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Argentina - Rizobacterias para estimular el rendimiento de cultivos

Publicado: 18 de abril de 2019
Fuente: INTA Informa,Año 12 Nº 988 | 17/04/2019 | Edición semanal
Un equipo de investigadores del INTA determinó que la inoculación foliar combinada con diferentes especies de bacterias mejoró el contenido de nitrógeno de las plantas. Resultados preliminares aplicados en soja mostraron que aumenta la cantidad de proteína y el peso de los granos.
 
En la década de los cincuenta, herramientas de la biología molecular determinaron que un gramo de suelo puede contener hasta 100 millones de bacterias y, a su vez, unos 200 mil hongos. En esa gran diversidad de microorganismos hay algunos que son neutros, otros tienen efectos benéficos sobre los cultivos, mientras que otros son patógenos y provocan enfermedades.
En línea con la necesidad global de aumentar la productividad de los sistemas productivos, un equipo de investigadores del Instituto de Microbiología y Zoología Agrícola del INTA se enfoca en el estudio de los microorganismos del suelo capaces de incrementar la disponibilidad de nutrientes para las plantas. Allí, cuentan con una colección de bacterias promotoras del crecimiento vegetal (BPCV), obtenidas en diferentes zonas geográficas del país, entre los que se encuentran los géneros rizobios, AzospirillumPseudomonas y Azotobacter.
En el Laboratorio de Bacterias Promotoras del Crecimiento Vegetal del INTA, Mariana Puente estudia los efectos de la inoculación combinada de diferentes especies de bacterias seleccionadas sobre la planta. La aplicación de esta técnica innovadora en soja demostró que aumenta la cantidad de proteína, el peso y el nitrógeno de los granos.
“La forma convencional de realizar la técnica de coinoculación es aplicando las bacterias seleccionadas directamente sobre las semillas. Sin embargo, la aplicación de esta técnica puede dar resultados variables y heterogéneos”, señaló Puente quien aseguró que “la inoculación foliar es una tecnología innovadora que permitiría una menor dependencia de las condiciones generales del ambiente y una potencial consistencia en los resultados”.

Audio de Mariana Puente: Habla sobre las bacterias promotoras del crecimiento vegetal que permiten el mejoramiento de la producción de los cultivos.
Azospirillum spp. Bradyrhizobium spp. son dos de los géneros de rizobacterias promotoras del crecimiento vegetal más estudiados. El efecto positivo de la inoculación combinada de estas bacterias se ha reportado en varias investigaciones debido a que sus efectos sobre las plantas se sinergizan, mejorando significativamente el crecimiento y desarrollo de numerosas especies vegetales de interés agrícola.
“Nuestro objetivo fue comparar la técnica de inoculación convencional con Bradyrhizobium (en semilla) con las diferentes técnicas de coinoculación que combinan tratamientos en semillas y foliar (en las hojas)”, expresó Puente quien detalló que en un ensayo realizado en invernadero y bajo condiciones semicontroladas, la coinoculación con Azospirillum de manera foliar mejoró la concentración de clorofila y el contenido de nitrógeno y de potasio.
Esta propuesta tecnológica innovadora representa un cambio de paradigma, debido a que replantea la dinámica de las inoculaciones –enfocadas sobre todo en las semillas–. De hecho, un estudio realizado junto con el Laboratorio de Fisiología Vegetal y de la Interacción Planta-Microorganismo de la Universidad de Río Cuarto –Córdoba– permitió describir el rol de las auxinas –fitohormonas reguladoras del crecimiento vegetal– en la nodulación y su relación con el desarrollo de las raíces laterales.
Las auxinas, grupo de fitohormonas que regulan el crecimiento de las células y tejidos vegetal, activan la velocidad del crecimiento de las plantas, especialmente en la parte superior, y determina el desarrollo de brotes laterales y raíces, hojas, flores y frutos.
