Ingesta de lácteos en el país es la más baja en el grupo de las naciones de la Comunidad Andina.
Los problemas de inseguridad y falta de inversión en el campo han afectado de forma importante la producción ganadera en los últimos cinco años según señalan los representantes de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedenaga).
En el caso de la producción de leche se nota una disminución desde 1999 de 8,3%.
Hace cinco años se producían 1.300 millones de litros de leche y ahora la producción ha bajado a 1.200 millones, asegura un informe elaborado por Fedenaga.
En cuanto a la producción de carne los ganaderos aseguran que se ha mantenido estable pero no es satisfactoria. En este sector se nota un mayor sacrificio de hembras en etapa reproductiva para poder atender la demanda del mercado, lo que genera efectos posteriores sobre el rebaño nacional.
Esta situación tiene también efectos sobre el consumo en la población. Por ejemplo, en estos momentos los venezolanos consumen 85 litros de leche per cápita al año, mientras que en el año 2001 la ingesta alcanzaba 94 litros. El consumo ideal dictado por la Organización Mundial de la Salud se ubica en 120 litros.
Según explican los representantes de Fedenaga, Venezuela es el país que tiene el consumo de leche más bajo de todos los integrantes de la Comunidad Andina.
En cuanto a la ingesta de carne, los venezolanos sólo consumen 16,5 kilos de carne al año, pero lo ideal sería que se comieran 20 kilos, meta que había alcanzado el país para el año 1993.
"Cuando uno analiza las cifras del Centro de Investigaciones Agroalimentarias de la Universidad de Los Andes se nota que en materia de consumo de calorías los venezolanos están por debajo de la meta ideal; es decir, el consumo ideal es de 2.300 calorías y sólo se ingieren 2.111 en promedio; es decir, sólo se atiende el 91,8% de los requerimientos. En el caso de las proteínas se consume el 97% de lo requerido, pero en el caso del calcio la ingesta sólo satisface el 45,2% de lo que se necesita", explicó José Luis Betancourt, presidente de Fedenaga.
Los ganaderos explican que la situación de declive que vive el sector productor se debe a años de abandono y descuido por parte de las autoridades.
Aclaran que ciertas medidas tomadas por el actual gobierno han agravado la situación.
"Por ejemplo ahora la Ley General de Bancos prohíbe que se otorguen más de tres años para el pago de créditos, y un ganadero necesita por lo menos siete años para poder realizar la inversión y pagar el crédito.
Eso limita demasiado las posibilidades de aumentar la producción y mejorar la calidad de vida en el campo", indicó Betancourt.
Los ganaderos dicen además que la reducción de importaciones se ha quedado sólo en palabras, "pues en este gobierno han aumentado en 27% las importaciones agroalimentarias. Además toman decisiones como la de aprobar licencias de importación de leche en polvo, que ya estaba en puerto, en un momento en el que en el país se incrementa 15% la producción de leche debido a los efectos del in vierno".
La ley de Tierras sigue siendo para los productores un tema negativo. Aseguran que la entrega de cartas agrarias "es un irrespeto al Tribunal Supremo de Justicia, que emitió una decisión en contra de estos instrumentos. Estos elementos son inconstitucionales. La Ley de Tierras era una fachada del Gobierno para poder intervenir la propiedad privada en Venezuela, pero se consiguieron con una fuerte oposición, que ha hecho denuncias hasta en organismos internacionales. Por su parte el Instituto Nacional de Tierras (INTI) ha sido sólo utilizado para hacer proselitismo político".
En materia sanitaria los representantes de Fedenaga informaron que han aumentado los casos de fiebre aftosa registrados en el país desde que el Ministerio de Agricultura y Tierras suspendió las guías de movilización de ganado que administraban los pro ductores.
"Desde noviembre de 2001 hasta diciembre de 2002 no tuvimos ni un solo caso de fiebre aftosa pero en 2003 se presentaron 64 casos, que no se reportaron a las autoridades sanitarias internacionales. Este año no podemos dar cifras porque no se ha informado oficialmente de los casos que han ocurrido, pero sabemos que las ventas de vacunas en las zonas ganaderas del país cayeron al 46%".
"No estamos en contra de la importación de vientres, pero rechazamos el tratamiento sanitario y la calidad genética de estos animales que están entrando".
La inseguridad en la frontera y el aumento de la penetración de la guerrilla también se suman a los problemas que deben enfrentar los ganaderos para el desarrollo de sus actividades.
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