunque las esporas infectivas provienen principalmente de otros sitios desde donde son transportadas por el viento y la lluvia. También puede infectar las semillas.

En primavera, desde la fase de formación de silicuas, se puede observar en éstas y en la cara superior de hojas lesiones, en principio marrones, luego negras con aspecto aterciopelado y circulares de 3 a 5 mm de diámetro. En los tallos las lesiones son alargadas oscuras de unos 6-8 mm de longitud. En general, se observan los síntomas desde estratos más bajos, ascendiendo con el progreso del tiempo, pudiendo expandirse rápidamente en caso de tener condiciones favorables.

Para su desarrollo requiere un ambiente de humedad relativa de al menos 70% y temperaturas superiores a 17°C, condiciones probables durante noviembre. La lluvia disemina las esporas dentro del mismo lote, y el viento entre grandes distancias. De mayor preponderancia en zonas más continentales.

El daño más importante es aquel que se produce cuando las manchas se encuentran en las silicuas, anticipando la apertura de las mismas, con la consiguiente caída de los granos de su interior. Además, disminuye el área fotosintética de las plantas y contamina las semillas.

 

Enfermedad causada por el hongo Sclerotinia sclerotiorum. Este puede sobrevivir en el suelo varios años e infectar otros cultivos como soja y girasol.

En principio las plantas se observan marchitas, con pudrición blanda de los tejidos infectados con presencia del hongo blanco. Luego, con el avance de la enfermedad, los tallos se observan amarillo pálido a color ceniza, tornándose secos y quebradizos al presionarse debido al ahuecamiento de su médula. Al abrir los tallos se observan estructuras negras (esclerocios) adheridas a las paredes o bien en el fondo de la cavidad, que son las estructuras de sobrevivencia del hongo en el lote para futuras infecciones.

Con condiciones de alta humedad y temperaturas bajas el hongo logra germinar produciendo ascosporas que transportadas por el viento alcanzan al cultivo. Comienza la colonización de tejidos “viejos” (como hojas senescentes o pétalos secos) para luego invadir los tejidos nuevos. Preponderantemente en lotes con mayor influencia marítima.

Pérdida completa de la producción de la planta infectada, o bien escaso llenado de grano y silicuas más propensas a apertura anticipada.

Causado por los hongos de suelo Pythium, Rhizoctonia y Fusarium. Provoca disminución de plántulas emergidas o bien, una vez sobre la superficie del suelo, coloración naranjada y muerte de las mismas. Puede observarse en parches de zonas del lote afectadas. Ocurre generalmente cuando las condiciones son desfavorables para una emergencia rápida y uniforme, como pueden ser bajas temperaturas, siembra directa o malas camas de siembra. Aquellas plantas que logren desarrollar tres a cuatro hojas usualmente ya escaparon de esta adversidad. El control más eficiente se realiza con aquellas prácticas que favorecen la rápida emergencia de las plántulas y mediante el tratamiento de semillas con fungicidas.