Soluciones basadas en la innovación y la calidad

 

A fines de 2001, en medio de la inevitable crisis financiera del Estado argentino que concluyó en la implantación de la restricción fiscal del acceso al dinero depositado en los bancos y la virtual confiscación de los mismos –curiosamente denominada “corralito financiero”–; más la evidencia ya inocultable del crecimiento exponencial de la desocupación, el dramático deterioro de las condiciones de vida y la destrucción del aparato productivo, una de las empresas más emblemáticas de la industria avícola –San Sebastián– fue concursada y poco tiempo después quebró.
Fue en ese contexto, cuando el Ingeniero José Daniel Cardona, ex Purina y por ese entonces Director Técnico de San Sebastián, supo ver una oportunidad en medio de esa dramática crisis que lo obligaba tanto a él, como a su equipo y a sus colegas, a recrear sus fuentes laborales, ya que no contaban con otro capital que sus conocimientos y la vasta experiencia adquirida en el desarrollo profesional dentro de empresas líderes durante poco más de 30 años.

Así fueron los inicios de CLADAN, con una oficina prestada, un galpón alquilado donde funcionaba una unidad de ventas de premezclas vitamínicas a pedido y medida de los clientes, y con muchísimas ganas de canalizar experiencia, capacidad y conocimientos, a una demanda ávida que confiaba de antemano en la calidad de sus productos.

Su hijo David y un reducido equipo de prestigiosos profesionales acompañó al Ing. Cardona en este ambicioso emprendimiento, que pasó de producir 10.000 kilos por mes en 2001, a esta importante PyME que actualmente comercializa casi 1.000.000 kilos por mes y emplea a 76 personas en forma directa más un grupo de asesores y técnicos. Hay una diferencia realmente sustancial. Más aún cuando uno compara esa oficina prestada y ese galpón alquilado con las actuales plantas propias de producción de premezclas, tanto para la industria avícola como para rumiantes, sin utilización de coccidiostatos ni derivados de la industria animal.

El Dr. Martín Cardona es actualmente quien conduce CLADAN, y en sus manos está la responsabilidad de dirigir el exponencial crecimiento que ha reflejado la compañía en los últimos años. “Como toda empresa familiar las definiciones son necesarias y estamos en el proceso de definir las funciones y las responsabilidades de cada uno de los integrantes de la familia dentro de la organización”, señala Cardona, y agrega: “No es fácil; esta génesis de pasar por una oficina prestada y un galpón alquilado, que después se transformó en una empresa que logró la representación de firmas como Danisco (Dupont) y Silvateam –entre otras importantes– en el área de aditivos, y con otras empresas para diversos productos enfocados en la nutrición animal, hizo que la compañía creciera y ese crecimiento llevó a la necesidad de comenzar a formar equipos de trabajo que van más allá de lo técnico y lo comercial, tanto en el área de producción, como también en la logística y en la administración”.

Como en toda empresa familiar, la confianza juega un rol fundamental y es así como no sólo los hijos del Ing. Cardona forman parte de la compañía, sino que además otros familiares se han ido sumando al proyecto.

David Cardona, Gerente de Marketing y Compras de CLADAN, marca una clara diferencia entre el inicio de la compañía y el positivo presente que la acompaña: “En la actualidad, CLADAN se está profesionalizando, pero sin perder la esencia familiar. Después de la primera década de actividades, la decisión fue profesionalizar la empresa y así fue como se empezaron a tomar medidas desde el área de marketing, luego en el sector de compras, y también en las áreas de innovación y tecnología, que –vale la pena destacar– están en pleno desarrollo”.

Por su parte, Martín Cardona confiesa que una de sus principales preocupaciones pasa por “que no se apaguen los motores”, como se dice en la jerga industrial.
Según el CEO de CLADAN, “todo industrial busca que los motores estén siempre prendidos y no tener que resignar nunca un puesto de trabajo. Nuestra motivación en un comienzo fue recrear la fuente de trabajo; ya en una segunda etapa se transformó en conseguir clientes; en la tercera fase el desafío estuvo focalizado en sostener esos clientes y afianzarse en el mercado. Hoy, en esta nueva etapa, queremos profesionalizar las estructuras de la empresa para poder brindarle al mercado productos y servicios de calidad, y mantener –y en lo posible ampliar– nuestra participación en el mercado”.

Por supuesto que más allá de que CLADAN posea un área de nutrición destinada al sector porcino, bovino y equino –entre otras especies–, su core business sigue siendo la industria avícola, para la cual cuenta con un experto grupo de profesionales, de vasta trayectoria en empresas nacionales y multinacionales. Para Martín Cardona, “es necesario continuar apostando a la investigación y el desarrollo de nuevos productos y tecnologías para estar a la altura de lo que hoy requieren nuestros clientes para el desarrollo de productos cada vez más sustentables. Es lo que demanda un mundo cada vez más exigente, que registra un incremento permanente de proteína animal”.

