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Maíces tempranos, tardíos o de segunda: ¿todos iguales?

Publicado: 27 de junio de 2019
Por: Gabriel Espósito, Cecilia Cerliani y Rafael Naville. Facultad de Agronomía y Veterinaria. Universidad Nacional de Río Cuarto. Cordoba. Argentina
Introducción
El maíz es un cultivo con marcada respuesta productiva a la oferta hídrica y nutricional, posee una gran producción de biomasa y un elevado índice de cosecha que le permite alcanzar rendimiento en grano superiores a las 20 t ha-1 (Espósito et al., 2017).
 
En la región pampeana de Argentina, el maíz cumple un importante rol como cultivo forrajero, como grano o silaje de planta entera. Por otro lado, esta región presenta condiciones ambientales propicias para este cultivo en un periodo comprendido entre principios de septiembre y fines de abril, lo cual permite ubicar el periodo de desarrollo del mismo en siembras tempranas (septiembre - octubre), tardías (diciembre) o realizar un doble cultivo donde el maíz ocupa el periodo estival con siembra en diciembre, maíz de segunda (Espósito et al., 2015).
 
Esta versatilidad en el periodo de crecimiento ofrece diferentes alternativas para ubicar el periodo crítico para la definición del rendimiento del cultivo (alrededor de la floración) según la disponibilidad ambiental de los principales recursos limitantes de la producción, agua, nutrientes y luz solar. De este modo una siembra temprana ubicará la floración hacia fin de diciembre mientras que la siembra tardía o de segunda lo hará en el mes de febrero.
 
En los últimos años la siembra tardía de maíz ha crecido muy notablemente en superficie, datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires han estimado para la campaña 2017/18 una proporción del total de siembra de maíz en Argentina del 54% y 46% para el maíz temprano y tardío, respectivamente. Las condiciones hídricas de la última década han impulsado esta decisión al presentarse frecuentemente balances hídricos más favorables en febrero que en diciembre, aunque con excepciones. También ha crecido la siembra de maíz de segunda sobre trigo de cosecha o maíz tardío sobre cultivos de servicios (centenos y vicia, principalmente).
 
Estas diferencias en la fecha de siembra de maíz y en la rotación de cultivos indica la necesidad de revisar las estrategias de fertilización del maíz en la región pampeana argentina.
 
Materiales y métodos
En este trabajo se presenta un resumen de los resultados encontrados en diferentes experimentos realizados en Argentina y/o en otros países.
Como referencia general el cultivo de maíz presenta deficiencias de nitrógeno (N), fósforo (P), azufre (S) y zinc (Zn) en sintonía con la disponibilidad edáfica de estos nutrientes. Cabe mencionar que a modo de síntesis una revisión de estudios realizados en Argentina permitió interpretar que la eficiencia agronómica (EA) de nutrientes (aumento de rendimiento por unidad de nutriente aplicado) fue de 27,5 - 34,3 - 41,5 kg kg-1 para N-P-S, respectivamente, datos recolectados sobre una base experimental de 501, 267 y 203 experimentos de campo evaluados en N-P-S (Espósito et al., 2014a). En relación al Zn, Espósito et al. (2014) encontraron que la EA fue de 464 kg kg-1 en promedio sobre 11 experimentos. Por estos resultados la discusión sobre las diferencias de fertilización entre maíces tempranos, tardíos o de segunda se realizará sobre los cuatro principales nutrientes, N, P, S y Zn.
 