“En nuestro caso, las auxinas aumentaron la probabilidad de interacción entre la planta y el rizobio. Los resultados obtenidos nos permiten especular sobre un posible modelo biológico de respuesta a la coinoculación foliar de soja con cepas de Azospirillum brasilense que favorecen el desarrollo de auxinas”, explicó la investigadora del INTA.

Imagen de microscopio electrónico de barrido (SEM) en la que se observa la presencia de bacterias en los tejidos internos en hojas de plantas de soja
En función de los estudios realizados, la investigadora señaló que la dosis óptima de inoculación foliar para que se genere una respuesta positiva con Azospirillum fue de 1·109 ufc·mL-1, es decir, 9.000.000.000 unidades formadoras de colonias por mililitro de inoculante; mientras que para Bradyrhizobium fue de 1·106 ufc·mL-1, o 6.000.000 unidades aplicadas a la semilla.
Estos resultados se pudieron contrastar con ensayos realizados a campo. Así, demostraron que la coinoculación foliar de soja mostró mejor performance respecto a la inoculación convencional en semilla con ambos microorganismos.  “La aplicación de Azospirillum de forma foliar mejoró la nodulación y también afectó positivamente a los granos, debido a que aumentó el contenido de nitrógeno, proteína y peso”, destacó Puente.
En la Chacra Experimental Integrada Barrow –Buenos Aires–, la aplicación foliar de Azospirillum en soja generó aumentos de 428 kilogramos por hectárea respecto a la inoculación sólo con Bradyrhizobium, mientras que con la coinoculación en semilla fue de 63 kilogramos por hectárea.
También los ensayos realizados en la Agencia de Extensión Rural Bolívar mostraron resultados similares en donde la soja rindió 981 kilogramos por hectárea más con aplicación foliar de Azospirillum respecto al tratamiento sólo con Bradyrhizobium y generó un aumento de 1059 kilogramos por hectárea al compararla con la coinoculación en semilla.

Puente: “La aplicación de Azospirillum de forma foliar mejoró la nodulación y también afectó positivamente a los granos, debido a que aumentó el contenido de nitrógeno, proteína y peso”.
Un aporte a la sustentabilidad
Debido a la gran diversidad y funciones que poseen, los microorganismos tienen un rol fundamental en la sustentabilidad de los sistemas productivos. De hecho, los benéficos no solo incrementan el crecimiento vegetal y los rendimientos, sino que, además, son empleados en control biológico o para la rehabilitan de los suelos, entre otras funciones.
Con el foco puesto en las rizobacterias que se presentan como herramientas clave para la producción vegetal, el Laboratorio de Bacterias Promotoras del Crecimiento Vegetal del INTA junto con la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Lomas de Zamora organizan las VI Jornadas Bonaerenses de Microbiología de Suelos para una Agricultura Sustentable (JOBMAS).
Cada dos años, las jornadas de microbiología, reúnen a la comunidad científica para promover, difundir y socializar los avances tecnológicos en diferentes áreas de la disciplina. “Este intercambio de conocimientos es indispensable para implementar una producción sustentable en términos económicos y ambientales, reduciendo así la huella ecológica generada por este sector”, analizó la investigadora del INTA.
El 25 y 26 de abril, investigadores y especialistas en las temáticas de biofertilizantes, bioestimulantes, biocontroladores y biorremediadores pertenecientes al INTA, Conicet, Senasa, Comité Asesor de Bioinsumos de Uso Agropecuario (CABUA), Red de Control de Calidad de Inoculantes (REDCAI), Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y de diferentes universidades nacionales expondrán los avances de las investigaciones.
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INTA Informa,Año 12 Nº 988 | 17/04/2019 | Edición semanal
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Mariana Puente
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria - INTA
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Juan Manuel Pautasso
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria - INTA
20 de abril de 2019
Buenas. En qué estado de la soja se recomienda la aplicación foliar con Azospirillum?
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Orlando Torrado Pulido
26 de octubre de 2020
Excelente documento. gracias.
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Dpa. Óscar Castro Solano
21 de mayo de 2019
jose albeiro ponce moreno Disculpe caballero, pero no puedo evacuar su pregunta porque no tengo experiencia en el tema que usted menciona.
