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Argentina - Avances en la interpretación de análisis de suelos

Publicado: 22 de mayo de 2019
Fuente: Paula Vázquez , Prensa FERTILIZAR
En la primera jornada de la edición 14° del “Simposio Fertilidad”, que organiza Fertilizar Asociación Civil bajo el lema "Conocer más. Crecer mejor", los técnicos de la Unidad Integrada INTA-FCA Balcarce, Nahuel Reussi Calvo y Nicolás Wyngaard, expusieron los avances logrados en la interpretación de los análisis de suelo.
Reussi Calvo expresó que hoy en día el sistema completo está en crisis y por tal razón lograr un diagnóstico certero es fundamental. Para llegar a tal fin es necesario realizar un muestreo correcto, un análisis de suelo y una interpretación y recomendación de fertilización acorde. El costo de esta tarea es muy bajo comparativamente con otras tecnologías, de 2 a 3 US$/ha mientras se invierten más de 100 US$ en total.
Una vez realizados el muestreo y el análisis es necesario interpretarlo, y para ello se deben diferenciar los nutrientes móviles de los poco móviles. Luego en cada nutriente es fundamental tener claro cómo impacta el potencial de rinde en las necesidades, la textura del suelo, la mineralización de nutrientes esperada y el efecto del cultivo antecesor.
En cuanto al nitrógeno, al ser un nutriente móvil, el dato de nitratos en presiembra explica muy poco del rinde del cultivo a la vez que el nivel crítico varía según el potencial. En cuanto a la textura, la misma no cambia el nivel crítico del nutriente pero sí el rendimiento alcanzable, una vez que se define el potencial ambiental. El aporte por mineralización se puede estimar con el valor de nitrógeno mineralizable de manera de poder ajustar el aporte del suelo. El azufre es un nutriente que se comporta de manera similar al nitrógeno por lo tanto se puede manejar de la misma manera.
Nicolás Wyngaard tomó el tema de los nutrientes no móviles y cómo este comportamiento impacta en la interpretación de los análisis de suelo. El fósforo es un nutriente que responde en suelos con disponibilidad media y baja de nutriente. A diferencia del nitrógeno, los umbrales varían en función del potencial ambiente.
En cuanto al aporte de fósforo por mineralización no es un valor fácil de predecir por la alta variación del aporte de la materia orgánica. La textura del suelo impacta en la disponibilidad del fosforo. En los suelos de textura gruesa se expresa una mejor respuesta a la fertilización que en los de fracciones finas. El caso del zinc muestra que el umbral de respuesta no varía con el potencial de rinde debido a que la variación en el desarrollo radical varía en función del potencial del ambiente, y por esa razón, a mayor exploración más nutrientes disponibles.
Como conclusión se espera que se mejore notablemente la cantidad y frecuencia de análisis de suelo debido a que es la mejor herramienta para poder tomar decisiones.

¿Y las respuestas qué dicen?
El asesor técnico de Fertilizar A.C., Andrés Grasso, expuso cómo se manejan los suelos, cómo se podría mejorar y cuál sería una situación ideal de alta producción protegiendo el suelo.
Grasso mostró la estrategia actual del productor, donde básicamente se trabaja con nitrógeno y fosforo a dosis bajas. En el manejo recomendado aparece el azufre, nutriente que en el 80% de los casos falta en los suelos, mientras que en el manejo de nutrición balanceada de alta producción, se trabaja con nitrógeno, fósforo, azufre y zinc. En esta última se busca alcanzar el máximo rendimiento posible sustentablemente.
Un tema muy importante al que introdujo el referente de Fertilizar es el de la brecha de rendimientos, que comprueba con datos, que a mayor dosis es menor la variabilidad productiva. Adicionalmente se muestra que para todas las secuencias de cultivo el productor con el manejo actual pierde entre un 15 a un 20% de rinde que se podría alcanzar ajustando únicamente la estrategia de fertilización.
Económicamente el análisis también juega a favor de la intensificación, ya que la relación insumo producto es muy beneficiosa debido a que el fertilizante aplicado se paga siempre con más kilos de grano a la vez de que con la misma cantidad de agua disponible la eficiencia del uso es mayor y los quintales producidos también. En el caso de la soja en particular la práctica actual del productor no es económica. “Es conveniente en todos los casos optar por un manejo más intensificado”, señaló.
Como cierre Grasso destacó la importancia del diagnóstico, ajuste de dosis y sumar nutrientes críticos sin dejar de considerar la producción alcanzable.
Fuente
Paula Vázquez , Prensa FERTILIZAR
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Nahuel Reussi Calvo
CONICET Argentina
Nicolás Wyngaard
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria - INTA
Andrés Grasso
Fertilizar Asociación Civil
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