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Fertilización y calidad en trigo

Publicado: 7 de junio de 2018
Por: Ing. Antonio Martín – AER INTA Chivilcoy (Buenos Aires, Argentina), Junio de 2018.
El trigo es un cultivo invernal de alto potencial de rendimiento y respuesta a la tecnología. El nitrógeno (N) es el principal elemento nutritivo requerido para la producción de cereales de invierno. Para producir una (1) tonelada de grano se requieren 30 kg de N (fuente: IMPOFOS, archivo agronómico nro 3). Deficiencias de este nutriente durante el ciclo del cultivo se traduce en menor tamaño de plantas, reducción en la expansión foliar, mayor sensibilidad al ataque de plagas y enfermedades, senescencia prematura, afectando en consecuencia la tasa  fotosintética y dando como resultado una disminución en la producción de materia seca y grano. La incidencia del N sobre el rendimiento y el contenido de proteína, hacen que su manejo sea estratégico para la producción del cultivo. Por otra parte, ambos factores suelen comportarse como antagónicos. Así, la obtención de rendimientos elevados trae como consecuencia bajos contenidos proteicos.
Esto puede atenuarse, al menos en parte, con un manejo planificado de la fertilización nitrogenada, destinado a ajustar dosis de aplicación que aporten N en cantidad suficiente para cubrir los requerimientos de rendimiento y contenido de proteína. Otra estrategia apropiada puede ser la aplicación particionada del nutriente, en los momentos más oportunos para aumentar los rendimientos (aplicaciones tempranas) e incrementar su concentración en el grano (mediante aplicaciones más cercanas al período reproductivo).
El momento en que el N está disponible para el cultivo de trigo determina su absorción y su traslocación en la planta. Hay estudios (López-Bellido et al., 2012) que han demostrado que las aplicaciones particionadas, comparándolas con aplicaciones en un solo momento, han resultado en una mayor recuperación de N por la planta. Sin embargo, se debería ajustar para casos particulares teniendo en cuenta la fertilidad
inicial del suelo (Recous & Machet, 1999). Una disponibilidad temprana se traduce en rendimientos mayores, mientras que en etapas tardías tiende a mejorar la calidad proteica del grano (Sarandón & Caldiz, 1990; Sarandón et al., 2000). Igualmente el momento de fertilización puede dar resultados distintos según las condiciones climáticas del año, la zona y los niveles de producción. Esto se debe a la interacción entre los factores edáficos, climáticos (Díaz-Zorita, 2000), de manejo y genotipo (Cox et al., 1985; Sarandón & Caldiz, 1990), que hace que la relación entre disponibilidad de N y rendimiento sea compleja.
Para el caso de aplicaciones postergadas o tardías, y teniendo en cuenta la irregularidad de las precipitaciones, tienen la ventaja de poder realizarse en función de las características meteorológicas previas (cantidad de lluvia y biomasa del cultivo) y las expectativas futuras, sea el agua en el suelo como el pronóstico climático (Cantamutto et al., 1986). Bono et al.(2000) encontraron respuesta a los diferentes momentos de aplicación del N; sin embargo, las aplicaciones al macollaje presentaron ventajas sobre las aplicaciones a la siembra. Lázzari et al.(1991) observaron que cuando las lluvias durante el período de macollaje fueron escasas, el mayor aprovechamiento del N del fertilizante se produjo al aplicarlo a la siembra. Las aplicaciones tardías mejoraron la cantidad de N en grano, pero no así el rendimiento (Laurent et al., 1996).
En la campaña 2016/17 la AER INTA Chivilcoy realizó un ensayo en Chivilcoy, con un grupo de 5 variedades de trigo, en una única fecha de siembra.
Las características de la experiencia se detallan a continuación:
Ubicación del ensayo: campo trabajado por el Sr. Hugo Vita. Ruta pcial nro 30, Coord: S -34 º 49.159; O -60 º 08.473. Chivilcoy, pcia de Bs As
Fecha de siembra: 19/07/16. Sembradora CHALERO, 25 surcos x21 cm e/hileras (5.25 m de ancho).
Antecesor: soja de primera. Siembra directa. Maquinaria propia del productor.
Barbecho químico con Glifosato + 2.4 D + Metsulfurón.

Materiales y métodos:
Se sembraron 5 variedades, pertenecientes a las empresas KLEIN, DON MARIO, y BUCK.
Los materiales se dispusieron a razón de una (1) maquinada de cada variedad, a la par, con repetición.  
Densidad de siembra: 120 kg/ha, uniforme para todas las variedades.
Los resultados de los análisis de suelos se pueden observar en el siguiente cuadro:
Muestra
pH
C (mg gr-1)
Pe (ppm)
N-NO3 (ppm)
S-SO4 (ppm)
0 – 20 cm
5,9
19,7
13.8
19.6
3.4
 