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jose albeiro ponce moreno
21 de mayo de 2019
Agr.Óscar M. Castro Solano la inoculacion foliar se puede aplicar para el cultivo de caña de azucar y como se podria gracias por su ayuda saludos desde colombia
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Dpa. Óscar Castro Solano
25 de abril de 2019
l contenido de este artículo de nuestra sección de Agrotecnia fue elaborada con información de www.hortalizas.com y cienciamx.com , el cual fue revisado y reeditado por Portalfruticola.com La nanotecnología llegó al desarrollo de fertilizantes de liberación lenta y controlada. Con esto, los nano fertilizantes se convierten en una alternativa de agricultura sustentable para generar mayor producción en el campo. De acuerdo con un estudio publicado en el International Journal of Agriculture Sciences, los nanofertilizantes son fertilizantes sintetizados o modificados con ayuda de la nanotecnología para mejorar la fertilidad del suelo, la productividad y la calidad de productos agrícolas. Las nanotecnologías son un campo inter y multidisciplinario para el diseño de sistemas complejos. Se apoyan de herramientas que otras ciencias les dan para diseñar novedosos materiales mediante el control de la forma, el tamaño y las propiedades de la materia a escala nanométrica, una medida extraordinariamente pequeña para la manipulación de los átomos y las moléculas de la materia. Grandes beneficios en escalas minúsculas Según este trabajo titulado “Nano fertilizantes, una nueva forma de aumentar la eficiencia en el uso de nutrientes en la producción de cultivos”, los nanofertilizantes no son tóxicos, minimizan los costos de producción y aumentan la eficiencia del uso de nutrientes. Además, mejoran el contenido nutricional de los cultivos, el crecimiento de las plantas, su resistencia a las enfermedades y la calidad del sabor del producto. Esto gracias a que a escala nanométrica las propiedades físicas y químicas de la materia son diferentes, por ejemplo, el fosfato de roca si se usa a nivel nanoscópico, puede aumentar la disponibilidad de fósforo para una planta y mejorar su fijación. Por eso mismo, aseguran que logra una fertilización equilibrada para la planta de cultivo. Nano Aplicaciones de Fósforo en el campo mexicano En 2016 en el Centro de Investigación en Química Aplicada (CIQA), ubicado en Saltillo, Coahuila México, el Departamento de Plásticos en la Agricultura empezó con la aplicación de los beneficios de las nanopartículas a través del diseño de nanopesticidas y nanofertilizantes a base de nanopartículas metálicas. De acuerdo con los investigadores, estas nanopartículas tienen propiedades antimicrobianas, antifúngicas y micronutrientes, lo que les permite mejorar el crecimiento de la planta al mismo tiempo que la cuida de plagas. A esta investigación del CIQA se unió el Instituto de Ecología (Inecol) para desarrollar un nanofertilizante a base de fósforo encapsulado con biopolímeros. Su objetivo es que el fertilizante se asimile mejor, lo que implicaría un costo menor para los agricultores y menos daño para el medio ambiente. Esta tecnología tiene la ventaja de la liberación controlada del fertilizante en el suelo, lo que hace más eficiente la interacción con la raíz de las plantas. Sin embargo, y a pesar de estas expectativas validadas en otros experimentos alrededor del mundo, actualmente siguen evaluando la efectividad en el crecimiento vegetal con el empleo de este tipo de fertilizantes en cultivos agronómicos de interés que se encuentran en invernaderos y campos abiertos. Nanopesticidas y nanofertilizantes, opciones ecoamigables para la agricultura El uso de nanotecnología se hace cada vez más patente en ámbitos tan variados como la química, física, medicina y electrónica. Actualmente, un equipo de investigadores del Centro de Investigación en Química Aplicada (CIQA) busca aplicar los beneficios de las nanopartículas en la agricultura, a través del diseño y creación de nanopesticidas y nanofertilizantes a base de nanopartículas metálicas. Las nanopartículas metálicas cuentan con propiedades antimicrobianas y antifúngicas, por lo que su uso en pesticidas resulta adecuado; sin embargo, cuando son utilizadas en mucho