Resultados y discusión

Fósforo
Entre los principales cultivos de grano, el maíz es muy demandante de P, tiene una necesidad de absorción de 4 kg t-1 con un índice de cosecha del 75%. Para el manejo de este nutriente como de aquellos de baja movilidad en el suelo se utilizan los “criterios de fertilización”: a) deterioro (no se fertiliza), b) reposición (se fertiliza con la dosis de extracción en granos según rendimiento obtenido), c) suficiencia (se fertiliza para alcanzar el nivel crítico de 15 mg kg-1 según el P equivalente, cantidad de fertilizante necesaria para incrementar en 1 mg kg-1 el P disponible del suelo), d) recuperación, dosis superior a la de reposición, cuando es recuperación en un año es el equivalente a la suma de reposición y suficiencia, y e) optimización económica, a partir de una función de respuesta obtener la dosis que maximiza el retorno económico al fertilizante utilizado.
Para el cálculo de la dosis de P a aplicar se recomienda que como mínimo se utilice el criterio de suficiencia y para éste las diferencias entre tipos de maíz no incidirían en la dosis a utilizar, puesto que la respuesta al P no depende fundamentalmente del rendimiento de maíz sino de que el suelo se encuentre por debajo del valor crítico de P disponible. En la Figura 1 se puede observar que independientemente de la fecha de siembra de maíz y del rendimiento alcanzado la respuesta al agregado de P fue consistente en un suelo con menos del valor crítico.
 
Azufre
El azufre es un nutriente vegetal ligado a la mineralización de la materia orgánica del suelo. La forma de absorción del S es mediante la disponibilidad de sulfatos disponibles en la soluCION Las técnicas de determinación de sulfatos, generalizada hasta el presente en la Argentina es la turbidemetría. Esta técnica no ha evidenciado suficiente precisión para realizar correctos diagnósticos, por ello es difícil establecer niveles de S del suelo que se asocien con la respuesta a la fertilización. No obstante, ha sido encontrado en maíz, trigo y soja que la adición de 15 kg ha-1 de S ha incrementado los rendimientos de los cultivos en la mayoría de los experimentos evaluados.
 
Además, en maíz, Castillo et al. (2006) encontraron interacción entre la fertilización nitrogenada y azufrada de acuerdo a las tendencias presentadas en la Figura 2, donde se puede apreciar en la misma el agregado de 13 kg S ha-1, permitió disminuir la dosis de N en 25 kg ha-1 manteniendo similar producción de granos.
 
Zinc
El Zn es el micronutriente que más frecuentemente se encuentra como limitante en los suelos de región pampeana para la producción vegetal. Barbieri et al. (2017) encontraron que el nivel crítico de Zn para maíz es de 1 mg kg-1 y que éste es independiente del rendimiento del maíz, es decir que cabría esperar respuesta al agregado de Zn en altos o bajos rendimiento siempre y cuando la cantidad de Zn disponible del suelo fuese inferior al umbral crítico. Es necesaria la adición de dosis superiores a 1 kg ha-1 de Zn, el cual puede aplicarse al momento de la siembra conjuntamente con el P y el S, como curasemillas, en fertilización foliar o conjuntamente con el uso de UAN (Espósito et al., 2014b).

Maíces tempranos, tardíos o de segunda: ¿todos iguales? - Image 1 
Figura 1. Rendimiento de maíz en ensayos de fertilización con P en el sur de Córdoba, en siembras tempranas (25/09) y tardías (12/12)
 
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Figura 2
. Rendimiento de maíz según la dosis de N y S aplicados conjuntamente (Castillo et al., 2006).
 
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Figura 3.
Función de producción de maíz según dosis de N aplicado, en siembras tempranas y tardías en tres ensayos realizados en el sur de Córdoba.
 
Las aplicaciones conjuntas de P y Zn permiten mejorar la eficiencia agronómica (EA) del uso de P de 42,5 a 66,5 kg grano por kg de P, es decir un 56,7% de incremento.
 
Estas consideraciones del manejo del Zn indicarían que, independientemente del rendimiento y del destino final del maíz, el manejo nutricional dependerá solamente de su biodisponibilidad edáfica. Cabe indicar que muestras serológicas de bovinos del sur de Córdoba evidencian valores medios entre 0,58 a 0,65 mg kg-1 sobre valores normales de 0,8 mg kg-1 como resultado final del proceso de pérdida de degradación de la fertilidad de los suelos pampeanos.
 
