Argentina - Primer hospital equino de alta complejidad en América del Sur

Empresarios suizos invirtieron veinte millones de dólares en la construcción de Kawell, un centro de rehabilitación y hospital equino que funcionará en las tierras que pertenecían al haras El Candil.

La temperatura es baja y no se oyen relinchos durante la mañana, en las tierras que hasta hace unos años pertenecían al haras El Candil. La música que acompaña el recorrido por esas 36 hectáreas es la que generan las máquinas y los obreros que trabajan con ellas, para que desde septiembre próximo funcione Kawell, el primer hospital equino de alta complejidad en América del Sur.

El bosquejo se pensó en 2000, como un centro de rehabilitación, y reflotó tras la crisis, pero con una idea más abarcativa. Se incluyó el diagnóstico y el tratamiento al volver a la carga en 2004 con el proyecto. Ahora, esta suerte de spa para caballos está próximo a ser una realidad, tras una inversión de veinte millones de dólares realizada por empresarios suizos.

El emprendimiento cayó tan bien en Solís, localidad bonaerense situada en el núcleo de la actividad hípica del país, que cuando abra sus puertas seguirá en obra: en varios haras veían con buenos ojos la presencia de una sala de neonatología y en eso ya se trabaja. La novedad la revela Germán Raimondi, el jefe administrativo y comercial del establecimiento, y amplía Carlos Dodera, director médico veterinario: "En la zona nos revelaron un interés particular en contar con un sector para tratar a los productos que nacen con algún problema".

Dodera es pieza clave en el funcionamiento por su experiencia en una empresa similar en Madrid. "El primer desafío que tenemos es instalar el concepto. No es frecuente en el mundo un lugar que agrupe todo: que sea hospital y además se encargue del diagnóstico, incluido al único equipo de centellografía en América latina, y de la rehabilitación", explica.

Es Carlos quien lleva la voz cantante en la recorrida por las instalaciones. La superficie cubierta de casi 5500 m2 incluye el quirófano, la sala de cuidados intensivos, el recinto con la única cámara hiperbárica que hay en el país (la que estaba en el centro de entrenamientos de San Isidro), los 32 boxes para distintas etapas de la estada del caballo y una pileta diseñada a semejanza de la que existe en el hipódromo de Sha Tin.

La Pileta construida a semejanza de la del Hipódromo de Sha Tin

Impacta la piscina equina, en forma de óvalo y con una profundidad de cuatro metros. Tiene una isla que permite seguir los movimientos que realiza el ejemplar en su terapia acuática, como si uno visualizara peces en el acuario de Tamaikèn, además de poder observarse desde un mirador. "Será de agua salada, calefaccionada a 20°, que es la temperatura óptima para el animal", puntualiza Dodera. A su lado, César Bergadá, integrante del cuerpo de veterinarios, agrega: "Al caballo se lo puede hacer nadar sólo en forma recta o con la curva, según la necesidad".

El amplio quirófano está casi listo; Carlos Dodera, director médico veterinario de Kawell, dice que se buscó comodidad para los caballos

Todo está pensado en función de la comodidad del caballo, más allá de cuál sea su especialidad. El purasangre tendrá posiblemente mayor presencia. Las salas son amplias y el blanco predomina en las paredes de aquellas que comienzan a equiparse y aquellas que lo harán cuando ya no haya rastros de construcción en el sector. "El color es una elección, pero el tamaño es para que el animal no se sienta encerrado. En ese caso, tiene la tendencia a querer salir", comenta Dodera.

Para las puertas de los boxes se recicló parte de las maderas que quedaban en buen estado. El interior de algunos incluso tendrá las paredes acolchadas, para evitar que algún mal movimiento derive en lesión.

"Nuestra primera referencia es el veterinario", dice Raimondi, e invita a ingresar en una de las pocas áreas donde el caballo no estará físicamente presente. Se trata de una sala que servirá para debatir y compartir información entre los facultativos residentes y los que se acrediten. Todos tendrán la obligación de figurar en la cartilla para intervenir en las charlas y, si lo desean y es necesario, operar a los caballos que lleven al hospital.

Es que Kawell se pensó así: como un proyecto de puertas abiertas. Y así será dentro de poco más de un mes.

* 1 cámara hiperbárica para caballos hay en el país y está en Kawell. "Se presuriza con aire y el oxígeno se suministra por medio de una máscara. Así es menos peligroso", explica Dodera.

El centro de rehabilitación equina fue construido bajo parámetros de arquitectura bioambiental, y privilegiando la seguridad y comodidad de los equinos.