menor volumen también tienen características que las hacen micronutrientes, por lo que se emplean como fertilizantes que promueven el crecimiento de la planta. La mejora en la productividad, la optimización de recursos y la obtención en general de mejores cultivos son los principales beneficios que las nanopartículas tienen en las plantas. El CIQA, ubicado en Saltillo, Coahuila, es un centro público de investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), cuyo principal objetivo es realizar investigación básica y aplicada, así como otros procesos tecnológicos innovadores, a la vez que conjuga estos quehaceres con la formación de recursos humanos especializados en ámbitos de química, polímeros y materiales avanzados, entre otros. Nanopesticidas En el afán de “encontrar productos que tengan un menor impacto ambiental y que sean más amigables con los ecosistemas”, el doctor Ricardo Hugo Lira Saldívar, perteneciente al Departamento de Plásticos en la Agricultura del CIQA, trabaja en un nanopesticida a base de nanopartículas metálicas y derivadas del carbono. “Este nanopesticida tiene como principal objetivo utilizar cantidades mucho más pequeñas de producto que puedan tener un efecto antimicrobiano, ya sea contra hongos, bacterias y hasta levaduras”, acotó el investigador. Este proyecto surge como una alternativa al uso de agroquímicos convencionales, mismos que derivan en una alta acumulación de pesticidas en cultivos, suelo, aguas y en el consumidor, humano o animal, quien sufre los efectos de toxicidad. Asimismo, se busca reducir los costos, ya que las nanopartículas se aplicarían en un volumen muy inferior —partes por millón— a los agroquímicos actuales, aplicados en gramos. Lira Saldívar señaló que al momento utilizan nanopartículas de plata, cobre, zinc y fierro, para erradicar la presencia de tres bacterias y dos hongos, elegidos por tener los mayores impactos económicos en las plantas seleccionadas. Los cultivos con que se está trabajando son algunas solanáceas como tomate y chiles, y cucurbitáceas como melón y pepino. El mayor reto de este proyecto, señaló el también miembro nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), es ser muy eficientes en la penetración de las nanopartículas en la planta, por lo cual se siguen estudiando las maneras de poder dispersarlas adecuadamente en el medio acuoso para su aplicación. Nanofertilizantes La doctora Ileana Vera Reyes colabora en un proyecto para crear fertilizantes a base de nanopartículas metálicas como zinc, fierro y cobre, para que sirvan como micronutrientes de las plantas. La investigadora, quien se integró al CIQA como parte del Programa de Cátedras de Conacyt, busca probar nuevos compuestos como promotores de crecimiento de las plantas, así como fuentes sustentables de generación de otros agroinsumos. Este proyecto también se trabaja con personal del Departamento de Materiales Avanzados del mismo centro de investigación. Dado que las nanopartículas metálicas resultan tóxicas en cualquier célula, se deben manejar cuidadosamente las concentraciones de las mismas cuando son utilizadas como fertilizante. “Dentro del proyecto tenemos que ver todas las variables, ventajas y desventajas que pueden tener. La clave es ver qué concentraciones son las óptimas para que crezcan las plantas. Quince partes por millón hacia arriba comienzan a tener características diferentes y esto lo asociamos a respuestas bioquímicas que dicen que le estamos causando estrés oxidativo a la planta, lo que nos llevará a que no se desarrolle de manera adecuada”, explicó la doctora. En resumen, el proyecto de nanofertilizantes debe encontrar una cantidad de nanopartículas ideal para no envenenar la planta, elegir el tamaño adecuado de las nanopartículas y el mejor método de aplicación. Por ejemplo, hasta ahora se ha demostrado que las concentraciones de cinco a 10 partes por millón son las más adecuadas para promover el crecimiento del cultivo del tomate. Sin embargo, la científica señaló que cada cultivo tendría que tener su lectura, por lo que la cantidad de producto a aplicar puede variar. Al momento se está trabajando en ensayos in vitro para luego pasar a cultivos más grandes e invernaderos. “Queremos lograr una planta