Nitrógeno
El rendimiento del maíz está estrechamente relacionado con la oferta hídrica y nitrogenada durante todo su ciclo de crecimiento, por lo tanto, la respuesta a la fertilización con N depende del rendimiento posible de alcanzar en un ambiente determinado (Espósito et al., 2017). Por lo tanto, la fecha de siembra modificará la respuesta al N por el rendimiento alcanzado y/o por cambios en la biodisponibilidad nitrogenada. Ello puede evidenciarse en la Figura 3 en la cual se puede apreciar que en el ensayo 1 el rendimiento y la respuesta al N en siembra tardía fue superior a la temprana, mientras que en los ensayos 2 y 3 se encontró lo contrario.
 
Otro aspecto muy importante para destacar es la interacción entre la densidad de siembra y la fertilización nitrogenada (Figura 4), dado que a medida que aumenta la oferta de N aumenta la densidad óptima de siembra. Esta situación indicaría que para un determinado ambiente productivo (definido por el rendimiento posible de obtener) existe una densidad de siembra óptima (Cerliani et al., 2018a), a la cual debe suministrarse una cantidad óptima de N. La producción por planta en el rango de la densidad óptima es constante y dependiente del material genético y a esa densidad óptima la cantidad de N por planta óptimo es fija (Cerliani et al., 2018b).
 

Figura 4.
Interacción entre la densidad de siembra de maíz y la fertilización nitrogenada
 
La respuesta al N es modificada por el cultivo antecesor a través de su dinámica nutricional. En general, el maíz de siembra temprana y tardía se cultiva sobre restos del cultivo de soja del año anterior y para ello son válidas todas con consideraciones realizadas anteriormente. En los restantes casos, maíz tardío sobre cultivo de servicios o maíz de segunda sobre trigo u otro cultivo invernal, la respuesta al N cambia drásticamente. Como puede observarse la Figura 5, el maíz sobre trigo de cosecha presentó en los 3 ensayos realizados un rendimiento del tratamiento testigo menor que sobre soja y esta situación explica el “valor de reemplazo del fertilizante”, VRF, el cual es la cantidad nitrógeno aportada por la rotación (Varvel y Wilhelm, 2003). De acuerdo a las estimaciones realizadas en el Sur de Córdoba, el VRF de la comparación antecesor soja vs trigo de cosecha osciló entre 31 y 68 kg de N por ha, lo cual debería incluirse en el diagnóstico de las necesidades de N.
 
Maíces tempranos, tardíos o de segunda: ¿todos iguales? - Image 6
Figura 5.
Función de producción de maíz según dosis de N aplicado, en siembras tardías sobre trigo de cosecha o sobre antecesor soja, en tres ensayos realizados en el sur de Córdoba.
 
En el caso de los cultivos de servicio del tipo gramíneas (cebada, centeno o trigo) se ha registrado una inmovilización del N del suelo que afectaría la disponibilidad de N durante la floración del maíz, siempre y cuando sus necesidades no estén cubiertas por fertilización con N, en cambio el empleo de vicia como cultivo de cobertura invernal genera un aporte entre 30 a 40 kg ha-1 de N por cada tonelada de materia seca de vicia producida.
 
Síntesis final
Como se presentó en este trabajo, la comparación de las estrategias de fertilización entre el maíz temprano, tardío o de segunda indica que para los nutrientes P, S y Zn el manejo nutricional es semejante y dependiente de la disponibilidad edáfica. Por el contrario, el manejo del N sobre antecesor soja es indistinto de la fecha de siembra del maíz y dependiente del rendimiento objetivo. Finalmente, sobre antecesor trigo de cosecha las necesidades de fertilización con N se incrementan entre 31 y 57 kg ha-1 y sobre cultivos de servicios difiere significativamente entre vicia y cereales de invierno.