Identificación
 
pH Agua (1:2,5)
Moderadamente ácido
C (carbono)
moderadam provisto
Pe mg kg-1
moderadam provisto
S- SO4 mg kg-1
Pobremente provisto
N-NOmgkg-1
Pobremente provisto
 Laboratorio de Gestión Ambiental, Suelos y Aguas, INTA Pergamino.
Fertilización:
La fertilización de base fue con una mezcla de nutrientes (7 – 40 – 0 – 6) NPKS), a razón de 120 kg/ha en la siembra.  Luego se realizó una fertilización al voleo, con UREA, el día 7/9, con 120 kg/ha, en una repetición. (REP 1).
Aplicación de herbicidas: el 25/6, con Glifosato + 2,4 D + Metsulfurón (2.5 lts + 0.5 l/ha + 5 gr)
Emergencia del cultivo: 2/8/16
Lluvias: mm (acumulado durante el ciclo: Julio a Nov de 2016: 293 mm)
JUNIO
JULIO
AGOSTO
SETIEM
OCTUBRE
NOVIEM
21
50
4
45
153
41
 
Cosecha mecánica: cosechadora John Deere 1185 A, de Ariel Fuentes, contratista.
Día: 20/12/16. Se cosecharon individualmente las parcelas, en una superficie de 283.5 m2.
Resultados en Kg/ha:
Repetición I (con fertilización complementaria):
                                               Prot:                            Gluten                         PH
VAR 1: 4.021 kg/ha               11.6                                24.9                        77.76
VAR 2: 3.633 kg/ha               11.4                                23.99                      78.22
VAR 3: 4.727 kg/ha               11.4                                23.8                        79.28
VAR 4: 3.986 kg/ha               10.67                              20.67                      80
VAR 5: 3.527 kg/ha               11.8                                27.43                      78.72
PROM: 3.979 kg/ha
 
Repetición II (solo con fertilización de base)
                                               Prot:                              Gluten                       PH
VAR 1: 3.316 kg/ha               11.2                                 21.91                     77.56  
VAR 2: 3.175 kg/ha               11.1                                 21.25                     80.8
VAR 3: 3.245 kg/ha               9.25                                 17.41                     78.52
VAR 4: 3.316 kg/ha               10.2                                 18.72                     79.8
VAR 5: 2.928 kg/ha               9.87                                 17.97                     79.44
PROM: 3.196
RESULTADOS
Plus con Fertiliz complementaria (Kg/ha)
Proteína
Gluten
VAR 1 (B SY 330 – G2)
+ 705
+ 3.6 %
+ 13.7 %
VAR 2 (B. CLARAZ – G1)
+ 458
+ 2.7 %
+ 12.9 %
VAR 3 (DM CEIBO – G2)
+ 1.482
+ 23 %
+ 36.7 %
VAR 4 (DM FUSTE – G2)
+ 670
+ 4.6 %
+ 10.4 %
VAR 5 (K. RAYO – G1)
+ 599
+ 19 %
+ 52.6 %
PROMEDIO
+ 783
+ 10.6 %
+ 25.2 %
G1 – G2: Grupos de calidad industrial. Clasificación INASE Mayo de 2018.
 
Comentarios y conclusiones:
La campaña 2016/17 se caracterizó por ser una buena campaña de cultivos de invierno en la zona de Chivilcoy, con un clima que acompañó adecuadamente el desarrollo del cultivo. Las lluvias fueron oportunas, y alcanzaron para satisfacer la demanda del cultivo.
Del análisis de los resultados se desprende que todas las variedades incrementaron su rendimiento con la fertilización nitrogenada complementaria, al macollaje. Independientemente del grupo de calidad al que pertenecen las variedades, todas lograron incrementos en las variables analizadas, destacándose la var DM Ceibo en rendimiento en grano y proteína, junto con la var Klein Rayo, que también tuvo un importante incremento en proteína y en gluten. Los análisis de calidad fueron hechos por el Molino de Alberti.
Para destacar, la validación de la práctica de fertilización complementaria, al macollaje, práctica usual del productor triguero de la zona, sobre todo cuando las condiciones climáticas (humedad y temperaturas adecuadas) acompañan el ciclo del cultivo. Los niveles y fuente de fertilizante utilizados son también los usuales de la zona.
Como comentario final, la práctica de fertilización complementaria es muy adoptada, y ajustando además otros aspectos de manejo del cultivo, como por ejemplo el seguimiento y control de enfermedades y plagas, más el potencial genético de la mayoría de las variedades disponibles, junto al acompañamiento del clima, son factores de suma importancia a la hora de lograr muy buenos resultados en trigo, pensando en la nueva campaña 2018/19 que ya ha comenzado y que se perfila con muy buenas expectativas de logro.
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Autores:
Antonio Martín
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria - INTA
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Fernando Hugo Ramos
Laboratorios CKC
7 de junio de 2018
Estimado Antonio, muy interesante ensayo y en relación a este u otros que haya practicado has cuantificado o probado el uso de bio fertilizantes ( Azospirillum, Pseudomonas, micorrizas, exc.) y su influencia en estos aspectos? Gracias
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