Cuando uno está frente a una compañía que durante la última década registró un crecimiento exponencial y que tiene en sus planes continuar expandiéndose, surge el interrogante sobre cómo piensan encarar los nuevos desafíos que se avecinan. Al respecto, el Dr. Javier Quintar, Director Comercial de Cladan, no duda en afirmar que “en cualquier desafío que nosotros asumimos, el recurso humano es lo básico. Hoy, en nuestro país, es un desafío muy grande encontrar el recurso humano. Creo que hay que buscar más cercanía con las universidades, y que también hay ayudar desde la industria aque se formen los profesionales. En las universidades, nuestros profesionales no llegan a conocer realmente como es la industria agropecuaria de la forma en que deberían conocerla… Quizás, tendríamos que acercarnos a las universidades a través de convenios, y eso podría ser una forma interesante para que ellos también, a través de pasantías, vayan conociendo lo que es la industria. De esta manera, podría convertirse en la posibilidad más cercana que tendrían los estudiantes en ser contratados luego, por las mismas empresas que componen este sector”.

Otro desafío que, a juzgar por Javier Quintar, debe ser muy tenido en cuenta, es el trabajo en equipo. Según el médico veterinario que dirige comercialmente Cladan, “muchas empresas nos jactamos de que trabajamos en equipo, pero hay que hacer permanentemente una revisión para ver si eso realmente se está haciendo de esa forma. Es muy fácil desde el punto de vista de marketing decir que se trabaja en equipo, suena muy lindo… pero llevar este concepto a la realidad es un desafío constante, porque somos personas con fortalezas y debilidades. Creo que la llave está en poder acoplar las fortalezas de cada uno y tratar de ir, con el tiempo, haciendo que las debilidades se noten lo menos posible, para que tome forma el grupo”.

Por su parte, Martín Cardona considera que “si el recurso humano falla, no importa cuanta estructura y cuan bueno sea el producto de una empresa. Se necesita un buen producto, pero que además esté acompañado por un recurso humano que le agregue valor, para darle un servicio al cliente. Cada producto tiene que ser bien utilizado, de lo contrario, por más bueno que sea, si está mal utilizado no sirve”.

Hay medidas que pueden articularse para que la educación y la capacitación laboral sean pilares para el desarrollo, y no una condena para los sectores que se quedan sin oportunidades. En Cladan, según destaca Quintar, existe una dinámica muy importante en cuanto a la capacitación interna y también a convocar a colegas del sector a participar de eventos donde se promueve el intercambio de ideas, conocimientos y novedades acerca de lo que sucede en los sectores avícola, porcino o bovino, en otras áreas del mundo.
“Me parecen importantes este tipo de experiencias porque considero que el abrir el debate nos enriquece permanentemente y eso marca un punto de partida interesante en la relación profesional, ya  que nos humaniza más y nos eleva el nivel de calidad”, señala.

JUNTOS A LA PAR

Una de las ventajas con las que cuenta la producción pecuaria nacional se centra en la excelente calidad de productos que ofrecen al sector la totalidad de las empresas  dedicadas a la nutrición animal.
Para Javier Quintar, esta cualidad representa un factor sumamente positivo ya que les permite –día a día– trabajar para diferenciarse del resto de las compañías del rubro. “Los productos de la competencia son de símil calidad que los nuestros, pero quizás, nuestro aporte pasa más por el acompañamiento al cliente en lo que hace al servicio. Yo soy un convencido de que el servicio no sólo pasa porque al cliente le llegue el producto en tiempo y forma, esas cosas ya las deberíamos dar por hecho: tiene que ser así. En muchas empresas ese aspecto ha sido lo que ha caracterizado el significado de servicio para ellos, pero para nosotros tiene que ser así. El plus que nosotros estamos aportando es estar más comprometidos con los resultados de nuestros clientes.

Hoy cualquier empresa que aspire estar en el mercado de la nutrición sabe que es como estar en la cocina: por cualquier inconveniente inmediatamente somos consultados y ello nos obliga a estar preparados en otros aspectos que no son meramente nutricionales, porque en una producción intensiva un resultado no pasa sólo por la nutrición. Entonces, toda esta coyuntura nos obliga a estar preparados en los otros frentes: en sanidad, en bioseguridad, en el aspecto regulatorio, porque Argentina es un país que va a seguir apostando a la exportación y eso nos compromete a estar alineados con los requerimientos internacionales en materia de calidad de producto, normas ISO, certificaciones, y todo lo que hace a la calidad”.

Según los directivos de CLADAN, los objetivos de la compañía para los próximos años, pasan básicamente por poder satisfacer a la demanda sin sacrificar absolutamente en nada la altísima calidad de su producción.

En ese sentido, Quintar señala: “tenemos que acompañar nuestro crecimiento, y la demanda que viene, con la misma calidad o mejor de lo que hoy lo estamos haciendo. De hecho, estamos certificando determinadas normas, para todos los tipos de clientes que tenemos, pero siempre obviamente apuntando a las mayores exigencias: no podemos tener una calidad  para unos y otra para otros. En este tipo de situaciones siempre el objetivo de calidad va a pasar por aquellos que más requisitos nos pidan y hacia eso apuntamos.