Maíces tempranos, tardíos o de segunda: ¿todos iguales? - Image 7
  • Barbieri, P.; H. Sainz Rozas; N. Wyngaard; M. Eyherabide; N. Reussi Calvo; F. Salvagiotti; A. Correndo; P. Barbagelata; G. Esposito Goya; J. Colazo and H. Echeverría. 2017. Can Edaphic Variables Improve DTPA-Based Zinc Diagnosis in Corn? SSSJ. doi:10.2136/sssaj2016.09.0316.
  • Bolsa de Cereales de Bs. As. 2018. Departamento de estimaciones agrícolas. Congreso MAIZAR.
  • Castillo C.; G. Espósito & R. Balboa. 2006. Fertilización del maíz en el sur de Córdoba. Interacción entre nitrógeno y azufre. Resúmenes. XX Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo. Organizado por la Asociación Argentina de la Ciencia del Suelo. 12 al 22 de septiembre de 2006. Salta y Jujuy, Argentina.:300
  • Cerliani, C; G. Espósito; F. Morla; G. Balboa & G. Naville. 2018a. Relación entre la densidad óptima agronómica y el número de granos por planta en maíz (Zea mays L.). European Scientific Journal. 14 (9).:29-45.
  • Cerliani, C.; G. Espósito; F. Morla & R. Naville. 2018b. Generación de prescripciones de densidad variable a escala de lote en el sur de la provincia de Córdoba (Argentina). Primer Congreso Latinoamericano de Agricultura de Precisión. 11 al 13 de abril. Santiago, Chile.
  • Espósito, G.; M. Díaz-Zorita; G. Balboa; C. Cerliani & Martínez Bologna. 2014. Revisión de estudios de fertilización de cereales en Argentina. XXIV Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo. Bahía Blanca, Argentina.
  • Espósito, G.; G. Balboa; C. Cerliani & R. Balboa. 2014. Eficiencia agronómica del fósforo en maíz afectada por la fertilización con zinc. XXIV Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo. Bahía Blanca, Argentina.
  • Espósito, G.; C. Cerliani; R. Naville & G. Balboa. 2017. Impacts of crop management practices on corn yield gap. Proceedings 7th World Congress on Conservation Agriculture. Rosario. 1 - 4 de August 2017.: 162.
  • Espósito, G.; G. Balboa; C. Cerliani; R. Balboa & C. Castillo. 2015. Rendimiento potencial de maíz. En: El cultivo de maíz en san Luis. Ed. Juan Cruz Colazo Jorge Alberto Garay y Hugo Veneciano. Ediciones INTA Centro Regional La Pampa - San Luis. INTA Anguil. Argentina.:32-52.
  • Varvel G. and W. Wilhelm. 2003. Soybean Nitrogen Contribution to Corn and Sorghum in Western Corn Belt Rotations. Agron. J. 95.:1220-1225.
Contenido del evento:
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Autores:
Gabriel Esposito
Universidad Nacional de Rio Cuarto - UNRC
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Francisco Jose Aguilar de la Cruz
26 de agosto de 2019
Para que los rendimientos de su maíz, sea satisfactorio; hay varios factores agronómicos que puedan influenciar en el resultado, muchos pueden ser manipulados por el agricultor mismo conociendo las condiciones de suelo y clima. Una vez que se haya escogido la variedad idónea para las condiciones locales, la siembra se hace a una densidad que deja permitir una mazorca por planta.  Aplicando un programa nutricional balanceado, el agricultor, podrá lograr sus metas. Mantener un pH óptimo en el suelo asegura la disponibilidad de los nutrientes y un buen desarrollo. El pH preferido es entre 6 a 7.2 (medido en agua). El maíz no tiene buena tolerancia a un pH bajo (<5,0), porque la toxicidad de aluminio pueda reducir el desarrollo radical y la toxicidad de manganeso reducirá el desarrollo general de la planta.  Cuidando la densidad en las plantaciones y hacer rotaciones con otros cultivos ayuda en aumentar el rendimiento del maíz por reducir los incidentes de enfermedades, plagas y malezas.  