sana, con proporciones adecuadas y mayor porcentaje de germinación, así como mejorar el índice de vigor, y lograr un crecimiento más rápido”. Vera Reyes mencionó que el zinc dentro de la planta tiene un papel esencial, pues “está involucrado en la producción de ácido indolacético, que tiene que ver con el crecimiento de la raíz. Lo que buscamos es que haya ese crecimiento pero que las plantas sean normales”. ¿Cómo se logra la penetración de las nanopartículas en la planta? Existen dos opciones para lograr la penetración de las nanopartículas, siendo la tradicional y más sencilla por vía foliar mediante aspersiones. Las nanopartículas penetran a través de pequeñas aperturas llamadas estomas, que son como los poros que tenemos los humanos en la piel. El segundo método es aplicar el producto en la raíz, a fin de que este penetre por el tejido del xilema, estructura similar a una pequeña tubería, para que las nanopartículas lleguen entonces a la parte superior del follaje. Tanto el proyecto de los nanopesticidas como el de los nanofertilizantes contemplan ambas opciones, aunque se sabe que “vía suelo se tiene una gran pérdida del producto que aplicas por infiltración. Hay que trabajar en condiciones muy controladas para tener la cantidad de producto necesario”. Para ahondar más en los métodos de traslocación, tanto basipétala como acropétala, los grupos de trabajo del CIQA obtuvieron el apoyo del Conacyt a través del programa Investigación en Fronteras de la Ciencia por tres millones 720 mil pesos, en cuyo proyecto trabajarán durante 2016 y 2017. “Lo que queremos es tratar de reducir las pérdidas del producto, porque de 100 por ciento quizá 15 o 20 por ciento pueda entrar a través de los estomas de la planta y se pierde una gran cantidad”, señaló Lira Saldívar, quien agregó que el éxito de este proyecto “sería un gran avance para la economía y para el impacto ambiental”. Asimismo, se trabajará con nanopartículas derivadas del carbono, elemento del cual se tienen grandes fuentes naturales. “Buscaremos trabajar tal vez con nanotubos de carbón multiparedes, nanotubos de carbón de pared sencilla y grafenos, para estar entonces con dos tipos de nanos: las metálicas y las de carbono”. Los científicos buscarán generar un paquete tecnológico disponible para la industria, en el cual se incorporará el manejo ergonó Tomado el 25 4 2019 de https://www.portalfruticola.com/noticias/2019/04/25/
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jorge
21 de abril de 2019
de hecho en Nicaragua con el usos de microorganismo se a multiplicado la produccion y la calidad de la misma desde que se empeso con el uso micosat la sanidad y produccion cuentan otra historia
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Cipriano Martinez Tutiven
21 de abril de 2019
Saludos a todos - muy buen resultado que nos favorece a todos,en el Ecuador se comienza a utilizar la azola que es ina pequeña planta que se fija en el suelo y se multiplica con mucha rapidez fijando de manera natural oxígeno y otros minerales que benefician a cualquier cultivo
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jorge
21 de abril de 2019
el uso de los microorganismo es una verdad que tarde o temprano el mundo conosera porque los fitofarmaco no fueron ni pudieron ser eficiente perdieron la lucha contra los patogenos
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El Caburé Biológicos en el Agro
20 de abril de 2019
Los aportes de biológicos y de foliares en general, cuanto mas divididas mejor. En particular no hemos aplicado Azp solo, y si en mezclas con otros microorganismos, en V3-4 y en R1.
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El Caburé Biológicos en el Agro
19 de abril de 2019
Desde hace 5 años venimos trabajando activamente en la comercialización de fertilizantes foliares a partir de microorganismos en cultivos extensivos, y siempre, aun con rendimientos cercanos a los techos zonales, hemos tenido respuestas positivas. Lo difícil es lograr que los Ing Agr. adopten masivamente esta tecnología, ya que no han sido formados en esta temática. Hay que seguir demostrando que incluso, junto con productos químicos, se ven respuestas positivas.
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