Absorción de nutrientes en base al pH del suelo

Durante el tiempo que estuve trabajando en multiplicación de semillas acá en Ecuador, se buscaba desarrollar un paquete tecnológico para cada cultivo que incluyera el manejo edáfico, al principio se empezó con fórmulas edáficas hechas por el proveedor que las ofrecía a la compañía las cuales se llamaban “Maíz siembra” y “Maíz producción o finalizador”, sin embargo, notaba que había plantas de tamaño desuniformes, con cañas no muy gruesas, entrenudos cortos o muy largos, el color era verde pero no ese verde oscuro e intenso de una buena nutrición, y el agricultor que efectuaba el proceso de multiplicación alegaba que era la densidad de siembra la cual era de 60mil plantas por hectárea. Según mi criterio la densidad estaba bien, por lo que le solicité al proveedor del edáfico que me indicara que contenía cada mezcla para ver sus fuentes, viendo que la mayoría era a base de relaciones entre muriato de potasio, urea y fosfato diamónico, analizando que la urea para sintetizarse dentro de la planta produce un gasto de energía bien alto en el maíz y sorgo, de forma que este gasto se cubre con un esfuerzo de la fotosíntesis haciendo que la planta se elongue por fototropismo. Entonces luego de un análisis de suelo de las distintas zonas donde efectuaba la multiplicación de semilla y se hacía la producción del grano o choclo (jojoto como le llaman en Venezuela) decidí evaluar la mezcla por hectárea de la siguiente relación para el “Maíz siembra o inicio”, 100Kg de fosfato diamónico 18-46-00, 50 Kg de fosfato monoamónico 11-52-00, 50 Kg de muriato de potasio 00-00-60, 25Kg de sulfato de magnesio o Kieserita, y 60Kg de ácidos húmicos y fúlvicos granulados o extracto de algas al 70% de materia orgánica, para mejorar la conductividad electrónica de la mezcla. Este fertilizante se aplicaba a la siembra de forma que el fosforo por su poca movilidad en el suelo estuviera disponible al momento de la germinación, esto mejoro el sistema radicular notándose una mayor cantidad de pelos adventicios y tallos más gruesos, pero de menor porte lo que le permite a la planta acumular una mayor cantidad de reservas en el tallo que serán aprovechas en el llenado del grano. En cuanto al “Maíz finalizador o producción”, partiendo de un análisis de suelo para ver los diferentes elementos del mismo y su pH sobre todo ya que si era con tendencia a básicos se usaba sulfatos y si era con tendencia a ácidos se usaba nitratos, sin embargo, el punto de equilibrio para ambos extremos no debía pasar de 6,5 a 5,5 pH, ya que si sobrepasaba se debía efectuar los correctivos de suelo, porque a mi punto de vista es en ese nivel donde se asimilan de forma más eficientes los macro y micro nutrientes. De lo expuesto anteriormente si era de 5,5 y la planta ya estaba de 25 a 30cm de alto se usaba la siguiente relación para el “maíz producción” 100Kg de nitrato de amonio, 100Kg de sulfato de potasio, 25Kg de sulfato de Magnesio o Kieserita, y 60Kg de ácidos húmicos y fúlvicos granulados o extracto de algas al 70% de materia orgánica, para mejorar la conductividad electrónica de la mezcla. Si el pH era de 6,5 hacía abajo y la planta ya estaba de 25 a 30cm de alto se usaba la siguiente relación para el “maíz producción” 100Kg de sulfato de amonio, 100Kg de sulfato de potasio, 25Kg de sulfato de Magnesio o Kieserita, y 60Kg de ácidos húmicos y fúlvicos granulados o extracto de algas al 70% de materia orgánica, para mejorar la conductividad electrónica de la mezcla. Este tipo de mezclas permitieron aumentar considerablemente los rendimientos de 2Tn a 6 o 8Tn/ para el maíz amiláceo, de 3 o 4Tn 10 o 12Tn para el maíz oleáceo, obteniendo plantas equilibradas en cuanto al tamaño, uniformidad del lote, color, mazorcas o panojas más cargadas.