El control de las malas hierbas es importante para asegurar un arranque bueno y competitivo para las plantas de maíz, y un buen control de plagas y enfermedades reducirá daño a raíces y el área productiva de las hojas. Asegurando la hidratación de las plantas, sobre todo en el periodo de floración, es importante para obtener una buena fertilización de la mayoría de semillas. Otras generalidades del cultivo. El nitrógeno es un elemento importante para asegurar altos rendimientos en maíz. Alimenta el crecimiento y el desarrollo, y debe de estar disponible cuando la planta lo necesita. El fósforo es particularmente importante para el desarrollo radicular y un buen asentamiento del cultivo. El potasio, al igual que el nitrógeno, también fomenta el desarrollo del cultivo, y se absorbe en grandes cantidades por la planta. El aporte tiene que ser balanceado paralelamente con él del nitrógeno. Una buena alimentación de potasio puede minimizar los daños por heladas y reducir el acame. Saludos
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Yamilet Quintana López
24 de agosto de 2019
Hola, jorge; entiendo perfectamente la imposibilidad de la comparacion q usted me alega. Lo q en realidad pretendo con el mensaje anterior es obtener, de una fuente autorizada como ustedes, cualquier criterio, consejo o recomendacion, que dadas las condiciones de Cuba, sobre todo climaticas, nos ayuden un tanto a elevar nuestros rendimientos agricolas en maiz. De antemano reconozco que no siempre aplicamos tecnicas de cultivo como lo hacen ustedes en Argentina, asi como otras cuestiones q son basicas para el cultivo: fertilizacion, riego, etc. En ocaciones producimos de la forma mas rudimentaria. Pero aun asi, es posible crecer en rendimientos si logramos, digamos, un esquema de produccion con los elementos tecnicos indispensables y sin grandes inversiones, cuestion q en nuestras condiciones es imposible. Al leer sobre el tema: "maices tempranos, tardios o "..., me pude percatar de la necesidad de evaluaciones como esta, donde se convina la nutricion, epoca de siembra, etc. Aca sembramos menos variedades q hibridos. Los suelos de mi zona son sialitizados y fersialitizados calcicos, en secano, minimo de fertilizantes (casi todo nitrogenado) y escasa preparacion de suelos. Tenemos dos epocas de siembra: en frio, de septiembre a diciembre y en primavera de febrero a abril ( menos en primav. por escacez de lluvias). Un productor en Cuba maneja desde una ha hasta 30 o 40. Las empresas estatales poseen miles de has. Como se puede apreciar es dificil y es por ello la necesidad de optimizar de todo, pero hacerlo con conocimientos y de manera eficiente. La amplitud de lo escrito tiene como finalidad ilustrar, de antemano me disculpo por ello. Saludos.
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Jorge Migeletti
CAS Compañía Argentina de Semillas
23 de agosto de 2019
Hola Yamileth, es imposible hacer una comparación entre la Pampa Argentina y Cuba a nivel edafico y climático y sin tener en cuenta la tecnología que usamos en nuestros maíces, me gustaría tener más información, si Uds usan variedades o híbridos?, qué superficie promedio tiene el productor cubano?
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Yamilet Quintana López
21 de agosto de 2019
Me gustaria q todas estas variables utilizadas aqui: nutrientes, tipo de suelo, humedad, variedad de maiz q se siembre, epoca de siembre,etc. se aplicaran a un clima tropìcal. O sea en otras condiciones; digamos como las de Cuba, pais tropical, q a su vez tiene otras caracteristicas edaficas o climaticas en comparacion con la pamapa Argentina. En mi pais se utiliza muy poco fertilizante, no por deseo del productor, sino por el alto costo. Es evidente q la covinacion suelo- nutriente- humedad, es vital. Para un agricultor cubana es de extrema importancia una variante de produccion de maiz, donde los rendimientos crezcan de 2.0 ton/ha (actual) a 4.0 o 5.0 ton/ha. Se agradece cualquier consejo al respecto, cosiderando la base del este trabajo, el q encuentro extraordinario. saludos
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