No es fácil porque nuestra infraestructura ha venido creciendo y aun así pensábamos hace dos años que lo que estábamos haciendo iba a ser para manejarnos con mucha holgura en los próximos cinco, seis o siete años..., pero hoy estamos totalmente convencidos de que no nos alcanza. Entonces, el gran desafío es cómo atendemos a esa mayor demanda sin sacrificar absolutamente nada nuestros altos niveles de calidad”.

Uno de los objetivos principales de CLADAN es brindar calidad y experiencia en nutrición animal, trabajando en equipos de distintas áreas logrando sinergia entre sí.
Así es como la Granja Experimental CLADAN, ubicada en San Andrés de Giles, es un ejemplo –único en el sector– donde confluyen el personal técnico a cargo de la experimentación, el laboratorio de alimentos que brinda soporte y los técnicos comerciales que proponen los nuevos productos a evaluar y desarrollar basándose en las necesidades de la industria avícola.
La gran cantidad de repeticiones genera que se trabaje con cerca de 3.000 aves en cada Granja Experimental, lográndose así resultados consistentes desde lo estadístico y lo técnico.
De las experimentaciones han surgido numerosas publicaciones expuestas en congresos y charlas técnicas. A su vez, el trabajo en conjunto con universidades permite la realización de tesinas de graduación.
Esto genera nueva información y nuevos profesionales, fundamentales para un sector dinámico y en crecimiento, como lo es la industria avícola argentina.

Actualmente, la compañía está construyendo una granja con sistema Black Out a los efectos de poder acompañar los cambios tecnológicos de la industria y probar no sólo sus productos en un galpón de producción normal, sino también con tecnologías que están aplicando sus clientes.

Paralelamente, CLADAN está equipando una Granja Experimental de Cerdos en la localidad de Recreo, provincia de Santa Fe, con el fin de trabajar en el desarrollo de productos para la nutrición de ese sector.

El Laboratorio de CLADAN cumple la función de control de calidad y trabaja en conjunto con el equipo de nutrición asistiendo a sus clientes en la correcta fabricación de los alimentos balanceados. Para ello, se analizan todas las materias primas intervinientes y los productos obtenidos con ellas.

El personal del laboratorio, de larga experiencia en el control de fabricación, concurre a las plantas o molinos a realizar las pruebas con las que se efectúa el diagnóstico de funcionamiento. En caso de encontrar anormalidades, propone variantes y soluciones.

Como rutina, se retiran muestras de materias primas de la planta y de los alimentos de las granjas, que son analizadas brindando el resultado a la mayor brevedad. El laboratorio cuenta con todo el instrumental necesario para realizar los análisis por los métodos tradicionales de química húmeda y, como herramienta de suma utilidad, posee tecnología N.I.R., lo que le brinda gran prestancia, rapidez, exactitud y repetibilidad. Es muy útil cuando se requieren resultados con urgencia, sobre todo a la hora de hacer ensayos en planta.

En CLADAN están convencidos de que sus clientes eligen los productos y servicios de la compañía porque saben diferenciar la excelencia en el área técnica, la permanente búsqueda de la innovación y un asesoramiento a medida.

“Siempre estamos a la vanguardia de lo que necesitan nuestros clientes. Para nosotros cada cliente es especial, no es un número más o un pedido más que hay que entregar… Es primordial ofrecerles un servicio integral, que incluya la asistencia al campo. Y en esta política adoptada por la empresa estamos acompañados y avalados por Dupont, Silvateam y LiptoSA (Lípidos Toledo S.A.), una nueva sociedad que hemos generado con una empresa española dedicada al desarrollo de aditivos para la nutrición animal”, destaca David Cardona.

“Lo distintivo de CLADAN es el trabajo interdisciplinario sobre las distintas cuentas y un servicio de productos a medida de cada cliente. Si bien cada industria tiene su particularidad, tratamos de no ser un envase. Cada cliente tiene su envase, su fórmula, su técnico que atiende su cuenta, tiene el laboratorio que, además de prestar el servicio de control de calidad interno –por las materias primas que utilizamos nosotros y nuestros productos–, lo hace también hacia afuera, brindando control de calidad para las materias primas que utilizan nuestros clientes y auditando en conjunto con ellos sus plantas y métodos”, señala Martín Cardona, y concluye: “nuestra forma de trabajo es lo que nos distingue y es justamente eso lo que queremos seguir brindando: un servicio interdisciplinario donde la cuenta esté atendida desde distintos lugares, siempre con una visión global, poniendo el foco en la necesidad productiva, financiera, y de estructura del cliente…Así hemos ido creciendo a la par que crecen nuestros clientes y esperamos seguir haciéndolo de la misma forma”.