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Fertilizantes en la agricultura Argentina

Los fertilizantes en la agricultura Argentina

Publicado: 18 de abril de 2007
Por: Dr. Ricardo Melgar. Fertilizar
En un articulo reciente de la prestigiosa revista Agronomy Journal, se destacó la importancia de los fertilizantes en la agricultura moderna analizando su impacto positivo en los rendimientos. El articulo considera los ensayos de larga duración que se conducen en EEUU y Europa, así como en los trópicos, y destaca que la generalización que se hace habitualmente como de atribuir a los fertilizantes entre el 30 y 50 % de la producción mundial de alimentos es por lo menos conservadora.

Los experimentos evaluados en el articulo de Stewart y otros incluyen a los mas antiguos del mundo como los Magruder plots, en Oklahoma (1892 - ), los Morrow plots , en Illinois (1876 - ), el Sanborn field, Missouri (1888 - ) en EE.UU., o los más famosos del mundo en Rothamstead, Inglaterra (1843 -). Por el lado de las áreas tropicales, se analizaron los casos de Yurimaguas en Perú y de Manaus en Brasil, ambos en el Amazonas. Con excepción de estos dos últimos, de “apenas” ocho años, pero con tres cultivos por año, los demás, superaban los 30 o 40, cuando no más de 100 años. Los experimentos de Rothamstead incluyen al trigo en casi todas las parcelas de Broadbalk instalado por primera vez en 1843, con muchos tratamientos invariables desde entonces. El testigo aun rinde algo menos de 1 t/ha, en función sólo del N que recibe por las precipitaciones, y del reciclado de sus propios residuos.

En total se analizan 362 campañas de cultivos, que incluyen al trigo, al maíz, o la soja. La conclusión de los autores no se limita solamente a señalar como los fertilizantes logran rendimientos altos y sostenidos en contraste con las parcelas sin abonos, también destacan el hecho que hay una prensa científica y masiva que muchas veces destacan los impactos negativos del mal uso o excesivo uso de los fertilizantes. Se soslaya, o se da por sobreentendido que la abundancia de alimentos en calidad y cantidad que tiró por la borda la teoría de Malthus es por el desarrollo y la aplicación de tecnología e intensificación del manejo que incluye a los fertilizantes comerciales modernos. La tremenda cosecha norteamericana seria por lo menos inferior en un 30 al 50 % ese porcentaje, la tasa de deforestación de muchas tierras tropicales seria mucho mayor, ya que el superávit de producción compensan la conversión de tierras vírgenes a la agricultura, y seguramente la disponibilidad en el mundo de alimentos saludables se vería resentida.

En Argentina se dispone de una cifra relativamente comparable. En seis sitios de la región pampeana, en estaciones experimentales del sudeste, norte, oeste y área núcleo se conducen ensayos desde hace cinco años con una misma secuencia que incluye tres cultivos cada dos años (Trigo/soja – Maíz) . Si bien el objetivo del ensayo es evaluar la contribución de nutrientes secundarios, como potasio, cloro azufre y magnesio, se cuenta con la permanente comparación de un testigo sin fertilizantes y un control con una dosis regular de fósforo y nitrógeno. Habiéndose obtenido resultados de unos ocho cultivos, la diferencia promedio de los cuarenta y ocho ensayos, entre las parcelas fertilizadas y los testigos se aproxima al 31 % (Figura 1). No hay dudas, que con el correr de los años, los ricos Molisoles de las pampas Argentinas mostrarán un deterioro aun mayor, y la brecha entre el testigo y los tratamientos fertilizados se aproximarán al valor de 40 o 60 %, encontrado en los Molisoles de Norte América.
Los fertilizantes en la agricultura Argentina - Image 1
Figura 1. Rendimientos relativos promedio de un experimento con nutrientes secundarios en seis sitios (Pergamino, Oliveros, Balcarce, Anguil, Paraná y Manfredi)desde 2000 a 2005 de una rotación Tigo/soja- Maíz
Hacer un intento de estimar cuanto de la última producción argentina récord de 83 millones de toneladas puede ser atribuible a los fertilizantes es difícil y deben asumirse algunas consideraciones, en principio para compensar el hecho que el trigo o el maíz responden diferentemente a los fertilizantes que la soja y el girasol. Sin embargo, siguiendo el mismo razonamiento y asumiendo los mismos supuestos que en el artículo de referencia, es posible hacer comparaciones parecidas. No por casualidad, los rendimientos récord de maíz de esta campaña se dan coincidentemente en el año en que el consumo de fertilizantes fue excepcional. La misma situación se dio en 1997 cuando los precios récord motivaron consumos superlativos que se tradujeron en mayores rendimientos nacionales. Por lo tanto, decir que 25 millones de toneladas de granos se deben a la adopción de fertilizantes no puede parecer muy exagerado (30 % de 83).

El proceso de adopción de tecnología es continuo y la superación continuada de los rendimientos promedio no tiene un horizonte estanco, al menos en Argentina cuando comparamos nuestro promedio nacional récord de rinde de maíz de 7.7 t/ha con los 10 t/ha alcanzados en EE.UU.

En Argentina el sector productor ha tomado alguna conciencia del beneficio del uso de los fertilizantes, no ya a nivel de chacra como insumo de producción, sino también que valoriza el efecto repositor de los nutrientes extraídos y lo incluye en las cláusulas de los contratos de arrendamiento. Afortunadamente el sector político también ha demostrado importarle el tema y darle estado público, con el reciente envío al parlamento de iniciativas de regulaciones para atenuar el impacto impositivo del uso de nutrientes en la ecuación de producción. Antes hubo algunos intentos independientes motorizados por proyectos de Ley del Diputado Nacional Mauricio Bossa y de la Sra. Senadora María C. Sánchez, que al no impulsarse desde el ejecutivo, perdieron prontamente su status legislativo.

La reforma propuesta por el ejecutivo al llevar a la mitad el IVA en las ventas de fertilizantes, además de resolver una asimetría en la relación económica insumo-producto del productor, permite estimular la producción y beneficiar a toda la sociedad incluyendo al Estado. Veinticinco millones de t de granos, tomando los cuatro granos principales, representan aproximadamente 3.600 millones de ingreso adicional, y casi 800 millones de dólares para el Estado en concepto de retenciones solamente. Mientras que lo que se deja de percibir por la diferencia de IVA representa una cifra que no llega a 100 millones de dólares. Es una diferencia de caja que también sirvió de argumento para impulsar en su momento el Plan Balcarce o el Plan Canje en 1984. Después de todo, lo que beneficia a un productor en un lote, es también un beneficio para toda la Nación.
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