Explorar
Comunidades en español
Anunciar en Engormix

Las vacas podrían estar recibiendo demasiada proteína

Publicado: 29 de septiembre de 2006
Fuente: CAMAGRO
Los consumidores no son los únicos contemplando los efectos de las dietas que contienen niveles altos de proteína--también los productores lecheros. Las vacas lecheras necesitan cantidades adecuadas de proteína para la producción de leche, así que los granjeros tienen que suplementar la dieta de sus vacas con proteína adicional. Un científico de la agencia principal de investigaciones científicas del Departamento de Agricultura de EE.UU (ARS), ha descubierto que aunque las vacas en período de lactancia necesitan una cierta cantidad de proteína dietética, demasiada proteína puede contribuir a la contaminación ambiental por nitrógeno y, en algunos casos, rendimientos reducidos de leche. El científico lechero Glen A. Broderick, con el Centro Estadounidense de Investigación de Forraje para Vacas Lecheras, mantenido por el ARS en Madison, Wisconsin, descubrió que el porcentaje óptimo de proteína en la dieta que minimiza la excreción urinaria de nitrógeno sin reducir la producción de leche, es 16,5 %. Esto es comparado con el 18 a 19 % que a menudo es provisto a las vacas lecheras por muchos granjeros lecheros. Para satisfacer el requisito de proteína, Broderick alimentó las vacas en lactancia con una dieta de ensilaje de alfalfa, ensilaje de maíz y un maíz de alta humedad, junto con harina de soya como el suplemento principal de proteína. Una vaca lechera tiene numerosos microorganismos que trabajan en su rumen, el cual es uno de cuatro compartimentos del estómago. Muchas de estas bacterias convierten la proteína cruda de la dieta a una forma bien balanceada en aminoácidos para vacas. Pero las bacterias también degradarán la proteína de buena calidad, resultando en una pérdida neta total. Los granjeros compensan esta pérdida, alimentando sus vacas con niveles altos del suplemento de proteína, lo que resulta en un aumento en los costos de alimentación. La vaca no siempre utiliza la proteína adicional, así que el animal la excreta como nitrógeno urinario. En muchos ambientes de granja, esta forma muy inestable de nitrógeno, se convierte a amoníaco (Vapor). El amoníaco que se lanza a la atmósfera en esta manera puede formar lluvia ácida, regresar a la Tierra y estimular el crecimiento de plantas indeseables, cantidades grandes de nitrógeno, perdidas en las operaciones lecheras concentradas y potencial de contaminar las aguas subterráneas y de la superficie. Según Broderick, si solamente 1 % menos de proteína dietética se les proporcionará a las vacas lecheras en EE.UU., el nitrógeno urinario podría reducirse hasta 60,000 toneladas por año.
Fuente
CAMAGRO
Temas relacionados
Recomendar
Compartir
¿Quieres comentar sobre otro tema? Crea una nueva publicación para dialogar con expertos de la comunidad.
Súmate a Engormix y forma parte de la red social agropecuaria más grande del mundo.